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sábado, 4 de septiembre de 2010

Versos de cinema (3)

Pinceladas

Tan difícil de dibujar como una luna derramada
como un beso escapado en los labios de un sueño
Tan incógnita como la misma eternidad
el instante anterior a dar el paso final
Tan mágica como el esfumato de tu presencia
al minuto siguiente de tu sonrisa
Eres imposible como un soneto en verso libre
y tan libre como las olas que quiera contar el mar
Eres el ave migratoria que mi nombre consigue recordar
pero… conmigo nunca quiere emigrar

¿Cómo pintaré tu ausencia en este lienzo
que es tu playa vacía de mis huellas?

¿Cómo daré color a tus labios
si tan sólo una tarde los pude besar?

He intentado buscar la ilógica razón
del miedo que me da no tenerte cerca
aunque contigo nunca he llegado a estar
He intentado detener en mis manos
el tiempo fugado que permanecí a tu lado
pero el tiempo y tú sois cosas distintas…
…¡hasta al reloj has llegado a gobernar!...
Y he intentado, al final, descifrar
el temor que te produce un faro encendido en la noche
Quizá seas un barco al que no se puede guiar

Sólo siento que el universo es infinito
y yo soy una nimiedad de hormiga
intentando comprender
a una dama que posee en sus ojos
el secreto de mil noches en vela
y en la profundidad de su mirada
mi inevitable naufragio sin pena
Sólo intento comprender
cómo es posible que a tu lado
el tiempo y el espacio
sean algo insignificante en mi vida

Ahora estoy frente a tu retrato
cuando el óleo aún está tierno
y el olor a trementina ha teñido las paredes de mi ático
Hay un sol de junio que entra por la ventana
pero el pobre parece un payaso queriendo imitar
tu inalcanzable manera de mirar
Hay una estrella naciente en un cielo abierto
que tú has colocado ahí para mí
Es una lágrima, quizá un diamante
para mí es suficiente para poderte esperar

Mañana te llevaré a enmarcar
y cuando en un museo te contemplen
los pobres idiotas que acudan a verte
pensarán que soy un solitario
que tan sólo remueve la hojarasca del recuerdo
Sin embargo, yo sé que soy un pintor de primaveras
que sólo ha dibujado lo que mañana habrá de amar.


Versos dedicados a "Portrait of Jennie" (William Dieterle. 1948)



El escritor y presentador Antón Castro ha publicado dos poemas que le envié en su blog. Gracias Antón.

martes, 17 de noviembre de 2009

Pinceladas de Jennie en un retrato otoñal



“Pinceladas de Jennie”

Ayer:

“La ciudad duerme
Solos tú y yo en el mundo
La ciudad eterna
si me hundo en lo profundo
de tus pupilas, mi eternidad
En las mías, tu luz.”

Hoy:

“Regalo me hizo la vida
que no supe aprovechar
Sangré por mortal herida
al querer recuperar
mi partida ya perdida
y no dejo de sangrar...”

Mañana:

“¿Qué es mañana?
Sin ti, no es nada
Hoy es mañana de un ayer mejor
Mañana es futuro de la palabra olvidada
mañana oscuro de la pasión ahogada.”



“Retrato otoñal”

“Pintor, sé que no puedes imitar
a pesar de que seas un artista
su sonrisa de brillante amatista
pero intenta sus labios colorear

Un lienzo de otoño puedes pintar
pues ya hace tiempo la perdí de vista
¿Cómo dibujarla sin una pista?
¿Cómo su ausencia vas a retratar?

Pinta una playa vacía de huellas
atardecer de un rincón segoviano
o un cielo difuminado de estrellas

Retrata la luz del sol sevillano
la huella del último verano
o la soledad del dolor insano

Pon luz de luna que escapa a mi mano
o fragancia de las flores más bellas
Dibuja el sonido del dulce piano

Plasma aquí la salitre de éste mar
o el brillo de sus ojos al mirar
Si pudieras todo eso expresar
a mi amor entonces podrás dibujar.”


La historia del cine se ha visto entrelazada en numerosas ocasiones con el arte de la pintura, dos expresiones artísticas que indudablemente tienen mucho en común. Sin ir más lejos, la colaboración de Hitchcock con Dalí (Spellbound, 1945) fue un inmejorable ejemplo de lo que estoy hablando. Pero adentrándonos en el cine negro podemos encontrarnos con obras maestras que giran alrededor de determinadas obras pictóricas. El primer caso que me viene a la cabeza es "Portrait of Jennie" en el que William Dieterle nos sorprende con un final donde admiramos el retrato de Jennie en technicolor, cuando el espectador ha asistido a un film en blanco y negro. Otra película es "Laura". Aquí el protagonista teniente McPherson (Dana Andrews) se enamora perdidamente de Laura mediante un retrato que cuelga de la pared. Otros dos magníficos ejemplos los expuso Fritz Lang con "Sacarlet Street" y "Woman in the window", en el que Edward G. Robinson es un artista enamorado de una mujer fatal a la que retrata. En homenaje a todas esas obras maestras del cine donde coinciden las dos formas de expresión artística he querido redactar ésta entrada y permitirme escribir esos versos. La primera imágen es el retrato de Jennie. La segunda, es el retrato de Laura. Ésta útlima imágen pertenece a "Woman in the window" y vemos a Edward G. Robinson paseando por delante de un retrato que reclama toda su atención. Para terminar con un bonito broche, la colaboración de Salvador Dalí con Alfred Hitchcock en "Spellbound" (1945), diseñando el sueño de Gregory Peck.



sábado, 10 de octubre de 2009

"Portrait of Jennie" (William Dieterle. 1948)



Bienvenidos a la historia de amor más fantástica, romántica e imposible jamás contada. Un sueño que discurre entre los caprichos de cámara de William Dieterle, creando unos paisajes de Nueva York como nunca antes lo habíamos visto, las luces y sombras de una ensoñación romántica através de las farolas en la niebla de Central Park y de la niebla en la mente de un artista sufriendo por un amor imposible, el amor de Jennie. Joseph Cotten es el artista Eben Adams, un pintor mediocre que no consigue vender un cuadro y en cuyas obras no existe el menor rastro de luz, ni brillo, ni amor. Eben Admas sólo retrata la oscuridad, la pena, la soledad que él mismo siente durante toda su vida hasta el momento en que conoce a Jennie (Jennifer Jones). Jennie es, al principio, una jovencita que viste con ropa de otro tiempo a la que se encuentra una noche en un banco de Central Park. Jennie es una chica mágica, "con enormes ojos tristes" pero brillantes y sinceros que habla de situaciones, lugares y cosas que pertenecen a otro tiempo. En éste primer encuentro la jovencita pide a Eben Admas que la espere hasta que ella crezca. En el siguiente encuentro la jovencita ya ha crecido y es toda una mujer enamorada del pintor y por la que él también se encuentra fascinado y locamente enamorado. Aquí William Dieterle nos presenta a Jennie como una mujer que más que mujer es sueño, una ensoñación imposible para el hombre enamorado de algo que parece irreal. Es en éste punto donde yo comparo ésta sensación a la que siente Dana Andrews por Gene Tierney en "Laura", cuando él todavía cree que está muerta. En cualquier caso, las dos son obras maestras. Eben Adams persigue ése sueño que es el amor de su vida (y que ni él mismo sabe si es sueño o realidad) en cualquier lugar o pista que ella le haya dejado. Los encuentros entre los dos amantes en el tiempo son de una intensidad muy palpable pero cortos y perecederos, sólo confiados y confiando en lo imperecedero de su amor eterno. Una mujer, un amor, sobre la que es imposible trazar cualquier tipo de plan de futuro porque, como dice Jennie, "¿Qué es el mañana?...el hoy es un mañana de un ayer mejor. Mañana es futuro de la palabra olvidada". Cuando Eben Adams está con ella viviendo un momento íntimo, derepente, ella desaparece. El final de la película es idílico, genial y tan mágico como toda la cinta. Además, William Dieterle realiza un homenaje al cine mudo coloreando las partes finales con filtros verdes, rojos y morados (era la forma de colorear antiguamente las películas). La sorpresa final está en el último fotograma de la película en el que sale el cuadro que Eben Adams pintó a Jennie y que está expuesto en el museo de Nueva York. El cuadro lo vemos en maravilloso Technicolor. Sin palabras. Mención especial a la aparición de la estrella del cine mudo Lillian Gish y al gran papel que, como siempre, realiza Ethel Barrymore como la solterona Spinney. Otra obra maestra para disfrutar de un tirón, en silencio, una noche de otoño. EL video recoge el comienzo de la película donde la ciudad de Nueva York parece sacada de un lienzo y supone la primera aparición de Jennie.


Existe una canción llamada "Portrait of Jennie" cantada por Nat King Cole pero no se incluyó en la película. Es una gran balada pero tampoco la encontré por internet. ¡Feliz Pilar a todos!

martes, 28 de abril de 2009

Realismo Mágico



Eben Adams ha resucitado y está entre nosotros reencarnado en un pintor zaragozano que todavía no encontró a Jennifer Jones, aunque la está buscando. Se trata de un pintor que intenta plasmar la realidad en sus retratos lo más fielmente posible y que pinta sus cuadros paisajísticos con el mejor "realismo mágico" que muchos sólo intentan alcanzar. Es quizá justo lo contrario a lo que practican ahora todos los que se hacen llamar "artistas" que no saben dibujar y recurren a lo abstracto o sugerido. Yo respeto mucho cualquier tipo de pintura que sea arte y, por tanto, transmita algún sentimiento. Pero no soporto a esa gente que mancha sin ton ni son un lienzo (o ni siquiera eso) y dicen que para plasmar la realidad ya está la fotografía. La fotografía y la pintura no tienen nada que ver y, aunque un cuadro represente la misma realidad que la fotografía, la pintura siempre será un paisaje distinto con un encanto propio... como los paisajes miniaturistas de Van Eyck al fondo de sus cuadros.

Este artista del que estoy hablando, de nombre Antonio, realizó varias exposiciones siendo la más reciente la del Hotel Boston. Está preparando una nueva exposición actualmente que resultará un bonito viaje a lo largo de la historia del cine. Desde aquí seguiré sus pasos. De todas formas si queréis saber algo más de él su blog es: http://pintandoenlapantallaplateada.blogspot.com

No obstante, espero que sea muestra suficiente ese retrato de Clark Gable o la silueta caminando en la noche en busca de un lugar abierto... que bien pudiera ser un Sinatra perdido. En cualquier caso una buena apuesta. Por cierto, gracias por permitirme mostrar dos de tus obras Antonio.