
Mario
"Su bicicleta por el acantilado
le llevaba a ese lejano lugar
donde a Beatriz podía imaginar
en cada ola del mar, enamorado
En el palpitar acelerado
del bravío amar pudo dibujar
el ritmo de su corazón al soñar
la espuma en su pelo alborotado
Pero un día ya no vio el mar al mirar
pues sólo encontró vacío, soledad
y furia contra las rocas al chocar
Se perdió en el cielo, con serenidad
para intentar en sus ojos navegar
y de noche, en la luna, halló la verdad"
23 de septiembre de 1973
"El cartero grabó un poco de mar
y algo de arena para el poeta
y la estela de un fugaz cometa
para que Pablo pudiera respirar
Añoraba la brisa al caminar
desde la Isla Negra a la caleta
pero en Paris estaba su meta
hasta allí había tenido que marchar
El intento del cartero fue en vano
pues en San Cristóbal un sol discreto
veló por el vate, así temprano
Cualquier discurso parece escueto
para el poeta del pueblo llano
El silencio del mar es el respeto."
Acabo de tomar un par de martinis en el "Ragtime", un bonito bar donde sirven el mejor jazz que ahora puedo escuchar en Zaragoza con la mejor atención posible. El turno de noches no me deja mucho tiempo para vivir de día, así que lo aprovecho como puedo. Hoy me he acercado al teclado para ofrecerles los últimos dos poemas que ayer compuse. Me gustaría decir, antes de nada, que yo escribo poesía porque simplemente me divierte. Me gusta casar terminaciones, rimar y escribir con algo de ritmo como buenamente puedo. A mí me hubiera gustado componer música pero no tengo ni idea de armonía, así que lo más parecido que puedo componer lo escribo aquí. Porque me encanta escribir y hacer todos los sonetos que me sean posibles sobre cualquier tema, esa es la razón por la que cada día vengo aquí y dejo unos versos que realmente se traducen como huellas imborrables o deseos inalcanzables. Los dos sonetos que hoy escribo están inspirados en la obra de Antonio Skármeta "El cartero de Neruda" y en la película de 1994, de título "Il postino", que dirigió Michael Radford. La novela, que he leído recientemente, me gusta más que la película. En ella, además de rescatar la poesía de Neruda, se pueden apreciar composiciones poéticas del propio autor de un gran nivel rítmico y estético. Si bien esta historia pudiera parecer demasiado sensibilera el autor lo contrarresta perfectamente con el drama de la situación política y social chilena, la pobreza en Isla Negra y el personaje del cartero Mario que conquista a cualquiera. En resúmen es un gran homenaje a la literatura de Neruda con una bonita historia de amor y un drama social como trasfondo. De la película me quedaré únicamente con el excelente papel de Massimo Troisi como Mario (murió antes de terminar la película) y de Philippe Noiret como un perfecto Pablo Neruda. Les dejo aon una maravillosa banda sonora de "Il postino" compuesta por Luis Bacalov:
