domingo, 24 de abril de 2011

The Blue Dahlia (George Marshall. 1946) + Nuevo número Cineuá

Fotografía publicitaria. Alan Ladd y Veronica Lake
Una de las películas que me quedaba pendiente dentro de mi estilo cinematográfico preferido, el noir, era The Blue Dahlia, una de las más reconocidas del género. George Marshall reunió a la taquillera pareja Alan Ladd y Veronica Lake, que ya compartieran pantalla anteriormente en This gun's for hire y La llave de cristal, para un nuevo guión del prolífico y siempre impecable Raymond Chandler. El éxito parecía asegurado y la buena química que había entre la pareja Ladd-Lake (dentro y fuera de la pantalla) resulta electrizante particularmente en esta película. Veronica Lake, aquí con los dos ojos destapados, gozaba de su mayor auge en esta época y figuraba como la mujer más deseada por el público. Recordemos que, cincuenta años más tarde, serviría de inspiración para el papel de Kim Bassinger en L.A. Confidential (Curtis Hanson. 1997). En The Blue Dahlia, Veronica Lake está espléndida, en todos los sentidos. Pero hablemos un poco de esta estupenda película.
 Johnny Morrison (Alan Ladd) regresa a su hogar en Hollywood después de haber estado luchando en la Segunda Guerra Mundial para la marina y ser traspasado a la lista de inactivos. Junto a él, regresan sus amigos Geroge (Hugh Beaumont) y Buzz (William Bendix), este último con unas terribles secuelas cerebrales. Pero al llegar a su hogar, Johnny, descubre a su esposa Helen (Doris Dowling) dando una fiesta junto a su amante Eddie Harwood (Howard Da Silva), dueño de "La Dalia Azul", un garito nocturno. Cuando Helen despide a Eddie con un beso, Johnny les sorprende y suelta un puñetazo al amante, que se larga sin protestar.
Helen (Doris Dowling) y Eddie (Howard Da Silva)
 Una vez solos en casa, el matrimonio comienza a discutir. Helen confiesa que el hijo de ambos no murió de difteria, como le hizo creer a Johnny en sus cartas, sino en un accidente de coche mientras ella conducía borracha, después de una de sus fiestas. En mitad de la acalorada discusión irrumpe 'Dad' Newell (Will Wright), el vigilante de los apartamentos, para ver si todo anda bien. Tras la discusión, Johnny apunta a Helen con su arma pero no dispara, pues no merece la pena condenarse por ella. Deja el arma en la habitación, coge una fotografía de su difunto hijo y abandona a Helen. En mitad de la lluviosa noche, Johnny (que no tiene dónde ir) encuentra a 'la mujer que todo hombre alguna vez ha visto en sus sueños' , Joyce (Veronica Lake), que le invita a subir a su coche.
Joyce (Veronica Lake) y Johnny (Alan Ladd)
Preocupada por su marcha, Helen llama por teléfono a Buzz para saber si Johnny se encuentra con sus amigos. Buzz, aturdido y aquejado de algunas fases de inconsciencia cada vez más acusadas. sale hacia la casa donde se encuentra Helen. Buzz acaba en la habitación, junto a Helen y el plano se funde en negro. En la siguiente escena Buzz encuentra el cuerpo sin vida de Helen y abandona el bungaló en busca de Johnny. Mientras tanto, el vigilante Newell, es testigo de todos los movimientos que tienen lugar en la habitación.

'Dad' Newell (Will Wright), vigilante y aparente testigo de los hechos.
Cuando Johnny se entera del asesinato de su esposa, es el tipo más buscado de la ciudad y descubre, detrás de la fotografía de su hijo, una inscripción firmada por Helen que implica a Eddie en un asesinato ocurrido hace un tiempo. Johnny decide acudir a "La Dalia Azul" para ver a Eddie, pues cree que él mismo también mató a Helen. Pero la entrevista es interrumpida sorprendentemente por la esposa de Eddie, Joyce y la historia da un giro inesperado en que todos los personajes parecen culpables. Esta es la parte que más me gusta de esta película porque finalmente el espectador llega a desconfiar de todos. Podemos desconfiar de Buzz, porque estaba en casa cuando Helen fue asesinada y porque está cada vez más enfermo, debido al resto de metralla que lleva incrustado en el cerebro. Podemos desconfiar de Eddie porque tenía motivos suficientes para asesinar a Helen ya que guardaba un secreto muy escabroso sobre su pasado. También, por qué no, de la bella esposa de Eddie, Joyce, que casualmente encuentra a Johnny cuando este acaba de abandonar a su esposa. Y finalmente está la figura del vigilante nocturno que aparenta ser el testigo mudo de toda la historia y se vale de este hecho para chantajear a todos los implicados.

Me pareció realmente una película colosal, en la que solo podría poner una pega y es en la escena final. No voy a desvelar aquí el desenlace de esta historia pero solo diré que la manera en que es atrapado finalmente el/la culpable no me parece la más ortodoxa en la historia del cine. Pero es una opinión particular y personal que de ninguna manera empaña una obra maestra del cine negro con unos actores en plena forma. La pareja Alan Ladd-Veronica Lake es magistral. El personaje del vigilante nocturno, interpretado por Will Wright, me parece muy digno de recordar, igual que el de Howard Da Silva o William Bendix. Solo decir que me gustó tanto que la vi dos veces, en dos días seguidos.






AÑADIDO: NUEVO NÚMERO DE CINEUÁ Y ANIVERSARIO

Celebrando el primer año de revista, el nuevo número de Cineuá está dedicado al Festival Sundance. Estos son los niuevos contenidos

· Editorial: Al final del día, el dinero siempre derrota al arte.
· Clerks: historia de una casualidad, probablemente, por Daniel De La Cuesta.
· Frozen river: fraternidad bajo cero, por Julio C. Piñeiro.
· Happythankyoumoreplease: ni feliz, ni gracias, ni más, por favor, por Mónica Jordan.
· Sangre fácil: Joel & Ethan, uno más uno no son dos, por David Tejero.
· El cine documental en Sundance (I): denuncia e Historia, por Nacho Villalba.
· El cine documental en Sundance (II): la gente extraordinaria, por Nacho Villalba.
· Capturing the Friedmans: rumores que matan, por José Angel de Dios.
· Veneno (Poison): Tectónica, por Vicente Rodrigo.
· Conquistas de lo real: géneros en mutación, por Sergi Fabregat.
· Baghead: No es país para Sundance, por Vicente Rodrigo.
· Trust: de los márgenes, por Carlos Abascal Peiró.

En el apartado de Retrospectiva, dediqué un artículo a The grapes of wrath (John Ford. 1940) y The ghost of Tom Joad (canción que dedicó Bruce Springsteen al personaje de esta obra, Tom Joad). Para leerla aquí.

23 comentarios:

Pepe Cahiers dijo...

Veronika Lake, o como medio rostro puede ocultar un atractivo impulsado por el misterio de unos cabellos dorados.

Clementine dijo...

Pues me vuelve a pasar que no estoy segura de haber visto esta película. Pero, a estas alturas, el hecho de que tú te la hayas visto dos veces seguidas, me da una gran pista para querer vérmela también yo.
También me miraré lo del Festival de Sundance, del que soy muy seguidora. Y de su creador, ya ni te cuento. Y te vuelvo a felicitar, de paso, por tu artículo sobre "Las uvas de la ira".
Ah, y me encanta William Bendix, qué grande.
Besos.

Javier dijo...

Y siempre, siempre...volveremos al cine clásico, a los años 40-50.
Estoy de acuerdo contigo, me parece una gran película, sobre una novela del gran Chandler.
Puro cine, como ya no se sabe hacer.


Saludos.

Juan Herrezuelo dijo...

La historia de cómo se terminó ese guión es de las mejores de aquel Hollywood dorado, Marcos: Chandler, de 57 años, encalló cuando le quedaban unas 30 páginas, el desenlace. Al sentirse presionado por el estudio, se presentó pálido en el despacho de Houseman, el productor, y le aseguró que no podría terminarlo, así de sencillo. Que no podría terminarlo sobrio. Había superado con sacrificio “el vicio” de beber, pero se comprometía a encerrarse en casa y acabar el guión en estado permanente de embriaguez, siempre que hubiera dos “Cadillac” con chóferes en su puerta día y noche –para traer al médico, llevar las páginas del guion y a la doncella al mercado-, y dispusiera de seis secretarias. Fueron ocho días sin comer, sólo bebiendo bourbon. Con razón Houseman dijo que Chandler arriesgo su vida por él.

Marcos Callau dijo...

Eso es Pepe. Y eso que aqui no oculta nunca el rostro bajo sus cabellos. Creo que debió hacerlo porque las chicas sufrían accidentes por intentar emularla. Un abrazo Pepe.

Gracias Clementine. Creo que es imprescindible dentro del género noir y yo la he visto esta segunda vez para comentarla mejor en el blog. Merece la pena verla. ME alegro que seas una aficionada al Festival Sundance y gracias por tus palabras hacia el trabajo sobre "Las uvas de la ira". Besos.

Nunca está de más volver al mejor cine posible, Javier. Me alegro que te guste. Un abrazo.

Curiosa historia del a que hasta ahora no Tenía idea, amigo Juan. Muchas gracias por traerla hasta este blog. Raymond Chandler era un artista. Ahora lo veo con otros ojos... mejor aún. Un abrazo Juan.

David dijo...

Marcos compartimos la pasión por el cine negro y aunque mi pareja favorita dentro del Noir son Bogie y Betty, tengo que reconocer que las tres pelis que protagonizaron Alan Ladd y Veronica Lake son buenísimas. Creo que mi favorita es "El cuervo" aunque "la dalia azul" está muy, muy cerca.

Por cierto felicitarte por tus fotos de cabecera de blog... buenísimas, me encanta ver como las vas rotando.
Un abrazo.

Raúl G.R dijo...

Ya le hice por teléfono pero de nuevo enhorabuena por tu entrevista en SER ZARAGOZA.

Marcos Callau dijo...

Muchas gracias David. La verdad es que no he visto "El cuervo". La tengo pendiente pero pronto lo arreglaré. Gracias por pasar. Abrazos.

Muchas gracias Manchas de tinta, por comentarlo aquí y por escucharme esta mañana. Abrazos amigos.

abril en paris dijo...

Esta peli es un clásico y desde luego ella Veronica Lake representa como nadie a esas femme fatal. Su pelo es su marca registrada.
A mi me gustó L.A.confidential como pocas peliculas que intentan recrear esa atmósfera del noir tan irrepetible...
Lo de Raymond Chandler es tan de cine como sus propias historias.
La foto de cabecera con ese blanco/negro agrisado es magnífica y están los dos genial.Ella parece incluso "buenina" dulce..
Un gusto volver por aqui.

Un beso, Marcos :-)

Marcos Callau dijo...

En esta peli, Abril, realmente Veronica Lake no es tan mala, es casi buena. A mi me pareció correcta "L. A. confidential" recreando ese ambiente. Un gusto volverte a ver, abril en esta tarde dominical lluviosa. Es lo que tiene abril. Besos.

Unknown dijo...

Se decía que Alan Ladd era el actor más bajito de Hollywood y que necesitó un taburete para rodar con Sofía Loren en "La Sirena y el Delfín".No sé hasta que punto es cierto pero lo que si es verdad es que su corta estatura le llevaron a formar pareja con la maravillosa Veronica Lake.
Pocos bajitos lograaron formar una pareja tan memorable.
Saludos.

Marcos Callau dijo...

Es totalmente cierto Yuri. En la foto que encabeza el blog ahora, creo que Alan Ladd debe estar subido a una escalera por lo menos. Durante "La Dalia azul" la altura de Ladd es siempre inconstante. Hay veces que es igual que Veronica Lake y en otras ocasiones, parece jugador de la NBA jejeje. PAreja memorable, es cierto. Gracias por tu comentario Yuri. Un abrazo.

ELILUC dijo...

Hola Marcos, paso, te saludo, y me llevo todos estos recuerdos del buen cine.
Un abrazo

39escalones dijo...

Lo peor de la película es su reparto. Ni Ladd ni Lake fueron intérpretes reseñables, y también se echa de menos la excelente labor de los habituales secundarios de la época.
En cuanto a Steinbeck, coincido con Buñuel en relativizarlo bastante. Por otro lado, me gusta la idea del artículo, la de comparar artes y estilos, aunque en este caso sea como un huevo y una castaña mezclar a Steinbeck, Ford y Springsteen. Pero, eso sí, hablar de "Las uvas de la ira" y no mencionar el speech final, casi casi es delictivo.
Abrazos.

Marcos Callau dijo...

Pues muchas gracias por pasar, Mery. Es un placer.

Hola Alfredo. Hicieron buena pareja pero nunca tuvieron la fuerza de Bogart y Bacall, por ejemplo. Esos si, la historia es muy buena. En cuanto al grandioso speech final de "Las uvas de la ira", Springsteen contuvo su esencia en un fragmento de la canción, hacia el final, por eso ya no lo menciono. Creo que su esencia, la esencia de Tom Joad y su universalización, están ahí junto a la voz de Bruce. Abrazos.

Lala dijo...

Gran post Marcos, esta película la ví hace bastante y la tengo un poco olvidada, la verdad. Tendré que volver a verla porque merece la pena, con una fabulosa Veronica Lake que hasta parece modosita en la foto principal. Después de leer tu estupendo post me apetece verla.

Un besote

roberto dijo...

Gran entrada. Viva Chandler, aunque beba.

Marcos Callau dijo...

Hola Lala, bienvenida. Me alegro de darte las ganas de revisarla. Ese es el objetivo y comentar el cine que nos apasiona. Muchas gracias por pasar. Estamos deacuerdo, la Lake parece buena chica en la primera foto peor me temo que nada más lejos de la realidad. Besos.

Hola Roberto. Que viva, claro que si... con o sin alcohol.

J. F. Sigüenza García dijo...

Muchas gracias de nuevo Marcos por darnos tan geniales aportes.
Un fuerte abrazo.

Sr Nocivo dijo...

Apuntada queda para verla en cuanto tenga ocasión, así que gracias por la reseña.

Marcos Callau dijo...

Muchas gracias a ti por comentar Jose Francisco. Un fuerte abrazo.

Gracias Sr. Nocivo. Espero que te guste y luego no te arrepientas de hacerm caso jeje. Merece la pena. Un abrazo.

David dijo...

Esta no la he visto, y como veía que la estabas contando... he parado en lo del giro inesperado.
De todas formas, creo que tengo por ahí el guión de esta peli, que tampoco he leído... Lo que sí leí fue la introducción de John Houseman donde contaba los problemas de Chandler y la ambulancia presta para cuando el escritor se chutara su dosis de alcohol.. Tremendo cómo se redactó aquel guión (si es la misma peli) según lo que contaba Houseman.
Un saludo.

Marcos Callau dijo...

Bien David, has hecho bien en parar porque es mejor que la veas. Yo no he leído el guión pero me resulta muy curiosa la historia de Chandler. Todo genio tiene su parte oscura. Un saludo.