
Los que llevan más de un año leyéndome por internet (Manchas de tinta, 39escalones...) y conocieron mis antiguos blogs, hoy difuntos, probablemente recuerden que ya comenté esta película en una página que se llamaba "La noche interminable". Pero es que ésta es una película que me gusta tanto y que veo tantas veces al año que no puedo resistirme a comentarla una vez más. Cualquier día es bueno para revisarla pero es preferible hacerlo de noche, más que nada por el ambiente que se respira a lo largo de toda la cinta y por la impresionante banda sonora que nos ofrece la orquesta de Harry James al servicio de Max Steiner y Ray Hainford. Titulada para el público español como "El trompetista" la película trata la vida del músico Bix Beiderbecke, uno de los trompetistas solistas más influyentes de la década de los veinte junto a Louis Armstrong aunque aquí se nos presentará con el nombre de Rick Martin (desechen cualquier conexión con cierto cantante actual...). Michael Curtiz nos presenta la vida de un niño huérfano que, abandonado en su soledad, encuentra su mejor refugio escuchando hasta el amanecer y desde una azotea a un grupo de blues que toca en un pequeño tugurio de la ciudad. Así, el pequeño Rick Martin comenzará una amistad con el músico Art Hazard (protagonizado por Juano Hernandez) que se prolongará a lo largo de toda su vida.

Al pasar su infancia prácticamente pegado a una trompeta el joven Rick Martin se convierte en un gran trompetista, un hombre que no tiene problemas para entrar a formar parte de cualquier orquesta del momento. Rick Martin, ya protagonizado por Kirk Douglas, comienza a trabajar en su primera orquesta como trompetista de acompañamiento. En esta orquesta conocerá a la cantante Jo Jordan, protagonizada por Doris Day, quien rápidamente caerá enamorada de Rick.

También en esta orquesta trabará una buena amistad con el pianista Smoke Willoughby (Hoagy Carmichael) quien, en un papel muy simpático, desempeñará también el papel de narrador casual de la historia. Pero la, hasta entonces, apacible vida de Rick Martin sufrirá un giro fatal cuando conoce a Amy North (Lauren Bacal), situación que empeorará con su repentino matrimonio.

Amy consigue apartar a Rick de todas las cosas buenas que contiene su vida: sus amigos y, lo más importante para él, su música. Rick comienza a vagar de orquesta en orquesta sin conseguir un empleo fijo hasta que el alcoholismo y el odio de su mujer hacen mella en su trayectoria profesional dejándolo completamente inservible para interpretar una sola nota con su trompeta. A partir de este momento los espectadores nos empezamos a dar cuenta de que estamos ante una de las interpretaciones más extraordinarias de Kirk Douglas. Vemos a un hombre agarrado por costumbre a su desquebrajada trompeta, caminando por inmensas avenidas llenas de niebla y de muchedumbre a la que no le importa lo más mínimo el fatal destino de ese músico solitario, borracho y mentalmente destrozado. La situación de Rick empeorará con la muerte de su amigo Art Hazard de la que siempre se sentirá culpable por la última conversación que mantuvo con él. La vida real de Bix Beiderbecke terminó a la temprana edad de veintiocho años víctima del alcoholismo. No obstante, Rick Martin consigue salir adelante gracias a la amistad de Smoke y el amor incondicional de Jo Jordan y en este punto es donde la película se diferencia de la novela basada en la vida de Beiderbecke. Pero si buscamos alicientes para esta película podemos encontrar muchísimos. El principal, en mi opinión, la calidad musical. Tenemos la oportunidad de escuchar aquí a la mejor Doris Day que cautivó las salas de baile de los años cuarenta y cincuenta con una voz potente pero suave y melodiosa. Day ofrece un repertorio digno de admiración desde "The man I love" hasta "With a song in my heart" junto a la orquesta de Harry James. Harry James, conocido como el mejor trompetista blanco, aporta el sonido a la trompeta de Rick Martin, un sonido inimitable y único con su firma inconfundible. La interpretación soberbia de Kirk Douglas no es la única que está a tan gran altura. Lauren Bacall como "la más malvada de todas" está insuperable. Es curioso que Michael Curtiz la hiciera parecer tan malvada que resulte hasta un poco fea omenos guapa de lo habitual. Las interpretaciones de Hoagy Carmichael y Doris Day también están a la altura de las circunstancias. Por último me gustaría destacar el papel de Juano Hernandez como Art Hazard, un actor no muy conocido que aquí es merecedor de, al menos, una estatuilla. Si quieren disfrutar de una gran película con la mejor banda sonora posible no lo duden y véanla.

The very thought of you (Doris Day)