Catedral
Una flecha clavada contra el cielo ,
un faro que ilumina el desconsuelo.
Un pájaro vigilante desde lo alto,
una lágrima roja de espanto.
Un yugo que pende de un hilo,
un río de piedra desembocado,
a la inversa.
Primero eres ese cáliz de sangre,
desde el refugio de un caminante,
que solo consigue soñarte.
Más tarde te conviertes
en ese llanto vertido en riadas
por San Gil,
pues sin ti no hay descanso,
ni mes de abril.
Febril es el fuego eterno,
interior en una mujer,
y también el infierno, aquí en mi pecho,
en esa flecha clavada contra el cielo.
Este poema está dedicado a las distintas perspectivas que ofrece Zaragoza de la cúpula roja de La Seo. Otro poema dedicado a La Seo aquí
Hermosos versos para hermosa catedral!!!!
ResponderEliminarun beso
Gracias Mery Larrinua por estar siempre aquí. Besos.
ResponderEliminarBuen poema. Yo no soy nada religioso, pero me encanta visitar las catedrales y sin son góticas mejor, siempre espero la aparición de una gárgola o el fantasma de un cruzado.
ResponderEliminarEs cierto, es apasionante la decoración que nos podemos encontrar en las catedrales. El sentimiento que me mueve a la hora de escribir un poema para una catedral o una iglesia no es el religioso sino el histórico y por supuesto, el artístico. Las viejas catedrales son testigos mudos de los cambios urbanísticos en una ciudad, de las guerras lamentables y de alguna que otra alegría. Por ejemplo, en La Seo de Zaragoza puedo pasar horas contemplando la figura de San Jorge venciendo al Dragón. Un abrazo, Pepe.
ResponderEliminarNo te imaginas, Marcos, cómo te admiro y te envidio (sanamente, ¿eh?) por ser capaz de encontrar siempre los versos adecuados a lo que quieres expresar. Yo soy totalmente negada para eso.
ResponderEliminarBonito poema para una preciosa catedral. Gracias y besos.
Pues muchas gracias Clementine pero creo que esto que señalas solo ocurre en muy contadas ocasiones. Lo más corriente es encontrar un intento de aproximación a lo que se quiere decir. Es raro quedar contento con un poema. Al menos, eso me sucede a mí. Besos y mil gracias.
ResponderEliminarSiempre he admirado los poemas a lugares, porque me parecen difíciles.
ResponderEliminarTú bordas éste.
Felicidades.
Muchas gracias Laura. No sé lo difícil que es. A veces hay ciudades que te regalan rincones muy inspiradores. Besos.
ResponderEliminarA mi me pasa igual que Clementine, admiro la capacidad de rimar y hacer versos.
ResponderEliminarY las catedrales me fascinan, porque como decía el gran alquimista Fulcanelli, son auténticos atanores de transmutación humana...
La Seo es una pasada. Yo la enseño a grupos de estudiantes de instituto en la "Ruta Mudéjar" (vemos La Seo, La Magdalena y San Gil). Y esta misma semana, por cierto, me he leído como miembro de un jurado literario un porrón de redacciones de chavales sobre La Seo. La tengo muy presente, vaya.
ResponderEliminarVaya frase nos regalas de Fulcanelli, amigo Tirador. Es cierto que guardan algo muy evocador. Gracias, saludos.
ResponderEliminarMe alegra mucho que los chavales sigan escrbiendo redacciones acerca de La Seo, Roberto. Esa "Ruta mudéjar" es apasionante. Un abrazo, amigo.
siempre es grato conocer la poesía y el sentimiento en todas configuraciones. Qué decir, es siempre un gusto.
ResponderEliminarbuen sábado
Sólo decirte, Marcos, amigo y poeta, que sigo leyendo siempre tus excelentes poemas. Un abrazo ab imo pectore
ResponderEliminarIntenso poema para una joya como es esta catedral.
ResponderEliminarUn saludo
javier
Las primeras estrofas las imagino con música y ritmo de las canciones de Aute de su primera época.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Saludos.
Tus versos son espléndidas fotografías desde varias perspectivas de ese dedo apuntando al cielo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, Marcos, has conseguido fundir con gran acierto, imagen y lírica.
Un beso y buen domingo.
Un gusto es, para mí, tanmbién tenerte aquí Ambrosía ignota. Muchas gracias por tus palabras.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita y por seguir leyendo, mi buen amigo Fernando. Un fuerte abrazo también para ti.
Una verdadera joya que quizá vivió mucho tiempo eclipsada a la sombra de la Basílica. Es ueno recordar cuál es la verdadera catedral de Zaragoza. Un abrazo, amigo Javier.ç
Hola Javier. Me agrada Aute en su primera época, aunque toda su discografía es recomendable y me alegra mucho que mis palabra ste lo hayan recordado. Un abrazo.
Efectivamente eso intentaban ser amiga Marisa. Un fuerte abrazo y feliz domingo para ti.
Expresar entre líneas el sentimiento que desprende cualquier monumento, no es tarea fácil. Me quedo asombrada de la facilidad con que lo consigues...se nota que es parte de tí, de tu vida, de tu historia... parte de ser una estampa bellísima, tus letras la hacen mucho más hermosa...
ResponderEliminarBesos dorados Marcos...feliz domingo..
Millones de agradecimientos por esas palabras que me dedicas, Época. Me gusta escribir sobre mi ciudad porque tiene mucha historia. Eres muy amable. Besos y feliz domingo también para ti.
ResponderEliminarCada catedral, cada iglesia lleva una historia en sus entreñas, en sus adentros...un misterio.
ResponderEliminarPreciosa poesía....siempre dije que eres un gran poeta Marcos.
Me das envidia!!!!
Un beso
Permiteme Marco que me quede con "Faro que ilumina el desconsuelo"
ResponderEliminarMuy buen poema para una preciosa catedral, ya me entran ganas de volver a Zaragoza para recorrer la Seo con más calma. Por cierto que echo de menos tus relatos cortos ¿volverás pronto con alguno? Abrazos. Borgo.
ResponderEliminarMuy amable eres conmigo, Princesa. La Seo guardas mucha historia y varias culturas entrelazadas. Precisamente esa es su magia. Muchas gracias por esas palabras.
ResponderEliminarPues permitido, Yuri. No eres el único. Muchas gracias.
Hola Miquel. Me alegro de que te hayan entrado ganas de volver por aquí. Si vienes, házmelo saber. Volveré con alguno pronto. Quizá la próxima entrada... un abrazo.
Muy fálico, sí señor, que diría Freud...
ResponderEliminarBuen poema Marcos! Y preciosa La Seo...
ResponderEliminarBesos :)
¿Catedral poema? o ¡Un poema como una catedral!
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,Marcos.
Un faro que ilumina el desconsuelo ..¡ qué gran frase en un hermoso poema !
ResponderEliminarEsto de las catedrales siempre me recuerda Los pilares de la Tierra...
Un beso Marcos :-)
Querido Marcos, Zaragoza te debe mucho. La cantidad de homenajes que has dedicado a la ciudad de el Pilar ilumina de brillos poéticos cada uno de sus rincones y se cuela en las almas de tus lectores.
ResponderEliminarEstoy seguro de que cuando visitemos la ciudad de el Ebro vamos a oir esos ecos cuando deambulemos por las noches y sus barrios.
Un abrazote.
Veo que has captado mi intención en esa última estrofa jejeje. Gracias Alfredo.
ResponderEliminarGracias Reina. Es un placer tenerte por aquí. Besos.
Me inclino a pensar que es una catedral que merece muchos poemas, amigo Paco. Aunque para inclinada, la torre de San Juan de los Panetes que está cercana también a la Plaza del Pilar. Un fuerte abrazo y mil gracias por pasar.
Gracias Abril. Cómo no recordarlo... Besos.
Hola Antonio. Eso que comentas para mí sería un honro que aún creo inmerecido, amigo. Pero si te pierdes por estos barrios algún día, avísame. Un abrazote.