 |
Fotografía publicitaria. Alan Ladd y Veronica Lake |
Una de las películas que me quedaba pendiente dentro de mi estilo cinematográfico preferido, el noir, era
The Blue Dahlia, una de las más reconocidas del género. George Marshall reunió a la taquillera pareja Alan Ladd y Veronica Lake, que ya compartieran pantalla anteriormente en
This gun's for hire y
La llave de cristal, para un nuevo guión del prolífico y siempre impecable Raymond Chandler. El éxito parecía asegurado y la buena química que había entre la pareja Ladd-Lake (dentro y fuera de la pantalla) resulta electrizante particularmente en esta película. Veronica Lake, aquí con los dos ojos destapados, gozaba de su mayor auge en esta época y figuraba como la mujer más deseada por el público. Recordemos que, cincuenta años más tarde, serviría de inspiración para el papel de Kim Bassinger en
L.A. Confidential (Curtis Hanson. 1997). En
The Blue Dahlia, Veronica Lake está espléndida, en todos los sentidos. Pero hablemos un poco de esta estupenda película.
Johnny Morrison (Alan Ladd) regresa a su hogar en Hollywood después de haber estado luchando en la Segunda Guerra Mundial para la marina y ser traspasado a la lista de inactivos. Junto a él, regresan sus amigos Geroge (Hugh Beaumont) y Buzz (William Bendix), este último con unas terribles secuelas cerebrales. Pero al llegar a su hogar, Johnny, descubre a su esposa Helen (Doris Dowling) dando una fiesta junto a su amante Eddie Harwood (Howard Da Silva), dueño de "La Dalia Azul", un garito nocturno. Cuando Helen despide a Eddie con un beso, Johnny les sorprende y suelta un puñetazo al amante, que se larga sin protestar.
 |
Helen (Doris Dowling) y Eddie (Howard Da Silva) |
Una vez solos en casa, el matrimonio comienza a discutir. Helen confiesa que el hijo de ambos no murió de difteria, como le hizo creer a Johnny en sus cartas, sino en un accidente de coche mientras ella conducía borracha, después de una de sus fiestas. En mitad de la acalorada discusión irrumpe 'Dad' Newell (Will Wright), el vigilante de los apartamentos, para ver si todo anda bien. Tras la discusión, Johnny apunta a Helen con su arma pero no dispara, pues no merece la pena condenarse por ella. Deja el arma en la habitación, coge una fotografía de su difunto hijo y abandona a Helen. En mitad de la lluviosa noche, Johnny (que no tiene dónde ir) encuentra a
'la mujer que todo hombre alguna vez ha visto en sus sueños' , Joyce (Veronica Lake), que le invita a subir a su coche.
 |
Joyce (Veronica Lake) y Johnny (Alan Ladd) |
Preocupada por su marcha, Helen llama por teléfono a Buzz para saber si Johnny se encuentra con sus amigos. Buzz, aturdido y aquejado de algunas fases de inconsciencia cada vez más acusadas. sale hacia la casa donde se encuentra Helen. Buzz acaba en la habitación, junto a Helen y el plano se funde en negro. En la siguiente escena Buzz encuentra el cuerpo sin vida de Helen y abandona el bungaló en busca de Johnny. Mientras tanto, el vigilante Newell, es testigo de todos los movimientos que tienen lugar en la habitación.
 |
'Dad' Newell (Will Wright), vigilante y aparente testigo de los hechos. |
Cuando Johnny se entera del asesinato de su esposa, es el tipo más buscado de la ciudad y descubre, detrás de la fotografía de su hijo, una inscripción firmada por Helen que implica a Eddie en un asesinato ocurrido hace un tiempo. Johnny decide acudir a "La Dalia Azul" para ver a Eddie, pues cree que él mismo también mató a Helen. Pero la entrevista es interrumpida sorprendentemente por la esposa de Eddie, Joyce y la historia da un giro inesperado en que todos los personajes parecen culpables. Esta es la parte que más me gusta de esta película porque finalmente el espectador llega a desconfiar de todos. Podemos desconfiar de Buzz, porque estaba en casa cuando Helen fue asesinada y porque está cada vez más enfermo, debido al resto de metralla que lleva incrustado en el cerebro. Podemos desconfiar de Eddie porque tenía motivos suficientes para asesinar a Helen ya que guardaba un secreto muy escabroso sobre su pasado. También, por qué no, de la bella esposa de Eddie, Joyce, que casualmente encuentra a Johnny cuando este acaba de abandonar a su esposa. Y finalmente está la figura del vigilante nocturno que aparenta ser el testigo mudo de toda la historia y se vale de este hecho para chantajear a todos los implicados.
Me pareció realmente una película colosal, en la que solo podría poner una pega y es en la escena final. No voy a desvelar aquí el desenlace de esta historia pero solo diré que la manera en que es atrapado finalmente el/la culpable no me parece la más ortodoxa en la historia del cine. Pero es una opinión particular y personal que de ninguna manera empaña una obra maestra del cine negro con unos actores en plena forma. La pareja Alan Ladd-Veronica Lake es magistral. El personaje del vigilante nocturno, interpretado por Will Wright, me parece muy digno de recordar, igual que el de Howard Da Silva o William Bendix. Solo decir que me gustó tanto que la vi dos veces, en dos días seguidos.
AÑADIDO: NUEVO NÚMERO DE CINEUÁ Y ANIVERSARIO
Celebrando el primer año de revista, el nuevo número de
Cineuá está dedicado al Festival Sundance. Estos son los niuevos contenidos
·
Editorial: Al final del día, el dinero siempre derrota al arte.
·
Clerks: historia de una casualidad, probablemente, por
Daniel De La Cuesta.
·
Frozen river: fraternidad bajo cero, por
Julio C. Piñeiro.
·
Happythankyoumoreplease: ni feliz, ni gracias, ni más, por favor, por
Mónica Jordan.
·
Sangre fácil: Joel & Ethan, uno más uno no son dos, por
David Tejero.
·
El cine documental en Sundance (I): denuncia e Historia, por
Nacho Villalba.
·
El cine documental en Sundance (II): la gente extraordinaria, por
Nacho Villalba.
·
Capturing the Friedmans: rumores que matan, por
José Angel de Dios.
·
Veneno (Poison): Tectónica, por
Vicente Rodrigo.
·
Conquistas de lo real: géneros en mutación, por
Sergi Fabregat.
·
Baghead: No es país para Sundance, por
Vicente Rodrigo.
·
Trust: de los márgenes, por
Carlos Abascal Peiró.
En el apartado de Retrospectiva, dediqué un artículo a The grapes of wrath (John Ford. 1940) y The ghost of Tom Joad (canción que dedicó Bruce Springsteen al personaje de esta obra, Tom Joad). Para leerla
aquí.