La pequeña culebra eléctrica traspasa internitente el bulevar. Son las seis y media de una madrugada en la que no está bien visto dormir mientras Gran Vía sigue desierta y despierta con sus ojos de luz bien abiertos, siempre vigilantes.
Hoy parece como si no pudiera esconderme de nadie, que el refugio no existe para el que quiera escapar de los malos vientos que nos arrastran. Esta noche ha nacido un tranvía. Todavía no conoce sus estaciones pero estoy seguro de que viajaré en él hasta el final del trayecto.
Siempre es más razonable seguir escapando mientras tu único deseo sea mirar hacia atrás
Bueno, como hace muchos días ya que empezó de nuevo el tranvía en Zaragoza, hoy le haré un homenaje... a la vieja usanza:
Genuina Judy...
La canción que se incluye antes del poema es Smooching de Mark Knopfler, incluída en el álbum Screenplaying
Has visto una luz lamparón de estrella o cascarón de luna. Yo he visto todo un campo encendido en tus cabellos. Hoy la ciudad parece abandonada, desierta pero unos músicos tocan jazz en una taberna y yo intento olvidar cada deuda que ganaron nuestros labios.
En la lejanía, las paradas de taxis están vacías de coches pero llenas de viajeros con ojos asomados que han partido lejos de aquí.
En ese lugar el sarcófago sonoro de un violín susurra y la noche repta perezosa como un animal que jadea en caricias, justo detrás de ella.
Allí es donde te sueño. Allí es donde, una vez una vida entera pasaste junto a mí.
Fundido en negro
Los ojos mienten e insultan mejor que tus labios.
Ahora que la noche está desvanecida en una humareda de alcohol se ha soltado el cabo amarrado a la eternidad que en tus muñecas había prendido
Y estoy contento, no creas, pues más tarde o más temprano he de entender que no hay nada más vital que el ocaso y la tiniebla.
Me enfrentaré a ello como los perros callejeros a una ciudad desnuda Me enfrentaré a ello y me alegro de que este sueño, al fin, se haya fundido en negro.
Fade to black (Dire Straits. 1991)
AÑADIDO: Época Dorada ha incluido en su blog un soneto que le envié hace unos días y le ha añadido una música que me ha encantado.
Hola lectores, buenas tardes. Hoy quiero escribirles para comunicar que esta noche comienza mi turno nocturno y taciturno. Si estos días me ven algo ausente se debe simplemente a las dificultades que encuentro para cambiar las horas de sueño. Antes de someterme a la noche quiero contarles una historia como excusa para dejarles una preciosa canción.
"Era un día gris de abril, hace un par de años. Yo caminaba con las manos en los bolsillos por el Paseo de la Independencia buscando un bar con luz amable que invitara a tomarse un café. Ante la ausencia de bar inspirador viré hacia la izquierda y en la plaza de Santa Engracia encontré el San Siro. Me disponía a entrar cuando me detuvo la suave melodía de una guitarra acústica callejera. Al instante reconocí la melodía. Se trataba de “Feel like going home”, una joya escondida en el único disco publicado por el grupo The Notting Hillbillies en 1990. A ese grupo pertenecía Mark Knopfler, en una de sus aproximaciones excelentes al country. Pues bien un guitarrista callejero estaba interpretando esa melodía que yo creía desconocida para el resto del mundo. Me dirigí hacia el músico callejero y, al terminar, le aplaudí. Acto seguido le invité a un café.
En el San Siro pude observar que el músico no tenía muy buen aspecto. Vestía un jersey bastante viejo, raído por las mangas y unos vaqueros descoloridos. Entablamos una conversación musical que rápidamente giró hacia el plano personal. Al menos coincidíamos en que los dos teníamos un padre que se había olvidado de serlo aunque su destino había corrido peor suerte que el mío. Su vida había sido siempre la guitarra y decía que se consideraba un músico viajante que iba en busca de un hogar para estabilizarse. Me dijo que una vez había encontrado una de esas chicas que guardan el secreto de tus sueños en el fondo de sus pupilas, que sentía mil razones para decirle que le quería pero que calló por no querer condenarla a una existencia errante. Yo le hablé de “trabajo” pero él decía que prefería tocar en las calles. Después seguimos hablando de música, de Mark Knopfler y de esa canción que interpretaba y que irónicamente se titulaba “Me siento como si llegara al hogar”.
Pasó el tiempo, pasó un año y yo fui a ver un concierto de los Eagles en Madrid. El día anterior al concierto acudí al Café Gijón de Recoletos donde tenía una cita con una vieja amistad. Me senté en una mesita que había al lado de la cristalera y pedí un Dry Martini. Tras el primer trago levanté la vista y vi que un hombre me saludaba desde una mesa que había al fondo del Café. Me acerqué y allí estaba mi viejo amigo, el músico ambulante, vistiendo un bonito traje de un color azulado acopañado de una mujer rubia de rostro sincero. Se levantó de su mesa y se acercó a mí:
- Hola, amigo. ¿Cómo estás?. Ven que te invito a un Manhattan. ¿Lo prefieres de bourbon? - Por supuesto pero… aquí un Manhattan puede costarte un ojo de la cara… - Tranquilo, las cosas me van muy bien. Trabajo en una orquesta y durante la semana en una fábrica. El sueldo está muy bien y vivo cómodamente. - Entonces, ¿ya encontraste un hogar?
Mi amigo el músico pasó su brazo sobre mi hombro y señalando a la mesa donde estaba sentado me dijo:
- Ella es mi hogar.
Al fin aquél músico volvió a encontrar a la mujer que guardaba sus sueños en el fondo de una mirada. Aprendió a decirle "te quiero".
¡FELIZ SEMANA!"
Ahora les ofrezco un video memorable. Se trata de Tom Jones interpretando "Feel like going home" con un fondo excelente de guitarra interpretado por Mark Knopfler. Especial atención al solo de Knopfler.
PD: En el enlace de la Biblioteca de Babel el poeta Fernando Sarría ha publicado mi relato perdedor (me gusta llamarlo así) "Bajo la lluvia". La Biblioteca de Babel es un espacio creado por Fernando Sarría para publicar relatos breves. ¡Ánimo y a escribir!.
Irremediablemente éste blog siempre ha estado, de un modo u otro, unido a la música. Hoy quiero empezar un nuevo apartado que se llama "Mis discos favoritos", donde iré publicando los LPs que han marcado mi vida, la música que vengo escuchando desde que tengo uso de razón. De hecho ésta página se titula "El Sueño Eterno" pero su dirección ya habla de la música así que habrá que hacer honor al nombre. Aunque ya tengo dos blogs más de música aquí se hablará únicamente de "discos redondos" o, simplemente, que fueron especiales para mí. Para empezar hablaré de un LP grabado y publicado en 1990, no muy conocido, que supuso el encuentro de dos grandes e históricos guitarristas: Mark Knopfler y Chet Atkins. El álbum fue grabado en los estudios de la CBS de Londres y producido por el mismo Mark Knopfler. Es un disco que recupera el mejor sonido de los guitarristas de los años treinta, el jazz, el swing pero con un inconfundible sabor country, sin ayuda de viento...todo guitarra. Así, podemos disfrutar de la clásica balada de Django Reindhardt y Stephan Grappelli titulada "Tears" con las inconfundibles guitarras de Knopfler y Atkins. Los dos guitarristas repasan clásicos de Don Gibson como "Sweet dreams" o "Just one more time", destacan cantando a dúo la marchosa "Yakety Axe" y "There'll be some changes made" y emocionan con la brillante, melancólica y dulce "So soft, your goodbye". También podemos escuchar una composición de Mark Knopfler especial para éste disco titulada "The next time I'm in town" y cantada a dúo junto a Chet Atkins. En definitiva es un compendio de diez canciones maravillosas, alternando musicales y cantadas a dúo, ideales para cerrar los ojos y trasladarte a los años treinta, para recordar y añorar el amor pasado y soñar con uno futuro. En el video podemos ver a los dos artistas interpretando "I'll see you in my dreams", de Gus Kahn, e "Imagine" de John Lennon.
Si queréis visitar los otros blogs: paraquetuloentiendas.blogspot.com francescoalbertosinatra.blogspot.com