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lunes, 8 de noviembre de 2010

Una velada en los años cuarenta.


La noche del sábado acudí al Auditorio de Zaragoza para ver y escuchar a "The Glenn Miller Orchestra". Soñé con alquilarme un esmóquin, un sombrero y un Packard blanco para acudir al concierto pero acabé vistiendo mis mismas ropas negras de siempre y cogiendo un rojo y lento autobús que me desplazara hasta el recinto. Para colmo, al terminar el concierto, seguíamos en el siglo 21. Pero vayamos con lo que fue ese maravilloso recital que me hizo viajar directamente a la década de los cuarenta. En el primer acto comenzaron el repertorio con un vertiginoso "Running wild". Siguieron con "I've got a gal in Kalamazoo" y la clásica "String of pearls". El crooner (Colin Anthony) se lució en el siguiente tema titulado "My prayer" y la banda reconvirtió para nosotros el bolero "Frenesí" como ya hiciera la original orquesta de Glenn Miller en 1940. Seguímos con una estupenda "All of me", interpretada por la vocalista del grupo Jan Messeder, y el tema de Cole Porter "Begin the Beguine". Para terminar, la orquesta nos introdujo en el maravilloso ambiente del Cotton Club e interpretaron "Minnie the Moocher", esta vez con el vocalista Ray Wordsworth miembro de los Monlight serenaders. Antes del descanso se añadieron dos clásicos más de Miller, "Little brown jug" y "American patrol". Después del intermedio (veinte minutos exactos) la banda volvió al escenario para comenzar con "Anchors aweigh" y "When Johnny comes marching home again". Después de este comienzo de un swing espectacular interpretaron uno de los platos fuertes y esperados, la maravillosa "Moonlight serenade". Realmente fue espectacular poder disfrutar de este sonido en pleno siglo 21. Los trombones y las trompetas, todos con sordina, y los saxos dejando el protagonismo al clarinete solista para interpretar en conjunto una de las más dulces y suaves baladas que se han compuesto convirtieron toda la sala en una especie de sueño soñado en blanco y negro. El sonido de "Moonlight serenade" fue idéntico al que Glenn Miller ofreciá en 1939. Para continuar la orquesta se permitió un tributo a Sinatra e interpretó "I've got you under my skin" con Colin Anthony como vocalista. También hubo un recuerdo para Dean Martin en lo que llamaron el "Dean Martin Medley" con Ray Wordsworth cantando "That's amore" y "Sway". Finalmente volvieron al "sonido Glenn Miller" para atacar los clásicos "Get happy", "St. Louis blues March/Over there", "You made me love you" (con un impresionante trompeta solista interpretado por Danny Hammerton), "Pennsylvania 65000", "Perfidia/Chattanooga Choo choo" y "Tuxedo junction". En los bises la orquesta tocó lo que se llamó "Spanish medley" en el que estaban incluídos temas como "La Bamba", "Bamboleo" y el "Que viva España" de Manolo Escobar, todos reconvertidos al swing de Glenn Miller. Para terminar dejaron la bomba final
con el rabioso y frenético "In the mood".
Confieso que llegué al concierto con el temor de que no hubieran respetado el sonido original que Glenn Miller inmpuso a su banda a finales de los años treinta pero, finalmente, los resultados fueron estupendos. Con la misma formación sobre el escenario que concibió en su época Glenn Miller (cinco saxos, un clarinete, cuatro trompetas, cuatro trombones y tres percusiones), la Glenn Miller Orchestra de Ray McVay con su grupo vocalista "The moonlight serenaders" y sus cantantes principales (Anthony y Messeder) ofrecen el mismo sonido que conquistó las jukebox de toda Norteamérica a comienzos de los años cuarenta y finales de los treinta. Y ¿qué tenía de especial ese "sonido Miller" que encandiló a todo el mundo en esas décadas?. Glenn Miller, nacido en Clarinda (Iowa, 1904), empezó tocando en pequeñas bandas con gente desconocida en aquella época como Bing Crosby o Benny Goodman, hasta que se trasladó a Nueva York para buscar una oportunidad. Allí, en 1937, formó su primera orquesta que duró muy poco tiempo, pero tras esa primera ruptura fue cuando el músico de Iowa empezó a concebir el mítico "sonido Miller", caracterizado por el protagonismo de los instrumentos de viento y por los modernos arreglos musicales de jazz y blues. La gran aportación de Glenn Miller se basaba en sustituir la cuerda por el viento básicamente en todas las baladas y así nació el sonido de "Moonlight serenade" con un clarinete solista, algo muy novedoso pero que obtuvo unos resultados insospechados hasta la fecha. "In the mood", su primera gran composición, estuvo quince semanas en el número uno. Su segunda composición fue "Moonlight serenade" a la que seguiría el mítico "Tuxedo junction".En 1941 recibe su primer disco de oro por "Chattanooga Choo Choo" y en 1942 se une a las fuerzas aéreas norteamericanas donde forma la Glenn Miller Army Force Band como entretenimiento de las tropas en plena Segunda Guerra Mundial. En este periodo realiza unos programas especiales por radio desde Alemania que se conservan hoy en día y forman parte casi ya de la leyenda. En 1944 su avión se estrelló en el Canal de la Mancha perdiendo la vida. Aunque su muerte está envuelta en muchas incógnitas, ésta es la versión más aceptada. Más tarde la Glenn Miller Orchestra seguirá activa hasta nuestros días. La que tuve el placer de ver el pasado sábado se formó en 1988, en Londres y es lo más fiel al "sonido Miller" que he escuchado hasta la fecha. Ahora, unos videos de la mítica Orquesta de Glenn Miller filmados en los años cuarenta.

In the mood


Chattanooga Choo Choo

En 1954 Anthony Mann dirigió "The Glenn Miller Story" con James Stewart en el papel de Glenn Miller. Aquí se idealiza demasiado la figura del músico pero merece la pena verla por el papel de Stewart y por la soberbia banda sonora. Y para muestra un botón:

jueves, 27 de agosto de 2009

"You can't take it with you" (Frank Capra. 1938)


"Vive como quieras" para el público español, una película para dejarse llevar en un universo maravillosamente irreal. Tomemos en una mano la mágica "¡Qué bello es vivir!" (1946) y en la otra la desternillante "Arsénico por compasión" (1944). Si mezclamos estas dos obras de Capra obtendremos un híbrido llamado "Vive como quieras" aunque, curiosamente, es anterior. "You can't take it with you" le valió a Capra su tercer Óscar y la considero una gran obra maestra. Una película magistral que te va atrapando poco a poco hasta conquistarte definitivamente. Es una tentadora invitación a soñar con otro tipo de vida en la que cada uno se dedica a cumplir sus sueños y hacerlos realidad sin importarle nada más que ser feliz, todo el mundo se dedica a hacer lo que quiere. Esto sucede en la casa del señor Sycamore que convive con su hija, sus nietas, las parejas de las respectivas y un montón de amigos que se va encontrando por la calle y va invitando a vivir en el gran caserón. El señor Sycamore, "el abuelo", es genialmente interpretado por Lionel Barrymore (totalmente opuesto al Potter de "Qué bello es vivir"). El jóven James Stewart está también insuperable como el hijo de una familia adinerada opuesta a los Sycamore y pretendiente de Alice Sycamore (Jean Arthur). Definitivamente esta película lo tiene todo. el inconfundible humor de Capra, su indispensable romanticismo y hasta una pequeña gota de crítica en una frase del señor Sycamore: "Ahora lo que está de mosa son los -ismos. si estás aburrido coge un -ismo y ya tienes la vida resuelta. "Comunismo", "Socialismo", "Anarquismo", da igual... el caso es elegir uno...". Una película inigualable.

sábado, 27 de junio de 2009

"The Philadelphia story" (1940) contra "High Society" (1956).


Otras dos joyas del Hollywood inolvidable y su época dorada. En 1940 George Cuckor dirigió una de las más divertidas comedias románticas que ha dado el cine. Para esta película, además, contó con tres figuras eternas de la historia del celuloide que bien pueden estar al menos entre los cincuenta mejores actores de todos los tiempos. Hablo del genial James Stewart (que ganó aquí el Oscar al mejor actor), el impecable Cary Grant y la inovidable Katherine Hepburn. "Historias de Filadelfia" fue premiada al mejor guión y al mejor actor en la gala de los Oscar de 1940. Si hubiera sido premiada ahora, no tendría mérito. Pero decir que fue premiada con dos estatuillas en 1940 es decir que estamos ante una de las películas más inolvidables de Hollywood. En 1940 también se rodó "Las uvas de la ira", "El gran dictador", "Rebeca" o "El ladrón de Bagadad" (¡casi nada!). Así pues, la película es redonda y no me cansaré de verla jamás. Lógicamente es incomparable "Historias de Filadelfia" con "Alta Sociedad" que es la misma historia pero con música. En 1956, Charles Walters, dirigió el mismo guión añadiendo a la historia la gran música de Cole Porter interpretada por Louis Armstrong, Bing Crosby y Frank Sinatra. Este es el atractivo de "Alta Sociedad", la música. Además el papel que había protagonizado en 1940 Katherine Hepburn está aquí representado por Grace Kelly y éste fue el otro atractivo de la película. Por lo demás...bueno, ¿qué decir?. Bing Crosby y sus limitadas capacidades interpretativas (como actor) no se puede comparar nunca con James Stewart. Frank Sinatra, por mucho que me duela decirlo, no le llega a la altura del betún a Cary Grant. De Louis Armstrong me gustaría decir que con verlo cantar y tocar la trompeta ya es suficiente y le da un toque de humor irresistible a la película. Tampoco me cansaré de ver nunca "Alta Sociedad" porque adoro la música de Cole Porter y los números musicales de Frank Sinatra, Bing Crosby y Louis Armstrong pero he de reconocer que como calidad cinematográfica "Historias de Filadelfia" le gana de lejos y con mucha ventaja. Como último apunte de "Alta sociedad" decir que en 1956 Bing Crosby y Frank Sinatra eran los mejores cantantes de swing del momento. Todo el mundo acudió al cine con gran espectación para ver el dúo en que cantaban juntos Sinatra y Crosby pero, inesperadamente, el mejor número fue el que unió a Bing Crosby y Louis Armstrong cantando "Now you has jazz". Aquí pongo los dos dúos. Primero "Well did you Evah?" de Bing Crosby y Frank Sinatra. La canción no está mal pero como Frank está actuando y tiene que hacer de borrachín pues también al cantar parece estar bebido:



Aquí el dúo de Louis Armstrong con Bing Crosby:





A pesar de la gran música de Cole Porter y los grandes cantantes, la ganadora para mi es "Historias de Filadelfia". En francescoalbertosinatra.blogspot.com se pueden ver dos escenas de "Alta sociedad" en las que Frank Sinatra le canta a Grace Kelly.