Ciertamente los espejos son criminales y exactamente esto es lo que estaba pensando Javier al pasar por uno de esos escaparates que mostraban todo aquello que nunca podría comprar. Javier odiaba su reflejo porque en él veía todos sus fallos, todas sus mediocridades. Siempre que había tenido una ilusión en su vida, a la vuelta de la esquina, esperaba incondicional la bofetada del fracaso; cada vez que algo de luz había iluminado su oscura existencia, algún suceso irreparable volvía a velar la débil bombilla.
Con las manos en los bolsillos y la mirada perdida en esa tarde, como en un tren que no cesa, Javier caminaba sin rumbo bajo la lluvia hasta que, en la calle que habitaba, vio anunciada un nueva exposición del Museo de Arte Contemporáneo. Javier era pintor en sus ratos libres y aunque nunca había vendido un cuadro siempre que podía acudía a exposiciones y eventos relacionados con la pintura. La de aquella tarde comenzaba con unos retratos y unos paisajes urbanos hiperrrealistas pero fue al final del recorrido marcado donde se encontraba la obra que, sin duda, mas impactó a Javier. En ella se escenificaba con trazos magistrales el atardecer sobre un mar en calma. En aquella marina se apreciaban las mil tonalidades del ocaso mientras el sol aún destacaba como una bola naranja sobre un océano que reflejaba el cielo incendiado. Javier estaba encantado y emocionado porque, en su contemplación, recuperó su infancia, su pueblo natal; por unos instantes volvió a escuchar el eco del mar al retirarse y pudo percibir el suave aroma a salitre que tanto echaba de menos en el interior. Mientras nuestro amigo recuperaba en aquel lienzo su tierno pasado, el sol dibujó el resto de su arco hasta esconderse tras el mar. El cielo se apagó en suave degradación y con él se mezclaron las aguas de un negro mar caótico que ya no se pudo distinguir del resto del dibujo. Javier, ante un lienzo en negro, musitó: “Ciertamente los espejos son criminales”.
A continuación, un poema dedicado a una pintura de Antonio Callau que bien podría concordar con el relato anterior:
Acaso el ocaso
“Acaso el ocaso
me llama al cielo raso
Acaso el ocaso
para este ave de paso
Si ya no tiene caso
despistar al fracaso
si acaso repaso
mi horizonte tan laso
y arraso al mar
en un vaso, de lágrimas escaso,
vertidas por un error tan craso
Si acaso el ocaso
me abate al cielo raso
y este ave dio al fin
su último paso.”
38 comentarios:
Marcos, amigo, me ha gustado todo, letra, música y palabra. Un fuerte abrazo.
Uf, al ver el título pensaba que habías escrito algo sobre mí...
Los espejos son un mundo peligroso.
Abrazos.
Gracias Fernando, ¡no se puede pedir más!. Un fuerte abrazo.
¡¡¡Tú y tu ironía, Alfredo!!!jejeje Es curiosa la letra de la canción de Joaquin Sabina "los niños que odiaban los espejos. Guantes de Rita Hayworth, calles de Nueva York". Siempre me llamó la atención. Un abrazo.
¿ quien no se ha sentido identificado como Javier alguna vez? Creo que todos nos hemos mirado en el espejo y lo que hemos visto reflejado en él, son defectos, negaciones...nada parecido a la realidad. Es la mente, que ciega nuestros ojos dependiendo de nuestro estado de ánimo.
Opinión aparte, me ha encantado este relato Marcos, es una escena muy común de aquellas calles empedradas del pasado, un hombre cabizbajo sin importarle mojarse, sumergido en su mundo, de pronto se ilusiona...imagina su infancia entre trazos suaves, cada color es un recuerdo, hasta que su mente le ciega y cae en el oscuro pozo...
Y acompañado con Sabina, es todo un lujazo.
Quizás...mmm...quien sabe, podría sugerirtelo para una posible entrada a mi estilo...podría ser? jeje..
Gracias por tu calor en mi rincón Franki, me gusta ver que tienes butaca reservada y en primera fila! jaja..
Golden Kiss for yoy...very very...ja
Perdón...ejem...era "for you".
Mil gracias Época, eres muy amable y tus comentarios siempre estan llenos de cariño. Realmente tengo un amigo llamado Javier que, al entrar en un bar, se miró a un espejo y exclamó esa frase con que comienza y termina el relato. Me hizo tanta gracia que tuve que escribir el relato. Además, después, lo enlacé con esa canción de Sabina que siempre me ha encantado ("Tan joven y tan viejo")y con esa frase que siempre me llamó la atención. Besos.
Magnífico relato, Marcos, una mirada al espejo, ese en el que no nos gusta lo que vemos pero al que no podemos evitar mirar. Una ventana al pasado.
El cuadro me parece sencillamente genial, felicita a Antonio de mi parte. Refleja esa mirada al mar que emociona el alma y que mira el horizonte como una señal de identidad.
Un abrazo!
Es cierto, todos los días al levantarnos, al mirarnos al espejo, al contemplarnos, vemos todo, todo.
Y en ocasiones, no nos gusta lo que vemos.
Saludos.
Muy buen relato... y muy bien acompañado. Me ha gustado mucho. Saludos. Borgo.
Muchas gracias Montse, por dfinirlo como una ventana al pasado. Me gusta. El cuadro inspiró el poema porque, al observarlo, creo que lo mismo que contemplamos un atardecer podríamos estar ante un nuevo amanecer. Antonio pintó este cuadro insirándose en la mítica sirenita de Copenhague. Gracias Montse por detenerte en este rincón.
Hola Javier, muchas gracias por pasar un tiempo en estos lares. Ya siento que el protagonista del relato tenga tu nombre pero cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Un abrazo.
Muchas gracias, Borgo. Me alegro que te haya gustado tanto este relato. Un abrazo.
La otra cara del espejo es esa imagen que nos devuelve y que a veces, muchas ,no reconocemos.
¡ Cuánta verdad hay en ese relato Marcos..! Y el poéma.." lágrimas vertidas por un error tan craso " ¿ y quién no..?
Sabina es ... otro poeta.
Bonito cuadro. Muy lirico.
Un abrazo :-))
Muchas gracias Abril, por destacar ese verso del poema y por comentar lo del cuadro. Es muy inspirador. Un abrazo.
Muy grande esta entrada. Relato, poema, música, pintura... Un placer ver tanto arte junto.
Un abrazo.
Sí es grande, al menos de tamaño jejeje. Muchas gracias amigo Kine. Un fuerte abrazo.
Mucho cuidado con los espejos, desde luego.
Y como bien dicen, lo tuyo es un lujo: relato, poema, música, cuadro, foto... Así da gusto, menudo festín.
Hola, Marcos. Una gran entrada. Relato, poema, pintura y fotografía. Los espejos, a veces, son criminales, sí. Lo que más me importa cuando me miro al espejo es ver a la mujer que realmente quiero ser. Unas veces lo consigo otras, no. Esas veces que no lo consigo, disimulo e "intento despistar al fracaso"...
Me ha encantado ese poema.
Un beso.
Bonito relato y mejor poema.
A proposito de los espejos, propongo un pequeño "brainstorm" sobre estos y el cine, ya que estos se han usado muchas veces en el cine como elementos generadores de suspense y/o miedo.
En el cine de fanta-terror, haciendome pasar un "rato criminal" recuerdo "Reflejos" (2008)y un rato mucho más meritorio con "El baile de los vampiros" (1967).
En el cine negro también se usaron por su misterioso e inquietante poder, "La dama de Shanghai" (1947) quiza sea el momento cumbre del espejo en el cine clásico.
Y en el cine de acción me viene a la memoria la secuencia final de "Operación Dragón" (1973).
Esto es todo si alguien se anima a seguir que recoja el testigo.
Un saludo y felicidades por la entrada.
Yo voy un poquito más lejos, amigo Marcos, porque he rastreado a ese otro Callau (supongo que algo tiene que ver contigo ¿o no?)...es igual, pero me he quedado flipando con los espectaculares retratos de actrices y actores y las pinturas en sí ¡geniales!
El relato y el poema muy buenos. Al contrario de David a mí me ha gustado mucho el relato, porque me apasiona mucho lo del juego de reflejos.
Un abrazote.
Precioso conjunto, perfecta mezcla.
Estoy de acuerdo con Roberto. A los espejos hay que tenerles cuidado. Uno nunca sabe con que te puede salir un reflejo.
Qué traicioneros son, Roberto, jeje. Pues nada, muchas gracias amigo pero el verdadero lujo es tenerte aquí comentando. Un abrazo.
Muchas gracias Myra. Realmente es difícil ver en el reflejo lo que se quiere ser. Es el gran reto de nuestras vidas, creo yo. En cuanto a lo de gran entrada, lo cierto es que la fotografía es de la red. Un beso.
Hola David, pues que rule el brainstorm. Recuerdo perectamente "La dama de Shangai". Creo que es una de las escenas cinematográficas que más me han impactado. También recuerdo la escena de "operación Dragón" pero no sé nada de "Reflejos" y "El bile de los vampiros". Como una escena de reflejos, sin espejos, recomendaría la famosa secuencia de Groucho Marx en "Sopa de ganso" que, por cierto, Einer nos regala en su blog: almassiucias.blogspot.com Me gusta esta idea que has propuesto, David. Millones de gracias.
Hola AN-RO. Te diré que Antonio Callau es mi tío materno, único culpable de que me entusiasme ese tipo de cine y de mi pasión por Frank Sinatra. Muchas gracias por entrar a su blog. A mí memaravillan sus retratos también. Además están cofeccionados a la vieja usanza. Un abrazote y millones de gracias.
Hola Verónica. Es un placer tenerte por aquí. Muy bueno el juego de los espejos. Una vez entré en la sala de espejos del Parque de Atracciones y todavía no me he recuperado jeje. Gracias por pasar. Un saludo.
¡Joder! Es lo mejor que has escrito ( y has escrito cosas muy buenas )
Qué buen amigo eres, Manchas, jeje. Muchísimas gracias por tus palabras y por venir aquí a leer, a las siete de la mañana... Un fuerte abrazo.
Es un relato magnífico,
un conjunto de palabras
que son arte literario
¡Precioso todo!
El relato, la canción, el poema y el cuadro.
Me han gustado mucho.
Un beso.
Ana
Porque los espejos no reflejan la eternidad, son cambiantes como lo va siendo la vida, y eso a veces, no nos gusta.
Un honor tu comentario, M Teresa, ¿qué decri?...mil gracias por ser tan benévola conmigo. Un saludo.
Hola Ana, muchas gracias por pasar a leer, a escuchar ya contemplar la pintura. Un beso.
Me ha gustado mucho tu comentario, Alma, es muy reflexivo. Tienes mucha razón. Un abrazo.
Un buen relato. La verdad es que el los espejos siempre se ve algo más de lo que reflejan.
Y como guarnición una bella canción y un original poema.
Un saludo.
Javier (Arvikis)
Ha sido un placer descubrir El sueño eterno por recomendación de nuestro amigo Kine.
Hay los ingredientes suficientes para sentirme atraído... me acomodo
y te sigo.
Me ha gustado mucho el relato, y la canción de Sabina.
Un abrazo
Muchas gracias Javier. Me alegro que te haya gustado también la guarnición. Hasta muy pronto!. Un abrazo.
Bienvenido Fandestéphane, un placer tenerte por aquí ... algo que debo agradecer a Kinezoe. Muchas gracias a ti por acomodarte. Un abrazo.
Quizás Javier no se dió cuenta que en ese reflejo que le devolvía el espejo se reflejaban un número indeterminado de virtudes.
Un abrazo mi joven y viejo amigo Marcos
Efectivamente los espejos son criminales...no me gustan.
Hay días que los odio porque veo todos mis defectos, quizás muchos más de los que otros ven.
Me encantó el relato, el poema y la música. Un combinado perfecto.
Vuelvo pero me marcho de nuevo el lunes.
A mi regreso seguiré leyéndote.
Mil besos y sonrisas
Del blog de Marina te pase a visitar, me ha gustado mucho tu espacio.El poema "acaso el ocaso" es especial por ser pequeñito como el vuelo de un ave de paso.
Te seguiré para volver a leer con calma.
Saludos cordiales!!
En estas fiestas tan entrañables, con mis mejores deseos de ilusión, paz y felicidad.
¡¡FELIZ NAVIDAD!!
Un abrazo.
Menudo despliegue de verdad...y es que siempre están esperándonos los espejos en cada esquina para, como bien dices, pegarnos una bofetada en el alma y devolvernos a la realidad. Aún así, alguien debió decirle a Javier que de los espejos ajenos no hay que fiarse nunca al 100%, a menudo ellos intentarán distorsionarle :)
Y sinceramente, alguien que es capaz de imaginar todo eso, de rememorar, de sentir, de volar a través de un lienzo...está muy lejos de ser un fracasado ;)
Un abrazo enorme para tu arte Marcos!!! Me ha encantado el relato!!!
Favole
Mi joven y viejo amigo...jeje...¡me ha gustado, Yuri!. Gracias por pasarte.
Espero que, a pesar de los inconvenientes, pases unas felices fiestas, Princesa. Gracias por dedicar un tiempo del escaso que te queda para leer por aquí. Besos.
Bienvenido Rayén y gracias por por pasar y parar a leer. Me haq gustado mucho tu definición del poema. vuelve cuando quieras, estas en tu casa.
Feliz Navidad, Ricardo. Espero que pases unos buenos días. Un abrazo.
Muchas gracias Favole por tus palabras y por esa definición de Javier. Quien pueda ver o imaginar todo eso en un lienzo debe tener mucho que decir. Un abrazo.
Vale. El relato me gusta, pero al final me desconcierta. Si es un cristal, no es un espejo, ¿no?
El poema... bien.
Lo de Sabina...es que venía de Spoty escuchando a Judy Garland, Marcos. He parado para ver qué tal...pero lo siento, me he vuelto a Judy al escuchar a Sabina.
Y el cuadro de tu tío materno (te iba a hacer la misma pregunta que Anro) sí me ha gustado.
Un saludo.
Sí, lo cierto es que el hombre está mirando un cuadro donde él mismo imagina que anochece pero realmente no ocurre nada. Sin embargo, él se ve reflejado en tanta oscuridad. Es que a mí, a veces, tambiñen se me va un poquito la cabeza David...jejeje. Evidentemente la dulzura de Judy no es comparable con la voz de Sabina, te comprendo. Gracias por lo de mi tío Antonio. Un abrazo.
Siempre tan intensos tus pequeños relatillos, éste me ha encantado, tan melancólico, tan pesimista, tan catastrófico siempre, hasta cuando observa su infancia recupera un mar negro que es capaz de fundir el cielo azul. Bueno, dicen que siempre llueve sobre mojada.
Un abrazo! Ya sabes, tarde pero siempre llego.
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