sábado, 27 de febrero de 2010

"La marea del despertar" (Roberto Malo)


Hace unas semanas tuve el enorme placer de asistir a una charla de la Biblioteca de Aragón en la que Roberto Malo repasaba la literatura que más le había influido en sus novelas y libros de relatos. Empezando por Edgar Allan Poe pasando por Harlan Ellison ("Un muchacho y su perro") y Raphael Lafferty repasamos las obras que más habían impactado a Roberto. También fueron citados Richard Matheson y su incomparable "Soy leyenda", Ray Bradbury ("Farenheit 451") hasta Woody Allen y sus incomparables guiones. Fue una cita inolvidable donde se pudo rescatar, en mi opinión, la esencia de la obra de Roberto. La huella de sus principios como cuentacuentos y creador de literatura infantil fraguaron la desbordante imaginación que impregna cada obra para adultos de Roberto Malo, bien sea novela, bien una recopilación de cuentos. "La marea del despertar" (2007), siempre bajo mi opinión, es la novela donde mejor se plasma este derroche de imaginación añadiendo además una gran dosis de surrealismo que llena de encanto esta obra. Desde el comienzo el lector es conducido a un mágico universo onírico que te atrapa irremediablemente hacia la próxima página. La novela trata la vida de Jesús que cambia radicalmente cuando descubre que algo de lo que sueña en sus sueños tiene repercusión en su vida real. Si Jesús se acuesta con una determinada ropa, sin poderlo evitar en sus sueños llevará esa misma ropa. Si durante el sueño pierde algún objeto que llevaba cuando se acostó, al despertar ese objeto no estará ya con él. Roberto Malo retrata el mundo onírico con un surrealismo original y único, con paisajes y espectáculos dantescos que transportan al mismo lector al mundo de los sueños durante la lectura. Durante la lectura de "La marea del despertar" el lector se puede encontrar con referencias y recuerdos a la fantasía de "El flautista de Hamelin" o incluso al ambiente de obras como "La guerra de los mundos". Así que, sin más preámbulos y con permiso de Roberto, invito a cualquier aficionado lector a participar en un sueño fantástico que sólo se puede soñar con la lectura de "La marea del despertar". Como diría Roberto estamos ante un libro "bueníiiiisimo" y "sólo si lo compráis habréis captado el concepto".

"La marea del despertar" de Roberto Malo (2007). Editorial: Hegemón

viernes, 26 de febrero de 2010

Mario y Pablo



Mario
"Su bicicleta por el acantilado
le llevaba a ese lejano lugar
donde a Beatriz podía imaginar
en cada ola del mar, enamorado

En el palpitar acelerado
del bravío amar pudo dibujar
el ritmo de su corazón al soñar
la espuma en su pelo alborotado

Pero un día ya no vio el mar al mirar
pues sólo encontró vacío, soledad
y furia contra las rocas al chocar

Se perdió en el cielo, con serenidad
para intentar en sus ojos navegar
y de noche, en la luna, halló la verdad"


23 de septiembre de 1973


"El cartero grabó un poco de mar
y algo de arena para el poeta
y la estela de un fugaz cometa
para que Pablo pudiera respirar

Añoraba la brisa al caminar
desde la Isla Negra a la caleta
pero en Paris estaba su meta
hasta allí había tenido que marchar

El intento del cartero fue en vano
pues en San Cristóbal un sol discreto
veló por el vate, así temprano

Cualquier discurso parece escueto
para el poeta del pueblo llano
El silencio del mar es el respeto."


Acabo de tomar un par de martinis en el "Ragtime", un bonito bar donde sirven el mejor jazz que ahora puedo escuchar en Zaragoza con la mejor atención posible. El turno de noches no me deja mucho tiempo para vivir de día, así que lo aprovecho como puedo. Hoy me he acercado al teclado para ofrecerles los últimos dos poemas que ayer compuse. Me gustaría decir, antes de nada, que yo escribo poesía porque simplemente me divierte. Me gusta casar terminaciones, rimar y escribir con algo de ritmo como buenamente puedo. A mí me hubiera gustado componer música pero no tengo ni idea de armonía, así que lo más parecido que puedo componer lo escribo aquí. Porque me encanta escribir y hacer todos los sonetos que me sean posibles sobre cualquier tema, esa es la razón por la que cada día vengo aquí y dejo unos versos que realmente se traducen como huellas imborrables o deseos inalcanzables. Los dos sonetos que hoy escribo están inspirados en la obra de Antonio Skármeta "El cartero de Neruda" y en la película de 1994, de título "Il postino", que dirigió Michael Radford. La novela, que he leído recientemente, me gusta más que la película. En ella, además de rescatar la poesía de Neruda, se pueden apreciar composiciones poéticas del propio autor de un gran nivel rítmico y estético. Si bien esta historia pudiera parecer demasiado sensibilera el autor lo contrarresta perfectamente con el drama de la situación política y social chilena, la pobreza en Isla Negra y el personaje del cartero Mario que conquista a cualquiera. En resúmen es un gran homenaje a la literatura de Neruda con una bonita historia de amor y un drama social como trasfondo. De la película me quedaré únicamente con el excelente papel de Massimo Troisi como Mario (murió antes de terminar la película) y de Philippe Noiret como un perfecto Pablo Neruda. Les dejo aon una maravillosa banda sonora de "Il postino" compuesta por Luis Bacalov:

miércoles, 24 de febrero de 2010

Ser eco


"Pudiera haber sido sólo el sabor
de los besos tras la noche ocultados
los suspiros en el alma robados
la pasión que viene antes del dolor

Todo el cuerpo de un saxofón tenor
lanzando notas a cielos quemados
todos tus amantes recién amados
para cicatrizar un desamor

Quizá esa ola antes de romper
en una bahía fría y rocosa
sin brisa ni arena, ni playa hermosa
sin un sol que ilumine un amanecer

Caricia que te pueda retener
antes que la marea espinosa
de olvido te regale una rosa
que yo al tiempo no lo puedo detener

Quisiera haber sido la luna incierta
que surge redonda entre la neblina
y que siempre en tus ojos adivina
lo que añoras en tu isla desierta

Pudiera haber sido la voz que acierta
al recitar humo ante tu cortina
o esa última luz de la cantina
que a ese último borracho despierta

También pude ser el buen escritor
que además su obra sabe recitar
poeta que sepa cómo rimar
la receta para el mejor amar

Y pude ser el que ahora es lector
al que intento de algún modo agradar
que ha visto la primera estrella brillar
y ahora la busca en su ordenador

Pero sólo fui el carmín en la copa
un árbol de invierno delgado y seco
tu arrugada y recién lavada ropa

Corazón disparado a quemarropa
que hoy late con un sonido hueco
Sólo soy el que te repite... Tu eco."

martes, 23 de febrero de 2010

Mi sueño eterno en la televisión

En primer lugar quiero agradecer el interés mostrado por Manuel De Diego Ramos, redactor del programa "Clic!" de Aragón TV, que se puso en contacto conmigo para ayudar a que este "Sueño eterno" que empecé hace un poco menos de un año se hiciera un poco más realidad. Tanto a él como al cámara y al montador del video les quiero agradecer su trabajo. Por supuesto no me iré sin dar las gracias también a los que cada día pasais por mi blog, leyendo y dejando vuestros comentarios porque esa es la única razón para que este blog siga adelante. A continuación, como prometí, les dejo con el video del programa Clic! extraído de youtube (yo salgo en el minuto 13:20) y, de paso, os presento mi casa, mi habitación y el ordenador-dinosaurio desde donde escribo todos los días. También aclaro que en el video me presento con mi nombre real, que es Marcos Callau. Dana Andrews sólo fue un seudónimo. Un abrazo.

sábado, 20 de febrero de 2010

Smoke (Wayne Wang. 1995) y nueva cita en la FNAC.


Antes de comenzar con esta película informaré a los lectores que el día 23 de febrero a las 18:00 tendrá lugar en la FNAC Zaragoza de Plaza España la segunda sesión de "libros filmados" con la proyección de "Farenheit 451" de Truffaut. Tras la proyección tendremos la habitual charla-coloquio con Alfredo Moreno. Asistir a este encuentro con el cine es un auténtico placer ya que de la mano de Alfredo se llegan a conocer muchos detalles de la película y de su historia que, de otra forma, se hubieran pasado por alto. Así que no lo duden y acudan a la FNAC el día 23, no se arrepentirán. El mes pasado tuvímos la oportunidad de ver "Smoke" de Wayne Wang y al volver de la FNAC escribí esto:


Acabo de llegar de la FNAC todavía con el buen sabor de haber visto una buena película y haber asistido después a un interesantísimo coloquio. Antes de empezar me gustaría invitar a cada uno de los lectores a acudir a la próxima cita de "libros filmados" que será en febrero, en la FNAC Zaragoza de Plaza España. Allí, otra vez junto a Alfredo Moreno, veremos "Farenheit 451" de Truffaut. Cuando sepamos la fecha exacta la daremos. En cuanto a "Smoke" he de decir que me ha encantado encontrarme con una película tan brillante. Brillante por el concienzudo guión de Paul Auster y todos esos personajes creados para la ocasión. Brillante por la dirección de Wayne Wang con esos planos que van acortándose a medida que avanza la película. Brillante por la historia de cada personaje y todos sus finales "abiertos" que dejan al espectador imaginar su propio final. La película termina con un bonito final que deja un buen sabor de boca. Pero, en mi opinión, esta sensación viene provocada porque el espectador es testigo de detalles humanos y generosos por parte de los distintos personajes y no por el final. El final puede ser creíble o no dependiendo del espectador pero la película al fin y al cabo gusta porque es como la vida misma. Es realista y nos cuenta historias reales de personajes reales que se enlazan entre sí para llegar a la conclusión final de que algunas veces merece la pena ser generoso o hacer algo por alguien. El final sin palabras, con música, y las imagenes en blanco y negro es un detalle que se me quedó en la retina para siempre porque con los gestos los dos personajes que la protagonizan ya lo dicen todo. Es la vuelta al cine de verdad. El papel de Harvey Keitel, como el protagonista real, representa a la figura que enlaza las vidas de todos los personajes en su humilde estanco de barrio y el que finalmente termina la historia con una actuación magistral. Pero aquí todos los actores brillan por sí solos. William Hurt como escritor que hace las veces de padre para el joven Harold Pirrineau Jr está genial. Forest Whitaker, Stockard Channing, y Ashley Judd completan un interesante elenco de buenas actuaciones que conforman otra pequña joya escondida de los años noventa.
Aquí vemos la escena final tras el cuento de Navidad contado por Auggie (Harvey Keitel). ¿Real o no?

martes, 16 de febrero de 2010

Body and soul (Robert Rossen. 1947)


Estamos ante una de las películas más duras y amargas de la historia del cine de boxeo. Robert Rossen, con una marcada influencia del cine negro, nos sumerge en el corrupto y despiadado mundo de este negocio en el que nos muestra cómo se juega con la vida de los boxeadores como nunca antes ni después nos lo han enseñado. Una frase marca la película: "A mí me encantan los boxeadores. Los caballos no están mal pero prefiero apostar mi dinero en un boxeador". En mi opinión estamos ante una de las mejores si no la mejor película de esta escabrosa temática que se ha rodado en la historia del cine. John Garfield encarna a Charlie Davis, un chico de familia muy humilde que como tantos de su nivel alcanza el dinero fácil por medio del boxeo. Tras la muerte de su padre a causa de un misterioso atentado Charlie decide ayudar a su madre a alcanzar una vida más digna aún en contra de su voluntad. Poco a poco Charlie se introduce en la corrupción y el engaño que pervierten a este deporte descalificándolo totalmente ante los ojos del espectador como para considerarlo digno. Charlie alcaza el título mundial en un combate amañado contra Ben Chaplin (Canada Lee) un boxeador lesionado que, con un coágulo cerebral, no debería haber participado en el combate. Charlie desconoce la lesión de su contrincante y el arreglo del combate y, como consecuencia, está a punto de matar a Ben en el combate que gana por KO.
En la cima, Davis pierde el norte despilfarrando el dinero y alejándose de su novia Peg (Lilli Palmer) hasta que él mismo vuelve a caer en la trampa de verse obligado a dejarse ganar en un último combate.
En esta obra maestra escrita por Abraham Polonsky cabe destacar entre muchos detalles uno de los mejores flashback descritos visualmente en este caso por Robert Rossen al igual que la larga escena del último combate en que, ante el silencio de la sala, se puede palpar la tensión y el miedo en los ojos de los boxeadores. También me gustaría destacar el soberbio papel de Canada Lee, el boxeador lesionado y contratado después por Charlie como manager. Su muerte, enloquecido y enfermo, encima de un ring de entrenamiento le hiela la sangre a cualquier espectador y es una de las muertes más crudas que jamás se han rodado. Los papeles de William Conrad y Hazel Brooks son malignamente geniales y el papel de la madre, interpretada por Anne Reveree, también roza la perfección. A destacar también, por supuesto, la increíble caracterización de los personajes que envejecen y rejuvenecen ante nuestros ojos con admirable facilidad. A continuación un video donde veremos los previos al último combate de Charlie. Aquí Charlie es víctima de un soborno que, no obstante, llega a aceptar:

Capítulo aparte nos merecerá en este caso la canción principal de la película, compuesta en 1930 por Edward Heymann y Johnny Green, que es uno de los mayores clásicos del mundo del jazz interprentado por los mayores artistas como Frank Sinatra, Nat King Cole, Louis Armstrong o Ella Fitzgerald. No tiene absolutamente nada que ver con la película excepto su tono melancólico que acompaña perfectamente a esta turbulenta y grandiosa película. Aquí les dejo un ejemplo de cómo se canta esta canción:

Presentación: Frank Sinatra
Body and Soul by Ella Fitzgerald

lunes, 15 de febrero de 2010

"Última nota"


"La curva del saxofón
se enredó en el recuerdo
de tu sueño despeinado
y quebró el último hielo
que nos quedó por aguar
en el whiskey de tus labios

Una bocanada...
... me abraso por dentro
y después...
... sólo humo."


Chet Baker: "Time after time" la trompeta más triste del jazz. El sonido de su trompeta es parecido al humo del tabaco...


La fotografía de Frank Sinatra se ajusta muy bien a lo que quiero decir con el texto, igual que la trompeta de Baker.

jueves, 11 de febrero de 2010

El error que cometió la luna


Ayer febrero se convirtió gélido para los habitantes de Zaragoza que, como el apodo que los oscenses nos dedican, hundímos el cuello en nuestros abrigos para soportar las grandes bandadas de cierzo. Caminando al anochecer por un lugar cercano a La Plaza de los Sitios y al lugar "donde nos atrapa el mundo" ("El Atrapamundos". Bar.) me detuve ante un viejísimo farol que bailaba al ritmo del viento entre las ramas de un árbol desnudo de invierno.

"El viejo y destartalado farol
no tiene nada bello que ofrecer
Pero visto a través del ramaje
desnudo y triste de un árbol de invierno
me recuerda el tiempo que hace
que no te puedo ver

Al igual, un millón de amaneceres
recogidos en mil manojos
son la caricia que pude sentir
en lo más profundo de tus ojos
y lo que aquél otoño pude encontrar
al besar tus labios rojos

Pero el farol se apaga y la hoja cae
y vuela lejos, allá donde el mar
rompe las olas contra el olvido
espuma que se esfuma a tu costa
costa donde soy náufrago rendido
rendido a no olvidar nunca tu mirar

Farol, amanecer
Hoja, atardecer
y anochecer en la mar
¿quién no puede desear a tu lado estar?

Si el farol muere con el sol
y éste muere en el mar
donde amanece La Luna...
dime...
¿quién la podrá en tus ojos olvidar?."


La fotografía es cortesía de Amaya memoriasdeunafotografa.blogspot.com

lunes, 8 de febrero de 2010

The blue gardenia (Fritz Lang. 1953)


Tenía muchas ganas de volver a ver esta película de la que vagamente recordaba la maravillosa canción de su banda sonora olvidando inexplicablemente el resto. Con el paso del tiempo he podido comprobar que estamos ante una intrigante cinta donde la mano del maestro Fritz Lang nos conduce brillantemente por una historia donde el crimen pasional y el periodismo de investigación permanecen estrechamente unidos a un club nocturno de jazz llamado "Blue gardenia", en el que actúa cada noche Nat King Cole. En este club es donde comienza la atrayente historia de una muchacha despechada y engañada llamada Norah Larkin (Anne Baxter). El argumento se plantea de forma tan sencilla que parece típico y creo que Lang lo quiso hacer precisamente así para llevarnos engañados hasta el inesperado desenlace final. Norah Larkin, abandonada en la misma noche de su cumpleaños, se echa a los brazos del primer hombre que llama por teléfono a su piso, piso que comparte con otras dos amigas. El hombre en cuestión es un pintor mujeriego llamado Harry Prebble (Raymond Burr) que llamaba precisamente para arreglar una cita con una de sus compañeras de piso. Norah, en busca de nuevas emociones que le hagan olvidar lo que ha perdido esa misma noche, arregla una cena con Prebble en el "Blue Gardenia". Como siempre, la cena es sólo una excusa para que esta pareja dedique toda la noche a tomar unos cócteles llamados "buscadores de perlas" que acaban por emborrachar fácilmente a Norah. Como era previsible la noche termina en la casa de Prebble donde éste intenta abusar de Norah. En el forcejeo Norah agarra un atizador con el que intenta golpear a Prebble. El hombre cae desplomado al suelo y Norah, aturdida por el alcohol, también se desmaya. La siguiente escena, tras un bonito fundido en gris y alcohol, nos muestra a Norah incorporándose a duras penas del suelo y saliendo del piso de Prebble descalza, habiendo dejado su pañuelo en el suelo. Al día siguiente Prebble aparece muerto en la portada de los periódicos de la tarde y Norah a causa dl alcohol no recuerda nada de la noche anterior desde que salió del "Blue gardenia". Aquí comienza el soberbio papel de Richard Conte como Casey Mayo, un famoso periodista especializado en homicidios que, por su cuenta, comenzará una investigación exhaustiva del caso "la chica de la gardenia azul".

En este momento la película muestra su mejor aspecto noir a medida que Norah va recordando detalles de la noche del asesinato y, poco a poco, va sintiéndose condenada por ese periodista que le escribe cartas todos los días desde su periódico. Casey Mayo realiza una propuesta a la asesina desde su periódico: "entrégate a mí y yo te salvaré de la policía". Así es como Mayo consigue su encuentro con Norah, en un pequeño bar una noche lluviosa de California. El resto no lo puedo contar por si, como yo, han olvidado el final o no la han visto. Sin ser una de las películas más geniales de Fritz Lang es trepidantemente buena, intrigante y rápida. Ésta fue la primera película de su trio "newspaper noir". Posteriormente Fritz Lang rodó "While the city sleeps" y "Beyond a reasonable doubt" ambas en 1956. Ahora les dejo con la maravillosa canción de la película cantada por Nat King Cole y con orquestación de Nelson Riddle: Blue Gardenia



sábado, 6 de febrero de 2010

Flores artificiales (Relato-sueño)

ADVERTENCIA: Esto es un experimento. Voy a relatarles mi último sueño:

"Como siempre suele suceder en una mañana de examen las calles tardan en desperezarse y en la niebla por la que tú caminas hacia la escuela parecen desvanecerse las pocas frases del libro que habían quedado grabadas en tu mente. Esa niebla es el telón de bienvenida al timbre de entrada, a las ocho de la mañana, a ese rastro de gritos y carcajadas que quedan en los pasillos justo antes de cerrarse la última puerta del aula donde hoy se desarrollará esa prueba de Inglés. Bueno, el Inglés no se me da mal, no... no debo estar nervioso, sólo es un examen más.

El profesor don Gabriel realiza su tétrica entrada por la puerta principal dejando tras de sí un rastro de cadáveres suspendidos con un cero enorme, rastro del que todos los días presume al mostrarnos sus dientes amarillos surgiendo tras una sonrisa o mueca burlona. Sus gafas apoyadas en la nariz aguileña son la antesala a unos ojos entornados, malvados, inyectados en sangre que me miran fijamente desafiándome. Ya sé lo que me da miedo. Lo que temo no es al examen sino a ese diabólico profesor que parece haberse enemistado conmigo tan sólo por haberme atrevido a superar con notable los últimos dos exámenes. -"Separad las mesas"- dijo su fúnebre voz confundida con la niebla exterior. El sol no se atrevía a salir y de hacerlo amanecería como "sun", por miedo a posibles represalias. Con las manos sudorosas saco el bolígrafo bic azul... -"sólo un bolígrafo y... ¡nada más sobre la mesa!"-, sigue advirtiendo el profesor. Miro a los lados. A mi izquierda se encuentra Juan, un chaval bastante gamberrete y suspendedor que no le importa volver a suspender. Con la mirada perdida en el suelo, sus manos persisten en el bolsillo con actitud resignada a no salir de ahí en todo el examen. A mi derecha está...¡mi novia!. -"Un momento, pero ¿qué haces aquí?.... yo todavía no te conozco, tengo sólo trece años y no te puedo conocer-", le digo. -"Tranquilo, sólo estoy aquí para que estés menos nervioso"-. Es increíble que esté ella aquí, pues todavía no la he conocido. Yo a mi novia la conocí con veintiocho años y en mi sueño todavía tengo trece. En fin, resignación... a ver si empieza el examen. El profesor me mira, otra vez desafiante, y me advierte que no está permitido copiar. Es extraño pues yo nunca he copiado pero al verme hablar con mi novia se lo habrá tomado a mal. Lo que no sé porqué no le extraña a él tenerla en clase. En fin, estas cosas suceden en los sueños. Don Gabriel (¿por qué tendrá nombre de ángel siendo tan malévolo?) se retira hasta su pupitre y abre el cajón con un eco chirriante que deja paralizada a toda la clase. Desliza la mano dentro del cajón y saca...¡un radiocassette!. -"Hoy el examen será de listening...jajaja"-. El "listening" (escuchando) es lo que peor se me da pero esta vez...¡haré un esfuerzo! (pienso para mis adentros). Don Gabriel enchufa el aparato y antes de empezar el examen nos advierte "-Hoy el examen será una canción muy conocida de la que tienen que adivinar la letra. Usted que presume de conocer la buena música (señalándome con su dedo huesudo), seguramente la podrá escribir sin fallo alguno, ¿verdad?. A ver si consigue tener un notable aquí-". Era todo un desafío entre don Gabriel y yo. El malvado profesor presionó el play y los primeros acordes de la canción me hicieron sonreír mientras el resto de la clase no entendía nada. El resto de la clase daba igual. Esto era un reto entre el profesor y yo. La canción era "Artificial flowers" de Bobby Darin, una canción que todos los días canto bajo la ducha y de la que conozco toda la letra. Don Gabriel me miró con ojos más entornados que de costumbre -"¿y bien, sabiondo?"-. Él no esperaba que yo conociera esta canción y mientras todos los compañeros, incluida mi novia, me miraban expectantes yo sin dudarlo comencé a cantar y a chasquear los dedos a ritmo de swing: -"Alone in the world was poor little Anne, as sweet a young child as you find. Her parents had sung...gone...eh... ¿eh?."-. En blanco. Se me había olvidado. No podía recordar cómo seguía el estribillo, las manos sudorosas, las miradas de toda la clase clavadas en mí y la alargada sombra de don Gabriel se cernía sobre mi cabeza. "- Oh, ¿no recuerdas?...que pena...¡SUSPENDIDO!. El examen ha terminado, los demás aprobados."-. Don Gabriel abandonó la clase dedicándome una última y verde sonrisa que ésta vez no era verde esperanza. Yo desesperado decidí abandonar la clase. Ese año ni siquiera podría llevar el Inglés aprobado a casa, ni un aprobado. En el pasillo, apoyé la cabeza contra la pared y una mano se posó en mi hombro. Era mi novia que, sin decir nada, me besó en los labios con su caricia tranquilizadora. Yo la abracé, el pasillo se desvaneció, abracé las sábanas, besé la almohada y sonó mi despiadado despertador...todo había sido un sueño que desgraciadamente había terminado en su momento más dulce. Pero al despertar los besos de mi novia sólo habían sido, como Bobby Darin cantaba, flores artificiales y el resto afortunadamente sólo había sido una pesadilla. Me levanté, me duché y fui hasta el ordenador para publicar en el blog este extrañísimo casi surrealista sueño que había tenido esa noche. De todas formas así pude comprobar que no sólo los sueños son en color sino que, además, se puede escuchar música en ellos."

Bobby Darin fue un cantante que quiso unir el swing con el rock and roll y que, desgraciadamente, nos dejó demasiado temprano. Poseía una voz maravillosa y suya es la mejor versión de "Mack the knife". Aquí podemos escuchar la soñada "Artificial flowers" y, por si les ponen un examen, la chuleta está después:

"Artificial flowers"
Alone in the world was poor little Anne
As sweet a young child as you'd find.
Her parents had gone to their final reward
Leavin' their baby behind.

(Did you hear?)
This poor little child was only nine years of age
when mother and dad went away;
Still she brav-el-y worked
At the one thing she knew
to earn her few pennies a day.

She made artificial flowers, artificial flowers,
Flowers for ladies of fashion to wear;
She made artificial flowers, you know those artificial flowers,
Fashioned from Annie's despair.

With paper and shears, with some wire and wax
She made up each tulip and 'mum.
As snowflakes drifted into her tenement room
Her baby little fingers grew numb.

From makin' artificial flowers, those artificial flowers
Flowers for ladies of high fashion to wear.
She made artificial flowers, artificial flowers
Made from Annie's despair.

They found little Annie all covered with ice
Still clutchin' her poor frozen shears
Amidst all the blossoms she had fashioned by hand
And watered with all her young tears.

There must be a heaven where little Annie can play
In heavenly gardens and bowers.
And instea-a-ad of a halo she'll wear 'round her head
A garland of genuine flowers.


No more artificial flowers;
Throw away those artificial flowers,
Flowers for ladies of society to wear.
Throw away those artificial flowers,
Those dum-dum flowers,
Fashioned from Annie's,
Fashioned from A-a-a-annie's
Des-pa-a-a-air.
(Give her the real thing!)

miércoles, 3 de febrero de 2010

Lejanía...


Lejana
"La ciudad crepita en la lejanía
con sus estrellas de neón tan vivas
Lucen como las ascuas fugitivas
de la hoguera que en tu piel ardía

Esta noche añoro tu cercanía
el sabor de tus caricias furtivas
por el cielo de estrellas altivas
en lo más alto de la serranía

Hoy estás más lejos que esta ciudad
Mi mirada alcanza los arrabales
pero no puede encontrar tu piedad

Sueño con perderme en los soportales
que guarden en la noche la claridad
de ese amor que nos convierte inmortales."

Inalcanzable
"A través de ventanas y tejados
veo la luna y el cielo estrellado
sobre un oscuro lienzo desdibujado
donde yacen mis sueños congelados

Al otro lado, el sol come a bocados
la nube que pasaba por su lado
El día y la noche son mi pasado
y allí están todos mis besos soñados

Pero más allá del día y el mundo
más allá de la noche... estás tú
inalcanzable allí en lo más profundo

Estás más allá del techo paspartú
de la bóveda del universo inmundo
más allá del inmenso océano azul
más allá... estás tú."

lunes, 1 de febrero de 2010

The Thing (Christian Nyby-Howard Hawks. 1951)


Cuando vemos "The thing" de 1951 debemos asimilar que estamos ante un buen ejemplo de ese tipo de películas consideradas "menores", con bajo presupuesto o también llamadas de "serie B". Es un buen ejemplo de ciencia ficción en blanco y negro sin efectos especiales y con un "bicho" (villano, malo, monstruo...) que tarde mucho en salir y éste, queridos lectores, es el secreto. Sin medios para realizar efectos especiales éstos eran sustituidos por el misterio y la tensión que va creciendo al mismo compás que el interés del espectador por conocer la nueva amenaza extraterrestre para el ser humano. Porque siempre ha sido mejor insinuar que mostrar y para el espectador siempre ha sido mejor imaginar que ver el secreto que convierte a esta película en algo más que decente está en la intriga que despierta en el espectador, en la tensión perfectamente mantenida a lo largo de los escenarios oscuros por los que transcurre la historia. Sin llegar, desde luego, a la excelencia de "La mujer pantera" de Tourneur esta película también bebe de las mismas fuentes de inspiración. En una película de misterio o de terror una extraña sombra alargada pasando fugazmente sobre un muro al que está cercano el protagonista es siempre más eficaz que mostrar al espectador el más horrendo de los monstruos. En "The Thing" el espectador debe conocer la existencia de un ser horrible que viene de otro planeta y que amenaza al ser humano pero no es necesario que conozca cómo es ese ser. Así el espectador pasa toda la película intrigado por saber cómo es ese bicho interplanetario hasta que se desencadena la acción final. No he dicho ni mucho menos que estemos ante una obra maestra pero sí que debo decir que "The Thing" de 1951 es una buena película, efectiva que cuenta con muchas virtudes de las que hoy mismo carece el mismo género de ciencia ficción. La historia probablemente les suene de algo. Un Objeto Volante No Identificado se estrella en el Polo Norte y el Capitán Hendry de las Fuerzas Aéreas (Kenneth Tobey) es enviado para inspeccionar la zona de impacto. Al intentar derretir el hielo en que ha quedado enterrado el OVNI la expedición destruye el aparato volador pero consigue rescatar un tripulante congelado en un bloque de hielo. La expedición lleva el bloque de hielo que guarda al tripulante al campamento base y ahí mantienen al cuerpo congelado haciendo guardia cada cuatro horas. Todo está en calma hasta que a uno de los vigías nocturnos se le ocurre tapar el bloque de hielo con una manta eléctrica que lo derrite. El bicho sale y se carga al vigía antes de generar el caos en toda la base. Esta la brillante adaptación cinematográfica del relato "Who goes there?" de Don A. Stuart con guión de Charles Lederer. Lo desconozco peor mucho me temo que Howard Hawks, registrado en la película como productor, tendría mucha parte de culpa en la labor de dirección junto a Christian Nyby. El papel de Kenneth Tobey es muy correcto así como el de Robert Cornthwaite como el científico Arthur Carrington que lucha por mantener al extraterrestre con vida para estudiarlo convenientemente. Douglas Spencer en el papel de Scotty y Margaret Sheridan como "la chica" (Nikki Nicholson) completan un elenco de actores secundarios que realizan bien sus papeles protagonistas. James Arness es el alienígena. La excelente banda sonora corre a cargo de Dimitri Tiomkin y se puede apreciar en el siguiente video:

Trailer original