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miércoles, 11 de enero de 2012

Un abejorro en la colmena y próximas citas literarias


Ahí estamos!
Hace unos días un buen amigo me propuso participar en un concurso de microrrelatos organizado por la Fundación Camilo José Cela       El único requisito era comenzar el relato con la frase que comienza La Colmena: No perdamos la perspectiva, yo ya estoy harta de decirlo, es lo único importante. Pero para que el microrrelato pasara a ser valorado por el jurado del concurso, primero debía ser votado por los internautas y solo los cincuenta primeros, pasarían el corte. Ni mi amigo ni yo pasamos a la gran final pero aquí dejo el microrrelato que escribí. Entiéndase como un humilde micro-homenaje a La Colemna.

 Epitafio
         
      No perdamos la perspectiva, yo ya estoy harta de decirlo, es lo único importante. Doña Rosa va y viene por entre las mesas del Café mientras don Pablo Ochoa intenta escribir algo decente para el próximo concurso literario en el que desea participar. Y realmente su perspectiva es esa, ser reconocido en algún certamen y saber de esta manera que alguien más respalda su escritura. Además, el ambiente que se respira en el Café, invita a que la literatura se siente a la mesa y tome una copa con todos aquellos que desean escribir un pequeño relato o un breve poema. Don Pablo lo sabe y por eso no puede hacerlo en ningún otro lugar que no sea este establecimiento casi esperpéntico, carcomido por los años, pero de una belleza indudable. Y fue así realmente como apuraba sus últimas letras porque, aquella misma tarde, cayó muerto sobre el frío mármol de su mesa. A doña Rosa le dio tanta lástima que, al tener que encargarse ella misma del sepelio por falta de allegados, decidió enterrarlo con el relato inacabado que estaba escribiendo en el momento que murió y de paso emplear como losa, el mármol de la mesa en la que estaba don Pablo.

     Con los años, llegaron tiempos difíciles y doña Rosa no pudo afrontar las reformas que su Café demandaba desde hacía mucho tiempo. Pero entonces recordó a don Pablo y decidió que las nuevas mesas del Café serían viejas lápidas de cementerio.




 Por otro lado, mañana día 12 de enero, a las 19:30, se presentarán los poemarios Estar (Rafael Luna) y El camino de tu nombre (Miguel Ángel Yusta). Estos dos poemarios publicados por Quadrivium serán presentados por los autores, y por los escritores Fernando Sarría y Antón Castro. El acto se celebrará en el Ámbito Cultural de El Corte Inglés, (Pº Independencia, 11) en Zaragoza

El camino de tu nombre (Miguel Ángel Yusta Ed. Quadrivium)
Estar (Rafael Luna Ed. Quadrivium)

El día 14 de enero, sábado, Luis Larrodera presentará en Madrid Uni-versos para Somalia en un acto solidario que se celebrará en la Sala Clover (C/ Marroquina 38-40; Metro Vinateros) y en los que participarán varios poetas incluidos en el libro y los músicos Ángel Petisme, Pablo Sciuto, Fernando Prieto, Aruna y Zarápolis con alguno más por confirmar.

Nos vemos!
Uni...versos para Somalia





sábado, 8 de enero de 2011

Coleccionando poemas


El escritor y presentador Antón Castro me pidió anoche que le enviara tres poemas que hoy, muy amablemente, ha publicado en su blog, aquí. Los poemas se titulan "Viejo amor frente a frente", "Recuerdos de Exposición" y "Ángeles de ciudad". Todos pertenecen a un compendio titulado "En busca del tiempo" al que también pertenece el siguiente tiutlado "Sueño repetido" y dedicado al poema de Ángel González "Último sueño" del libro "Deixis en fantasma" (1992).

Sueño repetido

“Como todos los poemas comenzaron
allí donde terminaban tus pupilas
Como cada verso nació de ti,
en tu universo.
Ahora que repaso el último sueño
de un Ángel muy González,
mientras vigilo la noche
y recuento tejados,
recuerdo, no sé por qué,
una madrugada lejana
de hace muchas estrellas

Allí cuando la ciudad terminaba
mucho antes de donde hoy termina
bajo una sucia escalera,
o suerte de paso a nivel,
y junto a un absurdo hotel
de luz poco sincera,
cada noche yo aguardaba tu llegada

Esperaba que fueras liberada
de las garras de un ser cruel
y acudieras a mí, a mis brazos,
con sus huellas marcadas
en toda tu piel
Esperaba y, fíjate, me daba igual
besar la lengua
que anduvo ya en otra boca
Esperaba y daba igual
que la lluvia ocultara la luna
tantas veces ofrecida
o empapara mi autoestima
tantas veces destruida

El caso es que el tiempo ha pasado
y al final, ni uno ni otro,
pero yo siempre derrotado
Sin embargo nunca olvidaré ese día (esos años)
por doloroso, por imborrable,
o por amor
Pero algo quedó para siempre
prendido en ti
a las afueras de la ciudad
-entre mis poemas-
y yo hasta el final,
tan cierto como la muerte, 
lo arrastraré.”

Fotografía de Adolph B. Rice

domingo, 2 de mayo de 2010

Calle Alfonso


“Sí, yo también me he enamorado de ella.
Sólo tienes que habitarla, dejarte llevar una noche
por la embriagadora luz de esas farolas que abrazan
con sus brazos amores ausentes
Sólo tienes que pasearla, caminarla arriba y abajo
sin propósito impaciente, ni deseo urgente
Así yo también caí bajo su influjo

Sin dudarlo, ella es la más bella
de cuantas calles antiguas he visitado
la más gloriosa de las que surcan esta ciudad discreta.
¿Cuál será el embrujo que me atrae tanto a ti?
Sin remedio todos mis paseos acaban aquí.
Los paseos meditabundos, los caminos hollados en mi mente
pasajes de mi vida que se esfuerzan por terminar
y que sólo consiguen sentarse a esperar en un bar
cercano a la plaza del Pilar

¿Qué será lo que me lleva siempre hasta ti?
¿Ese nimbo de las noches con niebla
que me sumerge en un limbo de tristeza y desamor?
¿El inevitable sabor añejo de sus Cafés, sus plazas, sus rincones
y los músicos ambulantes y sus rumores deambulando por su dolor?
Quizás me atrae el poeta que camina con sus musas, solitario,
ese que busca el mar en las orillas del Ebro
y cuenta un crimen que ocurrió en la Plaza Sas
Tus balcones afrancesados, tus casas antiguas, tu gente caminando
o esas tiendas que ya estaban allí cuando caminaban mis antepasados.
No sé lo que es, pero estoy enamorado de ti
mi vieja y siempre eterna calle Alfonso.
Sólo pido que mi final pasee de puntillas por tu calle
una vez más... antes de sumergirme en el río negro.”


Éste es un poema que dedico a la calle Alfonso. Los versos "Quizás me atrae el poeta que camina con sus musas, solitario,
ese que busca el mar en las orillas del Ebro
y cuenta un crimen que ocurrió en la Plaza Sas"
van dedicados al poema ‘El retratista y la calle del Crimen’ del poemario "Vivir del aire" del poeta Antón Castro. En su blog también ha incluido mi poema dedicado a la Calle Alfonso. Desde aquí mi agradecimiento.