El mes anterior pudimos disfrutar con "Fareheit 451", de François Truffaut y del coloquio posterior con Alfredo Moreno.

Como supongo que todo el mundo conoce la historia de "Farenheit 451" y ha visto la película de Truffaut, esta vez no voy a realizar una reseña de la película sino que simplemente hablaré de los aspectos que más me gustaron de ella.
A pesar del batacazo que Truffaut se dio con esta película se puede considerar que es una buena adaptación de la novela de Ray Bradbury. Me gusta cómo Truffaut nos introduce en esa dictadura de la imagen, de la televisión, que gobierna el mundo y al ser humano que ha perdido por completo la capacidad de sentir. Este estado, consecuencia de la mala utilización de la información, podría haber llegado a resultar demasiado surrealista si no se trataba con cuidado por eso el trabajo de Truffaut entrañaba una notable complicación. Oscar Werner realiza un buen papel como el policía Guy Montag a pesar de su mala relación con Julie Christie que propició un rodaje sumamente caótico. En mi opinión fue una suerte para la película que Truffaut no pudiera contar con Paul Newman (primer candidato) para realizar el papel de Montag porque el resultado no hubiera sido el mismo. Paul Newman hubiera acaparado demasiado la atención del espectador. Otro acierto de Truffaut es otorgarle a Julie Christie los dos papeles: el de la mujer de Montag (Mildred) y el de la muchacha que hace cambiar de opinión a Montag (Clarisse). Me parece una buena elección ya que representa las dos mujeres en la vida de Montag que cambian su vida por completo. Mildred es el pasado y Clarisse la nueva vida que le espera. Otro de los aspectos que más me gustan en esta película radica en las escenas de quema de libros. Truffaut se ensaña en las tomas del fuego devorando cada página de los libros que no duda en enseñarnos. Hay un primer plano de "El Quijote" (el primer libro que sale en la película) especialmente doloroso. Esa sensación es la que Truffaut consigue crear en el espectador, la sensación de dolor al ver cómo se queman los libros... y lo consigue muy efectivamente. Otra de mis escenas favoritas sucede en un parque. Montag está realizando una redada de "libros" con sus compañeros y es aquí donde vemos por primera a Montag dejando marchar a un hombre que lleva un libro escondido, es el principio del cambio en la personalidad de Montag. En esa misma escena que transcurre en el parque podemos ver a un hombre dándose abrazos a sí mismo, a una pequeña niña peinándose sola y a un bebé que tiene entre sus manitas un pequeño libro que le es inmediatamente arrebatado. Truffaut se recrea en estas imágenes para hacernos entender cómo el ser humano ha perdido cualquier tipo de emotividad y de sensación. Me pareció una escena escalofriante. Por ponerle un pero podríamos decir que la parte final hubiera quedado mejor sugerida que contada visualmente pero es sólo un apunte que, a mi modo de ver, no empaña para nada una buena pelicula como esta. Nada más, amigos, espero que nos veamos el martes día treinta en la FNAC de Zaragoza.