viernes, 29 de abril de 2011

Tarde de sábado rara

Pasaje del Comercio

Hoy he visto reptando a la noche
más oscura de lo que realmente es.
En este día de fiesta y risas de niños
por las calles he sido una mueca gris
en mitad de tanta alegría.


Si bien es cierto que unas nubes negras
cabalgaron desde la avenida,
dejando un leve rastro de agua
que solo acentuó mi sed,
el día fue brillante para toda la ciudad
menos para mi.
Como si un velo negro
se interpusiera entre mis ojos y el mundo
todo palidece, insolente, ante mi mirada.


El triste Café que hay junto a mi casa
es más triste, si cabe,
el día de hoy
en que la macilenta luz de sus lámparas
solo ilumina las sombras
de todo lo que aquella noche pudo ser...
y no fue.


El pasaje del Comercio,
que hay junto a la basílica,
hoy era un amasijo de penumbras
cuando en sus terrazas, varios entes brindaban
con sonrisas postizas y cadavéricas
por cada segundo de vida que dejaban escapar.


Como un enigma llegaron a mí
las notas de una vieja canción.
Rod Stewart nunca fue Sinatra
pero las palabras dolieron igual:


‘Porque cuando esté mirando a la luna
estaré viéndote.
Porque adivino tu rostro en cada flor
y tus ojos en las estrellas inalcanzables’


¡Qué lejana parecía hoy esa melodía!
¡Qué falsos resonaron en mi cabeza
esos antiguos versos
que una tarde de lluvia te recité.


Porque hoy todo palidece
y hasta el mismo sol se entristece
cuando intenta iluminar en vano
esta bruma de tu ausencia
donde toda mi vida, sin remedio,
se marchita y oscurece.

I'll be seeing you (Frank Sinatra & Tommy Dorsey)

miércoles, 27 de abril de 2011

Mis libros favoritos: "Otra novela" (David Mayor)

Mi ejemplar de "Otra novela". El saxofón forma parte de mi colección privada...

El día del libro amaneció espléndido y soleado en Zaragoza y las casetas del Paseo de la Independencia se llenaron de lectores ávidos de nuevas joyas el pasado día 17 de abril. Particularmente yo tuve suerte al encontrar las que buscaba. En la caseta de la Librería Wodan me hice con un ejemplar de Abismos, de David Jasso; en la de Nalvay otro ejemplar, esta vez para regalar, de Asesinato en el club nudista y en la librería La Pantera Rossa, al fin encontré un libro que perseguía hace ya un tiempo, Otra novela de David Mayor. Hoy precisamente les quiero hablar de esta última adquisición.

Después de terminar una joya como es el poemario Otra novela el lector no puede más que quedar alabando el estilo profundo, esencial y universal del verso de David Mayor. Para leerlo y releerlo infinitamente, este libro comienza siendo ya un tesoro por la propia edición. La cartonerita niña bonita realiza artesanalmente las ediciones de sus  libros que son únicos, por tanto, en cada ejemplar y además confeccionados siempre con materiales reciclados. El precio de cada ejemplar es más que asequible, casi insignificante y merece la pena por tanto echar una ojeada a su catálogo.

Centrándonos en Otra novela, David Mayor ordena este poemario en veinte capítulos precedidos de prólogo y terminados en un excelente y profundo prólogo que deja al lector meditando durante un buen tiempo sobre el espléndido paisaje poético en que el autor nos ha sumergido. En estos veinte capítulos David nos invitará a navegar en una embarcación llamada Foward, presencia constante durante todo el libro, para dirigirnos a una hipotética oportunidad de “volver a empezar”; un viaje por un mar repleto de hielo, sol, soledades y enigmas que nos cuestionan y acompañan a lo largo de ese constante reto que significa la vida. Un poemario imprescindible, por tanto, de un autor humilde que afirma siempre como una simple tentativa el hecho de escribir. Hace un tiempo tuve el placer de escuchar a David Mayor en El pequeño teatro de los libros, en una entrevista de Javier López Clemente. Es una experiencia escuchar a este escritor y siempre una oportunidad para seguir aprendiendo.

martes, 26 de abril de 2011

Tercera sesión de "Libros Filmados". FORAJIDOS (Robert Siodmak)


En esta ocasión, la tercera sesión del segundo ciclo de "Libros fimados", organizado por Alfredo Moreno y la Asociación Aragonesa de Escritores nos presenta "The killers" ("Forajidos"), la película que Robert Siodmak dirigió en 1946 con Ava Gardenr y Burt Lancaster. Jorge Cortés nos hablará del relato de Ernest Hemingway sobre la que se basa la obra de Siodmak y presentará Miguel Ángel Yusta. La proyección y el coloquio tendrán lugar, como siempre, en la FNAC Plaza España, a partir de las 18:00. Nos vemos!

domingo, 24 de abril de 2011

The Blue Dahlia (George Marshall. 1946) + Nuevo número Cineuá

Fotografía publicitaria. Alan Ladd y Veronica Lake
Una de las películas que me quedaba pendiente dentro de mi estilo cinematográfico preferido, el noir, era The Blue Dahlia, una de las más reconocidas del género. George Marshall reunió a la taquillera pareja Alan Ladd y Veronica Lake, que ya compartieran pantalla anteriormente en This gun's for hire y La llave de cristal, para un nuevo guión del prolífico y siempre impecable Raymond Chandler. El éxito parecía asegurado y la buena química que había entre la pareja Ladd-Lake (dentro y fuera de la pantalla) resulta electrizante particularmente en esta película. Veronica Lake, aquí con los dos ojos destapados, gozaba de su mayor auge en esta época y figuraba como la mujer más deseada por el público. Recordemos que, cincuenta años más tarde, serviría de inspiración para el papel de Kim Bassinger en L.A. Confidential (Curtis Hanson. 1997). En The Blue Dahlia, Veronica Lake está espléndida, en todos los sentidos. Pero hablemos un poco de esta estupenda película.
 Johnny Morrison (Alan Ladd) regresa a su hogar en Hollywood después de haber estado luchando en la Segunda Guerra Mundial para la marina y ser traspasado a la lista de inactivos. Junto a él, regresan sus amigos Geroge (Hugh Beaumont) y Buzz (William Bendix), este último con unas terribles secuelas cerebrales. Pero al llegar a su hogar, Johnny, descubre a su esposa Helen (Doris Dowling) dando una fiesta junto a su amante Eddie Harwood (Howard Da Silva), dueño de "La Dalia Azul", un garito nocturno. Cuando Helen despide a Eddie con un beso, Johnny les sorprende y suelta un puñetazo al amante, que se larga sin protestar.
Helen (Doris Dowling) y Eddie (Howard Da Silva)
 Una vez solos en casa, el matrimonio comienza a discutir. Helen confiesa que el hijo de ambos no murió de difteria, como le hizo creer a Johnny en sus cartas, sino en un accidente de coche mientras ella conducía borracha, después de una de sus fiestas. En mitad de la acalorada discusión irrumpe 'Dad' Newell (Will Wright), el vigilante de los apartamentos, para ver si todo anda bien. Tras la discusión, Johnny apunta a Helen con su arma pero no dispara, pues no merece la pena condenarse por ella. Deja el arma en la habitación, coge una fotografía de su difunto hijo y abandona a Helen. En mitad de la lluviosa noche, Johnny (que no tiene dónde ir) encuentra a 'la mujer que todo hombre alguna vez ha visto en sus sueños' , Joyce (Veronica Lake), que le invita a subir a su coche.
Joyce (Veronica Lake) y Johnny (Alan Ladd)
Preocupada por su marcha, Helen llama por teléfono a Buzz para saber si Johnny se encuentra con sus amigos. Buzz, aturdido y aquejado de algunas fases de inconsciencia cada vez más acusadas. sale hacia la casa donde se encuentra Helen. Buzz acaba en la habitación, junto a Helen y el plano se funde en negro. En la siguiente escena Buzz encuentra el cuerpo sin vida de Helen y abandona el bungaló en busca de Johnny. Mientras tanto, el vigilante Newell, es testigo de todos los movimientos que tienen lugar en la habitación.

'Dad' Newell (Will Wright), vigilante y aparente testigo de los hechos.
Cuando Johnny se entera del asesinato de su esposa, es el tipo más buscado de la ciudad y descubre, detrás de la fotografía de su hijo, una inscripción firmada por Helen que implica a Eddie en un asesinato ocurrido hace un tiempo. Johnny decide acudir a "La Dalia Azul" para ver a Eddie, pues cree que él mismo también mató a Helen. Pero la entrevista es interrumpida sorprendentemente por la esposa de Eddie, Joyce y la historia da un giro inesperado en que todos los personajes parecen culpables. Esta es la parte que más me gusta de esta película porque finalmente el espectador llega a desconfiar de todos. Podemos desconfiar de Buzz, porque estaba en casa cuando Helen fue asesinada y porque está cada vez más enfermo, debido al resto de metralla que lleva incrustado en el cerebro. Podemos desconfiar de Eddie porque tenía motivos suficientes para asesinar a Helen ya que guardaba un secreto muy escabroso sobre su pasado. También, por qué no, de la bella esposa de Eddie, Joyce, que casualmente encuentra a Johnny cuando este acaba de abandonar a su esposa. Y finalmente está la figura del vigilante nocturno que aparenta ser el testigo mudo de toda la historia y se vale de este hecho para chantajear a todos los implicados.

Me pareció realmente una película colosal, en la que solo podría poner una pega y es en la escena final. No voy a desvelar aquí el desenlace de esta historia pero solo diré que la manera en que es atrapado finalmente el/la culpable no me parece la más ortodoxa en la historia del cine. Pero es una opinión particular y personal que de ninguna manera empaña una obra maestra del cine negro con unos actores en plena forma. La pareja Alan Ladd-Veronica Lake es magistral. El personaje del vigilante nocturno, interpretado por Will Wright, me parece muy digno de recordar, igual que el de Howard Da Silva o William Bendix. Solo decir que me gustó tanto que la vi dos veces, en dos días seguidos.






AÑADIDO: NUEVO NÚMERO DE CINEUÁ Y ANIVERSARIO

Celebrando el primer año de revista, el nuevo número de Cineuá está dedicado al Festival Sundance. Estos son los niuevos contenidos

· Editorial: Al final del día, el dinero siempre derrota al arte.
· Clerks: historia de una casualidad, probablemente, por Daniel De La Cuesta.
· Frozen river: fraternidad bajo cero, por Julio C. Piñeiro.
· Happythankyoumoreplease: ni feliz, ni gracias, ni más, por favor, por Mónica Jordan.
· Sangre fácil: Joel & Ethan, uno más uno no son dos, por David Tejero.
· El cine documental en Sundance (I): denuncia e Historia, por Nacho Villalba.
· El cine documental en Sundance (II): la gente extraordinaria, por Nacho Villalba.
· Capturing the Friedmans: rumores que matan, por José Angel de Dios.
· Veneno (Poison): Tectónica, por Vicente Rodrigo.
· Conquistas de lo real: géneros en mutación, por Sergi Fabregat.
· Baghead: No es país para Sundance, por Vicente Rodrigo.
· Trust: de los márgenes, por Carlos Abascal Peiró.

En el apartado de Retrospectiva, dediqué un artículo a The grapes of wrath (John Ford. 1940) y The ghost of Tom Joad (canción que dedicó Bruce Springsteen al personaje de esta obra, Tom Joad). Para leerla aquí.

jueves, 21 de abril de 2011

Te eché de menos ayer, cuando no estabas


Este sol atardecido
que coquetea ya con las chimeneas
de los tejados,
este sol
que ya no hace billar el asfalto.
Esta tarde anochecida,
ya bautizada por el cierzo
cuando se va a dormir,
me empuja a las calles
de mi adolescencia
y me pregunta
por qué no estabas tú
en aquellos rincones
donde malgasté mi juventud


Me hubiera gustado verte
en los ojos de mi primer amor
pues al llegar tú
borraste todo el pasado.
Me hubiera gustado encontrarte
en el rojo neón de las falsas estrellas
que después fueron tus labios
pues con tus besos
borraste todos los besos.


Me hubiera gustado tenerte
como compañera de clase
para que me enseñaras
todo lo que después aprendí de ti
y que hubieras sido
mi compañera de fugas,
de salidas nocturnas, solo soñadas.


Quizá, si te hubiera conocido entonces,
el tiempo hubiera sido suficiente
para crear un paisaje
sin caminos
que te vieran marchar.

It Happened in Brooklyn (1947) - Frank Sinatra por bearstrong
"It's the same old dream" (Frank Sinatra)

martes, 19 de abril de 2011

Cuando acaba la música


Las tardes en aquel Café sin más palabras
que, en tus ojos, la declaración de tu mirada.
Las tardes en aquel Café, Musical, sin más música
que, en tu sonrisa, el sonido de mi felicidad,
se fueron diluyendo , lentas,
como una pequeña llama temblorosa
al borde del candil.

Fueron todos momentos soleados
de primaveras soñadas y veranos apaciguados
Pero, como cada luna, duró un segundo;
el tiempo que tarda en caer una máscara
de un rostro de invierno.
Y abril fue añil y hubo lluvia,
leve pero triste, sobre tus pupilas.
Creo que en ese instante
el mundo dejó de girar y de importar
y dejó de avanzar también la vida

Anocheció en El Musical y fue el silencio,
melodía de tu ausencia.
Pausa eterna.
Sonó el despertador, el de la antigua vocación,
pero no me dio la vida,
esta vez no,
y tampoco fue un dios.
Encontré con él
una habitación en ruinas y un espejo roto
que, al fin, devolvió mi reflejo.
Ahora dime
¿Crees que será demasiado triste
terminar sin historia?

"Tesoros" (Antonio Vega)

sábado, 16 de abril de 2011

My Personal Jukebox (7)

Admirando el nuevo blog del escritor Javier Márquez dedicado al Rat Pack he recordado este número musical de Sammy Davis Jr. en la película "Robin and the seven hoods" ("Cuatro gángsters de Chicago", en España) y he querido rescatarlo hoy para que empiecen el fin de semana con mucho, mucho swing. No se pierdan a Sammy bailando, cantando, disparando e imitando brevemente a James Cagney y a Jerry Lewis.


Robin and the seven hoods (Gordon Douglas. 1964)

Bang, bang! (Sammy Cahn & Jimmy Van Heusen. 1964)

jueves, 14 de abril de 2011

Shadow of a doubt (Alfred Hitchcock. 1943)

El tío Charlie (Joseph Cotten) llega a Santa Rosa
 Siempre es un placer repasar la primera época norteamericana de sir Alfred Hitchcock porque la considero absolutamente brillante y digna de cualquier tipo de admiración posible que, por otro lado, siempre será insuficiente. A esta primera época pertenece Shadow of a doubt con un soberbio y malvado Joseph Cotten (más atormentado que nunca) y una adorable Teresa Wright. Realmente creo que, hoy en día, pocas experiencias más gratificantes se pueden encontrar, no solo en el mundo del cine.
¿Adorable, el tío Charlie?
 El tío Charlie, el simpático y encantador tío Charlie, está de vuelta en Santa Rosa para visitar a su hermana Emma (Patricia Collins) y a toda la familia. Su sobrina Charlie (Teresa Wright) que además de llevar su nombre siente verdadera adoración por su tío, le recibirá con los brazos abiertos igual que el resto de la familia, a excepción quizá del marido de Emma, Joseph (Henry Travers), que además presume de ser un gran aficionado a las historias de detectives. 
 Desde el primer momento, el espectador sabe que el tío Charlie es culpable y está escapando de algo y sin embargo, Hitchcock mantiene la tensión y la intriga totalmente intactas centrando la atención en los cambios experimentados por el protagonista negativo de esta historia. Poco a poco el tío Charlie irá despojándose de su máscara y comportándose de manera más cruel y agresiva contra su sobrina. La situación empeorará considerablemente cuando su sobrina se enamora del detective Jack Graham (Macdonald Carey) quien rápidamente identificará al tío Charlie como el famoso asesino de viudas que se encuentra en busca y captura de costa a costa.
 Es una de las películas que más me apasionan de Hitchcock y sin embargo no es tan reconocida como otras de su filmografía. Particularmente, el comienzo me parece soberbio. Charlie (Joseph Cotten) consigue escapar de un apareja de policías que le persigue. En un plano fijo desde la azotea de un edificio, recordando a “M” de Fritz Lang, Hitchcock nos muestras a los policías por el callejón donde han perdido el rastro de Charlie. Con un giro de cámara Hitchcock nos muestra el rostro de Charlie mirando a los policías desde el tejado de la azotea. Me parece una escena maravillosa. Otra escena que llama la atención es el momento en que la sobrina de Charlie (Teresa Wright) empieza a comprender que su tío, por el que sentía tanta adoración, no es la buena persona que aparenta ser y empieza a desconfiar de él. En esa escena el personaje de Teresa Wright se queda en el recibidor de casa, fuera, cuando Charlie ya ha entrado en ella. Charlie está dentro de casa, en sombra y su sobrina está iluminada por el sol, justo en la entrada. A mí me recuerda a John Ford, a Ethan, a “Centauros del desierto”. 
La imagen de Teresa Wright nos remite inevitablemente a Ethan, de "Centauros del desierto"
 Verdaderamente creo que con La sombra de una duda estamos ante una de esas joyas imprescindibles de Sir Alfred Hitchcock


martes, 12 de abril de 2011

Más poemas

Ya sé que últimamente solo publico poemas en el blog pero no me he olvidado ni del cine ni de la música. Lo que ocurre es que para hablar de una película necesito más tiempo que para transcribir un poema. Así que hoy os presento un par de poemas más y os prometo que la siguiente entrada versará sobre el cine. El primer poema está dedicado un fuerte día de viento, típico de Zaragoza. El segundo, a uno de mis músicos favoritos.


Fotografía de Elen

Bandadas de cierzos

Bandadas negras de cierzos
atraviesan la avenida
y merodean por las más recónditas callejas.
Son pájaros ladrones de amores
que vuelan bajo,
a ras del suelo,
picoteando los corazones.
Son rápidos,
casi fugaces,
plumajes mimetizados con el paisaje
y vuelan raso,
arrancando baldosas,
hojas muertas,
primaveras;
arrancando amantes
de su simetría.

Así son los cierzos.
Pájaros que nunca emigran
y forman parte ya de tu ciudad,
de tu historia,
de ti.

Si en tu paseo diario,
en el café de las tres,
o a medianoche en un bar
encuentras a uno de ellos,
pregúntale si alguna vez
ha conocido unos ojos
sin rastros de viento.

Abril septembrino

Hoy el viento
parece llevarlo todo
en este día azul y abrileño
donde todo parece, también,
regresar.
Es el viento
-o quizá eres tú-
quien, en mitad de este callejón,
arrastra hasta mis pies
las hojas de otoño
en plena primavera.
Es el viento
-o quizá seas tú-
pero no hay piedad
en este recuerdo azul
que tiñe de rojo
todo este verde sendero
que atraviesa el viejo parque.

Ahora, un sol mortecino
besa mis labios impregnado con tu sabor
y desde la puerta de un Café
me atrapan las notas incomparables de
‘I get a kick
out of you’

Después de todo,
dentro de este bar
y al lado de Cole Porter,
es seguro
que el viento amainará
sus fríos brazos de septiembre.

Versión de "I get a kick out of you" de Charlie Parker


AÑADIDO NECESARIO


Hoy a las 19:30 en la Biblioteca de Aragón asistiremos a la doble presentación de Olifante Ediciones con las obras "Cancionero de coplas argonesas" (Miguel Ángel Yusta) y "Babel en las manos" (Fernando Sarría). Roberto Malo Manuel Martínez Forega presentarán "Babel en las manos". Javier Barreiro y José Luis Melero presentarán "Cancionero de coplas aragonesas". Nos vemos!

sábado, 9 de abril de 2011

Catedral (poema)


Catedral

Una flecha clavada contra el cielo ,
un faro que ilumina el desconsuelo.
Un pájaro vigilante desde lo alto,
una lágrima roja de espanto.
Un yugo que pende de un hilo,
un río de piedra desembocado,
a la inversa.

Primero eres ese cáliz de sangre,
desde el refugio de un caminante,
que solo consigue soñarte.
Más tarde te conviertes
en ese llanto vertido en riadas
por San Gil,
pues sin ti no hay descanso,
ni mes de abril.

Febril es el fuego eterno,
interior en una mujer,
y también el infierno, aquí en mi pecho,
en esa flecha clavada contra el cielo.

 Este poema está dedicado a las distintas perspectivas que ofrece Zaragoza de la cúpula roja de La Seo. Otro poema dedicado a La Seo aquí

miércoles, 6 de abril de 2011

Roberto Malo presenta: "ASESINATO EN EL CLUB NUDISTA", su nueva novela + otras citas culturales


Una vez más les doy la bienvenida al universo fantástico, casi imposible, nacido de la mente de Roberto Malo. Con su última novela, Asesinato en el club nudista (Ed. Nalvay. 2011), Roberto nos dirige a una sociedad futurista (de un futuro inmediato) donde un asesino a sueldo ya es un trabajo reconocido, bien remunerado y respetado por todo el mundo, siempre y cuando la policía no pueda demostrar el crimen. De esta manera y con un comienzo desconcertante y divertido Roberto sumerge al lector en la trepidante vida de Luis Gómez, asesino profesional. El trabajo que le encomiendan, después de haberse labrado ya una buena reputación en el gremio, es asesinar a una rubia despampanante en el Club Nudista Minerva. Como Luis es un mujeriego, a pesar de estar casado y ser un respetable padre de familia (o quizá por eso, precisamente), está encantado con la nueva misión. Pero una vez en el club nudista, el asesino tendrá que solucionar algunos imprevistos con los que no había contado y en ese momento la historia se convierte en una novela negra pasada por el filtro de Roberto Malo. El resultado, por supuesto, es muy gratificante para ese lector que disfrute divirtiéndose con una buena historia y alguna que otra sorpresa.
Roberto Malo

Como lo he leído todo de Roberto puedo decir que, sin hacer de menos a las anteriores, esta novela es la que más me ha gustado. El secreto está en el final, que me ha parecido absolutamente genial, soberbio. Pero aquí, amigos míos, seguirá siendo un secreto porque, aunque la acción transcurra en un club nudista, yo no voy a desnudar nada. También me gustaría resaltar las magnífica ilustraciones de Abraham Pérez que están realizadas con mucho gusto y una estética estupenda.

El próximo viernes día ocho, a las ocho de la tarde, Roberto Malo presentará en la FNAC Plaza España la novela “Asesinato en el club nudista” junto a David Jasso y el editor David González.

Además, mañana jueves 7, Marta Navarro y Sara Toro estarán en La Sala de Juntas de Filosofía y Letras (Campus de Plaza San Francisco) en el ciclo "Este jueves poesía". A las 22:30 seguirá el recital en el pub Candy Warhol (C/Bolonia, 28). 

Y por si esto fuera poco, también el día ocho viernes, sigue el ciclo poético Divino Amore 2011 a las 21:45 con los poetas Elizabeth Hernández Quijano, José Antonio Conde, Carlos González Sanz, Inmaculada Marqueta y Miguel Ángel Marín Uriol. Acto organizado por la Asociación Aragonesa de Escritores, en el Pub Divino Amore (Plaza del Carmen, 9)

¡Nos vemos!

domingo, 3 de abril de 2011

Abril Añil


Contradicción


Esta noche de alcantarillas suplicantes
y cuerpos temblorosos.
Esta noche, en la avenida
de las casas prohibidas,
una farola toca un blues
apoyada bajo la luz de un saxofón.


Esta madrugada de coches febriles
y motores rugientes,
llenos de alcohol.
Esta última hora

en que un anuncio de neón
-o un beso tuyo-
se posa en un pájaro medio fundido,
dibujante de persianas sobre tu espalda.
Este último suspiro
en que un taxi me toma porque estoy libre
y me lleva hasta tu barrio,
sin embargo, me ocupo en arreglar
todas nuestras cuentas perdidas.


Porque un optimista diría
que el tiempo de crisis es tiempo de cambio,
yo quiero decirte,
en este último momento
cuando está a punto de amanecer la luna,
que ese tiempo fue tiempo gastado, sin más,
tiempo perdido.


Ahora, toma un vaso de agua
y seca la ausencia del llanto.
Y si no quieres volver a verme, si me odias,
vete, lo más lejos que puedas...
Vete y abrázame.




Primer abril


En los primeros pálidos días de abril,
cuando el invierno ha trasnochado
y su resaca solo es un extraño reflejo
o consecuencia del otoño,
hay un viejo que camina,
próximo al seminario de San Carlos,
por vías sepultadas en el paso del tiempo.


Su trayecto es un círculo cerrado
limitado a esta ciudad que ama.
Aquí no hay primavera ni invierno,
ni verano ni otoño.
Aquí, donde solo existe un viaje de ida,
hay unas ruinas reposando bajo tierra
mientras otras, más humanas, no consiguen descansar
y viajan circulando en tranvías
de horarios indefinidos
y andenes de paso.


El secreto está
en nunca dejar de viajar
El saxo es de Ben Webster. El tema es It never entered my mind

viernes, 1 de abril de 2011

Human Desire (Fritz Lang. 1954)

 Es una noche cerrada. Jeff Warren sostiene en sus brazos al amor de su vida, Vicky; la agarra bruscamente del cabello y prueba de sus labios el sabor de la perdición. Vicky es una pasión desenfrenadamente carnal para Jeff, una mujer casada con un borracho llamado Carl que se convirtió en asesino, víctima de los celos. Vicky fue su cómplice y ahora una confesión escrita en un papel la mantiene atada a su marido, para siempre. Jeff sería capaz de cualquier cosa con tal de liberar a su amada. Finalmente Vicky se encarga de disponer una solución: si algo le ocurriera a su marido, los dos serían felices y libres. "¿Qué serías capaz de hacer por mí, Jeff?"
Con sombrero calado y chaqueta corta, Jeff se confunde en la noche, acechando en cada esquina a su víctima. A través de la estación, de los pasos a nivel y cruzando las vías, Jeff persigue con una llave inglesa en las manos al borracho Carl, un hombre acabado que arrastra la culpabilidad de un asesinato a sus espaldas. Carl cruza las vías. Jeff va tras él. En ese justo momento, un tren de mercancías cruza la escena mientras el espectador debe adivinar lo que está ocurriendo justo detrás, en el otro andén.

Esto no se limita a ser una obra cinematográfica más. Es una obra de arte que debiera estar en todos los museos internacionales del mundo. Se trata de otra obra maestra de ese maestro austriaco llamado Fritz Lang. Glenn Ford, Gloria Grahame y Broderick Crawford solo son trabajadores a las órdenes de un artista. Eso sí, los mejores trabajadores que Lang pudo encontrar.

En 1954 Fritz Lang dirigió Human desire, su segunda adaptación de Emil Zola (la primera fue "Scarlet Street") , con guión de Alfred Hayes. Jeff Warren (insuperable Glenn Ford) es un hombre que regresa de la guerra de Corea, a su antiguo oficio como conductor ferroviario. Jeff está contento pero necesita a alguien con quien olvidar los desastres de la guerra. Encuentra lo que busca en Vicky (Gloria Grahame, irresistible), la mujer de su compañero Carl (estupendo Broderick Crawford) . Carl ha perdido el empleo y obliga a su esposa Vicky a hablar con el jefe, Owens, para que lo readmitan. Para Vicky es un "trabajo fácil" convencer al gran hombre y que vuelvan a admitir a Carl. Cuando lo ha conseguido, sin embargo, Carl no está muy entusiasmado con los métodos persuasivos de su esposa y decide asesinar a Owens, motivado por los celos. Carl, tras el asesinato, chantajea a Vicky con un papel firmado por ella que la convierte en cómplice. A partir de entonces Jeff se debatirá entre el bien y el mal, entre el amor o la pasión, entre encubrir a un asesino y a su cómplice o luchar por esclarecer la verdad. Vicky, igual que el personaje de Barbara Stanwyck en Perdición, intentará persuadir a Jeff para que termine con la vida de Carl. Fritz Lang nos ofrece cine negro, sin ningún gángster de por medio porque, como diría un buen amigo, "el cine negro no necesita policías ni pistoleros, el cine negro es otra cosa". Me gustaría destacar los claroscuros en la fotografía de Burnett Guffey y la espléndida y jazzística banda sonora elegida por Lang. El final de esta película, con el plano de las vías del tren dirigiéndonos a cualquier parte, es uno de los más recordados de Fritz Lang. Ahora podremos ver la parte de la película a la que está referido el texto de apertura de esta reseña: