domingo, 25 de abril de 2010
"Estas botas están hechas para caminar" (Relato breve y ficticio)
"Esta soleada mañana de abril recuerdo a una antigua novia a la que no echo de menos. Ella era una chica posesiva, inaguantable, agobiante que tenía celos de toda chica que pasaba por la calle y osaba mirarme. Sí, daba igual que yo no la mirara; si ella me miraba, yo estaba perdido. "¿Qué pasa?, ¿te gusta o qué?" -decía ella estrujándome la mano-. Es increíble porque, aunque me sometía a tal dominación, nunca ni siquiera imaginé "pegársela" con otra. Por aquél entonces yo trabajaba bastantes horas en una cadena de montaje que caía un poco más cerca de su casa que de la mía, en la que vivía aún con mis padres. Cuando terminaba de trabajar comencé a quedar para comer en casa de mi novia,"con mis suegros", porque si no ella se enfadaba muchísimo. La costumbre, más tarde, se convirtió en obligación. Me quedaba en su casa hasta las doce de la noche, así que también cenaba allí. Recuerdo que un día le dije que no pensaba quedarme a cenar porque me quería duchar en mi casa. Mi novia, ante tal propuesta, sufrió un ataque de celos impresionante contra mi madre en el que simulaba que se ahogaba, que no podía respirar mientras balbuceaba: "¡Prefieres a tu madre que a mí!". La situación se hizo bastante inaguantable ya que no podía hablar con nadie del trabajo porque ella me espiaba. No podía ver mis películas favoritas porque a ella le parecían demasiado viejas y no podía escuchar la música que me apasionaba porque la consideraba pasada de moda. Una vez llegó el día de mi cumpleaños (sí, todavía lo celebraba). Recuerdo que ella me había comprado un par de botas tejanas que yo había visto en una vieja tienda del tubo y que, dicho sea de paso, me encantaban. Me las entregó con una nota que rezaba: "Pero sólo te las puedes poner cuando no estés conmigo". Ante tal absurda nota aclaratoria yo pensé que nunca estaba sin ella, así que llegué a la clara conclusión de que las botas se llenarían de polvo en su armario. Recuerdo que en ese instante me calcé las botas de un negro brillante apasionante y le dije:
"Mira, nena, tú que siempre me estás criticando por escuchar música pasada de moda te voy a poner un clásico ye-ye que te va a emocionar. Es de la hija de Sinatra, sí ese al que llamas pesao. Se llama Nancy Sinatra y la canción se titula "These boots are made for walkin'". Te diré una cosa. Estas botas que me has regalado son preciosas pero también están diseñadas para caminar, para correr, para escapar. Así que, adiós muñeca." . Desaparecí atravesando la puerta de su casa, hacia la calle, mientras ella gritaba algo en un nuevo dialecto inventado para la ocasión en el que mezclaba una pizca de hebreo con alemán y un toque de ruso. Después de todo, las botas se han hecho para caminar, ¿verdad Nancy?."
Por cierto, si quieren escuchar al padre de Nancy Sinatra cantando "I've got you under my skin" (versión 1956) pinchen aquí. Alfredo Moreno le rinde homenaje en 39escalones. Creo que es una de las canciones más redondas del repertorio de Sinatra junto a "Come fly with me".
Por cierto, hoy es San Marcos. Si me encuentran por la ciudad les invito a un martini o lo que se les antoje.
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25 comentarios:
¡Felicidades, Marcos! Y felicito al protagonista de tu relato por largarse a tiempo. Pero aún aguantó demasiado.
Un beso
Gracias, amiga. Fue listo, pero al final, porque fue un tonto durante mucho tiempo. Besos.
Para caminar y dejar atrás lo que no merece la pena, vaya que sí.
Felicidades por tu santo Marcos...
Vaya cruz de novia,es que hay algunas que no veas,lo que tenía que soportar el pobre chico del relato...hizo bien en marcharse.
la canción me gusta,hace unos años atrás se oyó en las radios en voz de Jessica Simpson,perteneciente el tema a la banda sonora de una mala peli yankie..
saludos
saludos
Feliz cumpleaños, lástima no cruzarnos para tomar un martine.
Menos mal que la chica compró aquellas botas, pues la relación era para salir corriendo.
La canción la recuerdo perfectamente y a mi también me gusta mucho.
Gracias Francisco. A veces es preciso caminar deprisa. Un abrazo.
Hola Lázaro, muchas gracias. La verdad es que desconocía que la cantara Jessica Simpson pero ya me imagino la película. Donde esté Nancy (en esta canción) que se quite la imitación.
Lástima TIRARSE AL FOLIO. No se le ocurrió a la chica peor regalo. No es cumpleaños lo que celebro, es santo. De momento me mantengo en mis 28 aunque ya por poco tiempo. Un abrazo y un martini aplazado.
Sinceramente no entiendo como el protagonista de tu relato aguantó tanto, yo es que, los celositos posesivos, bien lejos, gracias; que se empieza con los celos y se termina con las hostias…
La canción, me encanta.
Aprovecho para desearte Muchas Felicidades!!!!!
Felicidades Marcos, aunque casi no llegamos a tiempo!!!
Lo mejor de algunas relaciones es lo que nos ayuda a escapar de ellas...ójala le hubieran regalado antes esas botas a nuestro protagonista...
Besicos de Tinta (Manchas está trabajando, pobrecico)
Muy interesante Marcos, como un western y una road-movie noir juntas jejeje, aunque la foto me recuerda a una vieja marca de cigarrillos jejeje.
Un saludo y felicidades por el Santo. Me tomo esa copa desde la distancia a tu salud.
No son buenos compañeros esos posesivos, Vivian. Muchas gracias, Seguro que te puedes tomar una buena copa por Madrid a mi salud.
Muchas gracias Tinta, ¿verdad que llegaron demasiado tarde esas botas? ay, ay, ay. ¡Pobre Manchas!...¡ánimo que ya le queda poco!. Besos.
Muchas gracias Crowley, demasiados géneros para tan poco texto has visto tú jejeje. Tómate siempre la penúltima. Un abrazo.
Bueno, quizá las botas no sean lo mejor para correr, pero quizá sí para patear... Felicidades leoninas. Y gracias, por supuesto.
Abrazos.
Buen relato, Marcos. Todos necesitamos unas buenas botas en algún momento.
Y feliz día. A ver si te veo y cae ese martini...
Hola Marcos: Muchas Felicidades, seguro que con esas botas puedes llegar a donde quieras.
Un saludo
Javier
Marcos felicidades aunque llegue tarde... vivo en otro lugar los fines de semana y estoy tremendamente ocupado jejeje
Me gusta mucho...
Un abrazo
Felicidades atrasadas Marcos. Esta canción me ha recordado a otras botas negras que tengo por ahí. Pero a mi me dijeron "these boots are NOT made for walking..."
Un abrazo
es genial tener otros horizontes cuando el entorno se queda pequeño y amenaza con ahogarnos.
Felicidades por tu santo, aunque con retraso, y por el relato.
Un abrazo
Nada, Alfredo, a tí por la dedicatoria. Pues realmente es difícil correr con botas jeje.
Cuando nos veamos tenemos pendiente un martini, Roberto. Prometido queda.
Gracias Javier, a ver dónde me llevan las botas.
¿En otro lugar, Chabi?, cómo ha cambiado tu vida. En fin, ya me contarás, gracias por pasarte.
Me gustan las botas negras, son muy adecuadas para una Bruja. En cualquier caso si te dijeron eso será por algo. Muchas gracias.
Muchas gracias Pilar. Reconozco que los santos no se suelen celebrar.
Muy bueno, Marcos. Espero de verdad que fuera ficticio, porque si no... cómo te las buscabas (ja,ja).
Un saludo.
Jajaja, David...digamos que es ficticio ¿vale? jeje. Un abrazo.
Madre mía qué mujer, menos mal que tuvo la fantástica idea de regalarle al muchacho las botas y salió botando hacia la Nancy, que por lo menos sabía cantar como los ángeles.
Esas "botas para caminar" son de una nostalgia tremenda...¡qué maravilla de canción!...Es que los genes son los genes. Lo que ocurre es que al padre es difícilísimo, por no decir imposible, superarlo.
Un abrazote.
Ay ANRO, tenía una dulce voz la Nancy. La pronunciación y la técnica tomadas directamente de su padre aunque nada más, desde luego porque Frank Sinatra era algo irrepetible. Un abrazote.
Para caminar y para bailar.
Un abrazo
Esucho, tarareo y me muevo
Muy bien, Alma... lo que daría por verte. Para caminar y para bailar. Parece que nos hemos puesto de acuerdo en las entradas con tu título ¿bailas?. Abrazos.
Después de tantos comentarios tengo poco que decir pero, coincido con Manchas de Tinta y Crowley y, en que al menos, le quedaron las botas. Muy bueno
Hay que morir con las botas puestas, Amaya y además volver a nacer y reinventarse al día siguiente. ¡Eso es clase!. Gracias por pasarte.
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