Llego y escribo desde "El Real", un conocido Café de Zaragoza que hace esquina entre la Calle Alfonso y la Plaza del Pilar. Estoy aquí para hablaros un poquito más de Bécquer, ese gran olvidado. En la conocida leyenda de "Maese Pérez el organista" Gustavo Adolfo Bécquer utiliza unos términos "becquerianos" que sólo él tenía licencia para utilizar aunque gramáticamente no fueran correctos. En primer lugar Bécquer utiliza "dintel" para referirse al umbral de una puerta. En segundo lugar utiliza "intérvalos" con tilde en la "e" cuando lo correcto es sin tilde. Lógicamente a Bécquer se le permite todo. Aquí he intentado componer un soneto dedicado, una vez más, a esas pupilas en las que me quedé a vivir hace ya mucho tiempo... con o sin permiso de la casera. Utilizo estos términos "becquerianos" de los que he hablado:
“Al dintel de tu mirada tan clara
que es mi umbral de los sueños deseados
permanecí asomado a mis pecados
pero tú me abriste el cielo con tu cara
Tus largas pestañas de belleza rara
son intérvalos de ojos enamorados
parpadeo de los besos soñados
que Bécquer con su pluma nos ampara
Tu voz es el alma del organista
Tu belleza un claro de luna llena
Yo, en tus pupilas, un mal trapecista
Me asomo al abismo que me serena
y me encuentro a mi imagen en tu vista
Me arrojo a tu precipicio sin pena
Aquí ya no hay nadie que se resista
en tu profundidad, mi vida plena.”
8 comentarios:
Está muy bien que mantengamos vivos a los grandes maestros... muy bonitos versos
Como decimos en valenciano, "pensat i fet", no me ha salido muy bien pero no he podido resistirme a grabar tu poema:
Caprichos becquerianos
Un abrazo
Es precioso, me gusta mucho.
Por cierto, hoy la casera ha echado de menos al inquilino.
Un beso.
Amaya, muchas gracias. Alma, es un honor...me gustaría que lo publicaras leído por ti. Maggie... al inquilino no le gusta vivir sin la casera...
¿Ya has pinchado en caprichos becquerianos?.
Un abrazo
Pues sí...es que soy algo torpe, alma
Soneto perfecto...
Besos. :) Reina
Gracias Reina. Besos a ti también
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