martes, 26 de mayo de 2009
El Ebro y la noche (Relato. Diálogo- monólogo con el río)
"Estoy viendo al ancho río discurrir en calma, pausado y en silencio para no despertar a la noche. Es curioso cómo el viento me trae unas gotas de su agua directamente a los ojos. Es tan curioso que puede no ser verdad y que éstas gotas de sal tampoco sean del mar sino que, procedentes de mi interior, son recuerdos y añoranzas convertidos en lluvia.
La estoy buscando con mucho afán dejando a un lado las luces de la ciudad, pero ésta noche no hay luna. ¿Por qué se esconde siempre la luna cuando ella no está? o ¿por qué se oculta siempre que "mi" chica está triste?. Me falta ella y me faltan las estrellas porque al lado de ellas mi niña es la más bella.
Sentado en un banco mis ojos humedecidos se sumergen en el agua negra de un río nocturno. Pienso en cuántas vidas ha visto pasar el señor Ebro por delante de sus ojos de piedra romana y antigüa. Al ponérmelo a pensar casi me entran escalofríos por su antigüedad. Entonces, ¿qué le puede importar ahora un jóven envejecido perdido en ésta ciudad?. Me gustaría ser el río, tranquilo e impasible... siempre por el mismo camino, siempre sin descarrilar porque sabe dónde tiene que desembocar. En cambio, mi vida a temprana edad ya me ha descarrilado y descarriado varias veces, y ahora soy un tren de cercanías perdido en una vía sin estación de destino. Puedo ser un tren al trote loco de no saber adónde va o puedo ser un vagón pintado, destrozado y olvidado detrás de la estación de Canfranc. Hasta ahora nunca he encontrado estación donde reposar y, justo una vez que la encontré, me cambiaron de agujas sin avisar. Así que nunca llegué a desembocar.
Sigue el río caminando orgulloso de saberse el camino. Me mira con descaro, con esos ojos empedrados y me susurra que siga su navegar ya que él tiene un sitio al que llegar. Después el río se rió al explicarle que no sabía nadar. ¿Estará contento con su desembocadura?. ¿Estará el Ebro enamorado de Tortosa?. Yo no lo sé, pero ya lleva mucho tiempo así. En cambio yo, parezco condenado a estar perdido el resto de mi vida y... no es ser negativo sino tener memoria... no hablo yo, habla mi experiencia.
Después de todo soy un riachuelo sin importancia que nisiquiera merece desembocar, que escribe versos bajo una farola, que sabe dónde quiere acabar, que ya no da pie con bola y que no quiere continuar. ¿Qué harías tú, Iberus, si quisieras desembocar en un delta ocupado?, ¿qué harías tu, Ebro, si estuvieras toda tu vida sin ver el mar?.
El calor del día se torna en repentino frío de final de mayo al igual que, después de la pasión, se refrescan sus suaves mejillas. En fin, yo creo que ésto no ha sido más que un mal ensayo de un tren que no deja de descarrilar. Sé cuál es mi estación y conozco mi desembocadura, y la amo con locura... pero cada vez le veo peor solución.
Ésta ha sido mi noche y éste ha sido mi Ebro en el que no brilla la luna y los recuerdos yo ya no enhebro".
La fotografía recoge una panorámica del río Ebro en el que se funde un vagón abandonado y descarrilado (también descarriado) de la estación de Canfranc y una farola.
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8 comentarios:
Recuerda a Heráclito: uno no puede bañarse dos veces en el mismo río. Y añado yo: además de que no puede, no debe.
Saludos.
Preciosa la descripción del Ebro (y la foto); melancólica y algo triste; el río fluye sin cesar, no se para ni se estanca en un recuerdo; fluye...
Un beso y gracias por tu comentario en mi blog
Pero Heráclito también debió beber algún día de un agua perfecta ¿no?... y seguro que ya no podría dejar de bañarse. Gracias Reina... el Ebro hay zonas donde sí se estanca.
Siempre se dice que si los rios hablaran nos contarían tantas historias, tantos sentimientos, tantas alegrías, tantas tragedias....Tu Ebro sería de los más solicitados en este ranking de rios relatadores.
Saludos
Gracias por pasarte por mi casa y como regalo de bienvenida un poema de Carlos Marzal en mi voz, pincha en:
pluscuamperfecto de futuro
Ya lo he escuchado...¡precioso!. Gracias Alma. Inmejorablemente expresado en tu voz. Desde aquí invito a todos los lectores-as que lo escuchen.
Buenas noches, Dana. Un placer visitar tu casa y navegar estas aguas tan elocuentes.
Tu rio desembocará en el mar. Seguro.
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