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lunes, 28 de marzo de 2011

Mis discos favoritos: Bing & Satchmo (1960). Más Bing Crosby y Louis Armstrong


Después de compartir escenarios, conciertos, programas de radio y televisión e incluso películas, Bing Crosby y Louis Amrstrong decidieron dejar una sólida constancia de sus colaboraciones en el primer y único LP que grabarían juntos: Bing & Satchmo (1960). Con la orquesta y los músicos de Louis Armstrong, junto con los arreglos de Billy May, el resultado es una de las mejores manifestaciones históricas del swing, casi una reivindicación de que, en 1960, era una música que estaba todavía muy viva (y que sigue viva hoy en día). En este LP se ofrece un swing fresco y joven mezclado con algunos temas de blues que, en la voz de Bing, balancean de una manera irresistible. Creo que Bing Crosby nunca ha cantado mejor que en este LP. La buena noticia es que en este año 2011, al fin, ha sido editado en CD con una remasterización estupenda (por una vez) y temas añadidos de la banda sonora de "Alta Sociedad" y de actuaciones con Bing Y Louis en la radio. Una joya de CD, vamos. Este disco, o esta fiesta, comienza con el tema Muskrat ramble que ya hiciera famoso Louis Armstrong en 1926. En el comienzo de la canción Bing Crosby comienza hablando con el coro para dar la bienvenida a Louis Armstrong que entra cantando con un swing genial:

El segundo tema es "Sugar":

Let's sing like a dixieland band:

Way down yonder in New Orleans:

Brother Bill:

Y ahora, para terminar, el tema Now you has jazz que ya vimos aquípero esta vez, en directo:

Espero que lo hayan disfrutado.

lunes, 2 de agosto de 2010

Mis discos favoritos: Bruce Springsteen, "Tunnel of love" (1987)


En la última entrada pudimos ver un video en el que Bruce Springsteen cantaba "Book of dreams" y ésto me recordó que tengo en este blog bastante olvidada una sección que titulé "Mis discos favoritos". Por esta razón hoy quiero traer hasta aquí uno de mis discos favoritos de Bruce Springsteen, el titulado "Tunnel of love". En 1987 Bruce Springsteen llevaba a sus espaldas ya dos exitosas giras mundiales que lo habían situado directamente en la cima del rock mundial. En 1980 el chico de New Jersey había resucitado el espíritu de Elvis y del rock and roll más auténtico con el célebre doble álbum titulado "The River", considerado por muchos críticos el mejor de su carrera. Por si esto fuera poco en 1984 volvía a repetir fórmula, estilo y frescura con su estupendo "Born in the U.S.A.". Después, una gira mundial que duró dos años cerró el periodo probablemente más exitoso de toda su carrera. En 1987 con 37 años Bruce tenía la difícil empresa de volver a publicar un disco con nuevo material, que ofreciera algo innovador en su música y además no defraudara a su gran número de seguidores. Bruce Springsteen se reinventó. Según sus propias palabras: "...Intentar cosechar el éxito que obtuvo 'Born in the U.S.A.' hubiera sido un juego perdido. Así que intenté presentar a mi público una nueva cara, como un nuevo cantautor que canta sobre los graves problemas que encuentra un hombre adulto en su hogar, en su vida, en su amor. Me encerré en el garaje de mi casa de Rumson, NJ y empecé a escribir. Escribí sobre algo nuevo, que no había tratado antes: Las relaciones entre los hombres y las mujeres. En tres semanas tuve el disco completo..."

Realmente "Tunnel of love" no es uno de los LPs preferidos entre los admiradores de Springsteen pero sí que, en mi opinión, es un disco de una importancia trascendental. Si el gérmen de "Tunnel of love" nació en la canción "Stolen car" de "The river" (Un hombre que conduce de noche pensando en los problemas que tiene con su mujer, en su hogar... con las cosas que realmente importan en una vida...) también es cierto que en "Tunnel of love" nace el gérmen de canciones tan celebradas posteriormente como "Streets of Philadelphia" o "Secret garden". En este disco Bruce condensó lo mejor de su rock, lo mejor de su lado más sentimental y además un nuevo aire country que hasta entonces desconocían sus seguidores. En "Tunnel of love" efectivamente surgen las 'canciones de carretera' que con los años desembocarían en trabajos tan fundamentales como "The ghost of Tom Joad" o "Devis and dust". Ahora un pequeño repaso por el tracklist del disco:

Abriendo "Tunnel of love" tenemos "Ain't got you". Es una canción animada de aire roquero que especialmente brilla en sus giras acústicas. Una forma positiva de comenzar el disco.
La segunda canción es "Tougher than the rest" una de las piezas más celebradas a lo largo de su carrera. "Tougher than the rest" es una canción de carretera que encierra el espíritu Springsteen: una línea que danza entre la balada y el puro rock.
"All that heaven will allow" es una de esas piezas tan maravillosas como desconocidas, una canción que entronca en la misma raíz de "Brilliant Disguise" que veremos más tarde.
"Spare parts" es la canción más roquera del álbum y fue elegida para comenzar todos los conciertos de la gira con la voz de Bruce quebrando el principio de forma majestuosa.
"Cautious man" (dedicada a "La noche del cazador") y "Walk like a man" son las canciones más personales y country del álbum.
"Tunnel of love" ha sido el single más famoso de todo el disco y se ha quedado como una de las fijas del repertorio del boss en directo.
La octava es "Two faces", probablemente la más irrelevante del disco.
Pero en el número nueve viene la genial "Brilliant disguise" que, aunque ha sido tachada como lo más pop de Springsteen, guarda en su estrofa final una de las letras más geniales de toda su obra.
"One step up" es una balada maravillosa que presenta el patrón de lo que posteriormente sería "Streets of Philadelphia" en cuanto a acompañamiento musical y ambiente.
Para terminar el disco un guiño puramente country y melancólico con "When you're alone" y "Valentine's day" una de mis baladas y letras preferidas del repertorio de Bruce Springsteen.

En mi opinión "Tunnel of love" es un disco maravilloso para escuchar y disfrutar con tranquilidad, por ejemplo, en una tarde de verano tormentosa o en mitad de la carretra rumbo a ninguna parte. Al igual que existen las "road movie" éste es un "road disco" para no parar de devorar kilómetros. Si no lo conocen, que lo disfruten. A continuación... para muestra, un botón:
"Brilliant disguise" (Subtitulada)

"Tunnel of love" (Barcelona, 1988)

"Tougher than the rest" (Subtitulada)

"One step up" (Acústico. 2005)

viernes, 16 de abril de 2010

Mis discos favoritos: Joe Cocker, "Across from midnight" (1997)


Hacía ya bastante tiempo que había dejado de lado esta sección donde me da por repasar los discos que en algún momento de mi vida me han marcado de tal manera que ya forman parte de mi banda sonora particular. Todos tenemos un lugar en nuestra discoteca deidicado a esos álbumes que hicieron historia en nuestra historia. Para hoy rescato de ese lugar "Across from midnight", en mi opinión uno de los mejores trabajos de Joe Cocker. "Across from midnight" como el propio título nos indica se trata de un álbum creado por y para la noche, de pedazos de luna y estrellas sobre el telón azabache en la quebrada voz de Joe Cocker. En compañía de la mejor música de soul, blues y una pequeña sección de coro realmente inolvidable podemos atravesar la medianoche mientras Joe Cocker va desgranando la letra de cada canción apasionadamente...casi doliéndose y sufriendo junto a ella. Los instrumentos están concebidos como sonidos que sólo se pueden encontrar durante la madrugada y es fácil, al cerrar los ojos mientras escuchas la música, situarse en una calle nocturna y húmeda con luces de neón parpadeantes y una enorme luna amarilla colgando del cielo. Entre las doce canciones que completan el repertorio podemos encontrar el clásico de Bob Marley "Could you be loved?" transformado para la voz de Joe en una excelente versión. Canciones como "N'oubliez jamais", "Wayward soul", "What do you say?", "The last one to know" o la dramática "Need your love so bad" forman parte de lo mejor del repertorio de Joe Cocker. Un álbum en que no se puede desperdiciar ni una de las doce canciones, una joya en los finales de los noventa.
"N'Oubliez jamais"

"That's the way her love is"

"Tonight"

sábado, 2 de enero de 2010

El señor Joaquin Sabina


Que Joaquin Sabina es un personaje que despierta tantas simpatías como antipatías ya es bien conocido por todos nosotros. Que a mí me despierta muchas más simpatía que otra cosa, también. Además es un hecho demostrado que sus letras, sus versos y rimas, inspiran a cualquier amante de la buena literatura. Pero hoy quiero destacar su último trabajo discográfico que, además de ser una buena propuestal musical, es una joya literaria en sí misma. "Vinagre y rosas" es el título perfecto para definir la sensación que nos produce escuchar entero el último álbum de Joaquin Sabina. Es un disco oscuro, crepuscular y altamente poético con versos y rimas inolvidables que provocan al que lo escucha tener ya un estribillo que tararear a la mañana siguiente. Acostumbrados a su estilo quizás es bueno reseñar que es un disco más sosegado que el resto, por lo que estamos ante el trabajo más parecido a "Diecinueve días y quinientas noches" que ha producido el jienense desde los años noventa hasta hoy. Muy superior a su último "Alivio de luto" contiene una música y unas rimas pegadizas así como baladas al estilo clásico sabinero con las que nos vuelve a sumergir en el maravilloso mundo de "¿Quién me ha robado el mes de abril?", "Que se llama soledad" o "Calle melancolía". Este caso es el de "Cristales de bohemia", canción dedicada a la ciudad de Praga (donde se compuso el disco), a la soledad, al desamor y a la luna... como una daga manchada de alquitrán. La primera vez que la escuché juro por el santo del desván que se me heló el corazón y se me puso la carne de gallina. La voz quebrada de Sabina es acompañada por un intimísimo piano y una acordeón que surge en mitad de la noche de Praga. En palabras de Joaquin Sabina para la revista "Rolling Stone": "Lo primero que he hecho ha sido contar más con poetas y menos con músicos. Los músicos son los de siempre, pero he hecho a medias ocho o nueve canciones con el escritor Benjamín Prado, a cuatro manos. Ni él ni yo sabemos qué verso es mío y qué verso es de él, pero sí que lo hemos pasado muy bien haciéndolo. Benjamín (Prado) lo pasó mal cuando su amante le dejó, así que me lo llevé a Praga y conpusimos esto...".



Ejemplos de letras inmejorables, podría poner muchas pero voy a deleitaros con mis dos líricas preferidas: "Cristales de bohemia" y "Nombres impropios". El primer single "Tiramisú de limón", de cualquier forma, ya lo dice todo. Es una canción que comienza tranquila para seguir in crescendo hasta un final completamente roquero. En el caso de "Agua pasada" escuchamos un soneto reconvertido en canción tranquilita y bohemia que comienza con ésta maravilla de estrofa:
"Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas
el solo de pijamas con sordina
la adrenalina en camas separadas."

Pero no falta tampoco el toque andaluz sabinero con una rumba dedicada al desaparecido Ángel González llamada "Menos dos alas" y el toque del Sabina roquero con "Crisis" y "Embustera". "El blues del alambique, "Viudita de Clicquot" "Vinagre y rosas" y "Ay, Carmela" está dentro de lo más íntimo de Joaquin y eso a estas alturas ya es todo un regalo para los oídos. En cuanto a la participación del grupo "Pereza", sorprendentemente para mí, ha servido para darle frescura y un sonido roquero y jóven a un álbum redondo, sin fisuras, como un tapiz de aguardiente tejido con desamor. Ahora, lo prometido. Dos de las letras escritas por Joaquin Sabina y Benajmín Prado:

"Cristales de bohemia"
"Vine a Praga a romper esta canción
por motivos que no voy a explicarte,
a orillas del Moldava
las olas me empujaban
a dejarte por darte la razón.

En el Puente de Carlos aprendí
a rimar cicatriz con epidemia,
perdiendo los modales:
si hay que pisar cristales,
que sean de bohemia, corazón.

Ay! Praga, Praga… Praga
donde el amor naufraga
en un acordeón.
Ay! Praga, darling, Praga
los condenados pagan
cara su redención.

Ay, Praga, Praga, Praga,
dos dedos en la llaga
y un santo en el desván.
Ay! Praga, darling, Praga,
la luna es una daga
manchada de alquitrán.

Vine a Praga a fundar una ciudad
una noche a las diez de la mañana,
subiendo a Mala Strana,
quemando tu bandera
en la frontera de la soledad.

Otra vez a volvernos del revés,
a olvidarte otra vez en cada esquina,
bailando entre las ruinas
por desamor al arte
de regarte las plantas de los pies.

Ay! Praga, Praga… Praga
donde el amor naufraga
en un acordeón.
Ay! Praga, darling, Praga
los condenados pagan
cara su salvación.

Ay! Praga, Praga… Praga
donde la nieve apaga
las ascuas del tablao.
Ay! Praga, darling, Praga
lágrima que se enjuaga
en Plaza Wenceslao.

Ay, Praga, Praga, Praga,
dos dedos en la llaga
y un santo en el desván.
Ay! Praga, darling, Praga,
la luna es una daga
manchada de alquitrán."


(del maestro, Joaquin Sabina)

"Nombres impropios"

"No se puede afirmar
que me engañaba cuando me mentía.
se llamaba Osadía
y desde el primer día
tuvo la cobardía de avisar.

Quien tiene siete vidas
y dos ojos de gata callejera
no se va con cualquiera.
De su noche se espera
un broche de promesas incumplidas.

Mejor no equivocarse
no me pidas jamás lo que no doy
ya sabes cómo soy y si quieres me voy
dijo cuando acabo de desnudarse.

Ya ves
llegar a fin de mes
no era con ella asunto de dinero
se trataba más bien de merecer
un tren de pasajeros,
el tsunami de un mar hecho mujer
dispuesto en cada ola a renacer.
Se llamaba Herejía
cómo voy a saber
si me engañaba cuando me mentía.

Maestra en confundir
al diablo y al rey de los altares,
me citaba en los bares
con fuegos malabares
y luego se olvidaba de acudir.

La mañana y la tarde,
qué vaivén entre alarde y agonía,
todo lo confundía
su swing, porque sabía
mirar como un crepúsculo que arde.

Callada por respuesta
cuando jugué al dolor de corazón.
Su boca era un buzón de voz sin
compasión
dormido hasta la hora de la siesta.

Ya ves,
llegar a fin de mes
no era con ella asunto de intendencia.
se trataba más bien de comprender
la pura impertinencia
del sol cuando se cansa de asombrar,
del mostrador a la hora de cerrar.
Se llamaba ironía
y no puedo jurar
que me engañaba cuando me mentía.

Ya ves,
llegar a fin de mes
no era firmar un parte de sucesos,
se trataba más bien de envejecer
huérfano de sus besos
con fantasmas que aprenden a
crecer,
abrazos que se mueren por volver,
Se llamaba utopía,
me gusta imaginar
que me engañó cuando se despedía."


(del maestro, Joaquin Sabina, y de Luis García Montero)

Ahora les dejo con el video "Tiramisú de limón", junto a Pereza, y un video de "Cristales de bohemia" con imágenes de Praga:


domingo, 1 de noviembre de 2009

Mis discos favoritos: Chris Rea, "Auberge" (1991)


Chris Rea es un virtuoso guitarrista especializado en la técnica de "silde guitar" que consiste en deslizar una nota a través de los trastes ayudado por un tubo metálico. Primitivamente los músicos de country o blues utilizaban anillos o cuellos de botella para conseguir ésta técnica que, según parece, nació en Hawaii. Además de estar especializado en ésta técnica, como compositor de canciones y letras Chris Rea no tiene nada que envidiarle a ningún otro guitarrista. Chris Rea nació en Middlesbroguh, Inglaterra, en 1951 y desde sus comienzos siempre antepuso la libertad de su música a los ingresos que le proporcionaría una gran discográfica. Esto nos da una pista para saber ante qué gran artista estamos al hablar de Rea. Su primer trabajo data de 1978 ("Whatever happened to Benny Santini?") pero en nuestro país desgraciadamente no fue demasiado conocido hasta su éxito de 1986 "On the beach". Hoy quiero hablarles de "Auberge", el doceavo disco de su carrera publicado y grabado en 1991. "Auberge" es un disco irresistible que nos habla de la libertad al que todo ser humano aspira y que, a veces, se consigue con algo tan fácil como viajara un lejano lugar. Por esto es un disco perfecto para escuchar en carretera, ante el volante de un coche o mientras se observan los raíles por los que se desliza un tren. "Auberge" no sólo es un compendio de varias clases de blues, es mucho más. A través de ese blues y del sonido de las distintas guitarras empleadas aquí (dobro, española, nylon, eléctrica, acústica...) Chris Rea nos transporta a paisajes lejanos e incluso a épocas distintas en, por ejemplo, "Sing a song of love to me" (una balada encantadora) nos parece estar en mitad de un paisaje medieval. Chris Rea interpreta en éste disco la guitarra eléctrica, la española, la acústica, el órgano hammond y la armónica. El disco está repleto de grandes canciones. Hay sitio para las baladas maravillosas como "Heaven", donde podemos disfrutar del sonido del dobro de Anthony Drennan (guitarrista que acompaña normalmente a Chris Rea) o la intimísima "Gone fishing". También hay lugar para el blues más rítmico en la porpia "Auberge" o "Red shoes". En éste disco se incluye la joya "Winter song", una canción que va aumentando de ritmo a medida que avanza para terminar con un excelente solo de guitarra de Rea. Mención especial requiere "The mention of your name", que es la canción que cierra el disco. Aquí se puede disfrutar de la voz grave de Chris Rea en ausencia de ritmo con un fondo maravilloso de cuerda y piano. Un disco más que recomendable para otoño pero para disfrutar en cualquier época. Ahora "The mention of your name":


En paraquetuloentiendas.blogspot.com podemos ver "Winter song", traducida. Muy recomendable para ésta época.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Mis discos favoritos: Mark Knopfler & Chet Atkins: "Neck and Neck"

Irremediablemente éste blog siempre ha estado, de un modo u otro, unido a la música. Hoy quiero empezar un nuevo apartado que se llama "Mis discos favoritos", donde iré publicando los LPs que han marcado mi vida, la música que vengo escuchando desde que tengo uso de razón. De hecho ésta página se titula "El Sueño Eterno" pero su dirección ya habla de la música así que habrá que hacer honor al nombre. Aunque ya tengo dos blogs más de música aquí se hablará únicamente de "discos redondos" o, simplemente, que fueron especiales para mí. Para empezar hablaré de un LP grabado y publicado en 1990, no muy conocido, que supuso el encuentro de dos grandes e históricos guitarristas: Mark Knopfler y Chet Atkins. El álbum fue grabado en los estudios de la CBS de Londres y producido por el mismo Mark Knopfler. Es un disco que recupera el mejor sonido de los guitarristas de los años treinta, el jazz, el swing pero con un inconfundible sabor country, sin ayuda de viento...todo guitarra. Así, podemos disfrutar de la clásica balada de Django Reindhardt y Stephan Grappelli titulada "Tears" con las inconfundibles guitarras de Knopfler y Atkins. Los dos guitarristas repasan clásicos de Don Gibson como "Sweet dreams" o "Just one more time", destacan cantando a dúo la marchosa "Yakety Axe" y "There'll be some changes made" y emocionan con la brillante, melancólica y dulce "So soft, your goodbye". También podemos escuchar una composición de Mark Knopfler especial para éste disco titulada "The next time I'm in town" y cantada a dúo junto a Chet Atkins. En definitiva es un compendio de diez canciones maravillosas, alternando musicales y cantadas a dúo, ideales para cerrar los ojos y trasladarte a los años treinta, para recordar y añorar el amor pasado y soñar con uno futuro. En el video podemos ver a los dos artistas interpretando "I'll see you in my dreams", de Gus Kahn, e "Imagine" de John Lennon.



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