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jueves, 26 de enero de 2012

Se acabó lo que se daba

Estas palabras que voy a escirbir aquí de ningún modo pueden servir como agradecimiento a aquellas personas que durante todos estos años han dedicado su tiempo y sus comentarios a enriquecer este espacio. Cualquier agradecimiento es demasiado insignificante comparado con toda su dedicación. Ahorraré entonces cualquier nombre (habría muchos que nombrar) y cualquier palabra que conlleve ese fin. Simplemente escribo hoy para comentar que este blog queda inactivo a partir de esta entrada y precisamente no porque el que escribe vaya a quedarse de igual modo sino todo lo contrario. Es decir, todos los proyectos que tengo en mente requieren toda mi atención y este blog cada día me ha ido robando más y más tiempo. Y como el tiempo es el único tesoro conocido, digo adiós o hasta la vista, según dicte el futuro. Precisamente El sueño eterno no queda cerrado pero, el día que decida volver a los blogs (si acaso ese día llegara) todavía no sé si será desde este espacio o desde otro nuevo. Por lo demás, simplemente decir que seguiré visitando de vez en cuando vuestros blogs, para leer y saludar y que estos años han sido muy gratificantes ya que en ellos he conocido varias personas de las que ahora, un buen puñado, ya puedo considerar mis amigos. En cuanto al blog de Frank Sinatra, va contra mi religión cerrarlo y como requiere mucho menos tiempo que este y el material de Sinatra parece inagotable, creo que seguirá aún durante unos meses más. Además, nunca resultará inadecuado presentar al mundo cómo eran las voces de antaño, cuando todo era más real y las ayudas tecnológicas todavía no lograban hacer llegar una voz a la nota más alta. Así que me despido, no sin dolor pero, para qué negarlo, sí con alivio. Les dejo con uno de los últimos textos que he intentado escribir como un poema y con una canción que para mí es... mucho más que una canción, casi una elevación del espíritu. Todavía no he conseguido escucharla una vez sin sentir cómo se eriza mi piel. Lo dicho, un beso o un abrazo, según corresponda.

No recordar


Lágrimas opacas empañan,
desde mi ventana,
la mañana en que el maestro
esculpió unos ojos 
ante el infierno,
ese día en que el hombre
decidió sentarse a pensar.


Pero pensar, quizá,
es la solución que llega
demasiado tarde
cuando esta mañana siento al mundo
bajo una cúpula de Brunelleschi,
encerrando una gran pantomima.


Yo solo deseo
una ciudad bajo la lluvia,
o un Leteo
que me dirija hasta aquel tiempo
desde cuyas orillas,
el recuerdo,
es animal invisible y despeñado
en la galerna de cataratas imposibles.


Frank Sinatra: Ol' man river

lunes, 23 de enero de 2012

De músicas que enmudecen y otras que renacen

Etta James, década de loscincuenta


At last:

Someting's got a hold on me:


Esta californiana nacida en Los Ángeles en 1938 con el nombre de Jamesetta Hawkins ha sido una de las grandes figuras del gospel y el soul del siglo XX El pasado 20 de enero murió vícitma de la leucemia, a los 73 años. después de publicar su último trabajo el pasado noviembre. Junto a Johnny Otis (su descubridor), Etta James dominó la música soul en los años cincuenta, reconvirtiéndose en los sesenta en una cantante pop, aunque sin olvidar nunca su tendencia al blues, como en su gran éxito At last o su célebre I just wanna make love to you, tantas veces utilizado por Coca-Cola Igualmente en sus registros más jazzísticos se puede apreciar una voz que, si bien no fue prodigiosa, sí estaba impregnada de toda esa sensibilidad, emoción, pasión y tragedia que reflejaba una problemática vida marcada por la adicción a la heroína.

Etta James era hija de una prostituta afroamericana de catorce años y de un padre desconocido. Se inició en la música en el coro de la iglesia, realizando sus primeras acutaciones en la radio local a los cinco años. En 1950 quiso probar suerte en San Francisco donde conoció a Johnny Otis quien propulsó su carrera. Para competir con el rock and roll, en los años sesenta recaló en el sello Chess Records (Chuck Berry, Muddy Waters, Buddy Guy) y consiguió un estilo propio a mitad camino entre el descaro del rock and roll y la sensualidad del blues, grabando su exitoso At last. Fue en esta época cuando, a medida que crecía su fama, también aumentaba su adicción a la heroína, etapa que fue retratada en el film Cadillac Records, encarnada por Beyoncé.  A comienzos de los setenta Etta James estuvo recluída durante 17 meses en un hospital psiquiátrico en Tarzana mientras su marido era encarcelado por diez años debido a la posesión de heroína. Tras su recuperación, Etta James se refugió en el jazz, con inolvidables grabaciones en este registro aunque ya sin el timbre de voz que había alcanzado en los años sesenta. En los albores del nuevo siglo, le detectaron leucemia pero Etta James no se rindió y trabajó hasta el final, siendo en 2009 su última gira por bares y teatros estadounidenses. 

En cualquier caos, Etta James vuelve a ser el reflejo de una época en que las figuras de la canción se construían por sí solas, al margen de la industria, sin necesidad de crear música partiendo de las cuentas corrientes. En pocas palabras, una época donde todo fue más auténtico. Etta James murió el pasado viernes pero su voz nunca se apagará.


 LO NUEVO DE BRUCE SPRINGSTEEN

Bruce Springsteen, imagen publicitaria de Wrecking ball (2012)

Y otras músicas, renacen.... Con la muerte de Clarence Clemons, saxofonista y pieza fundamental de la E Street Band y también la de Danny Federici, nadie apostaba ni un euro por un nuevo disco de Bruce Springsteen con la vieja banda de la calle E. Pero el próximo mes de febrero, no solo vamos a disfrutar de otro disco de Bruce Springsteen con la E Street Band (titulado Wrecking ball) sino que vamos a disfrutar, también, del mejor rock and roll en directo con otra gira europea que visitará España en los meses de junio y julio. entre los once temas que componen este Wrecking ball destaca la recuperación del tema Land of hope and dreams,  nunca antes grabado en estudio y Death to my hometown, un leve recuerdo al álbum Born in the USA. Que nadie espere un LP del nivel de The River o Born in the USA. Solo, al menos, poder disfrutar, una vez más sobre un escenario, de una leyenda viva que definitivamente se niega a envejecer y que sigue ofreciendo el mejor espectáculo de rock and roll en directo. Como aperitivo el video promocional del primer single del álbum, We take care of our own:




miércoles, 18 de enero de 2012

La artista (un poema + citas culturales)




La artista

Soy sombra
entre los pasillos de esta exposición
que muestra los fotogramas
en los que una vez
me jugué la vida.
Soy el pasado en el presente,
y mi piel cuarteada
se deshace en los andrajos
de un celuloide caducado.

Te estoy llamando, viejo teatro.
Desde las sombras,
mi voz llega hasta la platea
pero nadie responde.
Te estoy llamando,
desde los viejos tiempos,
pero ningún espectador
puede verme
a través de esa venda
que cubre
todos los ojos del mundo.


********************

Robin Hood (Amaral):


El próximo jueves, 19, Fernando Sarría y Beatriz Giovanna Ramírez presentan sus poemarios en la Sala del , de Zaragoza (Pº Independencia) a las 19:30 Miguel Ángel Yusta presenta a Beatriz y María Ángeles Naval a Fernando. Posteriormente se celebrará un recital poético en el Interferencias, a las 22:00, con Miguel Ángel Yusta, Rafael Luna y Fran Picón

Y el viernes 20 de enero, a las 21:30, nueva sesion del Ciclo Relatos Breves en el Interferencias (C/ Jacinto Benavente, 11) con Raúl Garcés , Carlos Agorreta, Alessandro Fiasconaro, Miguel Ángel Marín Uriol, Carmen Molinero y Marisa Rubio.

sábado, 24 de diciembre de 2011

A Christmas carol & The Christmas Song

Michael Caine como Scrooge, en Una Navidad con los muppets
-¡No sé qué hacer!- exclamó Scrooge, riendo y llorando a la vez y convirtiéndose con sus medias en un perfecto Laoconte-. Me siento tan ligero como una pluma, tan dichoso como un ángel, tan feliz como un colegial y estoy tan mareado como un borracho. ¡Feliz Navidad a todos! ¡Feliz Año nuevo al mundo entero! 

*******

-"¡Feliz Navidad, Bob! -dijo Scrooge con sinceridad inequívoca, mientras le daba una palmada en la espalda-. ¡Que sean más felices, Bob, amigo mío, que las que te deseé hace muchísimo saños! ¡Te subiré el sueldo, intentaré ayudar a tu esforzada familia, y comentaremos tus problemas esta misma tarde, mientras nos tomamos un buen ponche de Navidad, Bob! ¡Y antes de poner más puntos sobre las íes, enciende la chimenea y compra otro cubo para el carbón!" Scrooge fue más allá de su palabra, lo cumplió todo e hizo mucho más: fue un segundo padre para Tiny Tim, que no se murió. Se hizo tan buen amigo, tan buen amo, tan buena persona, como nunca hubo conocido la vieja ciudad o ninguna otra, ni siquiera un pueblo o barrio de este viejo mundo.

(Fragmento de A Christmas carol in prose, being a Ghost Story of Christmas, de Charles Dickens)

Y ahora, un poquito de música:

The Christmas Song es el título de una de las canciones más representativas de este tiempo. Aunque se considera única la versión de Nat King Cole, el compositor de esta maravilla fue Mel Tormé, en 1944. Con las dos versiones, de Cole y del compositor, les deseo unos felices días.

Nat King Cole:

Melk Tormé:


The Christmas Song (Traducción)

Avellanas asándose en el fuego
Jack Frost helando tu nariz
Cuentos de Navidad cantados por un coro
y amigos vestidos como esquimales

Todo el mundo sabe que un pavo y algo de muérdago
ayudarán a gacer brillar estos días
Los más pequeños, con sus ojos chispeantes,
encontrarán dificultades para dormir esta noche.

Ellos saben que Santa está en camino
Ha cargado un montón de juguetes en su trineo
Y sus madres espiarán
para comprobar si los renos, realmente, saben cómo volar

Yo ofrezco esta simple frase
a todos los niños, desde uno hasta noventa y dos (años),
Aunque se ha dicho muchas veces y de muchas maneras
Feliz Navidad para vosotros


Y ahora, otro clásico:

Have yourself a merry little Christmas (Kenny G)


lunes, 19 de diciembre de 2011

Canción protesta/ El blues del domingo de apertura

Bien sé yo que no pretendo hacer publicidad...

Es domingo y los centros comerciales han permanecido abiertos. Creo que actualmente hay muchas razones para protestar pero, sin embargo, nadie parece querer cantar. Acabo de regresar a casa. Esta tarde he podido comprobar, en mis carnes, la soledad acompañada en la entrada de un centro comercial abarrotado, un domingo cualquiera. Además se comenta la posibilidad de que, al año que viene en Madrid, los centros comerciales abran al público las 24 horas del día. ¡Por fin, el señor Matute va a poder comprarse un traje de Emidio Tucci a las cuatro de la mañana! Y eso que nos quieren contentar diciendo que van a generar 20.000 puestos de trabajo (¿alguien se lo cree?) Para colmo, mientras soportaba mi jornada domínico-laboral, un cliente se ha acercado hasta mi puesto y me ha preguntado cuál era la hora de cierre. Yo le he respondido, muy amable, que se cerraba a las nueve. Y el cliente me ha preguntado que... ¡si me refería a las nueve de la noche!
¡Como lo oye, oiga!
Bueno, pues ante tanta buena noticia, uno no ha podido menos que componer "esta broma" que se titula "Blues del domingo de apertura" o "Openin' sunday blues" (¿por qué suena siempre mejor en Inglés?)

Openin' sunday blues


Es domingo por la tarde
y no quiero trabajar.
Las familias en las calles
abarrotan la ciudad.
Buscan algo que comprar,
regalos para navidad.
Me pregunto dónde está
la crisis en esta "suciedad".


Creo que sufren solo los de siempre
y engoradan más y más
los gordos hasta reventar.
Sienten frío, sienten hambre,
se mueren de soledad
solo los mendigos
que vomita esta sociedad.


¡Qué domingo por la tarde!,
¡abrió el centro comercial!
Ha perdido el Zaragoza
mas no lo pude escuchar.
Me ha tocado trabajar,
me ha tocado olvidar,
que estos días ya no son
solo para descansar.


Domingos de apertura,
triste realidad.
Puntos de sutura
solo para disimular.
La herida sigue abierta,
ya no me paro a pensar
los que al final de mes
no saben cómo llegar.


Domingos de apertura,
tristeza en la ciudad.
Puntos de sutura
que no paran de sangrar.
La última conjetura
es que no quieren cerrar
ni de noche,
ni de día,
¡ni dios
que se detenga a respirar!

Desde luego prefería el domingo en Nueva York que nos cantaba Bobby Darin. ¿Recuerdan qué maravillosa comedia la de "Sunday in New york", con Jane Fonda y Rod Taylor?

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Como humo de tabaco


Has corregido el suave matiz
que la madrugada
perfila en mi soledad
y el perfume de tragedia, azabache,
que habita en tu cabello.
Has despistado
el blanco frío de tus manos, ateridas,
y las heridas que rodean tu corazón.

Enciendes otro cigarrillo,
por teléfono,
y envías tus señales de humo
para que las reciba, una noche más,
el revólver sin balas
en la recámara de mi voz.

Otra vez el mismo sueño,
tu mismo aroma,
y ese bosque inequívoco y urbano
repleto de cariátides
que llevan tu rostro.


Amanecerá, seguramente,
lejos de aquí,
en alguna playa
de agua esmeralda.

Smoke dreams (K. D. Lang)


My last cigarrette (K. D. Lang)


Estas dos canciones que se pueden escuchar después del poema son de K. D. Lang y pertenecen a su álbum titulado Drag en el que todos los temas están dedicados a la adicción al tabaco.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Los Secretos en el Principal

Ramón Arroyo, Santi Fernández, Jesús Redondo, Juanjo Ramos y Álvaro Urquijo

Trenes perdidos:


El pasado 17 de noviembre se cumplieron doce años de la muerte de Enrique Urquijo pero, cada vez que Los Secretos se suben a un escenario, en algún lugar vuelve a resonar la inolvidable voz del autor de temas tan históricos como Déjame, Ojos de perdida o Quiero beber hasta perder el control. Justo el día anterior, el pasado 16 de noviembre, Los secretos presentaron su nuevo álbum titulado En este mundo raro cuyo título ya nos remite inevitablemente al trabajo que Enrique Urquijo publicó con Los Problemas, y que precisamente se titulaba Un mundo raro. El concierto, que tuvo lugar en el Teatro Principal de Zaragoza, nos dió la oportunidad de comprobar que este grupo no ha perdido nunca su identidad, que sigue siendo el mejor exponente del Rock-country en nuestro país y que sigue siendo fiel a las primeras influencias de Jackson Browne, los Eagles o Neil Young. Porque, aunque en el documento de identidad de los hermanos Urquijo figure Madrid como lugar de nacimiento, si nos ceñimos a su música, podríamos estar ante dos hermanos nacidos en algún lugar de una carretera polvorienta entre California y Arizona. En este mundo raro nos vuelve a deleitar con ese sonido genuino y en su directo, con un sonido cada vez más perfecto, sobretodo en la sección acústica. Destacable, el tema de cabecera en esta entrada, Trenes perdidos, composición del teclista Jesús Redondo, Bailando con la luna y el tema que lleva el título del disco, compuesto por Álvaro Urquijo. Y el momento especial de la noche en el Principal llegó con el recuerdo a Enrique y la interpretación de No digas no, uno de sus clásicos en solitario. Los Secretos siguen ofreciendo buena música con una calidad incomparable.


Este mundo raro (Los Secretos 2011)



No digas no (Enrique Urquijo)

domingo, 13 de noviembre de 2011

Almost blue

Mujer en un tren (Edward Hopper. 1938)

Almost blue (Chet Baker)


Bajo esta penumbra
de días inciertos
y escarchas malditas
pareces una mujer abandonada,
retratada por Edward Hopper,
un borrador arrojado
en el cubo de la basura.

Bajo esta mirada
de estrellas lascivas,
como poetas,
como rimas prohibidas,
eres una santa a la intemperie,
una virgen sin hornacina;
el rumor de alcantarilla
entre cuatro paredes lejanas,
demasiado viejas,
donde se descuelgan las horas,
casi despeñadas,
al ritmo insultante de los silencios.

La vida se difumina
en torno a tu sombra
con la humareda de aquella última llamada
desvanecida en un beso que llegó, ciertamente,
pero quizá, demasiado tarde.
Hoy, frente a mí,
eres un paisaje asombroso
de despedidas y espejos
en los que no quisiste reflejarte
y bajo este último ocaso
que salpica una sangre trémula
sobre tu mirada
preguntas dónde está el arco
que complete tu iris más nublado
donde se consume la hoguera
del fuego que solo avivan las sombras.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Tony Bennett mantiene vivos los buenos tiempos

Tony Bennett, imagen reciente
Así es. En 1974 Frank Sinatra regresaba a los escenarios, en el Madison Square Garden de Nueva York y proclamaba que era el último cantante de bar (saloon singer) vivo, exceptuando al borrachín de Dean (Martin) y a Tony Bennett. Más tarde le preguntaron si había pasado por alto a Sammy Davis Jr. pero respondió que Sammy era mucho más que un cantante de bar. Pero esta es otra historia. Lo importante es que en ese concepto de 'saloon singer' que tanto utilizaba Sinatra cuando se enfrentaba una y otra noche a aquellas baladas de blues, de desamor, de bar, cigarrillo y vaso de whiskey medio vacío, a altas horas de la madrugada, en ese concepto, como digo, el último superviviente, sin duda, es Tony Bennett. Y Tony se está esforzando para que nada de esto muera, por mantener vivos los años dorados del swing, los viejos buenos años del verdadero sonido, del verdadero cool, del crooner, del cantante de jazz. Esto es lo que sigue haciendo con su Duets II donde comparte micrófono con, ¡atención!, Lady Gaga. Después de escuchar The lady is a tramp por Tony Bennett y Lady Gaga me pregunto una y otra vez por qué la voz de esta mujer está tan sumamente desaprovechada proyectando una imagen y publicando discos como puro producto comercial que se esfuerza en alargar la farsa, pongamos por ejemplo, de una Madonna crepuscular que ha perdido definitivamente el norte. Para muestra, un botón:



No, Lady Gaga no sacará un disco de jazz pero ha demostrado que podría hacerlo, como la mejor. La tristeza es que no podrá hacerlo, o peor aún, no le dejarían salir de esa imagen que produce y de ese... pop? que publica.

Amy Whinehouse ya había podido demostrar sus excelentes cualidades como voz de blues, heredera quizá de Billie Holiday que, lamentablemente, se quedó en el camino. Al menos, su música sí era más arriesgada en ese sentido que la que ofrece Lady Gaga. Junto a Tony Bennett su última grabación, la maravillosa balada Body and Soul



En definitiva, Tony Bennet ha realizado un trabajo espléndido rescatando nuevas figuras para el sonido de los viejos tiempos. Ya nos tenía acostumbrados a estos experimentos cuando compartió anteriormente escenario con Christina Aguilera para la canción Steppin' out with my baby:



Como regalo para nuestros oídos podemos escuchar en este Duets II el dúo junto a Aretha Franklin sobre la canción How do you keep the music playing y junto a Andrea Bocelli Strangers in paradise Y es que por algo Sinatra cantó con él a dúo New York, New York en el disco Duets y por algo compartió escenario con su paisano en más de una ocasión.

Anthony Dominick Benedetto (Tony Bennett) nació en Queens un tres de agosto de 1926. Paisano de Sinatra, crooner, cantante de jazz pero posterior. Probablemente esta fue su cruz. Mientras Sinatra deslumbraba en 1939 Tony Bennett comenzaba en la década de los cincuenta junto a la orquesta de Count Basie. La constante comparación con Sinatra a lo largo de toda su carrera fue inevitable pero Tony, siempre sonriente y amable, dijo que Sinatra era su ídolo, simplemente era el mejor. No obstante, Tony Bennett es dueño de una voz prodigiosa con registros muy amplios que, con el tiempo y a su edad, no han variado. Eso sí, ahora su voz es más rasgada pero no deja de ser este un aliciente más en el canto de su vocalización. En los años ochenta Tony Bennett volvió con fuerza a los escenarios y se ha mantenido desde entonces en la cima, siendo ahora el último superviviente de los años dorados. Además, una vez se dejó el corazón en San Francisco...

domingo, 23 de octubre de 2011

Laura (Otto Preminger. 1944)

Laura (Gene Tierney)



Tantas veces que hablo de esta película, como una de mis preferidas y nunca he escrito aquí ni una pequeña reseña. Este texto fue publicado en el número catorce de la revista Eclipse, dedicada a los sueños:

Dana Andrews y Gene Tierney

Laura es solo un sueño

Se suele decir que el cine es la mayor fábrica de sueños que existe, quizá la única y puede que sea esta la razón por la que tanto nos entusiasma el séptimo arte, porque el ser humano necesita soñar y nutrirse de historias que lo alejen de la realidad o que lo aproximen a ella de una manera distinta. Mientras la literatura brinda al lector la posibilidad de crear las imágenes en ese otro mundo al que nos transporta, el cine ya nos evita esa labor y los sueños son los fotogramas apabullantes, como si el espectador, en definitiva, pudiera soñar despierto. En 1944 Otto Preminger dirigió probablemente una de las películas más oníricas de la historia del cine. Sin llegar a la fantasía romántica de Portrait of Jennie (William Dieterle. 1948), Preminger nos ofrece un objeto evanescente de deseo, un amor que navega entre la realidad y el mundo de los sueños con la insalvable frontera de la muerte. En The quiet man (John Ford. 1952) se nos ofrece un paraíso de ensueño, todo un poema de amor hacia Irlanda y a un pueblo que, por otra parte, no existe en el mundo real a la manera del Shangri-La de Horizontes perdidos (Frank Capra. 1937) Sin embargo, el mundo onírico que se muestra en Laura es despiadadamente real, duro y lleno de crudeza, rodeado de todas las bajas pasiones que existen en la vida real. Preminger se basa en la novela homónima de Vera Caspary para trasladarnos a una sociedad visiblemente corrompida, a una intriga de puro cine noir, pero también a un amor soñado que puede llegar a tener infinitas lecturas. Dana Andrews encarna al detective Mark McPherson encargado de investigar el asesinato de Laura Hunt (Gene Tierney), una joven publicitaria, soltera y emprendedora que mantenía un confuso compromiso matrimonial con Shelby Carpenter (Vincent Price) y una relación aparentemente amistosa con el crítico literario Waldo Lydecker (Clifton Webb). McPherson comienza la investigación del asesinato interrogando a las personas más allegadas, descubriendo la enfermiza pasión que Waldo sentía hacia Laura y el profundo enamoramiento de su prometido Shelby Carpenter e incluso de su amiga Ann Treadwell (Judith Anderson) . El detective, al mismo tiempo que el espectador, llega a saber cómo es Laura a través de las descripciones y las pasiones de dos hombres enamorados y de dos mujeres que la admiraban, como si realmente la hubiera conocido en la vida real. Tanto es así que McPherson llega a enamorarse de la víctima y el espectador, a la vez que el personaje, es conducido hasta ese estado de fascinación y confusión en la investigación que está llevando a cabo. El espíritu de Laura es tan presente como el de Rebeca en la película de Hitchcock pero con un sentido completamente distinto. En Laura todos los espectadores desean que la protagonista esté viva mientras que en Rebeca el efecto es precisamente el contrario. La escena culminante llegará en el apartamento de Laura, mientras McPherson está buscando entre sus cajones, entre sus ropas, y entre sus cartas alguna pista que le lleve a resolver el caso o, al menos, a mitigar la pena por la muerte de esa mujer de la que él mismo se podría haber enamorado. McPherson queda fascinado por la contemplación del retrato de Laura mientras, auxiliado por el whiskey y cansado por las largas horas de insomnio, quedará adormilado en el sillón. Al despertar, Laura aparece ante McPherson, viva, después de haber pasado unos días retirada en el campo. El asesino que quiso acabar con la vida de Laura disparó contra el rostro de su compañera de piso, muy semejante físicamente. Laura está viva. Esta escena es el punto de inflexión que cambiará el desarrollo de la investigación. Este maestro giro narrativo supone el momento culminante de esta situación onírica en la que Preminger nos ha embarcado desde el comienzo de la película. Bien sea por el ambiente diseñado entre flashbacks y diferentes planos de cámara, bien por la acertada y mágica música de David Raksin, el espectador se ha sentido también víctima de ese hechizo, de ese encanto que el personaje de Dana Andrews ha sentido por el de Gene Tierney. Por eso, la primera mitad de esta película es como un sueño, una pesadilla con un final feliz porque Laura está viva, pero un sueño que debe continuar hasta terminar la investigación.
Gene Tierney y Vincent Price

jueves, 6 de octubre de 2011

Grito

El grito (Edward Munch. 1893)

Vomitado de las calles
y expulsado de la suave espuma
que náusea la noche,
lanzo ese grito ondulante,
con las manos en mis oídos,
sólo para no escuchar
la risa que cada esquina
me estalla en el rostro.


Son ya demasiadas
las barras habitadas
o las huellas como alcantarillas
levantadas sobre mi piel.
Son ya demasiadas madrugadas
para recordar olvidar
que una noche,
como si fuera otra vida,
tú fuiste Eros
abrazando a Thánatos
sobre nuestros cuerpos.


Es importante gritar, está claro. Un grito largo, agudo, potente como una protesta. Pero, ahora, ¿quién grita más fuerte?

The Wall, del fluído rosa



Parodia de los Simpsons

martes, 20 de septiembre de 2011

Mis estatuas de sal en voz de Rafael Luna. Video-poema+Recital de Narrativa

El poeta y amigo Rafael Luna ha creado un video con mi poema Las estatuas de sal también sueñan. Debo decir que Rafa ha acertado de pleno al incluir como banda sonora el tema de La lista de Schindler con el tristísimo violín de Itzahk Perlman, al igual que en las imagenes elegidas, con fotografías de Jaca; una en especial donde aparece en el foso de La Ciudadela una celebración con banderas y estandartes muy apropiada para el verso al que acompaña. Desde aquí mi agradecimiento a Rafael Luna. A continuación, el video-poema:




Por otro lado, el próximo sábado 24 de septiembre tendrá lugar el II Recital de Narrativa "Sé breve", en el Centro Cívico Teodoro Sánchez Punter, en la zaragozana Plaza Mayor de San José, 2. El Recital está organizado por la escritora Pilar Aguarón y la Asociación Aragonesa de Escritores El acto comenzará alas 10:30 de la mañana con presentación y coloquio de Oscurece en Edimburgo, Tintas distintas y Versos como carne. El recital tendrá lugar a partir de las 16:30 y participaré en él junto a Roberto Malo, Carlos Agorreta, Javier Aguirre, Fernando Aínsa, Estela Alcay, Montse Alimón, Pere Asensio, Diani Blasco, Luis Borrás, Lou de Bouvoir, Adolfo Burriel, Amando Carabias, MªJosé Carvajal, Elena Cené, Mariano Ibeas, Raúl López, José Antonio Lozano, Raimundo Lozano, Eugenio Mateo, Inmaculada Marqueta, Carmen Molinero, Angélica Morales, Nuria Niubó, María Otal, Pere Porta y Josep Puig. El cantautor Mario Iriarte amenizará el acto con sus canciones.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Ocaso en mi skyline particular. Septembrinos.

Septembrino 1

Llegar a casa cuando todavía la noche
acampa en las aceras
y llenarse los pulmones de ciudad
en ese preciso instante matinal
que precede a la locura

Ser un gato, en la oscuridad,
o tranvía que camina por raíles desnudos.
Ser la sombra todavía no proyectada en un túnel,
ser soledad férrea
pero habitada.

Salir de casa cuando es de noche
buscando viejos senderos,
borrados a la luz del sol;
ser hoja seca, remontarse
y entregarse al vaivén del viajante sin rumbo.

Hoy septiembre ha llegado
como un día que no amanece


Septembrino 2

Es inevitable este septiembre
tan presagio de todo lo inútilmente conocido
o desconocido todavía, seguramente
y por ello más inútil.

Es inevitable dejarse mecer
en el viento,
aferrado a la rama o a la vida
como un último hilo de voz escaso
o dejarse arrastrar, mudo,
aunque todavía resista el verano.

Es inevitable volver a Sinatra
y escuchar, a la vez, esta noche alargándose
como la nota sostenida de la palabra angustia
en su voz
Este blues, esta hora de tren incierto,
este derecho a ciudad arruinada...

Es inevitable este septiembre
que siempre nos sorprende.

September of my years (Frank Sinatra):


Aunque aquí nos interesaba el tema September of my years, Frank Sinatra también interpreta At long last love. Junto a Dean Martin canta The oldest established y Witchcraft jutno a Dino y Diahann Carroll. Este video ha sido también utilizado hoy en la entrada del blog Sinatra

lunes, 5 de septiembre de 2011

La grandeza de una miniatura (Relato)



Cuando el sol parece derramarse por todo el cielo, en esa precisa hora en que todas las conversaciones del mundo caen en silencio, para contemplar un nuevo atardecer como si fuera el último, el ocaso atrapó también el semblante de Pablo. Lo vi en sus ojos. Embutido frente a mí, sentado a la mesa de mi despacho, nunca lo había visto tan hundido, tan insignificante. Realmente era un hombre derrotado. Tal era su lealtad, tan acusada su empatía, que al haberme apabullado con todas aquellas nefastas noticias, en lugar de quedar aliviado, su aspecto se tornó tan apesadumbrado que me sentí el hombre más ruin de este mundo. Si hubiera podido, en aquel instante, le hubiera entregado cualquier cosa que necesitara, pero lo malo es que ya no me quedaba nada para poder dar. De tal manera, sintiéndolo mucho, me despedí de él y su figura desapareció con las últimas notas de color que interpretó el atardecer.

Las sombras me abrazaron y quedé solo, en silencio, en ese gran caserón que al día siguiente ya no sería de mi propiedad. Por las paredes parecían entonces desparramarse los primeros besos de mi amada, sus te quiero incomparables y aquellos nomeolvides recién regados, justo antes de olvidarnos. Dentro de una vieja televisión apagada, en algún rincón de su armazón, se reproducía el recuerdo de los fotogramas eternos, para siempre en mi memoria, de todas aquellas películas que veíamos juntos, cada noche después de cenar. En las esquinas del largo pasillo que conduce a la sala, aún tropezaba el recuerdo de los primeros pasos que dieron por él mis hijos y de aquella última fiesta de cumpleaños ahora quedaba solo un pequeño hilo de humo, de una vela que tardó demasiado en apagarse. Me pregunto dónde estarán ahora todos ellos, mi mujer, mis hijos; todos olvidados de mí. Seguramente lo merezco pero tan solo quisiera saber cómo reaccionarían ahora que lo he perdido todo y desde la ruina, ya no conozco mi orgullo. Ahora, después de no haber cenado, tampoco me gusta el guión de esta última película que tendré que ver en soledad.
Es muy duro pero así es la realidad. Sacrificas todo por hacer una fortuna y de un día para otro, encuentras la difícil tarea de tener que luchar para sobrevivir. Se acabaron las largas estancias en Montecarlo, los viajes a París o las entrevistas para las revistas importantes. De un plumazo la vida me robó lo que antes me había regalado sin esfuerzo. Ahora solo podré vivir con lo que obtenga en la venta de la última propiedad que me queda. Esta noche promete ser larga y en estas horas es cuando realmente añoro la existencia de alguien que me espere con los brazos abiertos. Pero todo es inútil. Creo que la mejor opción será no despertar mañana.




Efectivamente. El hombre rico, arruinado, había llegado a la conclusión de que, antes de cambiar de vida, era mucho más conveniente abandonar, terminar con la tortura que se avecinaba. Lo tenía todo cuidadosamente preparado. Sobre el escritorio yacía una nota con sus últimas voluntades pues las deudas nuncas las quiso declarar. Para la ocasión vestía un elegante esmóquin y un pañuelo rojo sobresaliendo por el bolsillo. Al menos, se dijo, moriría elegante. Solemnemente y sin titubear abrió el falso fondo del armario e introdujo la combinación de la caja fuerte. Un Astra del 43 esperaba en el interior con el tambor lleno, preparado para las emergencias. Nunca supuso que fuera así la primera situación para utilizarlo. Pero al coger el revólver, en un descuido, tiró al suelo una vieja bolsita que lo acompañaba en ese triste reducto de la caja fuerte. Era un saquito de lana blanco, sucio y bien anudado, que aquel hombre casi había olvidado. Cuidadosamente dejó el revólver en el suelo y abrió la bolsa. En su interior encontró un pequeño coche de miniatura a escala 1:64 con el que, en su infancia, había jugado en innumerables ocasiones. Se trataba del primer coche que obtuvo de la que, con los años, sería una gran colección de miniaturas. Era un pequeño Renault 18 al que casi ya no le quedaba ni rastro de la pintura roja que lo cubría. De rodillas, con aquel juguete entre sus manos, recordó un día en que el mundo era joven y los abrazos de su madre aún conseguían conservar intactos todos los sueños. Su mirada se nubló cuando decidió ponerse en pie, tomar el revólver y dirigirse al escritorio. 


En madrugadas como aquella, las sombras suelen acosar de tal manera que parecen aferrarse al cuello de su víctima hasta ahogarla. En ese momento tan solo hay que buscar un cabo atado a la realidad, un señuelo en nuestra historia que nos deje continuar. Nuestro hombre arruinado rompió en pedazos sus últimas voluntades y destrozó el revólver contra las paredes de su habitación. Al amanecer de aquella siniestra noche, con aquel juguete entre las manos, miró al cielo con una irónica expresión y pensó que sería buena idea poner una de esas películas que tantas veces había disfrutado. Pero tan solo al ver la introducción, después de que salieran las grandes letras del título, detuvo la reproducción. Se levantó del sillón y cogió el pequeño juguete que aquella noche había sido su salvación. Lo situó en un expositor y a sus pies colocó un pequeño cartelito donde se podía leer solo un nombre: Rosebud. Recordó entonces que el cine también era una buena razón para vivir, una constante lección para aprender.

Pues eso, un relato dedicado al cine y a Orson Welles...¿cómo no? Sí, las fotografías son caseras. Ese pequeño Renault 18 reproducción Majorette fue el primer regalo cuando cumplí tres años, en 1984, según me contaron.

The Promise (Bruce Springsteen) Una canción sobre las promesas rotas y las promesas importantes:

sábado, 20 de agosto de 2011

My personal jukebox (8)

Luois Armstrong fue quien popularizó con mayor difusión esta canción popular procedente de Nueva Orleans con raíces gospel que se utilizaba principalmente como marcha fúnebre. Nada que ver con el resultado que se obtuvo al ser interpretada por bandas de jazz y dixie en la primer amitad del siglo XX. Hasta esta sección titulada My personal jukebox, un poco ya olvidada, traigo hoy el dueto formado por Danny Kaye y Louis Armstrong interpretando esta canción en una delirante escena de la comedia biográfica titulada The five pennies (Tu mano en la mía) dirigida por Melville Shavelson en 1959. En ella Danny Kaye interpreta el papel del trompetista Red Nichols.



Siguiente video, la canción Lullaby in Ragtime (compuesta por Syilvia Fine, esposa de Kaye) intepretada por Danny Kaye y Barbara Bel Geddes en la misma película:



The five pennies (Melville Shavelson. 1959)
Lullaby in Ragtime (Sylvia Fine. 1959) 

Y lo mejor que podemos hacer es escuchar a la orquesta de Louis Armstrong interpretando When the saints go marching in, de verdad y sin chistes como en el caso anterior:

miércoles, 10 de agosto de 2011

En el Café Van Gogh


El presente es una luz macilenta
que acaricia, a veces,
esta pequeña mala imitación
de lo que la vida debiera ser
y quizá, solo quizá, una vez fue.


Desde el Café Van Gogh,
a la luz de bombillas estrella
que se amplifican
buscando una noche en Arlés,
escribo versos simplificados
o (desengáñate)
proyectos vagamente poéticos,
y solo soy un cronopio más,
sin famas ni esperanzas, cansado de no estar cansado.


Pero la luz sigue borracha
en este local de nombre extravagante
y giralunas marchitos.
El mundo se estrangula
a sí mismo en el siglo 21,
cansado ya de reescribir
y buscar soluciones donde nunca las habrá.

El mundo, yace de insomnio
despierto a las dos de la mañana
mientras yo sigo buscando en un verso
la imitación perfecta, la farsa,
desde la penumbra del Café Van Gogh
donde, una vez más, todo es mentira.

Para terminar como es debido y ponerle una adecuada banda sonora a esta noche de agosto: Oh, you crazy moon (Frank Sinatra):

martes, 12 de julio de 2011

Arquitectura natural, un poema a una pintura y otro a la madrugada

Trazando las líneas definidas
de un amor completo,
lleno de color,
pleno en contorno,
siempre y de manera irremediable
se reduce, al final,
el dibujo en bosquejo,
cuando implacables surgen
los límites del lienzo.

Allí donde, fuera del marco,
gana la naturaleza el paisaje urbano,
ante los ojos atónitos del pintor
y se adentra en la ruina;
allí donde el sol irrumpe
por un tejado desquebrajado,
donde hiende el dolor
existe la luz.

De un beso marchito
se guarda el silencio
y de ese silencio
renace la vida.


Arquitectura natural, de Javier Peribáñez Suñén
 En el Café Easo, (C/ San Vicente de Paúl, 4) se expone la obra pictórica de Javier Peribáñez Suñén hasta el día 30 de julio.





Preludio del sueño


Cuando la ciudad
ha logrado zafarse de la noche
y del día,
hacia ninguna parte
o ese limbo que es la madrugada,
la luna es medio limón pálido
aterido y reposado
en el último tejado
que ha podido descifrar
el alma en vigilia


Los pequeños últimos suspiros
del mundo, cuando todo está en calma,
es la canción de cuna
para un hombre que trasnocha
por esperar lo que ignora.


Quizá esa persiana vencida por el sueño
o ese neón que deja de iluminar, de repente, 
la avenida de los coches sin garaje.
Quizá unas voces, unas risas
o el sonido de una riña lejana,
quizá un vaso
que estalla contra el suelo.


Todo es el conjunto y la armonía
de una orquesta que interpreta
esa suave canción
que es el preludio de un sueño.

sábado, 9 de julio de 2011

Última llamada (poema)


Última llamada

Discreto, por las callejuelas de la madrugada,
el demonio disfrazado
ha anegado los últimos resquicios del recuerdo
ahora que las trampas
saben a miel
y los atardeceres a derrota.

¿Dónde se encuentra el albergue del caminante,
el manantial a la sombra de los pinos?

¿Dónde se expande la mañana,
dónde ríe un niño?
¿Dónde estás brillando, luciérnaga,
cuando el hombre se consume como un fósforo?

Desde la noche rumorosa te escribo,
mi último acceso de luz,
desde el lugar donde las sombras
son lobos hambrientos que se revuelven,
este último intento es una agonía
para saber
si la soledad se alimenta de su vacío

Dime
¿Dónde caminas hoy, mi último candil?
¿Qué sonrisas nuevas alimentas?
¿Qué nuevos ojos de noches cerradas
han conocido la luna llena en tus pupilas?
¿Qué lengua muerta has resucitado
en el torrente silábico de tus besos?

Dime,
ahora que disfrazado el demonio
ha borrado tus huellas,
¿dónde amanecerá mañana
el último sueño
en que pronunciaste mi sombra?



Y ahora, un poquito de música nocturna: Last call (la despedida musical de Chris Rea)


AÑADIDO:
Esta noche he recibido la triste noticia, por parte de Abril, del fallecimiento de nuestro amigo bloguero AN-RO. Aunque esta entrada estuviera programada antes de conocer este suceso, no quería dejar de recordarlo aquí y transmitir un fuerte abrazote (de esos que él siempre nos deseaba) para toda su familia y para todos los que tanto hemos sentido su pérdida.
Y para ti, Antonio, allí donde nos leas, un abrazote.