Mostrando entradas con la etiqueta pintura. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta pintura. Mostrar todas las entradas

sábado, 17 de diciembre de 2011

Antonio López en Bilbao



Tanto "Madrid desde Torres blancas" como "Madrid Sur" ofrecen una visión insólita de la ciudad

Antonio López, nacido en Tomelloso (Ciudad Real. 1936) ha creado durante su trayectoria una obra atemporal, centrada en la representación realista de los seres, los objetos y el paisaje urbano que le rodea con gran maestría y casi siempre, prescindiendo del boceto. Pero el realismo de Antonio no es el del mundo real, si no el de un universo propio, llegando desde su experiencia, ofreciendo una realidad alternativa y en numerosas ocasiones injusta, alejándose de la realidad convencional, como muestra en estas dos visiones de Madrid que encabezan la entrada. Incluso su conocida Gran Vía es más cercana a la ciudad dormida que el fotógrafo Christopher Thomas nos ofrece sobre Nueva York, que a la avenida convencional, repleta de esa muchedumbre consumista a la que ya estamos demasiado acostumbrados y de la que alguna vez también hemos formado parte. La ciudad es un paisaje sufriente y Antonio López sobrevuela por encima como un demonio o un ángel que quiere dejar atrás el pasado, bueno o malo, para redescubrir otro tipo de realidad donde todavía quedan ideas para inventar. Su particular uso de la luz, su elaboración meditada (pinturas que solo tras diez años de trabajo están terminadas o algunas, incluso, que nunca lo estarán) o sus perfectas esculturas en bronce y tallas de madera realizadas tan solo como apoyo al dibujo, nos revelan que efectivamente estamos ante uno de los últimos genios del arte contemporáneo.

Una exposición que repasa la selección de algunos de sus trabajos, 130 en total, se puede contemplar en el Museo de Bellas Artes de Bilbao (Museo Plaza, 2) , hasta el 22 de enero. Completa la exposición la escultura en bronce Carmen despierta situada en la mismísima Gran Vía de Bilbao.  Esperemos que esta muestra, que se puso en marcha hace unos meses en el Reina Sofía de Madrid, podamos disfrutarla también en otras partes de España.
Atocha
Carmen despierta
Como Kinezoe mantiene es su blog la sección Este cuadro me suena y a mí no se me ha ocurrido ninguna canción para incluir en esta entrada, desde aquí le invito a dotar de música uno de los cuadros que aparecen de Antonio López.

martes, 15 de noviembre de 2011

Entrega de premios "Raíces de papel" 2011


El próximo viernes 18 de noviembre, a las 18:30 en la Cultural Telefónica de Madrid (Plaza Cristino Martos) se entregarán los premios literarios otorgados por la plataforma cultural Raíces de papel y se presentará la Antología poética Raíces de papel (Ed. Cardeñoso 2011) reseñada aquí en el diario Hoy por Manuel Pellecín, miembro de la Real Academia de Extremadura.Se presentarán los libros Deseos humanos (Ed. Cardeñoso 2011), microrrelatos de cine y Por el envés del tiempo (Ed. Cardeñoso 2011) de Raquel Vázquez, ganadora del primer premio de poesía.


Agradezco a Juan Calderón Matador y a Javier Bueno su constante promoción de la creación literaria tanto con estos premios como con la revista digital en la que tengo el placer de participar. También agradezco al jurado que hayan elegido mi relato Deseos humanos como el ganador del II Certamen de Microrrelatos de cine Arvikis-Dragonfly 2011. Este relato quiero compartirlo con todos vosotros, cinéfilos:

Deseos humanos

Don Ambrosio Vidal Romero, natural de Madrid, es un señor mayor siempre vestido con traje gris que, en el metro, cede su asiento a las señoras porque es todo un caballero. Cada mañana toma un cafelito en Vergara y cada tarde una copita en el Gijón, antes de quedar con su amada Gloria. Después, cuenta la gente, que se le ve deambular siempre por las mismas calles, en soledad, y que termina sentándose todos los días en un banco frente al antiguo cine Salamanca, hoy desaparecido.


Su amigo Pedro, cansado de murmuraciones, se dispuso a hablar con él. Ambrosio insistió en que Gloria, más tarde o más temprano, habría de acudir a la cita, pues hacía ya unos años que habían quedado en verse allí todas las tardes.


Pasados unos meses don Ambrosio murió pero, un día después de su fallecimiento, Pedro recibió una carta suya. En su interior había un poema de amor dedicado a Gloria, un antiguo ticket del cine Salamanca para ver la película Deseos humanos y na foto dedicada de la actriz Gloria Grahame.


Pedro sonrió melancólico, levantó la vista al cielo y exclamó: Amigo, ahora debes estar en la Gloria.

*********

En el libro Deseos humanos, que se podrá adquirir el día 18 al igual que Por el envés del tiempo y la Antología poética Raíces de papel, en la presentación, consta de 51 relatos breves cinéfilos seleccionados para publicación, entre los que se encuentra mi amigo Roberto Malo con su relato ¿El futuro está en 3D?. La portada de Deseos humanos cuenta con la participación de Antonio Callau y su retrato de Gloria Grahame:
Retrato a lápiz de Gloria Grahame (Autor: Antonio Callau)

domingo, 13 de noviembre de 2011

Almost blue

Mujer en un tren (Edward Hopper. 1938)

Almost blue (Chet Baker)


Bajo esta penumbra
de días inciertos
y escarchas malditas
pareces una mujer abandonada,
retratada por Edward Hopper,
un borrador arrojado
en el cubo de la basura.

Bajo esta mirada
de estrellas lascivas,
como poetas,
como rimas prohibidas,
eres una santa a la intemperie,
una virgen sin hornacina;
el rumor de alcantarilla
entre cuatro paredes lejanas,
demasiado viejas,
donde se descuelgan las horas,
casi despeñadas,
al ritmo insultante de los silencios.

La vida se difumina
en torno a tu sombra
con la humareda de aquella última llamada
desvanecida en un beso que llegó, ciertamente,
pero quizá, demasiado tarde.
Hoy, frente a mí,
eres un paisaje asombroso
de despedidas y espejos
en los que no quisiste reflejarte
y bajo este último ocaso
que salpica una sangre trémula
sobre tu mirada
preguntas dónde está el arco
que complete tu iris más nublado
donde se consume la hoguera
del fuego que solo avivan las sombras.

lunes, 17 de octubre de 2011

"El sueño de la razón produce monstruos" (Francisco de Goya y Lucientes)

Grabado de Francisco Goya

La pesadilla es la realidad.


Yo que siempre intenté unir
la fantasía con la razón,
encuentro ahora en el camino unos monstruos
que me indican la dirección
hacia el lugar y la época
donde todo es irremediablemente una estafa.


Estafa, como el café de máquina
a las siete de la mañana;
o tu voz, desde las sábanas,
a medianoche.
Estafa, el amor de neón;
el abrazo del vino,
el que proclama igualdad
desde ropas hiladas de oro
y pedestal de mármol.
Estafa es la cuna mecida 
por niñeras de alquiler,
la caricia en un mensaje de texto
o esa luna diluida y sucia
en el charco del asfalto.


Afortunadamente, esta mañana desperté
ante un mundo de cartón
y el claro presagio
de una torrencial lluvia inminente

jueves, 6 de octubre de 2011

Grito

El grito (Edward Munch. 1893)

Vomitado de las calles
y expulsado de la suave espuma
que náusea la noche,
lanzo ese grito ondulante,
con las manos en mis oídos,
sólo para no escuchar
la risa que cada esquina
me estalla en el rostro.


Son ya demasiadas
las barras habitadas
o las huellas como alcantarillas
levantadas sobre mi piel.
Son ya demasiadas madrugadas
para recordar olvidar
que una noche,
como si fuera otra vida,
tú fuiste Eros
abrazando a Thánatos
sobre nuestros cuerpos.


Es importante gritar, está claro. Un grito largo, agudo, potente como una protesta. Pero, ahora, ¿quién grita más fuerte?

The Wall, del fluído rosa



Parodia de los Simpsons

jueves, 25 de agosto de 2011

Inventando nuevos relojes


Esta mañana, al despertar,
se detuvo el reloj.
Las saetas son fósiles
que ya no marcan
el ritmo del mundo.


Ahora todos somos
un abismo insalvable,
la grieta abierta en el infierno,
miles de caracolas surcando
los cielos teñidos de sangre.
Solo nosotros hemos herido las nubes
y hemos vertido el veneno en el viento
Dejemos ahora este sucio invento,
en este instante congelado
y bajemos todas las armas.


Tal parece que es hora ya
de emigrar, fuera de nosotros mismos,
tal parece, cuando se ha detenido el reloj,
que ya es hora
de mirar atrás
y contemplar los horrores del mundo,
cara a cara,
para no repetirlos nunca.


Valorado desde la quietud estática,
este desierto,
se descubre lleno de arena
para construir nuevos relojes.
Salvador Dalí

AÑADIDO:
Quiero agradecer al colectivo Tirarse al folio por publicar recientemente este poema dedicado a la ciudad de Toledo, donde pasé mis últimas vacaciones.


miércoles, 10 de agosto de 2011

En el Café Van Gogh


El presente es una luz macilenta
que acaricia, a veces,
esta pequeña mala imitación
de lo que la vida debiera ser
y quizá, solo quizá, una vez fue.


Desde el Café Van Gogh,
a la luz de bombillas estrella
que se amplifican
buscando una noche en Arlés,
escribo versos simplificados
o (desengáñate)
proyectos vagamente poéticos,
y solo soy un cronopio más,
sin famas ni esperanzas, cansado de no estar cansado.


Pero la luz sigue borracha
en este local de nombre extravagante
y giralunas marchitos.
El mundo se estrangula
a sí mismo en el siglo 21,
cansado ya de reescribir
y buscar soluciones donde nunca las habrá.

El mundo, yace de insomnio
despierto a las dos de la mañana
mientras yo sigo buscando en un verso
la imitación perfecta, la farsa,
desde la penumbra del Café Van Gogh
donde, una vez más, todo es mentira.

Para terminar como es debido y ponerle una adecuada banda sonora a esta noche de agosto: Oh, you crazy moon (Frank Sinatra):

martes, 12 de julio de 2011

Arquitectura natural, un poema a una pintura y otro a la madrugada

Trazando las líneas definidas
de un amor completo,
lleno de color,
pleno en contorno,
siempre y de manera irremediable
se reduce, al final,
el dibujo en bosquejo,
cuando implacables surgen
los límites del lienzo.

Allí donde, fuera del marco,
gana la naturaleza el paisaje urbano,
ante los ojos atónitos del pintor
y se adentra en la ruina;
allí donde el sol irrumpe
por un tejado desquebrajado,
donde hiende el dolor
existe la luz.

De un beso marchito
se guarda el silencio
y de ese silencio
renace la vida.


Arquitectura natural, de Javier Peribáñez Suñén
 En el Café Easo, (C/ San Vicente de Paúl, 4) se expone la obra pictórica de Javier Peribáñez Suñén hasta el día 30 de julio.





Preludio del sueño


Cuando la ciudad
ha logrado zafarse de la noche
y del día,
hacia ninguna parte
o ese limbo que es la madrugada,
la luna es medio limón pálido
aterido y reposado
en el último tejado
que ha podido descifrar
el alma en vigilia


Los pequeños últimos suspiros
del mundo, cuando todo está en calma,
es la canción de cuna
para un hombre que trasnocha
por esperar lo que ignora.


Quizá esa persiana vencida por el sueño
o ese neón que deja de iluminar, de repente, 
la avenida de los coches sin garaje.
Quizá unas voces, unas risas
o el sonido de una riña lejana,
quizá un vaso
que estalla contra el suelo.


Todo es el conjunto y la armonía
de una orquesta que interpreta
esa suave canción
que es el preludio de un sueño.

sábado, 11 de junio de 2011

Rimas clásicas: Soneto, coplas y Castellón...

Pintura de Antoine Blanchard
 Flor nocturna


Un café gris pálido, confundido
con el cielo que cubre esta ciudad
y una copa sombría y un tupido
bosque nocturno, mundo sin piedad.


He buscado en un infierno, aturdido,
la más clara luz, brillante verdad
y he caído al barro y me he hundido
salpicado por la realidad.


Mi flor nace esta noche en Place Pigalle
como yo vine al mundo, sin pudor.
Llega del lodo, parto sin dolor.


Como yo esta noche, hambrienta de amor
olvidará aquel antiguo temor
y viviremos cerca del final.

Mouline Rogue por Antoine Blanchard

El pasado domingo el autor Miguel Ángel Yusta publicó en la sección Rincón de coplas del Heraldo de Aragón una de mis coplas acompañada por una emotiva reseña que agradezco y quiero mostrar hoy aquí:





Para acompañar a este artículo, unas nuevas coplas:


"Besos ardiendo en el cielo
de una pasión ya remota
es tu piel atardecida
son estos versos de jota"

"Suena siempre en San Miguel
la campana a los perdidos
pero es que yo siempre escucho
rumor de amores heridos"


"Por la ribera del Ebro
se oye una triste canción.
Ya se detiene este río
para rimarte su adiós"


Y para terminar, viaje fugaz a Castellón:

El pasado jueves estuve en Castellón con motivo de la presentación del libro Quizá mañana (Ed. Boreal 2011). En él se incluyen los 26 poemas finalistas del I Premio Internacional de Poesía "Mariano Sorribas" organizado por Ágora entre los cuales tengo el honor de estar presente con el poema Fin del tiempo que escribo a continuación:

Todos los versos
y cada poema que diseñe en esta noche
llegan ya demasiado tarde.

Cuando todos los andenes despoblados
me hablaban de ti,
tan solo restaba
un cuarto de saeta
para el abismo y el olvido.

Hoy que ya he traspasado
todos los relojes,
escribo desde las tinieblas de tu lejanía
a un tren de cercanías polvoriento
y a tu vacío asiento de al lado.

En Castellón tuve el placer de conocer al autor ganador del Certamen, Pascual Casañ Muñoz, así como a los autores M° Jesús Zapater Muñoz y Marcos Yáñez Velasco

lunes, 21 de febrero de 2011

Relato breve: "El hombre sentado"

EL HOMBRE SENTADO
Estatua de "El hombre sentado" admirando la Torre Nueva de Zaragoza, hoy desaparecida

 No había podido pegar ojo en toda la noche. Todo el tiempo estuve pensando en ella, imaginándola en brazos de otro hombre. Creo que todo empezó recordándola en mis sueños pero hoy su ausencia es tan cruel que ya no me deja ni soñar. Solo tengo que pisar la calle para recordarla, en cada esquina compartida, en cada semáforo con beso incluido, en cada banco del parque. Ella está en cada rincón de esta ciudad y a la vez, demasiado lejos de aquí. 
Pintura de Pablo Gonzalvo de la Torre Nueva hoy desaparecida en Zaragoza
 Después de cruzar la madrugada en vela, decidí bajar a la calle para desayunar en una taberna irlandesa que acababan de inaugurar justo al lado de mi casa. Tras el café, para despejarme, salí a dar un paseo tan largo que la tarde se abalanzó sobre mí sin llegar a darme cuenta. Era una de esas tardes grises de diciembre en las que anochece tan pronto que toda la ciudad parece mimetizarse contigo, en una actitud osadamente camaleónica.  Mis pasos, más o menos certeros, me llevaron hasta un lugar conocido como Plaza de la Torre Nueva donde se eleva la iglesia de San Felipe y a su lado, un monumento a una torre hoy ya inexistente. En su lugar se colocó la figura de un hombre sentado en el suelo, que admira el hueco donde debía estar la torre. Esta figura sedente siempre me ha recordado a mí mismo porque lo único que hace es soñar y admirar el pasado, lo que ya no puede tener. Cuando hoy, de nuevo, me he encontrado en esta plaza he podido comprobar que un viejo camión de reparto se interponía entre el hombre sentado y su objetivo imaginario. Después de esta imagen tan desalentadora fui a cenar algo en uno de esos maravillosos establecimientos de la cercana calle Méndez Núñez. 

Al terminar, volví a la plaza para comprobar que, efectivamente, el camión seguía ahí pero el hombre sentado había desaparecido. Así de triste es esta ciudad al anochecer, pues hasta una estatua puede dejar atrás el pasado, antes que un hombre de carne y hueso. Así de triste es esta ciudad de la que, sin embargo, estoy enamorado porque sé que mis pasos, más o menos desafortunados, caminarán eternamente sus grises calles de trémulos recuerdos.

FIN
Inscripción actual en el suelo de la Plaza San Felipe


 Todas las fotografías que ilustran este breve relato son de Amaya

Hace poco tiempo también dediqué una entrada a esta figura aquí.


Relato publicado en Jazzmen (Cartonerita Niña Bonita. 2011)

lunes, 31 de enero de 2011

Virgen sobre luna


Virgen sobre luna


A veces pareces tan pura
que mereces descansar
sobre un nimbo de luna
medio arco celestial
A veces tienes tanta luz
que mis noches guardan sombras


A veces eres inocente
como nube blanca entre lobos grises
y eres cierta, muy cierta
tan cierta como la muerte


Pero hay veces en que 
desvelas tu engaño
y te revelas como esa parte del infierno
que tanto adoro
Eres el jardín de las delicias,
de mis delicias, 
en la mano diestra
el fuego donde cualquier hombre
se quiere consumir.

Para terminar y en memoria de John Barry, quien nos dejó el día 30 por un ataque al corazón, una de sus obras maestras: el tema principal de "Out of Africa". En este caso John Barry dirige al inimitable violín de Itzhak Perlman:

domingo, 30 de enero de 2011

Arte para una década: Begoña Maza Martínez expone en la sala de Caja Duero

BEGOÑA MAZA MARTÍNEZ. LA VIDRIERA (162 x 130)
Begoña Maza Martínez nació en Zaragoza (1970) y desde muy temprano adquirió interés por el dibujo. Su formación fue autodidacta y experimental, mientras que su trayectoria artística ha sido muy variada (Autocad, Diseño gráfico, decoración, fotografía, ceramista etc.) En el año 2004 diseñó su propia página web (http://www.bmaza.com/) que pueden visitar también para conocer su obra. A lo largo de sus quince años como profesional ha participado en once exposiciones colectivas y ocho individuales. Entre 2009 y 2010 Begoña ha trabajado intensamente también en la rehabilitación de muebles antiguos.
En la actual exposición que se muestra en Caja Duero (Plaza Aragón, 5; entrada por Pº Constitución) podemos visitar la última colección de Begoña titulada “Arte para una década”, de pintura abstracta. En ella destaca la reutilización de materiales variados (papel, madera, cristal, cuero etc.) que conforman la totalidad de las obras suponiendo el resultado de varios años de trabajo sobre el reciclaje en la pintura. La única fuente de inspiración de la artista es su propia imaginación y también requiere de la imaginación del propio espectador para poder sacar las conclusiones personales en cada obra en la que no tendremos suficiente con un solo visionado para advertir todo lo que se esconde en el lienzo. Su carácter es profundamente urbano, con una clara tendencia estructural mediante la cual, la artista va construyendo poco a poco su obra (como el ejemplo que ilustra la cabecera de esta entrada, la obra “La vidriera”). Tenemos obras como “La ciudad de piedra”, “Paisaje urbano”, “La basílica” o “Los sitios de Zaragoza” de carácter inconfundiblemente urbano pero también nos podemos encontrar con una particular recreación del paisaje de Los Monegros, ambientes marítimos, medievales o inconfundibles guiños históricos. Además de la citada “La ciudad de piedra” yo destacaría “Estratos de la historia”, en el que un punto central de luz roja ilumina el resto del lienzo, o “El muro” que nos ofrece visiones, profundidades y perspectivas distintas dependiendo de cuál sea nuestro punto de vista en la sala. La obra principal se titula “Locura transitoria” y es la que cierra esta entrada. En ella podemos observas las distintas edades del ser humano a través de unos rostros que se entrelazan formando uno solo, un único rostro de mujer.
BEGOÑA MAZA MARTÍNEZ. LOCURA TRANSITORIA (77 x 54)

No pierdan la oportunidad de visitar esta exposición abierta hasta el día 6 de febrero que además cuenta con la presencia de la artista quien nos puede guiar en la exposición, algo siempre digno de aprovechar y agradecer.

 Horario exposición:  De lunes a sábado de 18:00 a 21:00 h.
 Domingos y festivos de 11:00 a 14:00 h.

domingo, 2 de enero de 2011

De vuelta a Zaragoza y bienvenida al 2011

Como indica el título de esta entrada, la primera del año nuevo 2011, ya estoy de vuelta por completo al mundo de los blogs y con las pilas bien cargaditas. Las vacaciones en Madrid fueron espléndidas y muy reparadoras. Podría decir muchas cosas de esa magnífica ciudad pero simplemente me dedicaré a aconsejarles que, algún año, pasen unas navidades por allí. Gracias a mis amigos Javier y a Juan, de Raíces de papel, pudimos conocer mucho mejor las calles de la parte antigua, la historia de los edificios y dar una vuelta muy interesante por el impresionante Madrid de los austrias. Además por la tarde tuve la oportunidad de conocer a Pilar y a Cruz del colectivo Tirarse al folio. La oferta cultural que ofreció estos días Madrid fue realmente apabullante. Nunca había visitado antes El Prado. Además de detenerme en la exposición temporal de Renoir
tuve la oportunidad de contemplar las mejores obras de Goya, Velázquez, Murillo, El Greco y una de mis eternas debilidades, "El jardín de las delicias" de El Bosco.
Por si esto fuera poco, que no lo es, visité al día siguiente el Museo Reina Sofía donde por primera vez pude contemplar obras cinematográficas expuestas en un museo, una idea que alabo y que espero que se ponga de moda en la mayoría de las galerías de arte. Allí se pueden ver "La concha y el reverendo" de Germaine Dulac, "Danza sinuosa", "Partida de cartas" y "Salida de la fábrica" de Lumiere y algunos cortos de Chaplin y Buster Keaton. Además, precediendo al Guernica de Picasso, hay una sala donde se proyecta "La edad de oro" de Buñuel después de un exhaustivo repaso por esa triada tan especial que formaron el cineasta aragonés junto a Federico García Lorca y Salvador Dalí.
Pero no acabó ahí la cosa pues al día siguiente, además de acudir a la Casa-Museo del Romanticismo, visité una exposición de entrada libre que la fundación Mapfre titula "Made in USA" y donde se puede tener el placer de admirar "Domingo" y "Llegando a una ciudad" de Edward Hopper que es el primer cuadro que encabeza este texto. También es destacable la obra "Poder" de Edward Bruce,
el "Blue Café" de Stuart Davis y la exposición fotográfica de John Gutmann. Por lo demás, paseos interminables donde siempre estaban presentes la calle Alcalá o Gran Vía, como una señal a la que volver, luces de neón parpadeantes, cafés, copas y recital poético incluido en "Los diablos azules" (El bar de la esposa de Sabina, Jimena) y algún escarceo siempre relajante por El Retiro. Es una pena que el Chicote ya no sea el mismo que visitaba Frank Sinatra pero aún nos queda "la generación del cubo de la basura", presidida por Hopper, para seguir confiando que esos tiempo, en algún sitio, resisten a los cambios. El siguiente poema está dedicado a Madrid, a las pinturas de Edward Hopper, Edward Bruce, Stuart Davis y la fotografía de John Gutmann. Aderezado todo por mi lectura de estos días, el más que recomendable libro de Benjamín Prado "Romper una canción", que te empapa como un poco de ginebra salpicando a un martini blanco.

Edward Hopper y Gran Vía

“Otra vez a perderme por Madrid
en Sol, otra vez, al mediodía
Me fugo por los rincones
si la luna me obedece
y me ayuda a hurgar en tu melodía

Quisiera ser el pintor del Blue Café
acompañarte, quizá, en tu travesía
Me deslizo en las alcantarillas
y me cuelo por las rendijas
en busca del tiempo que me debías

Quisiera ser el eterno aprendiz
en la escuela del cubo de la basura
Emborracharme en Hopper’s Bar
contemplar allí tu aurora
y escapar, por si aún me reconocías

Tal vez, aprender a dibujar
esta ciudad diluida en la madrugada
Intentar comprender
que por huir de la realidad
la gente aquí siempre viaja bajo tierra

Quiero ser Edward Hopper en Gran Vía
ese día en que se inventó la noche
en la que fui un tranvía
que al final te besaba
(al final de la avenida)
bajo las aves de neón
y los nocturnos avisos de alegría

Quiero ser él
y dibujarme en un bar
a las tres de la mañana
donde solo se pinte tu recuerdo
con el color del olvido
cuando al fin se haya roto nuestra canción.”


FELIZ AÑO 2011 A TODOS

PD: Es muy curioso pero, buceando en este blog, he encontrado que al darle la bienvenida el año pasado al 2010 también publiqué una entrada dedicada a Edward Hopper aqui.

jueves, 16 de diciembre de 2010

El hombre que odiaba los espejos (Relato breve) + un poema

Ciertamente los espejos son criminales y exactamente esto es lo que estaba pensando Javier al pasar por uno de esos escaparates que mostraban todo aquello que nunca podría comprar. Javier odiaba su reflejo porque en él veía todos sus fallos, todas sus mediocridades. Siempre que había tenido una ilusión en su vida, a la vuelta de la esquina, esperaba incondicional la bofetada del fracaso; cada vez que algo de luz había iluminado su oscura existencia, algún suceso irreparable volvía a velar la débil bombilla.

Con las manos en los bolsillos y la mirada perdida en esa tarde, como en un tren que no cesa, Javier caminaba sin rumbo bajo la lluvia hasta que, en la calle que habitaba, vio anunciada un nueva exposición del Museo de Arte Contemporáneo. Javier era pintor en sus ratos libres y aunque nunca había vendido un cuadro siempre que podía acudía a exposiciones y eventos relacionados con la pintura. La de aquella tarde comenzaba con unos retratos y unos paisajes urbanos hiperrrealistas pero fue al final del recorrido marcado donde se encontraba la obra que, sin duda, mas impactó a Javier. En ella se escenificaba con trazos magistrales el atardecer sobre un mar en calma. En aquella marina se apreciaban las mil tonalidades del ocaso mientras el sol aún destacaba como una bola naranja sobre un océano que reflejaba el cielo incendiado. Javier estaba encantado y emocionado porque, en su contemplación, recuperó su infancia, su pueblo natal; por unos instantes volvió a escuchar el eco del mar al retirarse y pudo percibir el suave aroma a salitre que tanto echaba de menos en el interior. Mientras nuestro amigo recuperaba en aquel lienzo su tierno pasado, el sol dibujó el resto de su arco hasta esconderse tras el mar. El cielo se apagó en suave degradación y con él se mezclaron las aguas de un negro mar caótico que ya no se pudo distinguir del resto del dibujo. Javier, ante un lienzo en negro, musitó: “Ciertamente los espejos son criminales”.


THE END



A continuación, un poema dedicado a una pintura de Antonio Callau que bien podría concordar con el relato anterior:

Acaso el ocaso

“Acaso el ocaso
me llama al cielo raso
Acaso el ocaso
para este ave de paso

Si ya no tiene caso
despistar al fracaso
si acaso repaso
mi horizonte tan laso
y arraso al mar
en un vaso, de lágrimas escaso,
vertidas por un error tan craso

Si acaso el ocaso
me abate al cielo raso
y este ave dio al fin
su último paso.”

jueves, 14 de octubre de 2010

A la pintura de un sueño eterno (poema y pintura)


"A la pintura de un sueño eterno"

"En las primeras horas de la madrugada
una figura deambula entre las sombras
se confunde y tambalea
por los soportales de su memoria
Él mismo es una sombra, oscura y bohemia
viviendo el pasado en un presente de dolor

Ataviado con su abrigo y su sempiterno sombrero
mientras todo el planeta duerme
él escarba en la noche en vela
un lugar donde calmar su pasión 
con lágrimas invisibles y algo de alcohol

La calle se alarga y  se estrecha
se difumina al final
en una niebla confundida
con esa historia que nunca terminó
y un precipicio 
al que una vez se asomó

Una pequeña luz intermedia
ofrece una pequeña opción
para alargar su agonía
pero la elección
 no es sencilla
y ya es tarde para una solución:

El camino está marcado
por las últimas farolas encendidas"







Recientemente he leído el poemario "Mirar al arte en clave de poesía" de Juan Calderón Matador. En este libro nos encontramos unos poemas estupendos y muy visulaes dedicados a obras pictóricas y escultóricas escogidas por el autor. El prólogo del libro es de Javier Bueno quien también participa con unos versos dedicados a una obra pintórica del propio Juan Calderón. Recomiendo a todos los usuarios o iniciados en la poesía a leer este poemario. Confieso que este libro me inspiró la idea de dedicar unos versos al cuadro que, durante más de un año, ocupó la cabecera de este blog, que se titula "one for my baby" y que es obra de mi tío, el pintor Antonio Callau. Recientemente Antonio expone unas obras en la Galería de Arte de la Calle Pedro María Ric, en Zaragoza. Aquí les dejo una muestra de un paisaje urbano: "La catedral de Jaca"




martes, 20 de julio de 2010

Noche mágica y advertencia


Alejándonos del río, adentrándonos en la ciudad
próximos a la plaza afrancesada
bajo un cielo de luceros como los que pintaba el holandés
tú y yo anduvimos en busca de tabernas incendiadas
para exprimir hasta el final
el fruto nocturno del verano.
Bajo una gran luna de julio
entramos al primer bar que nos guiñó
Allí, un camarero encendía pequeñas velas
que flotaban en una copa rebosante
de licor rojo y transparente
Allí, seguramente esperaba una cita
que no terminaba de llegar
sirviendo copas a su ausencia
preparándolas cuidadosamente, de manera paciente.
Las luces menguaron y las estrellas se escondieron
para multiplicarse después
en la profundidad de tu mirada
al tenue ritmo de “Summertime”
La noche es un péndulo que se sostiene eterno
en estos días en que el sol abrasa nuestras vidas
La noche es el descanso, el alivio
de un peregrino que va buscando sus sueños diurnos

Esta noche, como otras,
terminó en la Plaza de San Miguel
cuando la terraza de la Place du Forum, en Arlés,
ya había recogido sus mesas
cuando en tus ojos ya había replegado velas
toda una flota de tripulantes vencidos por el sueño

Buenas noches, marinera en tierra

De camino a casa
barajé la idea de entrar a un par de sitios
que alargaban su hora de cierre
pero ¿qué sentido tiene esta madrugada sin tu compañía?
¿qué sentido tiene nada sin tí?
Así, seguí caminando con una música en mis oídos
que me hablaba de todo lo eterno
que en tí había encontrado
De repente, sin previo aviso, la farola que iluminaba mi camino
se apagó justo encima de mi cabeza
Todo lo que quedó fue un absurdo recuerdo rojo
que se fue esfumando poco a poco
En ese instante escuché ladrar
un horizonte entero de perros salvajes

Probablemente fue sólo un pequeño fallo en el fluido eléctrico
Pero para mí es la clara advertencia
de que los amores eternos duran, a penas, un segundo
después sólo quedan brasas, humo, nieblas…
el recuerdo que no te deja vivir
Por eso, aunque ahora estés durmiendo, he de decirte
que debemos aprovechar las noches como ésta
en que el mundo se nos viste de gala
Pues no sabemos cuándo se va a fundir
la bombilla que ilumina nuestro camino
no sabemos cuándo la vida nos la va a jugar
convertida en arena que, entre los dedos, lucha por escapar.


Ella Fitzgerald: "Summertime" (1968)

viernes, 9 de julio de 2010

La sonrisa que se esfumó (Relato breve)

La madrugada se extendía larga e interminable. La luz del neón que anunciaba con su vulgar zumbido “The white horse” volvió a apagarse a la hora que empiezan a desvanecerse las estrellas y Andrés se volvió a ocultar detrás de los coches, esperando que saliera su novia. Andrés tenía que ocultarse todas las noches, pues al jefe no le gustaba que su mejor chica hiciera horas extras gratis, fuera del trabajo. Pero esa madrugada parecía no querer convertirse en día, algo diferente flotaba en el ambiente. En efecto, su chica salió con el semblante triste y cansado de todos los días. Cuando hubo caminado una distancia prudente, apartada del club, Andrés salió a su encuentro. Pero esta vez el encuentro fue diferente. La chica miró fijamente a Andrés y dijo que esa era la última noche; alegó que se sentía fatal por hacerle pasar al hombre que más quería estas calamidades y que, por otra parte, nunca podría dejar ese trabajo. Así, el destino obligó a Andrés a dejar atrás un amargo pasado y a escapar de su ciudad natal lo más lejos posible.

Nuestro amigo Andrés se encaminó a una ciudad lejana y gris con la idea de buscar una nueva aventura pero, al llegar, la aventura le encontró a él. Fue una pesada tarde de julio en la que nuestro amigo, cansado de caminar, hizo una parada en una grande y vieja casa. Al entrar en ella contempló con admiración todos sus lujos, sus luces, su magnitud y sintió mucho miedo por creer que no estaba a la altura de todo aquello. Pero justo cuando estaba a punto de abandonarla le ocurrió algo que ni siquiera hubiera podido soñar. Entre la muchedumbre divisó a una mujer tan especial que creyó no haber visto nunca nada igual. Su mirada parecía encerrar muchos de aquellos sueños que la vida le había obligado a abandonar y su sonrisa era tan breve que, tras unos segundos de contemplarla, parecía esfumarse por completo de su rostro sin haber dejado huella en él. Andrés se enamoró por completo pues, si la sonrisa no había dejado huella en el rostro de la mujer sí lo había hecho en su corazón. Decidió aguardar a que la muchedumbre se fuera dispersando para poder presentarse a aquella chica que, por otro lado, parecía la más famosa del lugar. Al final, cuando la casa estaba a punto de cerrar, se pudo acercar a ella pero lo único que pudo hacer al contemplarla de cerca fue pedirle que nunca dejara de sonreír. Andrés se sintió fatal por no ser el primero en haberla visitado aquél día. Él quería ser el primero y no aguardar a que el local cerrara para poder verla a solas. La experiencia de su pasado le sugería que ese no era un bonito plan. Así que nuestro enamorado decidió dormir en los jardines de la casa para, la mañana siguiente, ser el primero en visitar a su musa. El frío nocturno de julio no existía pero sí el pegajoso calor que el gran río desprendía en la madrugada. Una vez renacido el sol, las piedras de la ciudad cobraron vida y las quimeras parecían hacerse realidad. Poco a poco se comenzó a observar movimiento dentro de la casa. Mirando hacia la habitación de la muchacha vio cómo se encendía la primera luz de la mañana. Pronto abrieron las puertas y él fue el primero, al fin, en entrar a su alcoba. A partir de entonces siguió haciendo lo mismo noche tras noche, tras noche, tras noche… hasta que al final comprendió que aquella sonrisa seguía esfumándose siempre del rostro de la mujer, por mucho amor que él le diera. El tiempo pasó y la resaca duró años. Hoy Andrés sólo recuerda que aquella musa de sonrisa esfumada se llamaba Gioconda.



A continuación, la quimera más famosa de Notre Dame, la estirga:

Muchos las llaman gárgolas. Realmente las gárgolas son los salientes que, a ambos lados de las fachadas, están destinados a evacuar agua. Normalmente éstas también adquieren formas monstruosas. Las quimeras son simplemente esculturas de seres fantásticos que, por ejemplo, en Notre Dame adornan las partes más altas del edificio, las torres. La galería de quimeras de Notre Dame está diseñada por Viollet-le-Duc. La estirga parece contemplar maravillada los cambios que afectan a la ciudad a lo largo de los siglos.

martes, 13 de abril de 2010

Pintando la oscuridad (Versos para El Greco)



"Se cierne sobre un lienzo noche aciaga
de luna ausente y oscuro pasado
Se clava en tu corazón una daga
en recuerdo de un antiguo pecado

Una luz que a la oscuridad apaga
ilumina un rostro dramatizado
un dolor que estirado naufraga
en un cuerpo espiritualizado

La túnica ilumina la palestra
y el mal amenaza en su mano diestra
a los que le contemplan en Toledo

Así, el griego pintó su obra maestra
que algunos consideran siniestra
En ella nos dejó su alma y su credo."


Creo que fue el año pasado cuando tuve la suerte y el placer de asistir a una exposición de El Greco en el Paraninfo de la Universidad de Zaragoza. Creo que fue una de las mayores experiencias de mi vida que no olvidaré jamás, algo casi metafísico. Después intenté dedicar unos versos a su obra y, más concretamente, al cuadro titulado San Juan Evangelista que está representado con una gran túnica roja. Me llamó poderosamente la atención el cáliz que sostiene con su mano derecha ya que en su interior alberga a un dragón, símbolo del mal. El poema de cuantos escribí que más satisfecho me dejó fue este soneto que les he ofrecido. Realmente con esta exposición disfruté de la oscuridad.

martes, 17 de noviembre de 2009

Pinceladas de Jennie en un retrato otoñal



“Pinceladas de Jennie”

Ayer:

“La ciudad duerme
Solos tú y yo en el mundo
La ciudad eterna
si me hundo en lo profundo
de tus pupilas, mi eternidad
En las mías, tu luz.”

Hoy:

“Regalo me hizo la vida
que no supe aprovechar
Sangré por mortal herida
al querer recuperar
mi partida ya perdida
y no dejo de sangrar...”

Mañana:

“¿Qué es mañana?
Sin ti, no es nada
Hoy es mañana de un ayer mejor
Mañana es futuro de la palabra olvidada
mañana oscuro de la pasión ahogada.”



“Retrato otoñal”

“Pintor, sé que no puedes imitar
a pesar de que seas un artista
su sonrisa de brillante amatista
pero intenta sus labios colorear

Un lienzo de otoño puedes pintar
pues ya hace tiempo la perdí de vista
¿Cómo dibujarla sin una pista?
¿Cómo su ausencia vas a retratar?

Pinta una playa vacía de huellas
atardecer de un rincón segoviano
o un cielo difuminado de estrellas

Retrata la luz del sol sevillano
la huella del último verano
o la soledad del dolor insano

Pon luz de luna que escapa a mi mano
o fragancia de las flores más bellas
Dibuja el sonido del dulce piano

Plasma aquí la salitre de éste mar
o el brillo de sus ojos al mirar
Si pudieras todo eso expresar
a mi amor entonces podrás dibujar.”


La historia del cine se ha visto entrelazada en numerosas ocasiones con el arte de la pintura, dos expresiones artísticas que indudablemente tienen mucho en común. Sin ir más lejos, la colaboración de Hitchcock con Dalí (Spellbound, 1945) fue un inmejorable ejemplo de lo que estoy hablando. Pero adentrándonos en el cine negro podemos encontrarnos con obras maestras que giran alrededor de determinadas obras pictóricas. El primer caso que me viene a la cabeza es "Portrait of Jennie" en el que William Dieterle nos sorprende con un final donde admiramos el retrato de Jennie en technicolor, cuando el espectador ha asistido a un film en blanco y negro. Otra película es "Laura". Aquí el protagonista teniente McPherson (Dana Andrews) se enamora perdidamente de Laura mediante un retrato que cuelga de la pared. Otros dos magníficos ejemplos los expuso Fritz Lang con "Sacarlet Street" y "Woman in the window", en el que Edward G. Robinson es un artista enamorado de una mujer fatal a la que retrata. En homenaje a todas esas obras maestras del cine donde coinciden las dos formas de expresión artística he querido redactar ésta entrada y permitirme escribir esos versos. La primera imágen es el retrato de Jennie. La segunda, es el retrato de Laura. Ésta útlima imágen pertenece a "Woman in the window" y vemos a Edward G. Robinson paseando por delante de un retrato que reclama toda su atención. Para terminar con un bonito broche, la colaboración de Salvador Dalí con Alfred Hitchcock en "Spellbound" (1945), diseñando el sueño de Gregory Peck.