Mostrando entradas con la etiqueta Cannonball Adderley. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cannonball Adderley. Mostrar todas las entradas

lunes, 22 de agosto de 2011

Este presagio que me habita

Algo de nieve para refrescarnos, en pleno agosto...



En este océano en calma
de marea gris y atardecer incandescente
advierto un presagio que me habita.

Me aterroriza como crestas de ola
o ejército de lanceros acuáticos,
clavados contra el cielo.
Tiembla como el final de la llama
prendida en el candil.
Es tu mirada que calla
cuando niega un beso
o la infancia que hiere profunda,
desde un viejo puerto.

Este presagio que me habita 

como un abismo temporal
es un silencio que insulta, si ausente,
tan presente como mi destino


La canción es I can't get started (Ira Gershwin & Vernon Duke) interpretada por el excelente saxofonista Cannonball Adderley.

domingo, 19 de junio de 2011

Tres poemas nocturnos y un saxofón

 Dancing in the dark (Cannonball Adderley):


Sin título


A través de la niebla
la noche en vela
va cruzando el bar.


Yo solo soy un barco varado,
amarrado al astillero de una barra
cuyo final se desvanece, diluído,
detrás de la noche.


Quiero protestar 
pero tantos versos
me dejaron mudo.
Deseo mirarte
pero el humo de tu ausencia
me ha dejado ciego.


El cielo se cierra y se leja,
inalcanzable,
como un callejón sin salida.
Yo permanezco debajo, amenazado,
como un blanco fácil.


Esta noche estoy demasiado cansado.
No dormiré en casa.





Sedimentos


La mar en calma, mar rizada,
tan leve como tu cabello
cuando está enfurecido
deja en su retirada, de anochecida,
todos los esqueletos del océano
y todas las cuencas vacías
de las que, una vez, se fugó la vida.


Yo atesoro, uno a uno,
sus pequeños huesos como pequeños versos,
momentos,
para que una vez en la ciudad
me susurren
la brevedad de este poema





La última campana


La soledad fue un cielo de cemento
que se rompió
tras el tañido de la vieja campana
celebrando así los primeros versos,
que fueron besos,
sobre la media luna de tu espalda.


Quizá este instante
llovió alegría sobre tus labios
saciando mi sed
Quizá tu sangre, entonces
y la mía
fueron una sola cosa
por un instante


Pero desde esta barra de bar
que se diluye al final de la madrugada
en una nueva espera incógnita;
desde esta noche menos,
en el hueco de tu cama,
diviso aquella vieja campana
desquebrajada sobre la arena.


Se borraron ya todas las huellas.


Un plañido en el viento
está ahogado por el olvido
y el ruinoso campanario
ha quedado mudo.


Desde este silencio sombrío
yo, sigiloso,
me adentro en tu catedral.
Fotografía de Antonio López Pérez del blog Afotando
 Y así me despido por unos días de voluntario retiro vacacional en el que intentaré estar desconectado del Mundo-Blog. Hasta la vuelta!

AÑADIDO NECESARIO: HA MUERTO CLARENCE CLEMONS
Fotografía reciente de Clarence Clemons

El azar ha querido que hoy, sin tener ni idea de esta pésima noticia, haya elegido el sonido del saxofón para estos poemas. Me acabo de enterar que uno de mis músicos y saxofonistas favoritos ha muerto. Clarence Clemons, miembro de la E Street Band de Bruce Springsteen, ha perdido la vida a los 69 años de edad. Su saxo, sin embargo, nunca dejará de acompañarnos. Les dejo con el tema Jungleland con un solo de Clemons que siempre me ha parecido soberbio: