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martes, 13 de octubre de 2009

Balada de Bar (relato poético)



"Al filo de la madrugada, cuando todo el mundo calla, se susurra el sonido del engaño, el beso escondido, el amor oculto y se profanan las tumbas de los corazones malheridos. A esa hora que es el quicio entre el bien y el mal, dos amantes huídos se
ocultan en un bar condenados a un destino fatal.

00:30 de la madrugada. Pequeño y oscuro bar de un lunes a punto de cerrar. Dos amantes luchan contra el enemigo imposible del tic-tac del reloj en la pared, banda sonora que marca lo efímero de sus condenados encuentros, mientras comparten miradas
en una oscura mesita de un rincón apartado del mundo.


Él la observa mientras ella está bebiendo el café y piensa en silencio:


Tú y yo en un solitario bar
perfecto lugar para ocultarnos
Mira, no hay nadie, me puedes besar
luz ténue bajo la cual amarnos

Hacemos planes que no pueden durar
mucho más allá de ésta brillante noche
Mañana te tendrás que levantar
a esa vieja vida tuya tan aburrida
¿Cuándo vas a romper y vas a empezar
a dejar de ser la amante escondida?

Nos amamos, la luna no quiere mirar
tras la espesa nube está ocultada
Bajo una farola me vas a abrazar
que es mi único sol, con tu mirada
Brilla farola, no dejes de brillar
sólo iluminas tú nuestra vida
sólo eres tú testigo de nuestro amar
y al llegar el día llega tu huída
que es el momento de su partida


Ella deja la taza de café y levanta su mirada hasta encontrar a la de su amante. Los dos comienzan a hablarse, casi a susurrarse:

Él: - ¡Qué mirada tan brillante!
cómo lucen tus pupilas
Eres un fuego ardiente
y yo... sólo soy tu amante

Ella:- Tú eres mi estrella fulgurante
Me abrasas mientras me vigilas
con tu palabra valiente
con tu beso susurrante

Él: - Enciendes un cigarro, radiante
y entre tus labios el humo destilas
Me envenenas como una serpiente
me ciegas con tu blanco semblante

Ella:- Bájame del cielo un diamante
mientras en mi humareda tus sueños mutilas
mientras confías en mí tu simiente
Mírame, me tienes aquí delante

Él: - Verás... yo albergo la soledad constante
y al marcharte mis deseos afilas
Soy un solitario penitente
con momentos de gloria que duran un instante
Déjame declarar lo que yo siento en verdad:

El humo en tus labios es buena señal
pues tú eres lumbre de noche
que se apaga al amanecer
El humo en tus labios es lo que queda
humo en mis labios, humo en tu ausencia

El humo en tus labios es sino fatal
Humo en los labios de mi derroche
Humo dejas al desaparecer
En la silla vacía tu humareda
Humo en el vacío sin tu presencia

Calla, pues, y bésame entonces
Bésame ya y bésame hasta el final



Al amanecer, en el mismo bar, aquél mismo hombre levanta la copa para brindar con su silla vacía llena de humo de la cofradía del recordar, recordar y nunca poder olvidar".

viernes, 15 de mayo de 2009

A medianoche en un bar (Relato de lo que se siente en un bar)


Los recuerdos me hacen desconfiar de la luz del sol pero hay noches que parece tan real que su luminosidad me ciega y consigo volver a creer otra vez.

Me encantan los bares aunque los bares sin ti, como yo, no sean nada... como una lágrima de whiskey sin despedida, como un tren sin retraso, como el olvido sin el recuerdo. No son nada sin ti. De hecho, si me gustan los bares es porque tengo tiempo de pensar en ti, escribirte y llegar a soñarte si en el martini me excedo. Me gusta mirar las mesas vacías y brindar con esas sillas tan frías que una vez fueron parte de ti, de tu calidez, de tu ternura. Me gusta ver la luz baja de los focos a altas horas de la madrugada que se funde con el humo de algún desesperado cigarrillo. Me gustan los bares para recordarte, me gusta entrar en un callejón de música buscando una salida sin encontrarla hasta que te encuentro a ti... me gusta quedarme atrapado en el atrapamundos y ser tu atrapasueños para librarte de las pesadillas de estar sin mi... me gusta cualquier bar solitario y relajado apropiado para escribir. Tienes en tus ojos el color de la coca-cola y del ron, eres el mejor cubata que me he bebido y me encanta cuando te me subes a la cabeza creándome al día siguiente la más dulce de las resacas. Pero, sobretodo, me gustan los bares contigo, compartiendo miradas, deshaciendo los hielos que nos quedan, sintiéndome iluminado por la luz de tu sonrisa, haciendo planes que duran sólo esa noche y quedar abrazados como si en el mundo sólo estuviéramos tú y yo. Y realmente sólo estamos tú y yo... el ruido de fondo es un murmullo sin importancia. Entonces te quedas dormida confesándome que tú también me has echado de menos... tranquila, sólo te ha escuchado mi cerveza. Yo te observo mientras duermes y me doy cuenta de que estoy mirando a esa persona que encierra toda mi vida.

Sí, es cierto que en cualquier momento la vida te la juega y te arrancan el corazón sin previo aviso. Pero también es cierto que es un acierto dejárselo reconstruir poco a poco y con paciencia. Después de todo, la luna brilla gracias al sol. Si no confias en la luz del sol...¿cómo vas a ver la luna brillar?.

domingo, 5 de abril de 2009

Noche de bohemia

En el último y difunto blog que creé expuse una canción maravillosa del repertorio de las "canciones para perdedores" de Frank Sinatra. Son canciones que hablan del desamor y que Frank solía presentar en sus conciertos con una pequeña historia previa. La historia era siempre parecida. Se trata de un hombre que deambula por la ciudad solitaria, solitario y sin hacer otra cosa que pensar en el amor perdido, tratándose de explicar otro tropezón inexplicable. A eso de las tres de la mañana, el hombre perdido abandona la Avenida y se adentra en una callecita sombría (que bien pudiera ser la calle Alfonso de Zaragoza), donde la luz de las farolas se confunde con la niebla, la bruma de los recuerdos que azotan una y otra vez el corazón del pobre solitario abandonado. Hay dos canciones por excelencia con esta temática. "One for my baby" ("una por mi chica") y "Angel eyes" ("ojos de angel"). Aquí expongo las dos, con la letra.

"One for my baby"

Son las tres menos cuarto, y no hay nadie aquí excepto tú y yo
Así que sírvete algo, Joe, tengo una historia que tienes que escuchar
Estamos bebiendo, amigo mío, por el final de un breve episodio
Así que sírveme una por mi chica y otra más para el camino

Conozco la rutina, así que echa otra moneda en la máquina
Me siento un poco mal, ¿puedes poner música tranquila y triste?
Podría contarte muchas cosas pero tienes que ser fiel a tus principios
Sírveme una por mi chica y otra más para el camino

Tú no lo sabes pero, amigo, yo soy una especie de poeta
Y tengo un montón de cosas que quiero decir
Y cuando esté tristón debes escucharme
Hasta que lo haya soltado todo

Bueno, esto es todo y, Joe, se que ya estás anasioso por cerrar
Gracias por la conversación
Espero que no te importe que te soltara el rollo
Pero este incendio que me abrasa debe ser sofocado
O pronto explotará
Sírveme una por mi chica y otra más para el camino
El largo, el largo, el largo ... (camino)



Angel eyes (ojos de angel)

Hey bebed todos vosotros, y pedid lo que querais
Divertíos gente feliz
La bebida y las risas corren de mi cuenta
Intento pensar que mi amor no está por aquí pero todavía lo siento inconfortablemente cercano
Mi pobre y viejo corazón no encuentra consuelo
Porque mi ojos de angel no está aquí
Ojos de angel, que el viejo diablo me envió
Lucen increíblemente brillantes
¿Necesito decir que mi amor se ha marchado con ojos de angel esta noche?

Así que bebed todos vosotros y pedid lo que os apetezca
Divertíos gente feliz
Las bebidas y las risas corren de mi cuenta

Perdonadme pero me tengo que marchar
Los hechos no están muy claros
Tengo que encontrar quién es ahora el número uno
Y porqué mi ojos de angel no está aquí
Perdonadme mientras desaparezco ...



Bueno, los dos videos son del programa de televisión que Frank tenía cada semana en los años cincuenta y sesenta. La calidad es malísima pero la actuación es soberbia. Es de alabar el hecho de que cantaran en directo, en el estudio donde grabababan los programas. Recordemos que no se utilizaba el playback en aquélla época, así que Frank canta en directo acodado en la barra de un bar o de pie, ante el micrófono. Las dos canciones se encuentran en el LP "Only the lonely" de 1958, uno de los mejores álbumes de blues de la historia.