sábado, 29 de mayo de 2010

El zumo de un clochard (Relato hiperbreve)

La absenta terminó con cuarenta años de malos versos escritos en servilletas de bar, rodadas por los Cafés de Paris. El policía que encontró el cuerpo del poeta muerto, rescató un viejo bloc de sus bolsillos. El policía dejó el cuerpo y triunfó como escritor.

Relato publicado en Jazzmen (Cartonerita Niña Bonita. 2011)


Aunque este relato no es precisamente esperanzador, para desintoxicar un poco quiero publicar una canción y una película que siempre vienen a mi mente cuando pienso en Paris. "Charade", tema compuesto por de Henry Mancini:

Deliciosa película que algún día comentaremos....

jueves, 27 de mayo de 2010

El reloj, no marca las horas...y un bolero


Ayer conocí a un amigo de toda la vida que encontré una noche a las diez de la mañana y que iba buscando el eco de una voz eterna que quedó grabada para siempre en su mente. Nunca había visitado Zaragoza pero, cuando lo hizo, le pregunté si había estado en mi calle favorita. Me respondió que en ella había encontrado algo que le llamaba poderosamente la atención, algo que ni yo mismo había descubierto tras veintiocho años de patear estas calles. Después de escucharle me di cuenta que estaba ante un verdadero poeta al que ni siquiera le hacía falta escribir. Esos son los verdaderos poetas, a los que no les hace falta escribir nada para sentir esas pequeñas cosas de la vida tan especiales. Cuando este tipo de gente, finalmente, escribe un libro es el mejor poemario que se pueda leer. Intentaré contarles más o menos en unos versos cómo fue nuestra conversación. Dedicado a mi amigo poeta que aún no sabe que lo es.

“En numerosas ocasiones he escrito versos
dedicados a esta calle que guarda mi memoria
Bajo sus baldosas empedradas hay grabadas algunas rimas
que se despeñaron en cierto lugar del olvido
pero que persistirán allí eternas
donde la ciudad palpita.

Bajo cada una de sus farolas he imaginado,
a veces soñado, con un beso distinto de un nuevo amor
y encendidas por la noche han iluminado
mi soledad, diluyendo la oscuridad, apaciguando el dolor

Pero hoy no le escribo a tus esquinas
mordidas de cierzo, de desamor, del paso del tiempo
ni a esa estatua que es ya parte de nosotros
y de nuestros paseos horadando los recuerdos

Tampoco dedicaré mis versos a la sempiterna visión
de la cúpula Regina Martyrum, al final del camino.
Hoy quiero ser mucho más sencillo.

Hoy dedicaré el tiempo al Café
Desde el que te escribí mis primeros versos

El Café de Zaragoza es un lugar de más sombras que luces
quizás porque está olvidado, quizás porque en él vive el pasado
Hay veces que veo la vida pasar a través de su ventanal
y creo estar en un barco al ayer siempre anclado.

Pero tuvo que ser un buen amigo quien me recordara
un detalle en el que yo apenas había reparado
Y es que bajo su antigua y artesonada marquesina
destaca un reloj que siempre permanece parado
como si no quisiera haber llegado a este futuro incomprensible
como si se hubiera quedado en el tiempo estancado
Se diría que tras pasar su umbral puedes viajar
a un espléndido lugar ya demasiado olvidado
que algunos aún soñamos con poder recuperar
Y allí, donde esos sueños se convierten en realidad
te invitará a una copa tu añorada segunda oportunidad”.




Como no podía ser de otra forma, "El reloj", cantada por el gran Lucho Gatica:


*En las fotografías se puede apreciar que el reloj, detenido en el tiempo, marca una hora diferente a cada lado. Las fotografías, cortesía de Amaya.

lunes, 24 de mayo de 2010

The curse of the cat people (Gunther von Fritsch & Robert Wise. 1944)


Después de disfrutar la obra maestra de Tourneur "Cat people" rápidamente quise ver lo que habían hecho con la secuela dos años más tarde y con un director como Robert Wise de por medio. Ese precisamente fue mi fallo, verla como una secuela. Por otro lado tampoco se puede ver de otra forma pero no debemos, bajo ningún concepto, esperar una película de calidad semejante a la que Tourneur rodó en 1942. Por otro lado el segundo problema con el que me encontré reside en el título que le pusieron en castellano, "La venganza de la mujer pantera". Confieso que es un fallo de principiante esperar una venganza por parte de aquella mujer pantera que terminó muerta en la primera parte sólo por confiar en el título que pusieron para el público español. Si tenemos en cuenta que el título original es "La maldición de la gente felina" ya la cosa tiene mucho más sentido. Por lo demás, ya no hay mayor problema. Después de ver la película y olvidarme de la "Cat people" original he de confirmar que me gustó bastante. Es pura serie B de los años cuarenta y eso siempre es una garantía. Sin ningún tipo de presupuesto añadido los juegos de luces y sombras son suficientes para recrear un ambiente propicio para el misterio, la magia y el miedo que siente la niña protagonizada por Ann Carter y que consiguen contagiar al espectador aunque de manera menos efectiva que Tourneur. Ann Carter lo hace muy bien pero cuenta con la ventaja de ser una niña y parece que a esa tierna edad todos actuaríamos bien. Creo que fue Hitchcock quien dijo que lo más fácil era trabajar con niños y con perros, los mejores intérpretes. Bromas aparte, la película mantiene muy bien el misterio hasta la mágica reaparición del fantasma de Irena (Simone Simon) en el jardín de la casa jugando con la niña. También es un acierto contar con el mismo reparto de "Cat people" lo que concede un voto muy realista a la historia. En cuanto a la evolución que experimenta el personaje de Simone Simon, en esta secuela ya como fantasma, en mi opinión no sorprende en absoluto y es el natural que debía de tomar puesto que en la película original nunca buscó hacer daño a nadie sino que su único pecado fue no poder esconder sus instintos más animales que finalmente le llevaron al asesinato y a su propia muerte. Aquí actúa como la amiga, imaginaria o no, de una niña solitaria que ha adoptado en sus primeros años de infancia una actitud muy parecida a la que la propia Irena había adoptado cuando estuvo viva. Así pues, el personaje de Irena, pasa de ser maldito en la primera película a ser en su secuela casi enternecedor, protector y de una bondad extrema. Para todos los que disfrutaron de "Cat people" merece la pena revisar este clásico de la serie B. Una buena muestra puede ser el trailer de la película "The curse of the cat people":



viernes, 21 de mayo de 2010

Cineuá (Mayo 2010)


Ya está en la calle cibernética el nuevo número de la Revista de Cine Cineuá. En el número de Mayo de 2010 nos podemos encontrar con un jugoso número dedicado a las revoluciones tecnológicas en el mundo del cine. He tenido el placer de colaborar en este ejemplar con un artículo sobre "Robin de los bosques", de Michael Curtiz y el Technicolor. A continuación los artículos del mes de mayo y sus autores:

"La túnica sagrada" por David Tejero
"Heavy rain" por Mónica Jordan
"La edad de oro: No hay deseos inocentes" por José Ángel De Dios
"Orfeo negro: Nobody can resist the madness" por José Ángel De Dios
"Toy Story: Juguetes para adultos" por Ismael Martín
"Bad guys always whistle" por Nicolás Ruiz
"El ángel azul: Las lápidas del salto al sonoro" por Nicolás Ruiz
"La niñez del adulto" por Nicolás Ruiz
"AVATAR: La puerta abierta" por Eloy Domínguez
"Robin de los bosques: La explosión visual" por Marcos Callau, un servidor.

Para acceder al índice principal de la revista aquí.

Espero que les guste. Les dejo con unos fotogramas de "Robin de los Bosques":



jueves, 20 de mayo de 2010

Mis libros favoritos: "Elefantiasis" (Raúl Ariza). PRESENTACIÓN EN ZARAGOZA


Seguimos con el viento. En Zaragoza el cierzo ha sacudido los árboles, ha barrido las calles, ha borrado algunas penas y ha seguido mordiendo las esquinas de todas las casas de esta ciudad tan penumbrosa. Yo he salido por la mañana con el único propósito de leerme un libro. "Elefantiasis" es la primera obra del castellonense Raúl Ariza, autor del exitoso blog "El alma difusa", donde lleva años deleitándonos con sus magníficos relatos. En "Elefantiasis" nos encontramos con una estupenda colección de relatos de lectura muy ágil que en pocas líneas nos va relatando historias secundarias pero grandes que en una película hubieran sido sólo un trasfondo y aquí asumen a la perfección un papel protagonista cuya huella nos dejará un buen tiempo pensando. En palabras mucho más acertadas que las mías Francisco Machuca, autor del blog "El tiempo ganado", lo define como "una estupenda colección de cuentos sobre un retrato cáustico de una sociedad decadente" (citado literalmente). Lo cierto es que la confección de los cuentos resulta tan breve que llama nuestra atención todo lo que se puede contar en tan poco espacio. Buen ejemplo de ello es "Como el humo", "Dulce María", "Es de noche y llueve" o "El germen del pecado". Con una escritura moderna y ágil, el estilo de Raúl nos conquista en cada relato obligándonos a pasar página para leer el siguiente y lamentando profundamente el momento en que llegamos al final. Cuentos tan deliciosos y personales como esa pincelada en la oscuridad titulada "Nocturno" puede hacernos sentir identificados con el protagonista dejándonos recapacitar un buen rato en algún lugar perdido de nuestro pasado. Además en todos los relatos podemos adivinar su afición al cine clásico, estando impregnados todos ellos de un encanto cinematográfico muy propio del estilo.

"Elefantiasis" será presentado este viernes 21 a las 20:00 horas en "El pequeño teatro de los libros", C/ Silvestre Pérez 21 (Zaragoza). La presentación correrá a cargo de Alfredo Moreno.

Espero que todos los lectores corran raudos a las librerías para conocer el prometedor debut de Raúl Ariza.

Más información en el blog Entre nómadas, 39 escalones y el blog de Elefantiasis.

"Elefantiasis" (Raúl Ariza. Ed. Policarbonados)

martes, 18 de mayo de 2010

Tormenta de viento


Los últimos fríos invernales de primavera en este mayo insólito nos dejó algunas imágenes espeluznantes, casi grotescas, tras una tormenta de cierzo en Zaragoza. El fotógrafo Primo Romero rescató una fotografía sobrecogedora con su cámara para su blog:primo.com.es. La tituló: “El poder del viento”. La entrada completa la pueden ver aquí

“Tormenta de viento”

"En la brecha donde protesta el día
ahogado en un techo encapotado
suena la estremecida melodía
de viento enfurecido, atormentado

Tormenta de cierzo, mal mediodía
Un árbol se queja por ser arrancado
polvo en el viento de tierra baldía
Hasta tu recuerdo se ha esfumado

Todo acaba. El suelo, un cementerio
de hojas desheredadas, rama rotas
y en el barro descansan unas botas

La gente camina en semblante serio
y una nube trae primeras gotas
de un poeta que escribe últimas notas".

domingo, 16 de mayo de 2010

Adiós Lena.


Lena Horne murió a los 92 años de edad el pasado nueve de mayo. Es una de las voces eternas que quedarán para siempre en mi memoria. Me he enterado de esta triste noticia en el blog de Marta Navarro: entrenomadas.wordpress.com. La voz de Lena Horne siempre estará presente en mi vida.
Su versión de "Stormy weather" (1943) fue única, inimitable, eterna:

Una joven Lena Horne antes de ser fichada por el Cotton Club:

jueves, 13 de mayo de 2010

¿Final feliz?


Al hilo de la última entrada...

El amante retro

“El amante retro”, así me llamaba
Todo por escuchar música de jazz
Todo por escribir cuánto la amaba
“El amante retro” era todo un as

Si alguna vez a salir la invitaba
a una terraza, en la plaza Sas
inventaba versos mientras miraba
sus ojos marrones de azúcar glass

Pero “el amante retro”, enamorado,
pasó de hombre curioso a jurásico
pasó de elegante a ser trasnochado

Y así, sin aviso, fue abandonado
Todo por confiar en lo mágico
de los finales del cine clásico




El mejor poema que hoy te puedo escribir

Daría lo que fuera por poder
verte dormir en esta noche oscura
Por poder darte un beso, sin querer
casi sin rozar tu eterna figura

Lo daría todo por poder ser
la luna que te acaricia y perdura
en tus pestañas, sin dejarse ver
sin poder besarte... Esa es mi tortura

y que cuando acabes ya de soñar
y tus ojos pongan sol en el cielo
se derrita el hielo y veas el mar

Deseo que en él halles el consuelo
que a buen puerto arribe tu navegar
y que nunca te falte a quién amar

martes, 11 de mayo de 2010

La última noche del señor Baxter (Relato cinematográfico)

Una lluviosa noche de invierno se descuelga por las ventanas de un edificio en Nueva York y oscurece toda la calle respetando únicamente a ese pequeño bar que permanece abierto hasta que se derrumbe el último cliente. Allí en la barra estoy yo, una noche más, intentando responder la misma pregunta de siempre... ésa que nunca obtendrá respuesta. Parezco borracho pero no lo estoy, sólo llevo cuatro martinis; lo sé porque siempre dejo los palillos de la aceituna en la barra y de esta manera llevo la cuenta de lo que he bebido.

Recuerdo que la última vez que vine aquí era Nochevieja, una mala noche en que parecía que me hubieran arrancado el corazón. Esa noche me emborraché demasiado. -"Después de todo, así debía empezar el año...quien mal anda, mal acaba"-. Vaya. Esto último lo he dicho en alto, espero que nadie se haya percatado. El camarero lo ha escuchado pero finge no haberlo hecho. Joe es un buen camarero. Finge no escuchar ciertas cosas pero sabe oír a todo el mundo, finge no ver ciertas cosas pero vigila a todo el mundo. A mí me gusta Joe. Le pido que me ponga el quinto de la noche y me sirve inmediatamente, siempre sonriendo. Bebo y pienso que es muy curioso todo. Aquélla noche de fin de año me emborraché por la misma mujer por la que hoy vuelvo a estar aquí bebiendo. Sigo añorándola como el primer día, sigo sintiendo un vacío enorme en el corazón y dentro de él tengo una horrenda tormenta de arena que araña mis entrañas y repite su nombre, que dibuja su mirada y pinta su sonrisa. En casa tengo una maleta hecha y unos billetes que me llevan a ninguna parte con destino en volver a empezar sin ganas de hacerlo y con muchas de acabar; porque aquí ya no hay historia que dibujar y mi papel se ha empapado. Por ella he perdido el sentido, el corazón, mi habitación, mi trabajo y casi la razón. Debo salir de aquí antes de que acabe perdiéndola.

El reloj del bar indica que la medianoche quedó demasiado lejos como para volverse atrás, ya es mañana y no tengo ganas de que lo sea. Definitivamente todo ha terminado, sin ella nada tendrá sentido nunca. Le abono a Joe las bebidas y me despido del local para siempre. En la calle ya no llueve, sólo en mi corazón. Subo a mi apartamento. También es curioso que con todas las noches de amor y pasión que ha albergado entre sus cuatro paredes, en ninguna de ellas me haya tocado a mí ser el protagonista. Bueno, au revoire Apartamento, me voy con rumbo a ninguna parte.

En ese último momento en que la vida se me escapaba entre los dedos y yo partía hacia un lugar del que seguramente no podría haber regresado jamás, apareció Ella. Bella como nunca, con una sonrisa imborrable y con su eterna mirada. Se me acercó y me quitó el abrigo muy despacito. Se sentó en mi sofá, barajó las cartas y me dijo: "No digas más y juega". Esa última partida fue el comienzo de un juego maravilloso




Éste es un pequeño homenaje a una de esas películas que hacen más fácil nuestro día a día de la vida. Aquí se demuestra que, al menos, una vez en la vida hay ciertos milagros que ocurren. Por eso, cuando llega el momento, es aconsejable aprovecharlo. Billy Wilder nos lo explica a la perfección en "El Apartamento" y yo siempre me he acordado de él en los peores momentos. Para recordarlo me he intentado meter en la piel del señor Baxter justo antes de la última escena de la película aunque reconozco que me he inventado algunas cosillas. David, en su último post, habla de esas mentiras que cuenta el cine (más concretamente John Ford) y que nos hace más fácil vivir la realidad de nuestras vidas. Así que hay que seguir confiando en el cine, cinéfilos.

lunes, 10 de mayo de 2010

Gene Tierney


He querido mirarla a los ojos tan sólo un instante
y he creído ver en ellos el rastro de cien cines cerrados
La brevedad de los buenos tiempos, de un sueño inacabado
Un bulevar de faroles apagados con un final por escribir

Sabía mirar como el último sol del atardecer
al precipitar sus párpados como el telón de una noche oscura
En su mirada guardaba millones de besos regalados
En su piel, la suavidad de su voz
y en sus labios mi locura

He querido mirarla a los ojos y he visto en ellos
la primera dama de mis sueños
Guardaba en sus pupilas la luna llena
y sólo amanecía cuando ella quería
Guardaba en su nombre una melodía eterna
y en su cabello nocturno la eterna primavera
Guardaba el rumor de un parque abandonado, olvidado y nunca paseado

Es curioso que en blanco y negro
pudiera exhibir tantos colores
pues, al mirarla a los ojos, no he sabido
si ella despertaba o un nuevo sol amanecía









Y por útlimo el homenaje en voz de Frank Sinatra:

sábado, 8 de mayo de 2010

De noches abovedadas...


El turno nocturno y taciturno al fin agoniza, ya le quedan sólo dos noches. Aquí les dejo algunas de sus consecuencias:

Turno nocturno y taciturno

“Esta noche abovedada y lluviosa
que se alarga repitiendo mi ayer
es ausencia despiadada, mohosa
laberinto que hace enloquecer

Esta luna acristalada, tediosa
está inerte al no poderte entender
Ilumina velada, temblorosa
el hueco que dejó todo tu ser

A lo largo de un pesado nocturno
turno taciturno en forma espiral
yo miro el mundo a través de un cristal.

Hoy sería utopía ser diurno
Fuera ruge fuerte un vendaval
Dentro, la calma, mi trampa mortal.”


Este soneto está dedicado a "Lágrimas en la lluvia", un texto de Francisco Machuca. Suyo es el término "noche abovedada", extraído del mismo texto.

El siguiente soneto bien pudiera ser considerado continuación del pequeño relato "Llegando al hogar" dedicado a un músico ambulante.

“Al músico de la Plaza”

“El músico ambulante busca hogar
Una vez lo encontró en tu mirada
pero nunca le gustó arriesgar
Músico viajante en la encrucijada

El fuerte viento le obliga callar
anhela tener nocturna morada
Su guitarra se cansa de viajar
por no doler es guitarra callada

Yo escucho su canción desde San Siro
La plaza de Santa Engracia es más triste
desde este día gris que al sol resiste

Sus notas hablan de olvido y retiro
En la negra lluvia como el zafiro
nadie recordará cuándo te fuiste.”


"Boulevard of broken dreams" (Diana Krall)

jueves, 6 de mayo de 2010

Pequeñas joyas del cine español: "El Cebo" (1958. Ladislao Vajda)


Recuerdo la primera vez que pillé esta película, ya empezada, en un canal regional del que ya no recuerdo el nombre. Me pareció estar viendo una película americana relizada por uno de esos directores europeos históricos, o en todo caso británica, que bebía directamente en la fuente de inspiración hitchcockiana (vaya palabro) intentando rescatar algo de su ambiente, de su angustia y de su estilo narrativo. El protagonista inspector de policía que investiga el caso de un misterioso crimen cometido contra una niña en un bosque suizo escondido y cercano a una carretera no me era para nada conocido pero tenía un aire entre Alan Ladd y Glenn Ford que convencía bastante en el papel. Cuál fue mi sorpresa cuando, al ver esta película por segunda vez, pude ver en los títulos de encabezamiento con alegría que se trataba de una coproducción de los estudios Chamartín con la suiza Praesens y la alemana Filmproduktion. No sé si este dato me permite considerarla una "joya del cine español", pero así lo he considerado hoy. En esa segunda vez también descubrí que la única interpretación española en toda la película corre a cargo de Rosa María Salgado y que al inspector Matthai lo interpretaba tan perfectamente el alemán Heinz Rühmann.

Al verla por segunda vez me pareció emparentar más con "M, el vampiro de Düsseldorf" de Fritz Lang que con Alfred Hitchcock pero la impresión que me causó fue todavía mejor que en la primera vez. La magnífica historia, que me atrapó desde un primer momento, me hizo consultar los orígenes de esta película con pura temática noir. Descubrí que se trataba de una adaptación de la novela de Dürrenmatt titulada "The Pledge" que más tarde volvió a adaptar Sean Penn con Jack Nicholson como protagonista en el año 2001 y que yo todavía no he visto. "El cebo" es una gran película de intriga basada en la investigación de los crímenes pertrechados por un asesino de niñas que suele calmar así su insatisfacciones vitales, una vía de liberación para "sacudirse" de encima la dominación a la que está sometido por su propia esposa en el amargo día a día de su vida. Las primeras sospechas del crimen recaen sobre la figura de un vulgar ladrón que había estado preso seis años por su último robo. El ladrón, interpretado por el suizo Michel Simon, encuentra en el bosque el cuerpo de la niña asesinada y él mismo da la alarma a la Policía.

La investigación toma un rumbo en el que el propio ladrón aparece como presunto culpable y éste, agobiado y atemorizado, acaba suicidándose. Me gustaría destacar el papel de Simon, es uno de los más tristes personajes que he visto. Es muy frustrante ver cómo este vulgar ladrón es testigo de cómo se acerca su injusta condena. El director húngaro Ladislao Vajda, autor de obras como "Mi tío Jacinto" o la magnífica "Un ángel pasó por Brooklyn", nos dirige con mano diestra por un denso ambiente de intriga que mantiene en vilo al espectador hasta la última escena. En el momento en que el comisario decide arrendar una gasolinera para investigar las matrículas de todos los coches que pasan por allí es uno de los que más me gustan de toda la película. Absolutamente genial y recomendable historia.

Pueden leer un texto dedicado a esta película escrito por Raúl Ariza, autor de "Elefantiasis", pinchando aquí.

Otra reseña escrita por Pepe Cahiers aquí

lunes, 3 de mayo de 2010

Llegando al hogar


Hola lectores, buenas tardes. Hoy quiero escribirles para comunicar que esta noche comienza mi turno nocturno y taciturno. Si estos días me ven algo ausente se debe simplemente a las dificultades que encuentro para cambiar las horas de sueño. Antes de someterme a la noche quiero contarles una historia como excusa para dejarles una preciosa canción.

"Era un día gris de abril, hace un par de años. Yo caminaba con las manos en los bolsillos por el Paseo de la Independencia buscando un bar con luz amable que invitara a tomarse un café. Ante la ausencia de bar inspirador viré hacia la izquierda y en la plaza de Santa Engracia encontré el San Siro. Me disponía a entrar cuando me detuvo la suave melodía de una guitarra acústica callejera. Al instante reconocí la melodía. Se trataba de “Feel like going home”, una joya escondida en el único disco publicado por el grupo The Notting Hillbillies en 1990. A ese grupo pertenecía Mark Knopfler, en una de sus aproximaciones excelentes al country. Pues bien un guitarrista callejero estaba interpretando esa melodía que yo creía desconocida para el resto del mundo. Me dirigí hacia el músico callejero y, al terminar, le aplaudí. Acto seguido le invité a un café.

En el San Siro pude observar que el músico no tenía muy buen aspecto. Vestía un jersey bastante viejo, raído por las mangas y unos vaqueros descoloridos. Entablamos una conversación musical que rápidamente giró hacia el plano personal. Al menos coincidíamos en que los dos teníamos un padre que se había olvidado de serlo aunque su destino había corrido peor suerte que el mío. Su vida había sido siempre la guitarra y decía que se consideraba un músico viajante que iba en busca de un hogar para estabilizarse. Me dijo que una vez había encontrado una de esas chicas que guardan el secreto de tus sueños en el fondo de sus pupilas, que sentía mil razones para decirle que le quería pero que calló por no querer condenarla a una existencia errante. Yo le hablé de “trabajo” pero él decía que prefería tocar en las calles. Después seguimos hablando de música, de Mark Knopfler y de esa canción que interpretaba y que irónicamente se titulaba “Me siento como si llegara al hogar”.

Pasó el tiempo, pasó un año y yo fui a ver un concierto de los Eagles en Madrid. El día anterior al concierto acudí al Café Gijón de Recoletos donde tenía una cita con una vieja amistad. Me senté en una mesita que había al lado de la cristalera y pedí un Dry Martini. Tras el primer trago levanté la vista y vi que un hombre me saludaba desde una mesa que había al fondo del Café. Me acerqué y allí estaba mi viejo amigo, el músico ambulante, vistiendo un bonito traje de un color azulado acopañado de una mujer rubia de rostro sincero. Se levantó de su mesa y se acercó a mí:

- Hola, amigo. ¿Cómo estás?. Ven que te invito a un Manhattan. ¿Lo prefieres de bourbon?
- Por supuesto pero… aquí un Manhattan puede costarte un ojo de la cara…
- Tranquilo, las cosas me van muy bien. Trabajo en una orquesta y durante la semana en una fábrica. El sueldo está muy bien y vivo cómodamente.
- Entonces, ¿ya encontraste un hogar?

Mi amigo el músico pasó su brazo sobre mi hombro y señalando a la mesa donde estaba sentado me dijo:

- Ella es mi hogar.

Al fin aquél músico volvió a encontrar a la mujer que guardaba sus sueños en el fondo de una mirada. Aprendió a decirle "te quiero".

¡FELIZ SEMANA!"


Ahora les ofrezco un video memorable. Se trata de Tom Jones interpretando "Feel like going home" con un fondo excelente de guitarra interpretado por Mark Knopfler. Especial atención al solo de Knopfler.



PD: En el enlace de la Biblioteca de Babel el poeta Fernando Sarría ha publicado mi relato perdedor (me gusta llamarlo así) "Bajo la lluvia". La Biblioteca de Babel es un espacio creado por Fernando Sarría para publicar relatos breves. ¡Ánimo y a escribir!.

domingo, 2 de mayo de 2010

Calle Alfonso


“Sí, yo también me he enamorado de ella.
Sólo tienes que habitarla, dejarte llevar una noche
por la embriagadora luz de esas farolas que abrazan
con sus brazos amores ausentes
Sólo tienes que pasearla, caminarla arriba y abajo
sin propósito impaciente, ni deseo urgente
Así yo también caí bajo su influjo

Sin dudarlo, ella es la más bella
de cuantas calles antiguas he visitado
la más gloriosa de las que surcan esta ciudad discreta.
¿Cuál será el embrujo que me atrae tanto a ti?
Sin remedio todos mis paseos acaban aquí.
Los paseos meditabundos, los caminos hollados en mi mente
pasajes de mi vida que se esfuerzan por terminar
y que sólo consiguen sentarse a esperar en un bar
cercano a la plaza del Pilar

¿Qué será lo que me lleva siempre hasta ti?
¿Ese nimbo de las noches con niebla
que me sumerge en un limbo de tristeza y desamor?
¿El inevitable sabor añejo de sus Cafés, sus plazas, sus rincones
y los músicos ambulantes y sus rumores deambulando por su dolor?
Quizás me atrae el poeta que camina con sus musas, solitario,
ese que busca el mar en las orillas del Ebro
y cuenta un crimen que ocurrió en la Plaza Sas
Tus balcones afrancesados, tus casas antiguas, tu gente caminando
o esas tiendas que ya estaban allí cuando caminaban mis antepasados.
No sé lo que es, pero estoy enamorado de ti
mi vieja y siempre eterna calle Alfonso.
Sólo pido que mi final pasee de puntillas por tu calle
una vez más... antes de sumergirme en el río negro.”


Éste es un poema que dedico a la calle Alfonso. Los versos "Quizás me atrae el poeta que camina con sus musas, solitario,
ese que busca el mar en las orillas del Ebro
y cuenta un crimen que ocurrió en la Plaza Sas"
van dedicados al poema ‘El retratista y la calle del Crimen’ del poemario "Vivir del aire" del poeta Antón Castro. En su blog también ha incluido mi poema dedicado a la Calle Alfonso. Desde aquí mi agradecimiento.