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sábado, 26 de noviembre de 2011

Cierta noche de rojo neón

No, este espacio no está patrocinado por Coca Cola

Tuvo que ser septiembre
el ocaso sobre mi skyline particular.
Mudar la piel, recomenzar,
inventar una nueva forma de libertad,
diferente a la que hoy respiro
esta madrugada de sexto piso
y rastro rojo neón.


Tuvo que ser septiembre,
ladrón de infancias,
de guante blanco,
otoño sobre los años perdidos,
tormentas desde hoy sepultadas
bajo una fina sábana
no tanto de insatisfacción
como de mala pesadilla.

Al fin,
desde este otoño, primaveras

******

(Sin título)

Este poema languidece
nada más nacer
en la palidez de una hoja en blanco,
un abismo difícil de salvar.

Este poema es náufrago
recién nacido
entre las olas de un bloc-g enfurecido
con voraz apetito de escualo
que mata por unos versos varados

martes, 22 de noviembre de 2011

Miguel Servet, número 20

Autor de la fotografía: Javier Bueno (Arvikis) del blog: Traductor de miradas


Desde los viejos años oscuros,
cubierta de polvo,
como si acaso esta lluvia
se hubiera derramado durante siglos,
como la sangre,
surges de una guerra sin final,
habitada por un demonio y amortajada,
mi vieja casa enmohecida.


Como vigilan los ojos de los muertos
tus ventanas de cristales rotos
parecen mirar a un par de enamorados
y llegas entonces con el aroma incierto
del primer escarceo en un portal,
el timbre de la escuela
o el último paso que nunca avanzó,
mi vieja casa enmohecida, 
al aroma de tus balcones rotos.


Hermética y de puertas clausuradas
el perdido paseante
que camina por Miguel Servet número 20,
aún se pregunta de este otoño
qué te mantiene en pie
o qué ráfaga de viento, a él mismo,
le arrastra y empuja
hacia una insólita dirección.


Viejas casas enmohecidas,
sin saber excatamente nuestra razón,
segumios erguidas
en mitad de un mundo nuevo
que nunca nos perteneció.



Para poder ver algunas fotografías de la entrega de premios "Raíces de papel" del pasado 18 de noviembre, pulsar aquí

martes, 8 de noviembre de 2011

Búsqueda+nuevo blog+recital poético

Un rincón de Zaragoza. Fotografía encontrada aquí

Las altas horas de la madrugada
son el perfecto testigo
de tus horas más bajas.

Caminas las calles donde el resuello
de las mil fiestas que han terminado,
sortean borrachos por las esquinas
y vasos rotos, estallados contra el suelo
como vidas, o risas, o esta noche misma.

Todo se quiebra a la ribera del río
donde se agolpa el silencio, inquebrantable,
como un remanso en mitad de la furia.
Observas el agua, el monótono discurrir
y nacen tímidas, bajo tus ojos,
las primeras sombras de otoño
que siguen buscando tu derecho a ciudad.
Derecho a ciudad en cada encrucijada o callejón,
en la hojarasca de un beso o en cualquier boca.
Derecho a ciudad
              en la oscuridad de un portal,
                                         en el peligro constante,
                                                              o en la suciedad
de ese charco que, en mitad de la avenida,
convierte todas las lunas
en un espejo negro.

Tus ojos cansados sobre el río
contemplan por un instante
el largo camino hasta el hogar.
Tu derecho a ciudad
es un vagón en Canfranc,
la búsqueda errante que nunca cesa.

(Marcos Callau)


Una amiga y excelente poeta, que también ha colaborado en Uni-versos para Somalia (Ed. Quadrivium 2011) ha abierto su propio blog: Yasenka No duden en darse una vuelta por sus versos. Por cierto, que el próximo sábado 12, se presenta Uni-versos para Somalia en Barcelona, a las 12:30 del mediodía en Cincómonos Espai D'Art, C/ Consell de cent 283. Participaremos en el acto junto a Fran Picón, Fernando Sarría, Yasenka, Ana María ArroyoRafael Mérida y el grupo musical Aruna.

Mañana miércoles, a las 19:00, tendrá lugar, dentro de la segunda semana de poesía Rosendo Tello, el recital llamado "Jóvenes poetas" con los escritores Ricardo Díez Pellejero (quien también participó en la presentación de Uni-versos para Somalia en Zaragoza) y Jesús Jiménez Domínguez . El recital tendrá lugar en la sala de exposiciones de la Universidad Popular, en la Calle Cortesías, 1 de Zaragoza. Nos vemos, tanto en Zaragoza como en Barcelona!


viernes, 28 de octubre de 2011

Bulevar de otoño (Para una noche de difuntos)


Bulevar de otoño

Se sofocó el incendio en tu mirada,
oscureció el bulevar de las llamas;
como las farolas, la flor raptada,
las hojas que desnudan las ramas.


Oscureció el bulevar de las llamas
y arrojó luz en la piel suspirada.
Cuánto vértigo en incógnitas camas,
en la nada de esta pasión crispada.


Arrojó luz en la piel suspirada,
las horas muertas, el tiempo fugado;
de esta pasión crispada es la nada,
la luz real del estanque dorado.


Las horas muertas, el tiempo fugado.
Cuando el viento brama, silba el dolor;
la luz real del estanque dorado
no reflejará en mi tumba tu amor.


Cuando tiembla octubre 

La ciudad despierta gris, empañada
y el cierzo, veteando en los rincones
cincelando tu recuerdo; mirada
cincelada entre nuestros corazones.


El viento es maestro de pincelada
cierta, para esbozar de tus tacones
el eco de tu escapada; alejada
ya del asfalto que en mi alma impones.

Te has convertido en la sombra alargada
de los cipreses que cubren mi tumba
en vida levantada y diseñada


para que siga sonando tu rumba
fúnebre, que en mis oídos retumba
hasta que, al fin, seas brisa callada.

martes, 26 de octubre de 2010

Versos jacetanos





Horizonte inexistente

“Eres la noche lenta y el día escaso
la estación abandonada 
de cristales rotos, de fantasmas pasados
de viajante con billete
a tu vía muerta, a tu ninguna parte
del vagón dormido,
hotel del sin techo caminante,
de la ausencia del ruido
sin voces por el andén

Eres el horizonte inexistente
la roca elevada contra el cielo
-dijo el poeta-
Un pueblo estancado en un sueño
en un ayer más glorioso
de un instante en que la voz se alzó
donde hoy llora el silencio
donde sólo ulula el viento

Noche lenta y día escaso
dime acaso
si alguien quisiera habitarte
sumido en tu sombra, mi pueblo fantasma.
Explícame entonces
cómo es que nunca puedo marchar
sin antes visitarte
Eres la noche lenta y el día escaso
un eterno amanecer
fundido en el ocaso.”

“Horizonte inexistente y roca elevada contra el cielo” son versos que José Antonio Labordeta dedicó a Canfranc en su poema “Canfranc” del poemario “Cantar y callar", referidos sin duda a las pocas horas de luz que disfruta este pueblo, hundido entre montañas. A continuación publico unas fotografías de la Plaza Mayor de Canfranc. En ella se puede admirar un vagón antiguo extraído de la vieja Estación Internacional. En la misma plaza se puede ver ondear aún hoy la bandera tricolor republicana, lo que nos ofrece una idea de lo que este pueblo fue en un pasado no muy lejano y lo que todavía es hoy.
 


















El siguiente poema está dedicado a Jaca y a mi abuelo Ambrosio Callau Romero, natural de esta ciudad. 



Rencuentro

Y una noche más me encuentro aquí.
Porque no estoy perdido y me reinvento
y descubro que la noche no es obscura
ni se pinta negro el horizonte.
Camino los senderos que caminaste
horadando tus palabras
hollando tu recuerdo
y pienso lo mismo que tú pensaste
ante el viejo campanario
y el mar inexistente.

Una noche más camino y prospero
entre este frío de octubre
que cubre mi espalda
camino y espero
que llegue la mañana sin niebla
y la vista del águila
que descubra todo aquello
que ayer no supe ver

Y en efecto, llega la mañana
pura y blanca y brillante
como llanto de niña
como lluvia en el campo.
Llega la mañana
y me encuentro contigo
con tu sombra
algo borracha y contenta y reluciente
en la barra del bar
como nieve en las cumbres

Al fin, llega la mañana
limpia y clara y sencilla
la niebla que necesito
para poderte recordar,
el lugar donde habito
para poderme encontrar.



domingo, 29 de noviembre de 2009

La mañana lluviosa de hoy


"La mañana amaneció lluviosa
enjuagando los recuerdos, la pena
enjugando la mirada llorosa

La mañana se despertó serena
limpiando con su llanto tu hermosura
llorando lo que mi alma almacena

La mañana llovió con tu ternura
distrayendo lágrimas de ausencia
diluyendo en el café tu figura

Pero ya es Mañana sin tu presencia
y Ayer en otoño fue olvidado
cuando recuerdo en tu evanescencia
que la mañana es Hoy sin pasado."


Las primeras luces de la mañana iluminaron unas pequeñas lágrimas brillantes que lloraba el cielo. Parecía una lluvia diferente, limpia y nada triste. Al contemplar la lluvia recordé la fotografía de Cary Grant que encabeza el texto. Siempre me ha encantado ésta fotografía en la que Cary parece ver otro sentido a la lluvia, muy lejos de la nostalgia del recuerdo. Hasta hoy no le había puesto palabras aunque lo había intentado en más de una ocasión. Hoy, al fin, he quedado más satisfecho del resultado final.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Perdiendo el otoño

¡Cómo pasa el tiempo!. Hace muy poco que estábamos dando la bienvenida al otoño, al dorarse de los paisajes y a las hojas muertas y ahora no le quedan tan siquiera ni veinte días. El otoño se nos va, eso es lo que dice el gélido viento blanco del invierno que se aproxima a pasos agigantados cubriéndolo todo de una pureza que renueva y borra las viejas y perdidas pasiones. A mí me gustaría alargar su final, como el borracho en la barra del bar que espera alargar su último trago. Así que me parece bastante apropiado para éste tiempo volver a recordar la poesía hecha música, la balada del perdedor por excelencia. Frank Sinatra dijo que Tony Benett, Dean Martin y él eran los últimos tres supervivientes de esa rara tribu llamada "cantantes de bar". Esto es una breve muestra de lo que quería decir.

Frank Sinatra interpreta "one for my baby" mientras la niebla londinense cubre las últimas farolas en apagarse. Se revuelve por los callejones olvidados enrevesándose en los portales del recuerdo. Londres calla y Frank canta:



Letra traducida de ésta versión de "One for my baby":

"Son las tres menos cuarto
no hay nadie aquí excepto tú y yo
Así que, sírvete algo Joe
tengo una pequeña historia que pienso deberías conocer
Estamos bebiendo, amigo mío
por el final de un breve episodio
Sirve una por mi chica y otra más para el camino

- Enciende el cigarrillo -

Conozco la rutina
echa otra moneda en la máquina
me siento un poco mal
¿no puedes poner algo de música sencilla y triste?
Te podría contar un montón de cosas
pero no resulta digno de caballeros
Una por mi chica y otra más para el camino

Tú nunca lo has sabido
pero, Buster, soy un tipo de poeta
y tengo un montón de cosas que me gustaría decir
Mmmm... si estoy tristón, por favor, escúchame
hasta que lo haya soltado...

Bueno, esto es todo
Y, Joe, se que empiezas a estar ansioso por cerrar
Gracias por la cerveza
espero no te importe que te soltara el rollo...
Pero ésta angustia que albergo pronto debe ser sofocada
o explotará
Sirve una por mi chica y otra más para el camino
Es largo, es largo...
¡Dios, es muy largo...!"


El clip de video está extraído del DVD de Frank Sinatra en directo desde Londres (1970)
Sigamos disfrutando lo que queda de otoño.

sábado, 21 de noviembre de 2009

Mirada de abril, besos de otoño (Relato)


Mirada de abril, besos de otoño

“El dulce y melancólico manto del otoño cubre ya con su abrazo el corazón de los solitarios que se revuelve en la tumba del desamor. Allí, donde encuentra su hogar la yedra enredada en el pasado, parece real el sueño olvidado y es entonces cuando hay que saber delimitar el quicio que separa a la pesadilla de la razón. Bailando en esa línea casi imperceptible y, en ocasiones, mezclada y diluida en alcohol se encuentran los infelices felices de serlo, de espíritu masoquista y sádico que buscan en el fondo de un vaso la luz del reflejo que les devuelva la mirada extrañada en forma de ilusión alcohólica. Esta es la breve pero eterna historia de uno de esos expertos bailarines.

Recuerdo que mi amigo Agustín solía contarme con todo lujo de detalles las horas que pasaba amando a su amor imposible en el oscuro rincón de un bar, en una solitaria pérgola de cualquier parque o en uno de esos lugares inusuales que sólo hayan los amantes fugados, hambrientos desesperados. Solía narrarme sus breves encuentros centrándose en la fugacidad del tiempo junto a ella, en su piel, y en lo que la echaba de menos cuando su barco partía desde la costa de la pasión hasta el océano del desengaño que, en su tempestad, siempre devoraba a las embarcaciones más débiles.

“Su ausencia –decía- es como un suave dolor pasajero que nunca pasa…como un fuego fatuo”

Recuerdo que solían encontrarse en un bohemio y oscuro Café de sabor añejo, que estaba emplazado en una olvidada calle de la zona antigua de la ciudad donde los señores apuran su vida en un vaso de ron contando historias, unas vividas, otras muertas y las que más soñadas. Allí siempre compartían el cóctel favorito de Eva, el clásico quemadillo de ron ante el que pasaban horas besándose y esperando a que se enfriara la copa. En ese Café es el sitio donde preparan el mejor quemadillo de ron de toda la ciudad. Lo sirven deliberadamente ardiendo porque es la forma de servirlo y para que los clientes pasen un tiempo contemplando la belleza del humo de un cigarrillo enredándose en la luz tenue de una lamparita o apreciando las fotografías antiguas que decoran las paredes de éste histórico Café. Allí, Eva y Agustín solían gastar las horas de una tarde cualquiera de domingo hasta que algún duendecillo maléfico instalado en el destino de Agustín hizo que Eva encontrase a otra persona. Desde aquél momento Agustín ya nunca fue el mismo.

Ayer lo encontré en aquél mismo Café, sentado en la misma mesa que ocupaba junto a Eva, frente a una copa intacta de quemadillo de ron. Su mirada se perdía entre la cristalera empavonada de la puerta de entrada mientras su mano acariciaba la copa y su mente acariciaba los recuerdos. Me acerqué a él, lo saludé y comenzamos a charlar. Al saber que llevaba tres horas en la misma mesa y con la misma consumición le pregunté si esperaba algo. Entonces su mirada empañada de abril se encontró con la mía y me respondió que esperaba a que se enfriara. Yo acerqué mi mano a su copa y comprobé que estaba helada.

- No, amigo. La copa hace tiempo que se enfrió. Sólo estoy esperando a que se enfríen las huellas de los besos de Eva sobre mis labios ...


Yo pagué mi café y pedí un taxi que me llevara de vuelta al insulso mundo de la razón.

Es curioso como en otoño se puede recordar de forma tan real aquél despiadado abril. Es muy curioso como un recuerdo puede quemar más que un quemadillo de ron.”


Éste relato está inspirado en el histórico Café Trapalas de Zaragoza (C/ Mayor, 51). Aunque la fotografía de la recóndita barra de bar no es de ese establecimiento.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Otro más para el otoño agónico


Para estos últimos besos de otoño en los labios del cercano invierno, un último poema (soneto alterado) que podría ser narrado...por ejemplo, por un árbol ... desnudo.

"Huellas de tu pelo en otoño"

"Como se enreda el viento en los árboles
despeinando sus hojas con furor
mis dedos lo hicieron en tus albores
liados en tu noche de mi amor

Como gimen, sollozan los ramajes
gritos desesperados de dolor
tu pelo es un suave y dulce quejido
incomprensible al sonar su canción

Como cae al suelo la hoja dorada
sin rozar tu cara empapada en sol
así cae mi lágrima olvidada
sin rozar tu maltrecho corazón

Hoja muerta de imborrable huella
herido el árbol, desnudo sin tí
Lágrima seca, el dolor hace mella
herido de amor me enfrento a mi fin."

jueves, 29 de octubre de 2009

Eva del pasado


"El cielo ya no tiene ningún color
porque se fueron tus ojos azules
y del fuego sólo quedan despojos
al apagarse tus labios rojos.
Las fresas ya perdieron su sabor.

En los sueños aún respiro tu olor
que me emborracha y contigo me lleva
porque eres tú mi eterna musa, mi Eva
es un sueño que hasta tí me eleva.
Mi aliento es tu perfume embriagador

Gilda, dame de tus labios el licor
mi amor imposible, mi mujer fatal
retrato de Jennie en un ventanal
para mí tan imposible de alcanzar.
Son versos que escribo en una postal
trazos en lienzo de eterno soñar
grito en la niebla de mi desamor

Dime, ¿por qué es tan dulce tu dolor?
es una rosa que brilla en el barro
que lleva la muerte marchita en su carro
y yo aquí, a tu soledad, me amarro.
Dime, ¿por qué descubres tú mi temor?

Tuyo es ese persistente rumor
del viento en la hojarasca de mis besos
de mis noches de bar y de excesos
de la hoja muerta en la ruina, rima de mis versos
tuyo, el sonido del otoño en flor

¿Por qué me recuerda a tí éste color
de la hoja dorada y arrastrada
hasta el hueco en mi corazón volada,
música de tu caricia robada?.
Pintas de octubre la ausencia de tu ardor.

Impávida ante mí esperas paciente
esperas yacente mi palabra.

Ayer soñé con un cielo ardiente
cielo rojo, quiero que ante mí se abra.
Ayer soñé que fuiste mi amante
y allí donde el destino se consagra
brilló tu luz como un gran diamante
y allí donde mi amor se desangra
ante tí condené mi absurda alma"


Poesía dedicada a todas las "Gildas", aunque las fotografías sean de Gloria Grahamme y Ava Gardner con un Burt Lancaster intentando escapar de lo que nunca se puede huír...

martes, 29 de septiembre de 2009

Cartas desde Jaca




El final de septiembre en las tierras jacetanas es irresistible bien para cualquier peregrino montañero que quiera admirar cómo lucen las primeras luces del otoño en las laderas de las impresionantes montañas bien para cualquier solitario que busque algo de tranquilidad en una ciudad que sin turismo se convierte en el entrañable y antiguo pueblo que siempre será. Desde estos parajes escribo para contar que he vivido unos días maravillosos, simplemente, disfrutando de la naturaleza y los primeros tonos rojizos pintando los bosques forndosos del pirineo. Es una sensación impagable levantarse por la mañana y ver cómo el árbol que ayer era verde hoy tiene un pequeño rumor del amarillo que mañana le seguirá. Así he podido visitar la pintoresca tierra de Canfranc, volví a Santa Cruz de la Serós, subí hasta la estación invernal de Astún para comprobar cómo se preparan para la temporada que vendrá y me perdí por las montañas que rodean al Camino de Santiago en su frontera con Francia. En los primeros días tuve la oportunidad de cruzar la frontera y descubrir los preciosos pueblecitos franceses que, a pesar de su cercanía, ya no tiene nada que ver con el pirineo aragonés. Visité Urdos, la aldea medieval de Borce, Etsaut y subí al altísimo pueblo de Lescun. Allí se puede admirar una pequeña iglesia que pertenece al Camino de Santiago y que es el ejemplo perfecto de que el románico perteneciente a los pueblos del pirineo aragonés no causó ninguna huella más allá de nuestras fronteras. Es admirable el románico que tuvo lugar en La Catedral de Jaca, la Iglesia de Santa Cruz de la Serós, la de San Adrián de Sesabe y en los demás pueblos del pirineo aragonés que contienen alguna Iglesia de éste arte de influencia Lombarda. Lo realmente increíble es que sólo sucedió en ésta región de la jacetania y no trapasó las fronteras. Así que en éste marco incomparable y con ayuda del paisaje otoñal consumo mis días libres en un ambiente propicio para lo que andaba buscando. Lógicamente no he dejado de escribir:

Camino de Santiago en otoño


“Amarillo y rojo matan al verde
como tu ausencia acaba conmigo mismo
Me seca y me arrastra al oscuro abismo
y mi alma en camino santo se pierde

Altos riscos me envuelven de oscuridad
resuena el eco de mi pesimismo
en las sombras de un cierto deformismo
que transforman mi mal y mi realidad

Es otoño, camino largo sin ti
y dejarte ir es digno de mi amor
Te amo hasta en esta soledad sin fin

Soy el peregrino que huye del dolor
sin éxito por no encontrar su confín
soy este río que lleva tu rumor.”


"Lescun"

"La luz tamizada por la vidriera
de una oscura iglesia románica
es tu huella, materia inorgánica
que es en mi mente una enredadera

Es la nube negra que desespera
por quebrar a mi luna agónica
por nublar la cumbre volcánica
del deseo encerrado que aquí te espera

Llévate las nubes de mi tormento
cargadas de lágrimas de recuerdo
que amenazan en las cumbres del lamento

Que entre el sol a iluminar nuestro acuerdo
quicio que separa el bien del mal viento
que te haga ver que aún estoy cuerdo."


En las imágenes podemos ver la iglesia románica de Santa Cruz de la Serós y panorámicas de Borce y Lescun.

sábado, 26 de septiembre de 2009

Banda sonora para nuestra estación

"Al atardecer de uno de los últimos días cálidos de septiembre que mejor recuerdan al moribundo verano escuché un saxo lejano interpretado por un bohemio vecino que desgranaba las principales notas del sol de medianoche, "Midnight sun". A la vez que ésto sucedía, te das cuenta de que las primeras hojas en dorarse son las que mejor te esbozan el retrato del recuerdo de ese amor más imposible, si cabe, que el profesado por Eben Adams a Jennifer Appleton en "Portrait of Jennie". Al llegar a casa escuché "Blue moon", más "blue" que nunca, por la incomparable voz de Ella Fitzgerald mientras repasaba las cenizas que quedan por contar del cigarrillo que no me llegué a fumar. Sí, estamos en otoño y... ya sabéis qué significa. La única forma de disimular que estás muerto (o de que todo ha muerto) es ir a trabajar cada mañana para suspirar más tarde en la cama. La única forma de tocar una trompeta es la de Chet Baker y la única forma de interpretar una canción es la de Sinatra. Lo demás, no importa. Así que como prometí hace algún tiempo, aunque tenga otros dos blogs de música en blogspot, la música de la luna nunca se quedará sin su música... que éste sueño eterno no dura ni un año si permanece callado. Sin más preámbulos, ésta es la banda sonora para mi otoño, que puede ser el de cualquiera y que cualquier lector podrá adoptar como suyo. Nada más, muchas gracias a todos los lectores que dejan sus comentarios día a día y que hacen que éste blog siga su curso normal cada vez más orgulloso."

"Autumn leaves" (Frank Sinatra. 1957)


"Autumn leaves" (traducción de la letra de Johnny Mercer en inglés)

"Las hojas de otoño se arrastran por la ventana
las hojas de otoño, de rojo y oro
Veo tus labios, los besos del verano
las manos bañadas por el sol que solía acariciar

Desde que te fuiste los días se alargaron
y pronto escucharé la vieja canción del invierno
Pero yo te echo de menos a ti más que a nada, cariño
cuando las hojas de otoño comienzan a caer."


"Les feuilles mortes" (Yves Montand. 1951). La canción data de 1945, compuesta por Jacques Prévert y Joseph Kosma:


Por último, "Early autmun" de Woody Herman con Stan Getz al saxo. 1948:



Espero que les haya gustado la música que propongo para otoño. Toda del siglo XXI, por supuesto...jajaja (rabiosa actualidad)

lunes, 21 de septiembre de 2009

Es otoño y no lo he visto llegar


"Hoja que cae
y no te llega a rozar
es mi beso
que no te llega a besar
es el viento
que viene a susurrar
una lluvia
que no te llega a calar

Es otoño
y no lo he visto llegar

Es mi amor
que no llega a conquistar
Es mi ardor
que no te llega a quemar
Un dolor
que no te va a matar
Desamor
que te va a desesperar

Es otoño
y no lo he visto llegar

Es mi mar
que no te llegó a mojar
El mirar
en que no te vas a bañar
Es mi amar
mar para tu buen navegar
Guiomar
de Machado, un buen yantar

Es otoño
y no lo he visto llegar

Es pasado
que yo no he visto pasar
Memoria
que nunca podré olvidar
Tu huella
que nunca querré borrar
Tu ausencia
nadie la puede calmar

Es otoño
y no lo he visto llegar

Esta ola
no te llega a acariciar
Este adiós
no te llega a importar
Los versos
no te hecen siquiera llorar
al decir que
antes de mi vida acabar
juraré
que sólo a ti te pude amar

Es otoño...
...nunca lo vi llegar
Es otoño...
¿quién si no te iba a robar?"


* Me he permitido le licencia de escribir "yantar" aunque sea ya palabra en desuso. Ésta es mi bienvenida al otoño, que siempre trae la despedida de alguna otra cosa...¿verdad?. Espero que les guste.