
Cuando los recuerdos, buenos o malos, te abruman y no te dejan descansar. Cuando la ciudad te sobrepasa y ya no puedes continuar, un viaje en tren hacia las montañas es uno de los mejores reparadores que puede existir.
Tú a l'albada
"Cogí el tren como quien bebe un bálsamo
y cuando al monte iluminó l'albada
dibujé tu mirada en el páramo
Dejé ayer la ciudad arrinconada
allí donde el crepúsculo ardía
en luna de la pupila añorada
Mientras se alargaba lento el día
llegó la compañía de tu ausencia
y urdí mi melodía, tardía
Al fin te reflejo, sin tu presencia
Ahora recobra todo el sentido
y las nubes a huir cogen tendencia
mientras camino por Monte Perdido."
El Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido es un buen paraje para perderse y admirar amaneceres o recordarlos...

Fotografía de Monte Perdido