Mostrando entradas con la etiqueta Edward Binns. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Edward Binns. Mostrar todas las entradas

viernes, 30 de abril de 2010

12 angry men (Sidney Lumet. 1957)


Hoy el día estaba pesado, caluroso, entre nubes que no llegaban del todo a tapar el sol. Después de trabajar llegué a casa, una ducha bien fría y buen cine. Elegí, por octava vez en mi vida, "Doce hombres sin piedad". Sidney Lumet demuestra cómo se puede rodar una película en una única habitación sin que resulte pesada o aburrida. Todo lo contrario, "12 angry men" resulta una película de un ritmo ligero intenso que mantiene despierta la atención del espectador sin permitirle que aparte su concentración ni un sólo minuto. La obra de Reginald Rose por sí misma ya resulta muy agradecida para representar tanto en cine como en teatro pero la creación del personaje protagonista a cargo de Henry Fonda es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos que llevan esta cinta al éxito rotundo. En mi opinión es una de las mejores interpretaciones que he visto aunque el papel sea también muy agradecido. Desde el comienzo de la película se nos presenta un jurado imparcial que debe dictar un veredicto a priori muy sencillo para juzgar a un menor acusado de homicidio contra su propio padre. En uno de los primeros planos de la película aparece el acusado, un chaval de barrio que parece de todo menos culpable.

El plano siguiente ya no sumerge en esa agobiante hjabitación donde tendrá lugar la deliberación del jurado para decidir el veredicto. En una primera votación todos creen que el chico es culpable excepto el personaje de Henry Fonda (no puedo decir los nombres de los personajes porque en ningún momento de la película se nombran) que vota inocente. Desde ese momento el espectador ya ha tomado partido a favor del personaje de Henry Fonda, aunque nada más sea por apoyarlo. El jurado intenta entonces convencer al único que ha votado inocente de que el chico es culpable pero la escena toma un giro inesperado cuando es el propio Henry Fonda el que decide comentar los argumentos que le hacen votar "no culpable". Los argumentos del personaje de Fonda son mucho más lógicos que los de los personajes que han votado culpable, muchos de ellos movidos por claros prejuicios raciales. El ambiente de la sala se va enrareciendo ya que algunos personajes comienzan a ponerse nerviosos y la temperatura de una calurosa y nublada tarde en Nueva York comienza a ser inaguantable para todos, hasta para el espectador que ya es uno más en la sala. La creación del ambiente, en mi opinión, es excelente. Es impresionante cómo podemos notar el calor sofocante que sufren los personajes dentro de la sala en esa tarde nublada que no termina de explotar en una tormenta deseada.

Por otro lado me gustaría decir que cada una de las interpretacones de los doce miembros del jurado es soberbia. Podemos conocer a cada uno de los personajes. Podemos conocer su vida, sus costumbres, sus problemas familiares, hasta podemos conocer su psicología gracias a un cuidado estudio individual de cada uno de ellos. Me gustaría repasar cada uno en órden alfabético, con todas sus características:

Martin Balsam Es el moderador del grupo, el que decide poner algo de órden en una reunión que prometía ser demasiado caótica sin su presencia. Sin embargo es uno de los últimos miembros del jurado en ser convencido por Henry Fonda.

John Fiedler Es el más tímido del grupo. Tarda en cambiar el voto pero cuando lo hace está convencido de ello y tiene sus propias razones para hacerlo. Se rige por un comportamiento correcto y lleva unos caramelos para la tos que ofrece a todo el jurado durante toda la tarde, así que también es generoso y parece buena persona.

Lee J. Cob
Soberbia interpretación del gran villano de la película. Este hombre es el último en sostener que el acusado es inocente. Sus problemas personales con su hijo y una fuerte carga de escrúpulos racistas le obligan a mantener hasta las últimas consecuencias su veredicto hasta que él mismo se derrumba sobre la mesa en una escena memorable.

E.G. Marshall
es el único de toda la sala que nunca suda. Está convencido de que el acusado es culpable y es el que intenta exponer sus argumentos con más cordura y respeto hacia el resto del grupo. Además usa gafas, un dato muy importante para el desenlace final.

Jack Klugman es uno de los que cambian su voto más pronto. Se siente identificado de algún modo con el acusado porque, al igual que él, nació en los suburbios y creció en un barrio pobre lleno de delincuencia. Es otra de las piezas vitales en el jurado.

Edward Binns Representa a un hombre fuerte y respetuoso con profundas convicciones sobre el caso que se enfrenta al personaje de Lee J. Cob por faltarle el respeto al más anciano de todos.

Jack Wardenes el peor de todos. No le interesa en absoluto nada del caso y le da totalmente igual si el chaval es condenado culpable o sale inocente. Lo único que le importa es asistir a tiempo a un partido de béisbol del que ya tiene las entradas. Es el más payaso del grupo y siempre está inventando chistes inoportunos y gastando bromas pesadas.

Henry Fonda
es el papel más agradecido de todos, "el bueno". Sin embargo su empresa es difícil ya que tiene que convencer a todo el grupo de que el chaval es inocente y no cometer así un grave error. Su papel es excelente, mítico.

Joseph Sweeney
otro papel impresionante el de este veterano actor. Representa a la sabiduría del anciano y es una pieza clave en la discusión para decidir si el condenado es culpable o no.

George Voskovec
representa a un hombre inteligente que no se deja nunca llevar por el grupo. Parece tener una vida estable.

Robert Webber
por último, es un hombre que sólo piensa en sus negocios... las 24 horas del día. Se permite hacer algún chiste o jueguecito pero presta bastante atención al tema que les incumbe.

Una película imprescindible para cualquier amante del buen cine. Por cierto, existe una versión española en "Estudio 1" que no tiene desperdicio. Merece la pena echarle un vistazo.