"El mundo tiembla a mis pies
se tambalea en el infierno
y yo creo consumirme
en las mismas cenizas de ayer
Es una concurrida estación
Todo el mundo corre
Toda la humanidad parece
convencida de querer escapar
Me empujan, me golpean
La muchedumbre me arrastra
pero permanezco inmóvil
porque está lloviendo sobre mí
está lloviendo en todo el mundo
se están empapando mis sueños
se está deshaciendo el corazón
y se rompen las promesas
Paris es un borrón
Es una lejana estación
donde poco importa el poeta
al que le arrancan la entraña
y viaja en soledad
Es una vieja estación
donde voy a perder
mi última promesa tren
sueño vagón
que nunca más
ante mis ojos pasará
Llueve
Lágrimas de tinta
Llanto de despedida
derramado desde su última carta
hasta el frío del andén
Es una fría estación
y llueve
Paris es sólo un borrón
de este ultimo renglón."
Como habrán podido comprobar hoy dedico la serie "Versos de cinema" a la eterna obra del cine clásico y concretamente a la escena que tiene lugar en la estación de Paris. Ya dediqué algunos versos a "Casablanca" en entradas anteriores que podrán ver pinchando aquí y aquí.
Casablanca (Michael Curtiz. 1942)
