
Hoy el día estaba pesado, caluroso, entre nubes que no llegaban del todo a tapar el sol. Después de trabajar llegué a casa, una ducha bien fría y buen cine. Elegí, por octava vez en mi vida, "Doce hombres sin piedad". Sidney Lumet demuestra cómo se puede rodar una película en una única habitación sin que resulte pesada o aburrida. Todo lo contrario, "12 angry men" resulta una película de un ritmo ligero intenso que mantiene despierta la atención del espectador sin permitirle que aparte su concentración ni un sólo minuto. La obra de Reginald Rose por sí misma ya resulta muy agradecida para representar tanto en cine como en teatro pero la creación del personaje protagonista a cargo de Henry Fonda es, sin lugar a dudas, uno de los aspectos que llevan esta cinta al éxito rotundo. En mi opinión es una de las mejores interpretaciones que he visto aunque el papel sea también muy agradecido. Desde el comienzo de la película se nos presenta un jurado imparcial que debe dictar un veredicto a priori muy sencillo para juzgar a un menor acusado de homicidio contra su propio padre. En uno de los primeros planos de la película aparece el acusado, un chaval de barrio que parece de todo menos culpable.

El plano siguiente ya no sumerge en esa agobiante hjabitación donde tendrá lugar la deliberación del jurado para decidir el veredicto. En una primera votación todos creen que el chico es culpable excepto el personaje de Henry Fonda (no puedo decir los nombres de los personajes porque en ningún momento de la película se nombran) que vota inocente. Desde ese momento el espectador ya ha tomado partido a favor del personaje de Henry Fonda, aunque nada más sea por apoyarlo. El jurado intenta entonces convencer al único que ha votado inocente de que el chico es culpable pero la escena toma un giro inesperado cuando es el propio Henry Fonda el que decide comentar los argumentos que le hacen votar "no culpable". Los argumentos del personaje de Fonda son mucho más lógicos que los de los personajes que han votado culpable, muchos de ellos movidos por claros prejuicios raciales. El ambiente de la sala se va enrareciendo ya que algunos personajes comienzan a ponerse nerviosos y la temperatura de una calurosa y nublada tarde en Nueva York comienza a ser inaguantable para todos, hasta para el espectador que ya es uno más en la sala. La creación del ambiente, en mi opinión, es excelente. Es impresionante cómo podemos notar el calor sofocante que sufren los personajes dentro de la sala en esa tarde nublada que no termina de explotar en una tormenta deseada.

Por otro lado me gustaría decir que cada una de las interpretacones de los doce miembros del jurado es soberbia. Podemos conocer a cada uno de los personajes. Podemos conocer su vida, sus costumbres, sus problemas familiares, hasta podemos conocer su psicología gracias a un cuidado estudio individual de cada uno de ellos. Me gustaría repasar cada uno en órden alfabético, con todas sus características:
Martin Balsam

John Fiedler

Lee J. Cob

E.G. Marshall

Jack Klugman

Edward Binns

Jack Warden

Henry Fonda

Joseph Sweeney

George Voskovec

Robert Webber

Una película imprescindible para cualquier amante del buen cine. Por cierto, existe una versión española en "Estudio 1" que no tiene desperdicio. Merece la pena echarle un vistazo.
