lunes, 21 de diciembre de 2009

"The Bishop's wife" (Henry Koster. 1947)




Son las siete de la mañana y diez minutos. Acabo de finalizar mi turno de noche y contemplo con bastante alegría, que difícilmente puedo disimular, los primeros copos de nieve sobre Zaragoza. He recorrido las calles todavía nocturnas observando la suave huella del primer manto nevado sobre las plazas, los árboles y los coches aparcados y no me he podido resistir al infantil instinto de dejar mis primeras huellas en el suelo. Me ha encantado. Ahora estoy en casa y miro por la ventana que sigue nevando. Espero que al levantarme, al rededor del mediodía, todo esté bien cubierto de nieve. Pero hoy vengo hasta este frío teclado para contarles una cálida y preciosa historia propicia para revisar estas fechas navideñas en las que el desapacible frío invernal echa por tierra cualquier plan de salir fuera pasada la media noche. En lugar de eso, ¿por qué no sentarse a disfrutar de una pareja de estrellas rutilantes en el firmamento del cine clásico?. Hablo de Cary Grany y David Niven en "La mujer del obispo", dos actores impecables en una batalla interpretativa que da como resultado una película estupenda. Por si fuera poco a estas dos grandes estrellas les acompaña en escena Loretta Young con su pulcra belleza casi espiritual, con su halo de bondad que al menos en sus películas hacía muy creíble. Pero la historia también acompaña estas fechas. David Niven es el obispo Henry Brougham, un hombre bueno preocupado y angustiado por la construcción de una majestuosa catedral que sustituya a su humilde parroquia y que no puede llevar a cabo por falta de capital. Esta razón le lleva a suplicar la ayuda de una viuda adinerada que pretende construír una catedral como homenaje a su difunto esposo. El obispo, desesperado, suplica ayuda rezando a Dios y como respuesta recibe la llegada de un ángel llamado Dudley (Cary Grant). Dudley hace comprender al obispo que está tan preocupado por la construcción de la Catedral que ha olvidado las cosas más importantes de su vida, el amor de su esposa (Loretta Young) y de su hija, su familia. Dudley también visita a la viuda adinerada, mecenas de la catedral, y le hace comprender que los vacíos homenajes a su difunto esposo no borrarán la triste realidad ni al oculto pero real amor que sintió por otro hombre. Además el elenco de secundarios de esta película es envidiable. Tenemos a Monty Wooley como un viejo profesor de historia que también recibe la visita del ángel. Elsa Lanchester, la eterna novia de Frankestein, es aquí la leal sirvienta Matilda. James Gleason es el taxista Silvester y Sara Haden interpreta un papel majestuoso como la viuda Cassaway. Por cierto, el director es Henry Koster, un alemán que empezó su carrera en Berlin y en Estados Unidos fue un asiduo de la plantilla de la Metro. Es una película emocionante, con un suave drama que termina por arrancarte una sonrisa, preciosa y navideña. La banda sonora ganó el Oscar. Véanla, no se arrepentirán.

15 comentarios:

Anónimo dijo...

Una absoluta delicia; cualquier parecido con sus remakes es mera coincidencia.
Un buen director, Koster, con un puñado de peliculitas más que interesantes.

Marcos Callau dijo...

Muchas gracias 39escalones, yo no me había atrevido a hablar del pecaminoso film que realizaron como sucedáneo insoportable con la Houston y el Washington de por medio. Totalmente absurda e innecesaria. En lo de Koster reconozco que debo ponerme al día, gracias por recordármelo. Un abrazo.

pepa mas gisbert dijo...

A veces tildamos a estas películas aptas para estas fechas de cursis, sin reparar en que algunas pueden salvarsde de la quema.

Un abrazo

para estos días y para siempre, un brindis para el día de mañana, pincha aquí

Marcos Callau dijo...

Gracias alma, por tu comentario y por ese brindis tan especial. Brindemos pues, a tu salud.

xabipop dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
xabipop dijo...

Tu introducción hace de la propuesta algo altamente apetecible. No creo haberla visto y créeme, me pongo en marcha.

Saludos

Marcos Callau dijo...

Gracias xabipop, no te defraudará, te lo aseguro.

Anónimo dijo...

Me acerco hasta su sueño eterno para desearle eso mismo que sus sueños se cumplan.

Un abrazo y feliz Navidad.

Marcos Callau dijo...

Muchas gracias Bogie, igualmente, felices fiestas.

Raúl dijo...

No la recuerdo como una película especialmente brillante, aunque ciertamente, la tengo casi en la penumbra del olvido. Sin embargo, como casi todos los directores alemanes que recabaron en Holiwood, Coster rozó la excelencia en varios casos.
No sé si la mejor, pero sin duda su película más atípica y entrañable, y la que a mí más me gusta, fue "El invisible Harvey".
Un saludo, y felices fiestas.

Marcos Callau dijo...

Hombre Raúl, recuerdas una de mis películas favoritas con "El invisible Harvey". Realmente los directores alemanes fueron una mina en la historia del cine clásico norteamericano. Esta película de "La mujer del obispo" es muy entrañable y yo la presento como alternativa navideña a la trilladísima "¡Qué bello es vivir!" que siempre la ponen en Navidad y no por eso es menos obra de arte pero espero que las televisiones de todo el mundo aprendan que hay más películas navideñas. Gracias por comentar, Raúl.

Amaya dijo...

Me uno a tu recomendación. También he visto la película y espero que más la vean estas Navidades...

Marcos Callau dijo...

Muchas gracias, Amaya, es una buena película para ver en Navidad.

entrenomadas dijo...

YO he crecido con estas pelis, eran y son las preferidas de mis padres, tías, primas...
Son una delicia. Un gusto volver a verlas.
Te deseo lo mejor, de lo mejor.

Besos,

Marta

Marcos Callau dijo...

Gracias, Marta, felices fistas también para tí. Supongo que estas pelis nos traen a todos viejos recuerdos nostálgicos...pero, al fin y al cabo, recuerdos imborrables que añorar.