lunes, 28 de febrero de 2011

M (Fritz Lang. 1931)

M, en el centro de la imagen, totalmente rodeado





Fritz Lang es uno de mis directores favoritos (junto al otro austriaco, Otto Preminger) y uno de los reconocidos fundadores del noir, trasladando a norteamérica los fundamentos del expresionismo alemán. Por ello mi intención es profundizar en sus obras alemanas donde se fraguó el gérmen de algunas películas inolvidables como The woman in the window, Scarlett street, The big heat o Deseos humanos. M, el vampiro de Düsseldorf (como es conocida en España) fue la primera película sonora que realizó el director vienés después de catorce películas mudas. Solo realizó una película sonora más en Alemania hasta su marcha a Estados Unidos, huyendo de la propuesta de los nazis para trabajar junto a ellos. Fritz Lang en M nos narra la historia real de un psicópata llamado Peter Kürten que asesinó a varios niños en la ciudad de Düsseldorf. Considerado su mejor trabajo por el propio Lang y una obra maestra de la historia del cine, M transcurre por las calles de Düsseldorf en una atmósfera profundamente oscura y decadente que nos remite irremediablemente al pesimismo alemán generalizado tras la derrota en la Primera Guerra Mundial.
Primera aparición de M con un plano magistral
La policía busca sin éxito por la ciudad de Düsseldorf a un asesino de niñas que atrae a sus víctimas con dulces y bombones, influencia clara para Ladislao Vajda y su obra El cebo. Pero al ver que éstos no logran dar con él a pesar de duplicar su vigilancia por las calles y garitos de la ciudad, los criminales de los bajos fondos (encabezados por un sublime Gustav Gründgens) deciden emprender también su búsqueda para que sus negocios no sean arruinados por la presión policial. La persecución es cada vez más agónica y angustiosa hasta que el grupo de criminales logra dar con el asesino en una escena prodigiosa que comienza con la imagen de cabecera. Los criminales, con M en sus manos, quieren proceder a un linchamiento popular.
El asesino, rodeado por los criminales, es sometido a un juicio en el que parece condenado antes de ser juzgado.
 El asesino es interpretado a la perfección por un Peter Lorre en estado de gracia que se ganó un puesto principal en el cine como villano, reconvertido en alguna ocasión para sus apariciones en películas norteamericanas como en el caso de Arsenic and old lace (Capra. 1944). Lorre se introduce en un personaje enfermo con una acusada doble personalidad que intenta huir de sus persecutores y al mismo tiempo de sí mismo. Lang incide conscientemente en este hecho para establecer inteligentemente una cuestión para el público: ¿Es culpable el asesino enfermo?. ¿Es más culpable él que los criminales que lo juzgan y posteriormente lo quieren matar?. El hecho de que el asesino sea descubierto por un hombre ciego también es digno de tener en cuenta pues no deja de ser interesante que el único hombre que está privado de la visión sea el que finalmente lo reconoce. El hombre ciego no es policía ni criminal y vive en paz. Quizá esa sea la cuestión. Apasionante obra maestra.
El hombre ciego, "Blind", es el que finalmente reconoce a M. El error del asesino es silbar una alegre cancioncilla.

jueves, 24 de febrero de 2011

Raúl Garcés, ganador del concurso de Microrrelatos organizado por la FABZ

Puerta del Carmen de Zaragoza
 Raúl Garcés Redondo ha recibido el primer premio del concurso de microrrelatos organizado por la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza con un relato excelente dedicado a la Puerta del Carmen y a la Historia de nuestra ciudad. A continuación, cedido por el propio autor, les presento el relato ganador:

LA PUERTA DEL CARMEN

Solía sentarse en una de las mesas del Café y contemplarla a través del cristal durante horas. La recorría una y otra vez con la mirada deteniéndose en aquellas cicatrices causadas por la artillería enemiga siglos atrás. Los vehículos circulaban sin cesar en torno suyo sin ver en ella más que otra glorieta de la ciudad. Una puerta por la que nadie entra –pensó. Y movido por esta idea, abandonó el establecimiento, sorteó no sin fortuna el aluvión de coches y una vez ante el monumento, avanzó decidido. El ir y venir de gente era constante al otro lado. Sin dudarlo se sumó a las tareas de defensa de la ciudad. El Francés no tardaría en atacar de nuevo. 

Autor: Raúl Garcés Redondo


Defensa de la Puerta del Carmen ante los franceses
AÑADIDO NECESARIO (El premiado en ZTV):





lunes, 21 de febrero de 2011

Relato breve: "El hombre sentado"

EL HOMBRE SENTADO
Estatua de "El hombre sentado" admirando la Torre Nueva de Zaragoza, hoy desaparecida

 No había podido pegar ojo en toda la noche. Todo el tiempo estuve pensando en ella, imaginándola en brazos de otro hombre. Creo que todo empezó recordándola en mis sueños pero hoy su ausencia es tan cruel que ya no me deja ni soñar. Solo tengo que pisar la calle para recordarla, en cada esquina compartida, en cada semáforo con beso incluido, en cada banco del parque. Ella está en cada rincón de esta ciudad y a la vez, demasiado lejos de aquí. 
Pintura de Pablo Gonzalvo de la Torre Nueva hoy desaparecida en Zaragoza
 Después de cruzar la madrugada en vela, decidí bajar a la calle para desayunar en una taberna irlandesa que acababan de inaugurar justo al lado de mi casa. Tras el café, para despejarme, salí a dar un paseo tan largo que la tarde se abalanzó sobre mí sin llegar a darme cuenta. Era una de esas tardes grises de diciembre en las que anochece tan pronto que toda la ciudad parece mimetizarse contigo, en una actitud osadamente camaleónica.  Mis pasos, más o menos certeros, me llevaron hasta un lugar conocido como Plaza de la Torre Nueva donde se eleva la iglesia de San Felipe y a su lado, un monumento a una torre hoy ya inexistente. En su lugar se colocó la figura de un hombre sentado en el suelo, que admira el hueco donde debía estar la torre. Esta figura sedente siempre me ha recordado a mí mismo porque lo único que hace es soñar y admirar el pasado, lo que ya no puede tener. Cuando hoy, de nuevo, me he encontrado en esta plaza he podido comprobar que un viejo camión de reparto se interponía entre el hombre sentado y su objetivo imaginario. Después de esta imagen tan desalentadora fui a cenar algo en uno de esos maravillosos establecimientos de la cercana calle Méndez Núñez. 

Al terminar, volví a la plaza para comprobar que, efectivamente, el camión seguía ahí pero el hombre sentado había desaparecido. Así de triste es esta ciudad al anochecer, pues hasta una estatua puede dejar atrás el pasado, antes que un hombre de carne y hueso. Así de triste es esta ciudad de la que, sin embargo, estoy enamorado porque sé que mis pasos, más o menos desafortunados, caminarán eternamente sus grises calles de trémulos recuerdos.

FIN
Inscripción actual en el suelo de la Plaza San Felipe


 Todas las fotografías que ilustran este breve relato son de Amaya

Hace poco tiempo también dediqué una entrada a esta figura aquí.


Relato publicado en Jazzmen (Cartonerita Niña Bonita. 2011)

sábado, 19 de febrero de 2011

Ladies & Gentlemen: REBECCA (Alfred Hitchcock por Alfred Moreno en la FNAC. 21 febrero, 18:00)

Vuelve la segunda temporada del ciclo Libros filmados organizado por la Asociación Aragonesa de Escritores, coordinado y presentado por Alfredo Moreno, presentado también por Miguel Ángel Yusta y que esta vez contará con la presencia del escritor Miguel Serrano Larraz para hablarnos sobre la novela de Daphne du Maurier. Rebecca, como obra maestra por sí sola, ya es un título que debiera atraer a las masas al FNAC de Plaza España el próximo lunes 21, a partir de las 18:00 y sin duda es un comienzo más que prometedor para esta segunda temporada del ciclo. Sin más les invito a disfrutar, una vez más, del cine de verdad en una oportunidad única. Y para la ocasión, como uno es un pelma incorregible, poema al canto. Dedicado a Rebecca y fundamentalmente al personaje Mrs. Danvers (Judith Anderson)

Anoche soñé


Por los rincones de aquel gran castillo
y entre sus fríos muros
el demonio vigilaba al acecho,
espíritu errante.
Nunca jamás le escuché llegar
pero siempre estuvo aquí.
Habitaba en todos los pasillos
y en cada una de las sombras.
Caminaba flotando en ropas negras
silenciosa y maligna
desde la niebla.

Yo creía que el fuego arrasaba
hasta al propio infierno
pero me equivoqué.
En los rincones de noches oscuras
y brillantes recuerdos
vuelve a acosarme un antiguo sueño
que nace entre los muertos.
En habitaciones de espectros crecientes
retorno a la mansión
y la descubro sonriente,
maléfica y persistente,
superviviente al incendio.

"Rebecca" (Alfred Hitchcock. 1940) 

Video homenaje a Judith Anderson que encontré en este rincón de Manderley

miércoles, 16 de febrero de 2011

Sueños fluviales

Río Guadiana, antes de ocultarse bajo la tierra
Otra vez el silencio se apodera de tus labios
y nubes negras se ciernen por la avenida.
El reloj no avanza horas, no.
Quema ojos, abre heridas,
amputa caricias, deshereda hojas,
cose ausencias frías a mis espaldas
pero nunca, nunca, avanza.


Porque el tiempo, el planeta, la vida,
en algún punto oscuro de tu mirada,
quedaron para siempre atrapados
y la saeta ya no quiere contar
cuentos amargos de soledad
sin poder contar contigo.


Es ahora, en este Guadiana otra vez invisible,
donde yo comienzo a soñar
con riberas al aire libre
y cauces a la luz del sol.

lunes, 14 de febrero de 2011

Tentativas nocturnas

Puerta del Duque e iglesia de San Miguel. Zaragoza antigua.
Tal y cómo titulo esta entrada, el siguiente poema es una tentativa nocturna (por la hora en que fue escrita) de acercarme a la estructura de los versos Alejandrinos, formación poética muy utilizada, entre otros, por Juan Ramón Jiménez al que he dedicado últimamente buena parte de mi lectura. A mi amigo escritor Fernando Jiménez-Ontiveros, cuyo blog es referencia imprescindible y del cual he aprendido y sigo aprendiendo más cada día, va dedicada esta entrada con mis mejores deseos de una pronta recuperación.

Entre las orillas del mundo

"Los días se ralentizan aquí en San Miguel
esperándote en la terraza de este Café,
deshojando versos de Juan Ramón en papel
e intentando adivinar dónde acabó mi fe.


Seguramente el fondo en los ojos de Francina,
donde pasa el paisaje, donde se apresa el tiempo,
donde amanece y lánguido el ocaso culmina,
guarda el final del viaje, junto a la edad del viento.


Pero el paisaje no pasa ni pasa la vida
porque el mundo es una cárcel de estrechas orillas.
A un lado, el dorado viejo como vieja herida.
Cielo nocturno al otro, donde tú siempre brillas.


Pero basta de quimeras que ya va cayendo
la tarde y los autobuses rojos y fugados
se proyectan, mientras la ciudad va envejeciendo,
hacia una puerta inexistente, ya resignados.


Los primeros faroles dibujan incendiada
la noche y sobre la campana de los perdidos
crepúscula la luna, cual daga atravesada,
viene a iluminar el rostro de amores huidos.


¿Dónde estás ahora, dónde posas tu mirada?
Tus ojos melancólicos parecen estar
en ese lugar de la aurora más alejada
del lúgubre rincón donde te pude besar.


Creo que estás, esparcida por el firmamento.
Que eres estrellas, planetas, música callada.
Eres la carne, la flor, el beso y el lamento
cuando deshojas en mi boca esta encrucijada.


Ahora, la noche habita en todas estas calles
y eres la luna argentina, leve y escapada.
Deseo que ilumines mis más lóbregos valles
que me eleves al sol de la mañana dorada."


La fotografía es una antigua instantánea de la Plaza de San Miguel en Zaragoza. En ella se puede observar la Puerta del Duque, hoy desaparecida y pintada sobre una fachada. La iglesia está hoy prácticamente igual.

AÑADIDO NECESARIO:
Y al ser hoy el día que es, no quiero dejar al mundo sin la mejor canción de San Valentín que se ha compuesto. "La trompeta más triste del jazz", Chet Baker, grabó en estudio la mejor versión de "My funny Valentine" (Rodgers and Hart. 1937). La del siguiente video es de 1987 aunque, cómo no, siempre nos quedará Sinatra. Ahora, díganme ¿Sinatra o Baker?.

jueves, 10 de febrero de 2011

Torn curtain (Alfred Hitchcock. 1966)

Sin duda Cortina rasgada ha sido, desde mi adolescencia, una de mis películas preferidas en la filmografía de Alfred Hitchcock y aunque es considerada "menor" dentro de su obra, justo ayer me dispuse a revisarla de nuevo. Sí, podría haber acudido al cine a ver la película del oso Yogi pero mi ánimo no se encontraba tan valiente como para soportar a un Bubu confeccionado por ordenador. Así que en la pantalla del televisor emergieron como un bálsamo los títulos de "Torn curtain". Para los que no recuerden la trama (si hay alguno), Michael Armstrong (Paul Newman) es un reconocido físico norteamericano que viaja a una conferencia en Copenhague junto a su novia, Sarah Sherman (Julie Andrews). Sorprendentemente desde Copenhague el profesor Armstrong viajará al otro lado del telón de acero, al Berlín oriental, para prestar sus servicios y "venderse" a los comunistas. Con lo que no contaba el profesor Armstrong es con que su "insistente" novia le seguiría en este viaje que el presumía secreto y además de esto se opondría a sus intenciones y a su aparente traición al gobierno de su país. En realidad el profesor Armstrong es un espía doble que acude hasta esa peligrosa posición para adquirir una fórmula secreta del eminente profesor Lindt y así poder terminar los experimentos del "Gamma 5", un nuevo proyecto nuclear.
Alfred Hitchcock recrea perfectamente las tensiones de la guerra fría y las proyecta sobre el espectador que durante los comienzos de la película (al igual que Sarah, Julie Andrews) desconoce si el protagonista (encarnado a la perfección por Newman) es o no un traidor a su país y por extensión a una "causa justa" que busca un hipotético camino hacia la paz y al desarme. Una ilusión, al fin y al cabo. Pero el espectador descubrirá que Armstrong trabaja para el grupo de espionaje "Pi" en un momento cumbre que culmina con el asesinato de Gromek (Wolfgan Kieling), el hombre al que el gobierno alemán ha confiado la vigilancia del profesor norteamericano. Gromek consigue seguir la pista (no sabemos cómo) del profesor Armstrong hasta su contacto con la organización, en una granaja apartada y situada en el campo. Armstrong dibuja la letra Pi en el suelo y olvida borrarla (imagen de cabecera). Al llegar Gromek, ve el símbolo en el suelo y descubre a Armstrong dentro de la granja. Para que Gromek no pueda informar la única opción es asesinarlo. El asesinato de Gromek es uno de los más agónicos y deliberadamente largos de la historia del cine. Alfred Hitchcock con esta escena quiso huir del convencionalismo y mostrar al público lo complicado que podía llegar a ser asesinar a un hombre. Además utiliza la figura del taxista que espera que en el exterior con lo que el espectador ya intuye que debe ser un asesinato silencioso y consecuentemente mucho más complicado. Aquí la escena completa:

Tras la desaparición de Gromek todo se hace más complicado y la posición del profesor Armstrong en el gobierno alemán se hace mucho más difícil porque a partir de ese momento el tiempo juega en contra. Al final el profesor decide contarle toda la verdad a su novia Sarah, ya que tendrán que huir juntos. En esta escena vemos un sutil homenaje que Hitchcock realiza a Sonrisas y lágrimas no solo valiéndose de una música apropiada que recuerda a la excelente banda sonora de Rodgers y Hammerstein sino también con un plano en que la cámara rodea a Julie Andrews hasta mostrarnos su rostro sonriente. Todo un homenaje a Robert Wise:

TC - Sarah & Michael kiss
Cargado por strawberrycurrant. - Vídeos de noticias del mundo entero.
También de una manera muy poco ortodoxa Armstrong consigue la fórmula del profesor Lindt y justo después de esa escena comenzará una escapada casi tan agónica como el asesinato de Gromek. La película culminará con los mismos recursos que El hombre que sabía demasiado. De hecho es imposible no recordar la película de 1935 (y de 1956) cuando Paul Newman y Julie Andrews se encuentran refugiados en un teatro. Por lo demás, no sé porqué se considera Cortina rasgada una de las obras menores de Hitchcock pues para mi es otra obra maestra del genio británico.
Gromek pasándolo mal...

miércoles, 9 de febrero de 2011

Detrás de la noche y Fundido en negro (dos poemas)

Un sereno en Madrid

Detrás de la noche

Has visto una luz
lamparón de estrella o cascarón de luna.
Yo he visto todo un campo encendido
en tus cabellos.
Hoy la ciudad parece abandonada, desierta
pero unos músicos tocan jazz en una taberna
y yo intento olvidar
cada deuda que ganaron nuestros labios.

En la lejanía, las paradas de taxis
están vacías de coches
pero llenas de viajeros con ojos asomados
que han partido lejos de aquí.


En ese lugar
el sarcófago sonoro de un violín susurra
y la noche repta perezosa
como un animal que jadea
en caricias, justo detrás de ella.


Allí es donde te sueño.
Allí es donde, una vez
una vida entera pasaste junto a mí.


Fundido en negro


Los ojos mienten e insultan
mejor que tus labios.


Ahora que la noche está desvanecida
en una humareda de alcohol
se ha soltado
el cabo amarrado a la eternidad
que en tus muñecas había prendido


Y estoy contento, no creas,
pues más tarde o más temprano
he de entender
que no hay nada más vital
que el ocaso y la tiniebla.

Me enfrentaré a ello
como los perros callejeros 
a una ciudad desnuda
Me enfrentaré a ello
y me alegro
de que este sueño, al fin,
se haya fundido en negro.

Fade to black (Dire Straits. 1991)


AÑADIDO:
Época Dorada ha incluido en su blog un soneto que le envié hace unos días y le ha añadido una música que me ha encantado.

lunes, 7 de febrero de 2011

Eco en mis pasos



La ciudad en domingo,
pálidamente soleada,
parece diseñada por Matheson.


Pero no yo soy leyenda,
ni lo seré,
ni sigo caminando por huir
del plañir de esa campana.
Mientras, revela que no todo murió en sábado
el rugido de una Harley lejana.


No todo terminó anoche,
al punto en que te vi marchar,
cuando colgaste el broche,
cuando quedé insultando a las estrellas
en ese horrible auto-bar.


No, nada acabó,
excepto una sola razón para despertar.
Por eso no he dormido.
No, nada se esfumó,
excepto una estela que yo seguía
en el tren de tus caderas,
por si me perdía.
Ese tren logró escapar
de esta ciudad de paso
hacia ninguna parte,
hacia ningún lugar.
Es por eso que yo quedé aquí,
atrapado y sin hogar.


Ahora camino
las calles desiertas de mi esperanza
cuando más allá de aquí
solo me rodea el desierto.


Ahora, a cielo abierto,
mientras aúlla el cierzo
por esquinas vacías
y maquillas tus ojeras
con delirios de Andy Warhol,
me refugio en jardines dorados
de una puesta de sol
en la Aljafería.


Es por eso,
mientras tu recuerdo aquí
consuela mi preludio nocturno,
que un domingo furibundo
intentó escapar
mientras su semana ardía
en un beso profundo
y un crepúsculo que te confundía.

 La canción elegida es "Royal blue", compuesta por Henry Mancini para la banda sonora de "The pink panther" (1964) y la fotografía del Palacio de la Aljafería pertenece a la siguiente web: aquí.

sábado, 5 de febrero de 2011

My personal Jukebox (4)

Ya se le hizo un pequeño recuerdo a John Barry desde este blog pero esta sección no puede dejar de rendirse ante su memoria esta noche. Sin duda el tema titulado Dixie kidnaps Vera de la banda sonora de Cotton Club es mi composición favorita en la discografía de Barry. Estamos ante una balada de jazz, nocturna, con una clara influencia de la Rhapsody in blue que compuso en 1924 George Gershwin. La escena, al que la música se complementa a la perfección, pertenece al momento en que Dixie (Richard Gere) decide raptar a la chica del jefe para el que trabaja, Vera (Diane Lane), de la que está perdidamente enamorado. Una escena maravillosa que comienza en el minuto 2:16 del siguiente video que es un mix de escenas memorables de esta película. El video comienza con Diane Lane cantando Am I blue?. en el 2:16 comienza la canción a la que me refiero y la escena sigue con un peculiar "tango" disputado entre Lane y Gere. Después de esta escena, en el minuto 7:00, aparecen Dixie y Vera en casa de este y se vuelve a retomar el tema principal Dixie kidnaps Vera hasta el final. En cualquier caso, si quieren escuchar solamente la canción que propongo (Dixie kidnaps Vera) se puede hacer en el segundo video. Disfruten del genio de John Barry.


Dixie kidnaps Vera (audio):


"Cotton Club" (Francis Ford Coppola. 1984)
"Dixie kidnaps Vera" (John Barry. 1984)

viernes, 4 de febrero de 2011

Barra y café (Experiencias de bar 1)

AVISO PARA NAVEGANTES: Lo que sigue es una chorrada. Pero es verdad.

La otra tarde quedé con un viejo amigo, que es como mi hermano, en una cafetería del centro. Allí nos pedimos dos cafés cortados y después de ponernos al día de nuestras vidas, nos pusímos a hablar de algo tan friki como el estado actual del mundo de la música. Creo que mi amigo y yo hemos acompañado juntos a Bruce Springsteen en un total ya de ocho conciertos y sobre el debate acerca de un nuevo disco de "El jefe" versaba nuestra conversación que derivó, aún hoy me pregunto por qué, en el maravilloso mundo de "la canción del verano". Debo aclarar antes que yo aún soy más friki que mi amigo en esto de la música pues en la misma tarde puedo escuchar "Reloj no marques las horas" de Lucho Gatica, "Gli innamorati" de Umberto Tozzi, "Mirando al mar" de Jorge Sepúlveda (que el amigo Kinezoe recordó el pasado día trece de enero), "El rock and roll de los idiotas" de Joaquin Sabina, "Young at heart" de Frank Sinatra o "Glory days" de Bruce Springsteen. Como dije anteriormente la conversación derivó a la música que hoy en día más triunfa y mi amigo totalmente asombrado dijo: "¿Pero sabes que escuché el otro día?. La canción original del "Pa Pa Americano". Pues no está mal eh?. Tiene ritmo. Es muy antigua...". Yo me indigné. ¡¿Que no está mal?!!!!. ¿Tiene ritmo?. ¿Qué es antigua?. Perdón. Don Renato, el señor Carosone, estaba componiendo todo un éxito mundial en el año 1956, combinando ritmo swing de jazz con ecos del mejor rock and roll de los cincuenta. Todo esto, además, cantado en lengua napolitana (como me aclaró una buena amiga, hace unos días) y preguntándose con inmensa chulería italiana "¿Quieres hacerte el americano?". Una auténtica maravilla y una pieza musical estupenda que nada tiene que ver, desde luego, con el infame y horrendo sonido que ha devastado la ciudad y ha sido banda sonora principal en cualquier cuchitril-bar-pub o tienda de moda que ha querido estar a la última en este último verano. ¿Cuáles son nuestras expectativas si en el siglo XXI el mayor éxito musical es una mala imitación de un rotundo éxito del año 1956?. Penosas. Y todo esto lo digo en invierno, cuando todavía no he logrado reponerme de la canción del verano.




PD: Esta entrada fue escrita el mes pasado y no me decidí a publicarla. Pero ayer por la tarde fui a un bar céntrico de la ciudad a leer un grueso libro naranja sin fotografías que un buen amigo me dejó. Cuando estaba inmerso en semejante hazaña la camarera decidió que allí había demasiado silencio y enchufó la minicadena. Lo primero que sonó fue la tontería del "Pa Pa americano". Yo lavanté mi vaso, brindé conmigo mismo por la memoria de Renato Carosone, pagué y me fui a otro lugar donde la música de jazz invita a la lectura.

Por información y por si queréis leerlo diré que participo en el concurso de reseñas del blog Aventarte con este artículo de "La leyenda del santo bebedor" (Joseph Roth. 1939)

miércoles, 2 de febrero de 2011

The Enforcer (Bretaigne Windust & Raoul Walsh. 1951)

En 1951 el británico Bretaigne Windust, con ayuda de Raoul Walsh (que no aparece en los créditos pero sustituyó a Windust a mitad de película), dirigió probablemente uno de los mejores ejemplos de cómo se debe hacer flashback sobre otro flashback (aunque hay casos anteriores igualmente eficaces), sin provocar que el espectador pierda el hilo de la trama. "The enforcer" ("Sin conciencia" para el público español) trata sobretodo el tema de la corrupción humana y del "todo vale" a la hora de ganar un poco más de dinero. Pero, en segundo término, es un relato que utiliza a sus complicados personajes para representar a una sociedad norteamericana corrompida, que se encuentra aún bajo las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial, bajo la influencia de la "Caza de brujas" de McCarthy y sumida en esa psicosis generalizada al movimiento comunista. Desde este punto de vista "The enforcer" está dentro de una vertiente del cine negro que entronca con "The big heat" (Fritz Lang. 1953) o "The Phenix city story" (Phil Karlson. 1955)
Martin Ferguson (Humphrey Bogart)es el encargado de acabar con una asociación de asesinos a sueldo encabezada por Mendoza (un siempre estupendo, Everette Sloane). Uno de los aciertos de la película es que el supuesto capo de la organización criminal tarde mucho en salir a escena y lo hace en la segunda mitad del metraje, de una manera memorable. Para condenar a Mendoza, Ferguson cuenta con el testigo Joe Rico (Ted de Corsia) el único de sus hombres que vio cómo Mendoza cometía el primer asesinato por dinero. Pero Rico es perseguido por los propios hombres de la organización y ha de ser continuamente escoltado por la policía. Lamentablemente para Ferguson, la noche antes del jucio por asesinato contra Mendoza, Rico es asesinado. De esa manera Martin Ferguson, si quiere condenar a Mendoza la mañana siguiente, deberá repasar todo el historial policial sobre estos asesinos a sueldo y sus crimenes, para encontrar una pista que lleve a Mendoza tras las rejas. Así comienza una trama muy compleja, llena de sorpresas y flashbacks en cada uno de los personajes llevándonos hasta un final inesperado, impactante y con un Humphrey Bogart de nuevo colosal. La única pega que se le puede poner a esta película es ajeno a ella, pues se refiere al doblaje en castellano. Probablemente no se le puede encontrar una voz peor para Bogart.