sábado, 27 de febrero de 2010

"La marea del despertar" (Roberto Malo)


Hace unas semanas tuve el enorme placer de asistir a una charla de la Biblioteca de Aragón en la que Roberto Malo repasaba la literatura que más le había influido en sus novelas y libros de relatos. Empezando por Edgar Allan Poe pasando por Harlan Ellison ("Un muchacho y su perro") y Raphael Lafferty repasamos las obras que más habían impactado a Roberto. También fueron citados Richard Matheson y su incomparable "Soy leyenda", Ray Bradbury ("Farenheit 451") hasta Woody Allen y sus incomparables guiones. Fue una cita inolvidable donde se pudo rescatar, en mi opinión, la esencia de la obra de Roberto. La huella de sus principios como cuentacuentos y creador de literatura infantil fraguaron la desbordante imaginación que impregna cada obra para adultos de Roberto Malo, bien sea novela, bien una recopilación de cuentos. "La marea del despertar" (2007), siempre bajo mi opinión, es la novela donde mejor se plasma este derroche de imaginación añadiendo además una gran dosis de surrealismo que llena de encanto esta obra. Desde el comienzo el lector es conducido a un mágico universo onírico que te atrapa irremediablemente hacia la próxima página. La novela trata la vida de Jesús que cambia radicalmente cuando descubre que algo de lo que sueña en sus sueños tiene repercusión en su vida real. Si Jesús se acuesta con una determinada ropa, sin poderlo evitar en sus sueños llevará esa misma ropa. Si durante el sueño pierde algún objeto que llevaba cuando se acostó, al despertar ese objeto no estará ya con él. Roberto Malo retrata el mundo onírico con un surrealismo original y único, con paisajes y espectáculos dantescos que transportan al mismo lector al mundo de los sueños durante la lectura. Durante la lectura de "La marea del despertar" el lector se puede encontrar con referencias y recuerdos a la fantasía de "El flautista de Hamelin" o incluso al ambiente de obras como "La guerra de los mundos". Así que, sin más preámbulos y con permiso de Roberto, invito a cualquier aficionado lector a participar en un sueño fantástico que sólo se puede soñar con la lectura de "La marea del despertar". Como diría Roberto estamos ante un libro "bueníiiiisimo" y "sólo si lo compráis habréis captado el concepto".

"La marea del despertar" de Roberto Malo (2007). Editorial: Hegemón

12 comentarios:

David dijo...

Buena reseña. El tema de la novela me ha recordado a un cómic que me gusta bastante. No el de Sandman, en el que también se podría pensar, sino el de Paper Biscuit.
Un saludo.

Marcos Callau dijo...

Gracias, David por lo de la reseña. Se queda corta para lo bueno que es el libro. Totalmente recomendable para un aficionado al cómic por la imaginación que encierra y despierta. Un abrazo.

roberto dijo...

Hola, Dana, mil gracias por la generosa reseña.
Es bueníiiisima...
Un abrazo.

Aniovedh dijo...

La reseña es interesantísima, así como lo describes, es inevitable el desear leer el libro, pero, por desgracia, jodidamente en mi país no puedo encontrarlo...........así que creo me tendré que quedar con las ganas...Saludos Dana.

Marcos Callau dijo...

Nada, a tí Roberto por tu obra.

Pues nada Aniovedh, ya sabes. Entra en el blog del autor robertomalo.blogspot.com Yo creo que podrías conseguirlo...

Crowley dijo...

Pues apuntado queda este libro, que con tu interesante reseña nos has despertado la curiosidad.
Un saludo

Marcos Callau dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Marcos Callau dijo...

Har'as muy bien en apuntarla. A todos los cinéfilos nos gusta mucho la literatura de Roberto.

Anónimo dijo...

Buenas noches Dana...
interesante post... el libro tiene muy buena pinta..intentare encontrarlo
un saludo y gracias por la recomendación

Marcos Callau dijo...

Es muy bueno, Lázaro. Gracias por pasarte a leer la reseña.

Anónimo dijo...

Se que no viene al caso pero aún no he visto su entrevista en la tele y espero que de hoy no pase.

Un abrazo y feliz lunes.

Marcos Callau dijo...

Pues nada Humphreyt, ya me dirás. Feliz lunes también para tí que para mí es sabático.