Algo de nieve para refrescarnos, en pleno agosto...
En este océano en calma
de marea gris y atardecer incandescente
advierto un presagio que me habita.
Me aterroriza como crestas de ola
o ejército de lanceros acuáticos,
clavados contra el cielo.
Tiembla como el final de la llama
prendida en el candil.
Es tu mirada que calla
cuando niega un beso
o la infancia que hiere profunda,
desde un viejo puerto.
Este presagio que me habita como un abismo temporal
es un silencio que insulta, si ausente,
tan presente como mi destino
La canción es I can't get started (Ira Gershwin & Vernon Duke)interpretada por el excelente saxofonista Cannonball Adderley.
A través de la niebla la noche en vela va cruzando el bar.
Yo solo soy un barco varado, amarrado al astillero de una barra cuyo final se desvanece, diluído, detrás de la noche.
Quiero protestar pero tantos versos me dejaron mudo. Deseo mirarte pero el humo de tu ausencia me ha dejado ciego.
El cielo se cierra y se leja, inalcanzable, como un callejón sin salida. Yo permanezco debajo, amenazado, como un blanco fácil.
Esta noche estoy demasiado cansado. No dormiré en casa.
Sedimentos
La mar en calma, mar rizada, tan leve como tu cabello cuando está enfurecido deja en su retirada, de anochecida, todos los esqueletos del océano y todas las cuencas vacías de las que, una vez, se fugó la vida.
Yo atesoro, uno a uno, sus pequeños huesos como pequeños versos, momentos, para que una vez en la ciudad me susurren la brevedad de este poema
La última campana
La soledad fue un cielo de cemento que se rompió tras el tañido de la vieja campana celebrando así los primeros versos, que fueron besos, sobre la media luna de tu espalda.
Quizá este instante llovió alegría sobre tus labios saciando mi sed Quizá tu sangre, entonces y la mía fueron una sola cosa por un instante
Pero desde esta barra de bar que se diluye al final de la madrugada en una nueva espera incógnita; desde esta noche menos, en el hueco de tu cama, diviso aquella vieja campana desquebrajada sobre la arena.
Se borraron ya todas las huellas.
Un plañido en el viento está ahogado por el olvido y el ruinoso campanario ha quedado mudo.
Desde este silencio sombrío yo, sigiloso, me adentro en tu catedral.
Fotografía de Antonio López Pérez del blog Afotando
Y así me despido por unos días de voluntario retiro vacacional en el que intentaré estar desconectado del Mundo-Blog. Hasta la vuelta!
AÑADIDO NECESARIO: HA MUERTO CLARENCE CLEMONS
Fotografía reciente de Clarence Clemons
El azar ha querido que hoy, sin tener ni idea de esta pésima noticia, haya elegido el sonido del saxofón para estos poemas. Me acabo de enterar que uno de mis músicos y saxofonistas favoritos ha muerto. Clarence Clemons, miembro de la E Street Band de Bruce Springsteen, ha perdido la vida a los 69 años de edad. Su saxo, sin embargo, nunca dejará de acompañarnos. Les dejo con el tema Jungleland con un solo de Clemons que siempre me ha parecido soberbio: