
La verdad es que cada vez se me hace más difícil encontrar la primavera y ahuyentar los sueños rotos. Los fines de semana siguen siendo malditos y las ilusiones te siguen haciendo vivir en un mundo irreal y frágil que se destroza con un soplo de viento en el espacio que deja su ausencia. Las ilusiones duran un segundo en el paisaje del desamor. Anduve por Zaragoza, deshaciéndome en el implacable verano, cuando vi al sol licuarse en el asfalto. Al igual, por dentro, el corazón sigue goteando hasta llegar la noche. Me quería morir. Pero mis pasos, ésta vez sabios, me llevaron a la Plaza de los Sitios. La noche es propicia para recordar y ésta plaza, en su visión nocturna, es mucho más bonita que bajo el sol. La primavera sigue siendo un sueño y yo he sentido, una vez más, que del invierno he llegado al verano de un salto.
"Romance de la Plaza de los Sitios"
"Estoy sólo y encerrado
borrado en aquélla plaza
en un círculo sitiado.
La noche ésta vez me caza:
"Tú siempre te la estás jugando,
caballero sin coraza"
Yo ya estoy difuminado
yo ya soy mi peor baza.
Hoy que al fin he madrugado
tu carroza es calabaza.
Se fue mi sueño dorado
como el golpe de una maza.
Será el ayer ahogado
borracho en una terraza...
Cuando todo ha terminado
una sombra se te abraza,
aureola de pasado,
farola que me amenaza"
Dedicado a la Plaza de los Sitios nocturna, a sus farolas encendidas y a la sombra que me acompaña.