domingo, 15 de noviembre de 2009

Rebeca (Alfred Hitchcock. 1940)




Anoche soñé que llegaba a Manderley...

Aquéllos tiempos en los que pasaba por la fugaz etapa de la adolescencia, una profesora de inglés nos encargó leer en ese idioma la novela de Daphne du Maurier "Rebecca". Fue el mejor trabajo que me encargaron en el instituto. La novela me encantó. Pero hoy estoy aquí para reconocer que el mejor paisaje para poner imágenes a las palabras de Du Maurier no estuvo en mi imaginación sino en la diestra mano del maestro británico del misterio, Alfred Hitchcock. En 1940 Hitchcock realizó su primera obra maestra en Estados Unidos contratado por David O. Selznick adaptando la novela de Daphne du Maurier con su inconfundible toque mágico. Escogió a Laurence Olivier para interpretar al adinerado viudo de Rebeca Maxim de Winter, un aristócrata que parece no haberse recuperado de la pérdida de su esposa. Maxim, pasando unas vacaciones en Montecarlo, conoce a la humilde criada de una gran dama de la sociedad, interpretada por Joan Fontaine, con la que termina casándose convirtiéndola en la segunda señora de Winter. La relación entre Laurence Olivier y Joan Fontaine durante el rodaje fue desastrosa ya que Olivier era partidario de que su esposa Vivien Leigh intepretara el papel. El ambiente creado por Hitchcock de la mansión de Manderley es extremadamente hechizante y siniestro convirtiéndolo a cada momento que transcurre en un panteón donde descansa el espíritu errante de Rebeca sobrevolando las vidas de la nueva pareja. Judith Anderson encarna magistralmente a la perturbada ama de llaves de la mansión, Sra. Danvers, que está enamorada y obsesionada del recuerdo de Rebeca y es contraria a la idea de que una nueva señora de Winter sea la dueña de la mansión. La señora Danvers representa la sombra de Rebecca convertida en ser humano. Una película inolvidable y magistral de sir Alfred Hitchcock. En las primeras fotografías vemos a Judith Anderson encarnando a la señora Danvers y a Joan Fontaine. En las fotografías del final vemos a Joan Fontaine con Laurence Olivier. La última foto corresponde al rodaje y vemos a Alfred Hitchcock con Joan Fontaine.


17 comentarios:

Vivian dijo...

Una película inolvidable y magistral, absolutamente de acuerdo contigo, Dana.
Una película en la que la genialidad de Hitchcock consigue convertir en protagonista a un personaje, Rebeca, que no aparece, pero que está presente en todo momento, hasta permanecer en la memoria del espectador más que los propios personajes protagonistas.

Me alegra que hayas destacado el papel de Judith Anderson, piedra angular de la película, y personaje clave para crear ese ambiente de presencia en la ausencia.

Por cierto, desconocía que mi Sir Laurence quiso que Vivien interpretara el papel protagonista femenino, me dio por pensar como hubiera quedado la película con ella de protagonista.

Me gusto mucho esta entrada, sobre una película fascinante.

Un beso

X dijo...

Yo también recuerdo cuando leí la novela, en mi caso lo hice en inglés, y la verdad es que contenía la esencia que el maestro supo destilar.

La verdad es que la película es fascinante mires por donde la mires. Bajo mi punto de vista Joan Fontaine es una ctriz de altos vuelos, que evoca una sensibilidad difícilmente alcanzable.

El rodaje para la Fontaine, como comentas, debió de ser un tanto tortuoso. También al parecer provocado en cierto modo por el mismísimo Hitchcock quien la aparto conscientemente del resto del reparto para que se sintiera aún más ajena al resto. Buscando una interpretación aún más real y verdaderamente sentida cuando comenzaban a rodar cada secuencia.

Buen post. De los que me gustan.

Saludos.

pepa mas gisbert dijo...

"Anoche soñé que volvía a Manderley, me encontraba ante la verja pero no podía entrar,porque el camino estaba cerrado. Entonces, como todos los que sueñan, me sentí poseída de un poder sobrenatural y atrevesé como un espíritu la barrera que se alzaba ante mí"

Pobre joven esposa del Señor de Winter, a Rebeca no la vemos, pero de ella desconocemos hasta el nombre. Dejadla que sueñe.

Un abrazo

Amaya dijo...

Me ha cautivado la presentación de "Rebeca". La ví hace mucho tiempo pero tengo que repetir después de leer tus palabras, recordar ciertos matices...
Un saludo

Anónimo dijo...

Da para mucho esta película, como bien dices, más por lo que no se ve y se sugiere (por eso los maestros son los maestros) que por lo que muestra. No olvidarse, por cierto, del magistral papel de George Sanders.
Vale la pena poner esta película como ejemplo de adaptación literaria a la pantalla, cómo un director-autor toma los elementos de la novela que le sirven y tira lo demás, cómo la hace suya y convierte el romanticismo gótico en terror psicológico y en complejo de culpa. Fascinante.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo.

Que tipo singular ese Alfred ¿verdad?, todo un personaje, con sus fobisa y filias, con esa predilección casi obsesiva por las rubias muy rubias....

Feliz comienzo de semana.

atikus dijo...

La verdad es que esta película es una maravilla, me encanta como se va desarrollando la trama y ese clima que crea este director...desde luego era único, aunque tenía unos métodos aveces un tanto "peculiares" para que las actrices se pusieran en el papel.

Es curioso como el nombre de la "rebeca" se hizo popular en españa...aunque ahora menos todavía se sigue usando, y no todo el mundo sabe que viene de esta peli y del éxito de entonces ;)

que cosas...

Marcos Callau dijo...

Gracias, Vivian. Siempre me ha impresionado mucho la señora Danvers. De hecho, cuando veo a Judith Anderson protagonizando otros papeles (como en "Laura") no puedo dejar de pensar en el ama de llaves de Rebeca. Bienvenido xabipop, yo también leí la novela en inglés y me gustó mucho. Especialmente Joan Fontaine me gusta aquí y en "Jane Eyre" junto a Orson Welles. ¡Qué bonito, Alma!. Dejaremos que sueñe esa muchacha sin nombre. La presentación y el comienzo de "Rebeca" es uno de los más grandes de la historia del cine, Amaya. Genial como el propio director. Gracias, Alfredo, por recordar la figura de George Sanders que juega un papel importantísimo y algo ambigüo. Muy singular, Bogart...pero mucho. Los métodos que utilizaba para trabajar a los actrices, Atikus, creo que van justificados con el resutlado final. Has hecho bien en recordar lo de la "rebeca". Hace poco le dije a una chica: "me gusta la rebeca que llevas puesta". La chica puso cara rara y me preguntó qué era una rebeca. En fin...

Anónimo dijo...

Hola Dana: mágnifica película, mágnifica novela y mágnifica tu presentación: "muy tuya".

Aunque parezca que no, estoy; pensando, pero estoy. Aunque, a veces pase de puntillas-sin decir nada- te sigo y te leo y me gusta lo que encuentro...

Un beso. :) Reina

Marcos Callau dijo...

Un placer, Reina, es que pases de puntillas y me leas...y mayor placer aún cuando dejas tus palabras. Muchas gracias.

roberto dijo...

Gran entrada sobre una obra fascinante. Mi enhorabuena.

Marcos Callau dijo...

Gracias, Roberto. Fascinante es uno de los adjetivos que mejor la describen.

Crowley dijo...

Pues lo que son las casualidades, ¿verdad?. Los dos hablamos de Hitchcock el mismo día y además hemos escogido la misma foto. Qué gran película.
Saludos

Marcos Callau dijo...

Pues sí Crowley...ni que hiciéramos el blog juntos jejeje. Grandísima obra maestra.

Paula Lago dijo...

Extraordinaria, uno de los films que tenía pendiente y he visto este mes. Una fotografía impecable y un manejo de personaje evocado supremo!

Marcos Callau dijo...

Me alegra que hayas descubierto esta joya y obra maestra insuperable Pabela. Gracias por pasar a comentarla aquí. Besos.

Licantropunk dijo...

Una me trae a la otra: esto de internet es fantástico. Rebeca (la chaquetita que lleva Joan Fontaine, sí, de ahí viene) es una película gótica, un combate entre ángeles y demonios: las dos mujeres que salen en la foto que encabeza esta entrada. Y sí, Hitchcock "torturaba" a las rubias de sus películas pero menudo talento les hacia sacar.
Saludos.