martes, 11 de mayo de 2010

La última noche del señor Baxter (Relato cinematográfico)

Una lluviosa noche de invierno se descuelga por las ventanas de un edificio en Nueva York y oscurece toda la calle respetando únicamente a ese pequeño bar que permanece abierto hasta que se derrumbe el último cliente. Allí en la barra estoy yo, una noche más, intentando responder la misma pregunta de siempre... ésa que nunca obtendrá respuesta. Parezco borracho pero no lo estoy, sólo llevo cuatro martinis; lo sé porque siempre dejo los palillos de la aceituna en la barra y de esta manera llevo la cuenta de lo que he bebido.

Recuerdo que la última vez que vine aquí era Nochevieja, una mala noche en que parecía que me hubieran arrancado el corazón. Esa noche me emborraché demasiado. -"Después de todo, así debía empezar el año...quien mal anda, mal acaba"-. Vaya. Esto último lo he dicho en alto, espero que nadie se haya percatado. El camarero lo ha escuchado pero finge no haberlo hecho. Joe es un buen camarero. Finge no escuchar ciertas cosas pero sabe oír a todo el mundo, finge no ver ciertas cosas pero vigila a todo el mundo. A mí me gusta Joe. Le pido que me ponga el quinto de la noche y me sirve inmediatamente, siempre sonriendo. Bebo y pienso que es muy curioso todo. Aquélla noche de fin de año me emborraché por la misma mujer por la que hoy vuelvo a estar aquí bebiendo. Sigo añorándola como el primer día, sigo sintiendo un vacío enorme en el corazón y dentro de él tengo una horrenda tormenta de arena que araña mis entrañas y repite su nombre, que dibuja su mirada y pinta su sonrisa. En casa tengo una maleta hecha y unos billetes que me llevan a ninguna parte con destino en volver a empezar sin ganas de hacerlo y con muchas de acabar; porque aquí ya no hay historia que dibujar y mi papel se ha empapado. Por ella he perdido el sentido, el corazón, mi habitación, mi trabajo y casi la razón. Debo salir de aquí antes de que acabe perdiéndola.

El reloj del bar indica que la medianoche quedó demasiado lejos como para volverse atrás, ya es mañana y no tengo ganas de que lo sea. Definitivamente todo ha terminado, sin ella nada tendrá sentido nunca. Le abono a Joe las bebidas y me despido del local para siempre. En la calle ya no llueve, sólo en mi corazón. Subo a mi apartamento. También es curioso que con todas las noches de amor y pasión que ha albergado entre sus cuatro paredes, en ninguna de ellas me haya tocado a mí ser el protagonista. Bueno, au revoire Apartamento, me voy con rumbo a ninguna parte.

En ese último momento en que la vida se me escapaba entre los dedos y yo partía hacia un lugar del que seguramente no podría haber regresado jamás, apareció Ella. Bella como nunca, con una sonrisa imborrable y con su eterna mirada. Se me acercó y me quitó el abrigo muy despacito. Se sentó en mi sofá, barajó las cartas y me dijo: "No digas más y juega". Esa última partida fue el comienzo de un juego maravilloso




Éste es un pequeño homenaje a una de esas películas que hacen más fácil nuestro día a día de la vida. Aquí se demuestra que, al menos, una vez en la vida hay ciertos milagros que ocurren. Por eso, cuando llega el momento, es aconsejable aprovecharlo. Billy Wilder nos lo explica a la perfección en "El Apartamento" y yo siempre me he acordado de él en los peores momentos. Para recordarlo me he intentado meter en la piel del señor Baxter justo antes de la última escena de la película aunque reconozco que me he inventado algunas cosillas. David, en su último post, habla de esas mentiras que cuenta el cine (más concretamente John Ford) y que nos hace más fácil vivir la realidad de nuestras vidas. Así que hay que seguir confiando en el cine, cinéfilos.

26 comentarios:

abril en paris dijo...

Adoro esa pelicula ( creo que la he visto cienes de veces y siempre me emociona ), el personaje de Jack Lemmon- C.C. Baxter, y cómo va cambiando de ser un ' pringao' un poco trepa a tomar las riendas de su vida por amor a esa adorable chica Shirley Maclain -la Srta. Kubelik. Tiene una autenticidad toda la historia, una luz y desde luego un final fantástico. Es un regalo que nos dejó el Sr. Wilder al que siempre estaremos agradecidos. Y tienes razón nos hace más facil vivir la realidad.
Me ha gustado mucho tu entrada. :-)

Un saludo afectuoso

Marcos Callau dijo...

Gracias abril en Paris. Es adorable toda la película. A mí Shirley Maclaine siempre me lo parece. Aquí y en "Irma la dulce" hace una pareja estupenda y muy emocionante junto a Jack Lemmon. Muchas gracias.

Anónimo dijo...

Para mí es el mejor guión de todos los tiempos, sin duda. Incluso con el toque final de ironía de Wilder, que no es una concesión a los finales felices o esperanzados, sino un guiño irónico y mordaz en clave, afirmación de contrarios, el cine como oposición a la vida, finales diseñados que en la vida no se dan.
La conclusión de David es correcta, pero sus premisas son erróneas. Tu texto, amigo, cinefilia pura, pero como la vida, ficción. O mentira.
Un abrazo.

Pepe Cahiers dijo...

Creo que ha descrito usted muy bien esas largas noches de desengaño, en el que se mezclan, a partes iguales, la esperanza y el deseo de huir para evitar el dolor. Porque al final ese tipo de relaciones se reducen a una partida de cartas y su suerte es como una moneda en el aire, nunca sabes que puede llegar a pasar.Nos acaba de contagiar de melancolia y encima hoy no luce el sol...

Marcos Callau dijo...

Estamos de acuerdo, no he visto un guión nunca que se le pueda comparar. Una ironía la de Wilder muy bien aplicada al final de la película, de los más emocionantes que recuerdo. Quedémonos con la cinefilia, Alfredo jeje.

Vaya Pepe, mi idea era otra. Quería precisamente contagiar de esperanza y que todos los cinéfilos lleguen a soñar con ese final, aunque no luzca el sol. Hay partidas de cartas que se ganas en las últimas jugadas...

ethan dijo...

Ya lo decía un tal Truffaut: "amar el cine es amar la vida" (¿o era al revés?)
Saludos!

Marcos Callau dijo...

Pues tenía mucha razón Truffaut. Gracias por aportar esa genial frase Ethan. Por cierto, ¿qué diría al respecto el propio Ethan...el de la película?...

Pepe Cahiers dijo...

Tomaré nota de esa última jugada. Fíjese lo que le ocurrió a Peter Parker, cuando apareció Mary Jane en el umbral de su puerta y le dijo: "¡Tigre, te acaba de tocar la loteria!"

Marcos Callau dijo...

Pues por eso Pepe. Que siempre hay gente a la que le toca la lotería...

roberto dijo...

Una de mis películas favoritas.
El cine es maravilloso, desde luego.
Qué sería la vida sin el cine...

David dijo...

Me ha gustado el relato (pero ya sabes que me gusta más tu prosa que tu poética). Igual me ha chirriado la frase de que llueva sólo en su corazón.
Gracias por el enlace.
Y por cierto... a 39escalones: No nos ponemos de acuerdo. Ni en Capra, ni en lo de Los piratas.. y ahora "mis premisas son erróneas" (ja,ja). En fin..
Un saludo.

Amaya Martín dijo...

El cine y la vida Marcos.., que no es más que cine en un escenario más grande, sin director aparente, sin telón ni final previsible.
Me ha encantado tu relato. Tiene ese sabor, a hombre enamorado, a mujer fatal, a sombrero y a cigarrillo de aquellas películas de Bogart.
Si, me has transportado, me has llevado allí con la fuerza, el encanto y la elegancia de tu pluma.

Besos y un fuerte abrazo

Amaya

Amaya Martín dijo...

por cierto..esta frase:
"al menos, una vez en la vida hay ciertos milagros que ocurren.."
es toda una filosofia. Habrá que estar atentos.

Bruja Truca dijo...

Es difícil hablar de esta pelicula. Todo el mundo la adora. Pero tú le has hecho homenaje maravilloso, como se merece. A veces no es preciso hablar de los detalles técnicos ni nada por estilo. Con esas palabras y esa imagen se expresa mucho más que con cualquier detalle técnico. Me ha emocionado. Enhorabuena.

El Doctor dijo...

Un maravilloso relato y una de las mejores películas de la historia del cine.

De verdad,me ha encantado.
Un fuerte abrazo.

pepa mas gisbert dijo...

Y tan cinematográfico que he imaginado la escena. Un primer plano de los palillos que el proragonista va dejando en la barra del bar y despues en un travelling lento se dirige hacia su mano con una copa y amplia el zoom hasta ver el rostro que lo refleja todo.

Un abrazo

Myra dijo...

Un relato de película para una película maravillosa llena de escenas inolvidables, como esos spaguetti en la raqueta o esa escena en la que la Señorita Kubelik dice: " no utilices rimel si te enamoras de un hombre casado.."

Drama y comedia a partes iguales..

Un saludo

Marcos Callau dijo...

Pues eso digo yo, Roberto. Quela vida no sería igual...

Pues gracias David... sí, ya lo sé, mi parte poética no va contigo. Pero es verdad que a veces llueve en el corazón.

Muchas gracias Amaya, deverdad, muy agradecido por tus inmensas palabras. Lo de hombre enamorado, mujer fatal, ¡SOMBRERO! y cigarrillo me ha encantado. ¿Por qué ya no se llevan sombreros?. En fin...

Gracias Bruja. La verdad es que "El Apartamento" es un tema tan manido ya que he considerado más original escribir un relato como si fuera un personaje de la película, lo mismo que hice con "Irma la dulce". Agradezco que hayas apreciado el detalle.

Gracias Francisco. Es una de esas películas que consiguen emocionar siempre, no importa las veces que se vea.

Alma, creo que podrías ser buena directora. MAravillosa descripción de la escena. Sonando de fondo me imagino un triste piano... Muy bien Alma, genial tu comentario.

Muy buena esa frase del rimel, Myra. Lo de los spaguetti puede que sea la escena más famosa cuando realmente hay muchas más trascendentales en la película. Un saludo y gracias.

Raúl dijo...

Tu relato huele a narración en voz en Off, a inicio y presentación.... Bueno.
Y excelente y genial la película homenajeada.

Marcos Callau dijo...

Muchas gracias Raúl. Tengo ganas de saludarte en Zaragoza. Un abrazo.

Amaya dijo...

Ni con ella ni sin ella pero, siempre presente. Como el cine, como El Apartamento, siempre una historia que contar.
Un saludo,

Kinezoe dijo...

Una de las grandes, sin duda. Esta es de las que hay que ver al menos una vez al año. Bonito homenaje, Marcos.

Un abrazo.

Manuel Márquez dijo...

Bonito homenaje para una de las grandes, grandes, grandes (y no creas, compa Marcos, que por repetirlo tres veces, me estoy pasando; es más, diría que aún me quedo corto). Hace tiempo que no la veo, así que esto, supongo,me va a servir de coartada. Gracias, en la parte que te toca...

Un abrazo y hasta pronto.

Marcos Callau dijo...

Gracias Amaya. Ésta es de las mejores historias para contar.

Al menos, una vez al año. Eso es lo que hago yo, Kinezoe... y cuando no son dos....

Gracias a tí, Manuel. Si esto sirve para que la vuelvas a ver otra vez entonces me siento útil...jeje. Un abrazo.

Anónimo dijo...

AAAAAy, mi peli favorita (junto con Eva al desnudo)!!! Cuánto más la veo más me gusta. Precioso homenaje :)))))))

Irene

Marcos Callau dijo...

Jejejeje, gracias Irene. Comprendo que sea tu película favorita. Debe serlo si te gusta el cine...