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jueves, 5 de agosto de 2010

Pequeñas joyas del cine español: "La lengua de las mariposas. José Luis Cuerda (1999)


Dedicado a Gabrielle Dupré

Decir a estas alturas que Fernando Fernán Gómez fue si no el mejor una de las más brillantes figuras cinematográficas de nuestra filmografía sería poco menos que llover sobre mojado. No me quiero repetir pero si a alguien le cupiera alguna duda del gran actor que fue Fernán Gómez podría ver, por ejemplo, "La lengua de las mariposas". Puede que con esa expresión que esboza en el momento final de la película no haga falta decir ninguna palabra más al respecto.

Hace ya unos meses (la verdad es que quería tener tiempo para hablar de esta joya) recibí una invitación verbal de Gabrielle Dupré en la que se me proponía hablar de "La lengua de las mariposas". Supongo que es difícil decir algo nuevo de esta película de la que ya se ha hablado un montón. Sé de algún cinéfilo por ahí que lo haría muy bien, pero al menos intentaré estar a la altura. "La lengua de las mariposas" está basada, como ya sabrán, en tres relatos del libro ¿Qué me quieres, amor? de Manuel Rivas. Uno de los relatos se titula efectivamente "La lengua de las mariposas". La película comienza, como el relato, mostrándonos a un pequeño de seis años llamado Moncho (Manuel Lozano) aterrado por tener que asistir el día siguiente a su primer día de clase. Según le han dicho, en la escuela los maestros pegan a los alumnos. Al día siguiente Moncho entra en clase, se orina de miedo y huye despavorido. Don Gregorio, el profesor (Fernando Fernán Gómez), decide acudir a casa de Moncho para presentarle sus disculpas e invitarle a que vuelva a asistir a clase. A la mañana siguiente la clase comienza con un poema de Antonio Machado titulado "Recuerdo infantil". Este comienzo, por otra parte colosal, no es un principio casual ni mucho menos. En el poema "Recuerdo infantil", Machado describe la muerte de Abel a manos de su hermano Caín sobre una mancha de color carmín. En definitiva, una muerte entre hermanos será la penosa consecuencia directa de la guerra civil y la mancha carmín aludirá a todos los acontecimientos sangrientos de una contienda. Desde este momento la película comienza a narrar la tierna relación entre el maestro y el alumno con el oscuro fondo de la inminente guerra civil que estaba a punto de estallar. Un hombre ya mayor, pofundamente liberal, ve en la Segunda República la única luz de esperanza para un posible futuro en este país. Esa misma luz de esperanza comienza a ver en los ojos de ese inteligente chiquillo que disfruta aprendiendo cada día más, como el mismo maestro dice ante un sacerdote, "despertando a la vida". Ese "despertar a la vida" de Moncho es un despertar de la libertad en España, un despertar que desgraciadamente no gozó de larga vida. De esta manera tan tierna pero a la vez devastadora el espectador es testigo de los últimos días de la República en 1936, del miedo que se vivió en Galicia y en toda España en esa época y finalmente de la sublevación fascista. Esta película aleccionadora conecta directamente con nuestra memoria histórica, con los sueños rotos, con el miedo y ese enfrentamiento fraticida que nuestros antepasados sufrieron. Esta película duele. Duele mucho más si miramos con detenimiento la figura del maestro encarnado por Fernando Fernán Gómez. Un liberal que disfruta simplemente practicando la enseñanza, con las pequeñas cosas que le regala la vida, ve truncados todos sus sueños y todas las esperanzas para ese futuro que había imaginado. Un futuro por el que, sin ser para él, lo hubiera dado todo. Esa última imagen, apedreado por sus esperanzas, es demoledora. Con esa escena el espectador está siendo testigo de muchas cosas pero, en definitiva, de "un gorrión" apedreando al maestro que le enseñó a volar. Muy triste.

Además, otro de los aspectos más destacables de la película, me parece el excelente retrato de los padres de Moncho, Rosa (Uxía Blanco) y Ramón (Gonzalo Martín Uriarte). Una familia típica española en aquel momento puntual de nuestra historia que, como todas, estaba devorada por el miedo a expresarse y vivir libremente. En definitiva, estamos viendo una película que habla fundamentalmente de la amistad y la libertad (o la ausencia de ella) con el triste telón de fondo de "las dos Españas"