Mostrando entradas con la etiqueta abril. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta abril. Mostrar todas las entradas

martes, 12 de abril de 2011

Más poemas

Ya sé que últimamente solo publico poemas en el blog pero no me he olvidado ni del cine ni de la música. Lo que ocurre es que para hablar de una película necesito más tiempo que para transcribir un poema. Así que hoy os presento un par de poemas más y os prometo que la siguiente entrada versará sobre el cine. El primer poema está dedicado un fuerte día de viento, típico de Zaragoza. El segundo, a uno de mis músicos favoritos.


Fotografía de Elen

Bandadas de cierzos

Bandadas negras de cierzos
atraviesan la avenida
y merodean por las más recónditas callejas.
Son pájaros ladrones de amores
que vuelan bajo,
a ras del suelo,
picoteando los corazones.
Son rápidos,
casi fugaces,
plumajes mimetizados con el paisaje
y vuelan raso,
arrancando baldosas,
hojas muertas,
primaveras;
arrancando amantes
de su simetría.

Así son los cierzos.
Pájaros que nunca emigran
y forman parte ya de tu ciudad,
de tu historia,
de ti.

Si en tu paseo diario,
en el café de las tres,
o a medianoche en un bar
encuentras a uno de ellos,
pregúntale si alguna vez
ha conocido unos ojos
sin rastros de viento.

Abril septembrino

Hoy el viento
parece llevarlo todo
en este día azul y abrileño
donde todo parece, también,
regresar.
Es el viento
-o quizá eres tú-
quien, en mitad de este callejón,
arrastra hasta mis pies
las hojas de otoño
en plena primavera.
Es el viento
-o quizá seas tú-
pero no hay piedad
en este recuerdo azul
que tiñe de rojo
todo este verde sendero
que atraviesa el viejo parque.

Ahora, un sol mortecino
besa mis labios impregnado con tu sabor
y desde la puerta de un Café
me atrapan las notas incomparables de
‘I get a kick
out of you’

Después de todo,
dentro de este bar
y al lado de Cole Porter,
es seguro
que el viento amainará
sus fríos brazos de septiembre.

Versión de "I get a kick out of you" de Charlie Parker


AÑADIDO NECESARIO


Hoy a las 19:30 en la Biblioteca de Aragón asistiremos a la doble presentación de Olifante Ediciones con las obras "Cancionero de coplas argonesas" (Miguel Ángel Yusta) y "Babel en las manos" (Fernando Sarría). Roberto Malo Manuel Martínez Forega presentarán "Babel en las manos". Javier Barreiro y José Luis Melero presentarán "Cancionero de coplas aragonesas". Nos vemos!

domingo, 3 de abril de 2011

Abril Añil


Contradicción


Esta noche de alcantarillas suplicantes
y cuerpos temblorosos.
Esta noche, en la avenida
de las casas prohibidas,
una farola toca un blues
apoyada bajo la luz de un saxofón.


Esta madrugada de coches febriles
y motores rugientes,
llenos de alcohol.
Esta última hora

en que un anuncio de neón
-o un beso tuyo-
se posa en un pájaro medio fundido,
dibujante de persianas sobre tu espalda.
Este último suspiro
en que un taxi me toma porque estoy libre
y me lleva hasta tu barrio,
sin embargo, me ocupo en arreglar
todas nuestras cuentas perdidas.


Porque un optimista diría
que el tiempo de crisis es tiempo de cambio,
yo quiero decirte,
en este último momento
cuando está a punto de amanecer la luna,
que ese tiempo fue tiempo gastado, sin más,
tiempo perdido.


Ahora, toma un vaso de agua
y seca la ausencia del llanto.
Y si no quieres volver a verme, si me odias,
vete, lo más lejos que puedas...
Vete y abrázame.




Primer abril


En los primeros pálidos días de abril,
cuando el invierno ha trasnochado
y su resaca solo es un extraño reflejo
o consecuencia del otoño,
hay un viejo que camina,
próximo al seminario de San Carlos,
por vías sepultadas en el paso del tiempo.


Su trayecto es un círculo cerrado
limitado a esta ciudad que ama.
Aquí no hay primavera ni invierno,
ni verano ni otoño.
Aquí, donde solo existe un viaje de ida,
hay unas ruinas reposando bajo tierra
mientras otras, más humanas, no consiguen descansar
y viajan circulando en tranvías
de horarios indefinidos
y andenes de paso.


El secreto está
en nunca dejar de viajar
El saxo es de Ben Webster. El tema es It never entered my mind

miércoles, 14 de abril de 2010

La primavera en un blog. Flores para Elvira


Hace un tiempo que llevo siguiendo un blog de fotografía cuya autora es Elvira Coderch, ex-profesora de inglés de secundaria y escritora (ha publicado el libro "Palabras del silencio"). Además Elvira es fotógrafa aficionada y estudiosa de las plantas medicinales y flores de Bach. Debe ser por eso que la primavera la lleva tan bien porque, queridos amigos, si servidor se ha enterado de que aquí es primavera no ha sido por las parejas de adolescentes que se comen a besos en la Plaza de los Sitios ni por la violinista callejera que interpreta a Vivaldi... ni mucho menos. Sólo me he enterado por las exhibiciones florales a las que Elvira nos tiene acostumbrados en su blog y es que hasta que no se ven esas maravillas fotografiadas por ella no se advierte lo increíbles que son. Aquí, en portada, he rescatado su Margarita del Cabo para explicar gráficamente de lo que estoy hablando. Como agradecimiento le escribí un poema que ella ha publicado en su blog

Flores para Elvira

Porque a veces la primavera olvida
hacer siembra en esta tierra quemada
y me convierto en pez que aún respira
fuera del mar que fue tu mirada

Porque no quiero ser escombro en vida
rastrojo que deja el agua pasada
porque mis sueños no tienen cabida
en esta malograda alborada

No puedo encontrar sol en esta umbría
ni un buen fruto en esta sequía
que este robado abril ya no aspira
a vivir en una noche templada
que este viejo amante ya no conspira
por perder otra partida amañada

Sólo en las flores que regala Elvira
la primavera estalla de madrugada.


Aquí les dejo más ejemplos de su obra fotográfica:






Ya que estamos en primavera y con flores les ofrezco otros enlaces de interés donde pueden apreciar la evolución primaveral: El rincón de Ofelia Gasque
Una bonita visión zaragozana de la primavera en lo que veo en Zaragoza, el blog de José María, y por supuesto en el blog de Amaya
Por añadidura debo decir que en el blog de Elvira, como en los demás, no sólo encontrareis fotografías de flores sino también muchas imagenes sorprendentes.

Abrazos primaverales para ellos y besos primaverísticos para ellas.

jueves, 1 de abril de 2010

Buenos días, abril.


El primer día de abril comenzó para mí en una noche oscura y desvelada. Por las ventanas con vistas al mar ocre de una adormecida ciudad no alcanzaba a comprobar si era la luna o una lágrima lo que se derramaba por detrás de los edificios...

Llega abril

"Sombra que trepas por los edificios
por los que se despeña una gran luna
dejando tras de tí sólo resquicios
ahogándose en esta negra laguna

Esta noche se cierran los auspicios
y tu ausencia termina en hambruna
que saciará mis sueños más ficticios
siendo de esta gran ciudad sólo enruna

¿Eres fantasma creciendo a mi lado
o un quedo tañir inciertamente olvidado?
¿Qué puedo hacer en este limbo añil?

Este monstruo jugando a los dados
que te devora por dentro a bocados
es sólo la pimera noche de abril."


Joaquin Sabina "¿Quién me ha robado el mes de abril?"

Lágrimas de desamor ruedan por las páginas de un... blog

sábado, 21 de noviembre de 2009

Mirada de abril, besos de otoño (Relato)


Mirada de abril, besos de otoño

“El dulce y melancólico manto del otoño cubre ya con su abrazo el corazón de los solitarios que se revuelve en la tumba del desamor. Allí, donde encuentra su hogar la yedra enredada en el pasado, parece real el sueño olvidado y es entonces cuando hay que saber delimitar el quicio que separa a la pesadilla de la razón. Bailando en esa línea casi imperceptible y, en ocasiones, mezclada y diluida en alcohol se encuentran los infelices felices de serlo, de espíritu masoquista y sádico que buscan en el fondo de un vaso la luz del reflejo que les devuelva la mirada extrañada en forma de ilusión alcohólica. Esta es la breve pero eterna historia de uno de esos expertos bailarines.

Recuerdo que mi amigo Agustín solía contarme con todo lujo de detalles las horas que pasaba amando a su amor imposible en el oscuro rincón de un bar, en una solitaria pérgola de cualquier parque o en uno de esos lugares inusuales que sólo hayan los amantes fugados, hambrientos desesperados. Solía narrarme sus breves encuentros centrándose en la fugacidad del tiempo junto a ella, en su piel, y en lo que la echaba de menos cuando su barco partía desde la costa de la pasión hasta el océano del desengaño que, en su tempestad, siempre devoraba a las embarcaciones más débiles.

“Su ausencia –decía- es como un suave dolor pasajero que nunca pasa…como un fuego fatuo”

Recuerdo que solían encontrarse en un bohemio y oscuro Café de sabor añejo, que estaba emplazado en una olvidada calle de la zona antigua de la ciudad donde los señores apuran su vida en un vaso de ron contando historias, unas vividas, otras muertas y las que más soñadas. Allí siempre compartían el cóctel favorito de Eva, el clásico quemadillo de ron ante el que pasaban horas besándose y esperando a que se enfriara la copa. En ese Café es el sitio donde preparan el mejor quemadillo de ron de toda la ciudad. Lo sirven deliberadamente ardiendo porque es la forma de servirlo y para que los clientes pasen un tiempo contemplando la belleza del humo de un cigarrillo enredándose en la luz tenue de una lamparita o apreciando las fotografías antiguas que decoran las paredes de éste histórico Café. Allí, Eva y Agustín solían gastar las horas de una tarde cualquiera de domingo hasta que algún duendecillo maléfico instalado en el destino de Agustín hizo que Eva encontrase a otra persona. Desde aquél momento Agustín ya nunca fue el mismo.

Ayer lo encontré en aquél mismo Café, sentado en la misma mesa que ocupaba junto a Eva, frente a una copa intacta de quemadillo de ron. Su mirada se perdía entre la cristalera empavonada de la puerta de entrada mientras su mano acariciaba la copa y su mente acariciaba los recuerdos. Me acerqué a él, lo saludé y comenzamos a charlar. Al saber que llevaba tres horas en la misma mesa y con la misma consumición le pregunté si esperaba algo. Entonces su mirada empañada de abril se encontró con la mía y me respondió que esperaba a que se enfriara. Yo acerqué mi mano a su copa y comprobé que estaba helada.

- No, amigo. La copa hace tiempo que se enfrió. Sólo estoy esperando a que se enfríen las huellas de los besos de Eva sobre mis labios ...


Yo pagué mi café y pedí un taxi que me llevara de vuelta al insulso mundo de la razón.

Es curioso como en otoño se puede recordar de forma tan real aquél despiadado abril. Es muy curioso como un recuerdo puede quemar más que un quemadillo de ron.”


Éste relato está inspirado en el histórico Café Trapalas de Zaragoza (C/ Mayor, 51). Aunque la fotografía de la recóndita barra de bar no es de ese establecimiento.

miércoles, 15 de abril de 2009

Noche sin luna

Esta es la historia de un hombre que lo perdió todo un día lluvioso de abril. Deambuló en el atardecer hasta que le sorprendió la noche, una noche sin luna en la que buscó una razón. En procesión por bares turbios de nostalgia su cabeza se preguntaba una y otra vez por qué la había vuelto a perder y su corazón latía fuerte como el ruido de fondo de tambores en otra procesión distinta. Intentó adivinar una solución para recuperarla, inventó millones de mensajes que nunca envió y escribió centenares de cartas que acabaron en la misma basura que su poesía. Otro trago más en la barra del olvido, otro martini... es demasiado dulce ahora.

"Cierra los ojos,preciosa y sueña. Mañana abrirás esas brillantes luces a un nuevo día y verás que te sientes mejor. Te has liberado de una gran carga que, durante mucho tiempo, te apartó de la felicidad sin quererlo. Tú mereces recibir la felicidad que sueles dar, esa felicidad que a mi lado no es fácil encontrar. Sólo te pido que olvides los malos momentos y mis peores recuerdos de la misma forma que olvidaste todo lo bueno que una vez hubo en mi."

Aquél hombre abrió los ojos. De fondo se escuchaba una melancólica canción de Los Secretos titulada "Hoy no". Una bonita dedicatoria para ese punto final. Irónicamente advirtió que había perdido el tiempo bebiendo preocupado por encontrar una solución para recuperarla. Porque la solución ya la había dado ella. Debía sentirse contento por ella ya que, al fin, se había librado de él. Ella iba a ser feliz. Levantó la copa y brindó con aquél camarero por esa bonita noche sin luna y sin estrellas ... sin brillos en sus ojos.

lunes, 6 de abril de 2009

Luna pálida de abril

Tan suavemente ha empezado otro mes de abril
Tan despiadadamente me trae tu ausencia
Ya me dirás quién soy yo sin tu presencia
A estas horas tu distancia se vuelve añil

Madrugada de luna pálida sin ti
Le robaste el brillo con tu existencia
Ante tu mirar no ofrezco resistencia
Tus pupilas reflejan la luz del candil (un recuerdo)

Las estrellas anoche olvidaron brillar
Ya llegó abril y la lluvia en mi corazón
Esta noche te has olvidado de llamar

Yo sólo quiero que me des una razón
Para este desencuentro, dejarnos de amar ...
¿Dejarnos de amar?... es imposible, mi amor